Eunice Shade (Eunice Alejandra López Sánchez. México- Nicaragua-1980)
Fundó la revista de publicación efímera El Pozo del Paroxismo (1999) y luego se integró como editora a la revista Literatosis. Durante dos años condujo un programa radial de literatura y filosofía en la extinta Radio Pirata de Managua y se desempeñó como periodista cultural de El Nuevo Diario. Ha publicado el libro de cuentos El Texto Perdido (Editorial Amerrisque, Colección Nueva Narrativa, Managua, 2007); el poemario Escaleras Abajo (Ediciones MA, 2008) y el libro de ensayos y otros experimentos Espesura del deseo (Editorial Zorrillo, 2012). Ha participado en recitales y encuentros en diversos países. En 2006 participó en Entresures, espacio de intercambio cultural y literario entre escritores de la región. Sus integrantes viajaron a ciudades latinoamericanas con el objetivo de vivir en ellas y reflejar la experiencia en un texto de ficción. En 2007 representó a Nicaragua en el foro de novísimas narradoras latinoamericanas en la FIL de Guadalajara. Ha sido publicada en varias antologías internacionales de narrativa realizadas por el crítico Julio Ortega. Algunas de ellas: Nuevo Cuento Latinoamericano (Marenostrum, España 2009); Usted está aquí (Jorale, México 2007); No es una antología (Estruendo Mudo, Perú 2007). En poesía ha sido incluida en: Trilces Trópicos (La Garúa, España 2006); Mujeres de sol y luna (Pavsa, Managua 2007); Nicaragua en las redes de la poesía (Anamá, Managua 2008) entre otras. En los últimos años se ha desempeñado como profesora de lengua y literatura. Cultiva la narrativa, el ensayo y la poesía. Escribe regularmente en su blog: www.eushade.blogspot.com
the “perfect” jail
Quieren que me ponga el traje
y la cartera.
Verme detrás del escritorio
con el fondo tapizado de libros
que nunca leeré
con numerosos títulos y reconocimientos que seguramente
obtendría por la motivación tacaña del status quo.
Sería aceptada.
Me levantaría a las 7,
un hombre y unos pequeños distantes
esperarían por mi regaño y mi comida,
extraños entre todos,
únicamente unidos por la televisión y las misas de domingo.
Tendría que privarme de la anarquía,
el monte,
el ateísmo,
el frío de las cunetas en la madrugada,
los cigarros en ayunas,
el sexo “medio” seguro,
el bisex-taste,
la jerga bilingüe,
la apariencia desaliñada,
los viajes improvisados,
el desvelo,
la goma,
el neo-hippie way of life…
Quieren que decore mi vida
con el fax, el celular, el carro,
la cuenta bancaria
viéndome envejecer
tragos en el lobby del Intercontinental
vacaciones en el mediterráneo
sin nada de mediterráneo
mi clima: aire acondicionado
No podría agotar los huesos
mojarme la ropa de sudor
refugiarme en molotes humanos
conocer la gramática del hambre
los atuendos extraños del mendigo
el dialecto de la soledad
cruzar el atlántico
como mucama de crucero
y descubrir una ciudad extraviada
No tener alma de Rimbaud.
caerme encima
Caerme encima, con fuerza de supervivencia
ya no soy la del espejo verde rodeada de luces.
Ando perdida por mis calles internas. Todas polvorientas,
con asfalto
descascarado, gritándome que me caigo, que me derrumbo,
que me caigo.
Desde aquí puedo ver autista mi playa,
en el muelle, sólo faros distantes acusándome de
infidelidad...
(parece que se les fundió la bujía).
Desde aquí me veo: un delantal portamanchas, detrás de un
mueble de
bambú. Piel negra cantando el himno de las rocas costeras.
Con mis
uñas largas y arenosas. El aliento salado.
Ya no soy de esquinas ronplateras a las 4 de la mañana.
Pasó. Igual
que pasaron las sábanas.
Me sigo cayendo, matemáticamente caigo, sigo el destino de
un círculo.
this is sex
To J. Z.
Aún cuando la luz de la candela engaña
la percepción sobre mí
y a veces se confundan los estados del calor
this is sex. Always sex.
Nunca navegué con licencia
en tus olas importadas
sólo conocí las montañas de tu cuerpo,
las rutas y los mapas
por siempre escondidos en tu espalda.
And this is sex. Always sex.
Aprendí a interpretar el gesto frío
de tus ojos después de tu orgasmo,
nuestro sudor congelado y lejano.
It is sex. Always sex.
Cuando buscabas grabar mi figura en las sábanas,
cuando nos convertíamos en lluvia sucia de placeres
This is sex. Always sex...
Historia liviana,
capítulo “exótico” centroamericano,
sonrisa frente a un crepúsculo solitario.
And it was sex. Just sex.
Jesús sensorial
Hoy traigo puesta la indecencia,
crece la voluptuosidad de lo santo
Jesús sensorial
¿podés sentir mi vestido?
andá, ¡arráncamelo!
esta piel no puede esperar.
Buscá debajo de la indecencia
es probable que te sorprendas
¡70 veces 7 tócame!
no escondo más de lo que vos sabes
¿A quién cubre la indecencia?
-Febrero, 1998
Artes Menores
I
En mi respiración
tus culebras agitan
el último aliento que les queda.
II
Exprime su párpado
encrespado en polvos y sales
lúbrica y muda
detrás la mirada
espera paciente
otra borrasca
III
Dedos ciegos
iluminan
cuevas en mi cuerpo.
IV
Mi sexo pulverizado
frío
extraviado
en las rutas de este viento
que no sabe
hacia dónde se dirige.
V
Venus parió
las arrugas de la sábana
y el algodón
asfixiado de olores
sudó nuestra muerte.
VI
Herida la noche, duerme
el día despega sus ojos
herido el silencio,
escucha sordo el espíritu.
-Marzo, 2003
reconstruyendo un reflejo
A Castalí Campos
Tardó en encontrar ese lugar que acomodara sus ideas; que
acalorara el desorden al sinsentido de esta carne.
Encontró, hechos de piedra dormida, sus huesos
refugiándose en la sombra, rasgo que heredó desde un
vientre enfermizo.
Se quedaba horas de minutos, siglos de limón, con esa
sensación de extrañamiento, frunciendo el espíritu.
¿Quién es aquella que camina escurridiza entre los carros?
Lleva sus memorias bajo el brazo (una bodega tejida que
almacena historias de nunca ser, un celular con poemas de
dos versos y un espejo con 7 rayos de tropiezos).
Puede que olvide sus memorias en un café
o de un mordisco de nostalgia pierda todo por un grito.
Así, la huella que refleja tatuará su energía en un vacío con
dos ojos.
Toda ella quedará prendida entre residuos de vida,
frente a frente, reconstruyendo infinitamente su reflejo.
he saved me from the dark
To R. S.
La conciencia se cose solitaria
arde terrorífica en un borde,
rasgada de oscuridad
enferma,
--apunto de cerrar pestañas
--se revela tu camino
--en los negativos
--de este destino
y me salva de mil eunices.
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