Mário Cesariny
Mário Cesariny de Vasconcelos (Lisboa, 9 de agosto de 1923 — id. 26 de noviembre de 2006) fue un pintor y poeta, considerado el principal representante del surrealismo portugués.
Frecuentó la Escuela de Artes Decorativas António Arroio y estudió música con el compositor Fernando Lopes Graça. Durante su estancia en París en 1947, frecuentó la Academia de La Grande Chaumière. En París conoció a André Breton, cuya influencia lo llevó a crear el mismo año el Grupo Surrealista de Lisboa, juntamente con figuras como António Pedro, José Augusto França, Cândido Costa Pinto, Vespeira, Moniz Pereira y Alexandre O'Neill. Este grupo surgió como forma de protesta contra el régimen político vigente y contra el neorealismo. Más tarde, fundó el Grupo Surrealista Dissidente.
Cesariny adoptó una actitud estética de constante experimentación en sus obras y practicó una técnica de escritura y de pintura ampliamente divulgada entre los surrealistas que se llamó "cadáver exquisito", que consiste en una construcción de una obra por tres o cuatro personas, un trabajo en cadena creativa en que una sigue a otra y da continuidad a la anterior y al conjunto con frágiles elementos.
Desde 1960 hasta la Revolución de los Claveles, Cesariny fue perseguido implacablemente por la Polícia Judiciária portuguesa por sospechas de «vagancia», un término eufemístico empleado en la época para indicar homosexualidad, que el poeta vivía con valentía a pesar de la persecución. El hecho aparece en varios de sus escritos de forma velada (Lisboa-os-Sustos) y fue una de las causas de sus intermitentes estancias en Gran Bretaña y Francia en las décadas de 1960 y 70. Más tarde hablaría abiertamente de ello.
Obras
1950 - Corpo Visível
1952 - Discurso sobre a Reabilitação do Real Quotidiano
1953 - Louvor e Simplificação de Álvaro de Campos
1956 - Manual de Prestidigitação
1957 - Pena Capital
1958 - Alguns Mitos Maiores e Alguns Mitos Menores Postos à Circulação pelo Autor
1959 - Nobilíssima Visão
1961 - Poesia
1961 - Planisfério e Outros Poemas
1964 - Um Auto para Jerusalém
1965 - Titânia e A Cidade Queimada
1972 - Burlescas, Teóricas e Sentimentais
1980 - Primavera Autônoma das Estradas
1994 - Titânia
Barricada
Cuando ya no podamos llorar más y las palabras sean diminutos
suplicios y mirando hacia atrás no veamos sino hombres desmayados,
entonces alguien saltará al paseo, con el rostro ya hermoso, ya libre
y espontáneo, y una canción nacida de los dos,
de lo más hondo de nosotros dos, exaltándonos.
Tú sabes si te quiero y si fuimos los dos abandonados, abandonados
a una bandera, a un escarnio sangriento, a un salto en las
tinieblas, abandonados por los lúgubres dioses, por la película
que corre hasta perderse, por el billete de veintiún pedales, por
el mobiliario de dos sillas y una cama hecha para morir de asco.
Pequeño mío a quien ya sólo falta escupir y enviar cuerpo y
bienes a la barricada, tú, igual a mí, me sigues; tú sabes que el
camino es insoportablemente puro y nuestro, es un duende
voceando en el tejado las hierbas misteriosas, es un joven creciendo
a lo largo de tus brazos, es un lugar solemne para siempre,
para siempre temido. Y el Rossio es una plaza como para
llorar. ¡Salve, arquitectos! Pero lloremos tanto que será un diluvio.
Automóviles-diluvio. Abrigos-diluvio. Soldaditos-diluvio.
Y cuando ese agua tibia lo haya inundado todo, entonces, oh
arquitectos, volved a trabajar, mas con igual primor y voluntad
igual: venid a darnos alambre y rosas, hombres y alambre,
alambre y rosas.
You are welcome to elsinore
Hay entre las palabras y nosotros metal fundente
hay entre las palabras y nosotros hélices en marcha
que pueden darnos muerte violarnos extraer
de lo más hondo de nosotros el secreto más útil
hay entre las palabras y nosotros perfiles ardientes
espacios llenos de gente de espaldas
altas flores venenosas puertas por abrir
y escaleras y punteros y niños sentados
a la espera de su tiempo y de su precipicio
A lo largo de la muralla que habitamos
hay palabras de vida hay palabras de muerte
hay palabras inmensas que esperan por nosotros
y otras, más frágiles, que ya dejaron de esperar
hay palabras ardientes como barcos
y hay palabras hombres, palabras que guardan
su posición y su secreto
Entre las palabras y nosotros, sordamente,
los muros y las manos de Elsinor
Y hay palabras nocturnas y palabras gemidos
palabras que a los labios nos suben ilegibles
palabras diamantes palabras nunca escritas
palabras imposibles de escribir
porque no tenemos con nosotros cuerdas de violines
ni toda la sangre del mundo ni el abrazo todo del aire
y los brazos de los amantes escriben muy muy alto
más allá del azul donde oxidados mueren
palabras maternales sólo sollozo sólo sombra
sólo espasmos sólo amor sólo soledad deshecha
Entre las palabras y nosotros, los emparedados
y entre las palabras y nosotros, nuestro deber hablar
Poema
En todas las calles te encuentro
en todas las calles te pierdo
conozco tan bien tu cuerpo
soñé tanto tu figura
que ando con los ojos cerrados
delimitando tu estatura
y el agua bebo y sorbo el aire
que te atravesó la cintura
tanto tan cerca tan real
que mi cuerpo se transfigura
y alcanza su propio elemento
en un cuerpo que ya no es el suyo
en un río ya desaparecido
donde me busca un brazo tuyo
En todas las calles te encuentro
en todas las calles te pierdo
(Traducciones de Perfecto Cuadrado)
ESTADO SEGUNDO
XX
Não houve
nunca
acima do mundo
a alegre aventura
de um sol militar
de profundis amamus
Ontem
às onze
fumaste
um cigarro
encontrei-te
sentado
ficámos para perder
todos os teus eléctricos
os meus
estavam perdidos
por natureza própria
Andámos
dez quilómetros
a pé
ninguém nos viu passar
excepto
claro
os porteiros
é da natureza das coisas
ser-se visto
pelos porteiros
Olha
como só tu sabes olhar
a rua os costumes
O Público
o vinco das tuas calças
está cheio de frio
e há quatro mil pessoas interessadas
nisso
Não faz mal abracem-me
os teus olhos
de extremo a extremo azuis
vai ser assim durante muito tempo
decorrerão muitos séculos antes de nós
mas não te importes
não te importes
muito
nós só temos a ver
com o presente
perfeito
corsários de olhos de gato intransponível
maravilhados maravilhosos únicos
nem pretérito nem futuro tem
o estranho verbo nosso
Onan dos outros!...
Onan dos outros! Ó deus que dás confiança
Só a quem já confia!
E não à morrente ou garça mão que se ansa
Varonil e vazia.
O Virgem Negra, tal me descobriram
Cincoenta anos depois,
Em minha infusão estou. Tombam, deliram
Em vão quantos seguiram
Minha viagem ao nunca ser dois.
No seu andor de luto e de desgraça
O Virgem Negra passa
Maior que todos os sóis.
de "O Virgem Negra"
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