Marvin Durán
Tijuana, México, año del Dragón. Literatura en la UABC hace varios ayeres. Caza de letras, UNAM. Un poemario: Pecados cafetales. Innumerable cantidad de pasquines. Varias revistas nacionales. Soy muy lento para escribir. Pero lo que escribo va a marvinduran.com. Comida China. Nieve de pistache. Gelatina de frambuesa. 1976 [dragón de fuego]. En todas las historias está escondida una novela.
Poema aeroportuario
Que la gente que pasa
Que camina que habla
Que va y que no viene
Que estorba
Que espera valijas
Que pierde salidas
Que llegan llegadas
Que la gente trajina
Que vuela
Que vuela
Hay gente que vuela y no viaja
MI CUERPO SE ALIGERA
Sabemos estar tan cerca y tan distantes
y a lo largo del tiempo
no encontramos lugar
donde la brisa nos abrace en secreto
donde no nos descubra tu risa
al borde del abismo
al borde de tus labios
de tus pechos
haciendo malabares, equilibrios
amantes que no se ven
amantes que se ven y no se tocan
inmóviles
pasivos
Soy un granito de arena
resoplando en tu boca
Mario Benedetti está en mi alacena
tengo al poeta perdido en la gaveta
el amor ha perdido su camino
encerré por fin esas pasiones
no sabían cuál era mi destino
tengo a don Mario perdido entre las latas
de la sopa de pollo y tallarines
perdí el sabor oculto de los besos
nada sé de damas o catrines
tengo la paz que hace tiempo me faltaba
por haberte metido en la alacena
junto al azúcar quedaste mutilado
nadie sabrá que allí estás escondido
cuando procures escapar me avisas
para dejar la llave en la mesa
ya dejaré que escapen más sonrisas
cuando me libre por fin de ese poeta
que sólo consiguió darme tristezas
antes que me pudiese vender una sonrisa
porque cansado estoy de ser la brisa
que a tus antojos me robaba hasta la fuerza
de conseguir un amor que no endurezca
el corazón más blando de vida
A una mujer de noches interminables
Dulce mujer de noches apacibles
gris tu sonrisa en grises desvelados,
dame a pensar que el cielo oscurecido
quiere creer que sueñas a mi lado
vuelve a soñar con noches dormilonas
vuelve a soñar con días de guardar
sueña que vuelve la paz de medianoche
sueña a volver al sueño del amar
dulce mujer de labios enredados
de letras graves, de poemas precisos
quiero sabernos hoy inseparables
(la amistad, las letras, el amor)
vivir no es un juego de indecisos
dulce mujer de llanto sofocado
quiero en abrazos lavar tu sufrimiento
guarecerte de la lluvia, el viento
cuidarte del noctámbulo, violento
amanecer de ojos deslavados
sabia mujer de precisas expresiones
las noches son de ti interminables,
¿y la cálida mirada que te guardo?
un recurso natural: inagotable
Usted no es de porcelana
Tu piel no es de porcelana
es suave, lo es
es dulce al tacto
dulce a mis ojos
dulce, como el silencio
como el silencio que nos funde
como el momento infinito aquel
cuando el ocaso
se funde con la noche
tu piel no es de porcelana
es cálida, lo es
tibia, acaso
tibia cuando mi lengua
recorre
tus párpados
tibia cuando mi cuerpo
aguarda por el tuyo
tu piel no es de porcelana
porque no sos frágil
sos firme, lo eres
firme de corazón y al final franca
cuando el barullo acaba
y queda sólo tu corazón
pendiente
de escuchar los latidos
callados
del mío.
Géminis
Quién me diría
que llegado el viernes
la botella de merlot que descorché
sería compartida a la distancia
Luego entonces
el silencio absoluto
de las horas
(días)
sin tus letras
se acumula en mis lentes
Charlar contigo
en algún soberbio respiro
dejó de ser suficiente
cuando
pasada la medianoche
tu nombre me despierta
(atormentado poeta soñador)
Supongo
(porque además supongo con certeza)
que todo pasó
si es que pasó
solo en mi cabeza
Preocupa
(porque además me preocupa mi certeza)
la situación distante de los años
¿dónde quedaron los días
donde los días eran más estrechos
respecto de nosotros?
Pasadas las tres
despierto cansado de soñarte
con tu nombre en los ojos
y con tu signo zodiacal en los labios
Entonces
rendido
regreso a la cama
temeroso.
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