viernes, 2 de mayo de 2014

FAHKRY RATROUT [11.608]


FAKHRY RATROUT 

Poeta palestino-jordano y nicaragüense (Al-Zarqā, Jordania, 1972)

Fakhri Ratrout es un poeta y pintor palestino. Nació en una mañana nevada en la ciudad desértica de Zarqa (Al-Zarq en árabe) donde nieva raras veces, el día 10 de noviembre de 1972.

Obtuvo la Licenciatura en Filología Árabe de la Universidad de Yarmuk, Jordania. El duende de la poesía descendió sobre él en la ciudad palestina de Jericó, donde ejerció como maestro durante seis años. En el 2000 se trasladó a Nicaragua donde emigró hace 100 años su bisabuelo, y trabaja actualmente como mercader de tejidos. Tiene tres poemarios publicados en árabe: Hecho en el infierno (Al-ghawoon, Beirut, 2012); El paraíso de los sicarios (Dar Roya, El Cairo, 2010); y 400 elefantes azules (Dar El Adham, El Cairo, 2014). En 2016, publicó en Costa Rica su selección poética Los tambores de Dios.

Sus poemas han sido traducidos al español e italiano y publicados en varias antologías de poesía.



Estos tres poemas pertenecen a su libro El paraíso de los sicarios (Universidad de Costa Rica, 2010).



EN el instante de la caída del hacha
y el temblor de los árboles nacen los poemas más largos.



*


¿TODO este horizonte para un pajarillo
y para mí todos estos muros? Sólo lloran las preguntas.

¿De dónde se alzan todas estas olas
y qué deseos salvajes habitan en ellas?

¿Acaso saben dónde se van? Sólo gimen las preguntas.


*


EN el bosque. La hormiga, el pájaro, el pez de agua dulce
me dictan su testamento: el polvo, el aire, el agua.

Ya tengo inspiración y tablas.

Un rayo perdido en la noche del bosque me susurró al oído:

«Eres el camino
y también una nube perdida».

Cuando creas en las lejanas nubes
más que en el azul del cielo, habrá lluvia, me dijo.


Traducción: Amr Mohamed Said

http://elcoloquiodelosperros.weebly.com/traducciones.html




El paraíso de los sicarios

Que me ponga alguien la mano en el hombro y me susurre:
que la vida es aún posible
que no soy una ofrenda de dolor,
y que existen dos fuentes nubosas más allá de mi desierto
y que la muerte no duele,
mas es la mentira de los vivos,
que Dios no se enfada de un niño que quiso destruir el mundo
como un juguete del que se aburría.

Que me ponga alguien la mano en el hombro y me susurre:
que el cielo no me caerá encima,
y que el mundo no se acabará tras unos instantes. (sería preciso)

Por mucho tiempo se quedó desnudo bajo:
el sol
la noche
la lluvia 
el viento
los excrementos de las aves 
Tendrás la dureza del yeso antiguo (y olores únicos)

Dejó los zapatos en los umbrales del mundo,
el viento libertino robó su ropa
Dejó la oreja al ruido de las olas que en ella silban,
y vació sus poemas en los escondrijos de la noche
Sus aguas viajaron al mar grande,
se secó el pequeño río,
y se quedó solo con dos riberas y un cauce (ya estás ligero bajo una nube pesada)

En tus ojos bandadas de aves prisioneras
fija en las lámparas colgadas de los dioses 
la mirada
quítate tu zapato desecho
rasca esta nube un poco 
Quién dijo que las aves no dejan rastros (mira mis ojos)

Las tiendas beduinas están vacías
las llanuras desiertas
en tu puerta una cola de hambrientos
sabe que escondes trigo inmortal (Dios)

Deja el abrigo de la muerte colgado detrás de la puerta
sal y ríndete a brotes verdes
que empezaron a moverse las postrimerías del invierno
El abismo riega flores lozanas,
los gitanos a punto de marcharse,
y el desierto desea la coquetería de una flor (esparce tu ramo 
a la derecha de la aridez)

En el cielo sonidos de truenos
añoro tu silencio,
en qué nubes te escondes (a cántaros)

La Catedral es el silencio de los pecados,
el sacerdote es un despertar aburrido
que da de beber el vino de su silencio a las antiguas campanas
y reza al primer santo que las colgó
en las torres de las catedrales neutrales (las campanas borrachas suenan).




Tienes el asombro de los niños y los profetas,
y el mundo es un crimen (el culpable desconocido)



¿Todo este horizonte para un pajarillo
Y para mí todos estos muros? (Sólo lloran las preguntas)



2008-[Mi trigo] Managua

(Una mano mutilada, un ojo apagado, un corazón perforado, una cabeza destrozada, un pie desgastado, 
Ahora estás preparado para tu primera lección de existencia)
(Lodo y agua del sueño y dedos del dios, oh tú, creado con lo insoportable, ¿cómo se puede derrotarte?)
(La nariz, el ojo, las orejas, ay de estos malditos orificios, de ellos se desliza el mundo, ¿Quién los taparía?) 
(En las paredes de tu alma, negra humedad, algas oscuras
¿A dónde vas, viejo eterno?)
(En tu cara la topografía de un cementerio, en tu espalda un tumulto de cadáveres
La extensión del camino es tu realidad)

(Los ojos sorben el mundo, que baja poco a poco a la vejiga)
(Los ojos abiertos al vacío, los finales no vienen
El vacío abierto a un llanto que no empieza)
(Los ojos que vieron demasiada belleza, un insoportable pánico,
se convertirían en harapos,
la imagen inmóvil, crece y crece
Será inútil erradicarla) 
(Olor de carne asada, olor de sangre, olor de mar, olor de bosques,
olor de vulva, olor de axilas, olor de barro
¡Oh fatigada nariz!)

(Si tuviera unas tijeras, no cortaría una flor. Cortaría mi nariz)
(Este mundo tiene un catarro endémico
y limpia mi nariz con pañuelos de suicidas) 
(En la primera oreja llanto, gemido, en la segunda aullido, 
en tu boca florece el lirio)
(¿Qué pasa por tu cabeza?)
(Un inmenso seno alado, seguido por una jauría de bocas abiertas que no lo alcanzan
La leche gotea en el vacío…en el vacío)
(El corazón es un óxido que se acumula, el cuerpo del aire, duro
Necesitas terror y un martillo más grande)
(Un pie con cinco dedos pasó por todas estas escarchas, 
el polvo que se quedó en el zapato es la leyenda
Los desgastados zapatos colgados en los cables de electricidad 
Dejados por soñadores al volar) 
(A la puerta del hospital declaro: quiero un lavado de memoria
Vomitaré mis poemas de una vez)

http://impreso.elnuevodiario.com.ni/2010/01/23/suplemento/nuevoamanecer/12468




Algo de mi corazón

A veces por la noche
bajo sus ventanas escuchan unas cojas pisadas,
es mi rengo corazón de cascos naturales,
es lo más cercano a una flor.
Es más duro que un río: engañó a las montañas
y atravesó los senderos.
Enterró las raíces en las orillas
y su profundidad se ahogó en las arenas.
Entonces, se suicidó en el mar.
No entiendo a mi corazón,
cortó su brida,
ya nada le impide galopar bajo un cielo azul claro.



Algo de mi melancolía

Ni los deseos disimulados la acercan
a la grandeza de la extinción,
ni las plumas de la eternidad visten su cuerpo desnudo,
ni las hojas de calabaza curan sus úlceras.
Le gustó la oscuridad a la que fue tirada por la ballena,
Su plato está lleno de moscas,
el mundo le da asco,
se paró detrás de las paredes de la preocupación,
bombardeando el mundo con la catapulta de la melancolía.
Aquí, es el último lugar en el mundo en donde no será juzgado sólo por él.
Aquí está la perla más grande y más hermosa.
Aquí está su tumba junto a la porquería:
Su vida está perdida en el basurero
que los gatos nocturnos desordenan sin encontrar nada qué comer,
los barrenderos recogen los restos de su vida
dejado algo colgado en las esquinas.
Aquí quedó derrochada la vida de un hombre.

*Por fin, encontró algo parecido a su vida en los ojos de un viejo moribundo.

*Es una isla, ni siquiera los naufragios de sus barcos llegaron a sus costas.

*Es el viento, y yo estoy vacío como un bastón,
   me tambaleo, me rompo, y me pongo amarillo.

*En cada esquina se colgó algo de mis muñones,
sigo caminando
con mis lágrimas mezcladas con la lluvia.


Cosas de mis planetas

Mordió la luna, lo tiraron al piso, quedó un trozo en su boca sangrienta.
En noches de profunda oscuridad, una luz sale desde su interior,
en noches iluminadas, hay una luz deformada en el cielo.

De espaldas, acostado,
con la punta de su pie, juega con una estrella
que al final de la noche cae sobre él.

El sol es mi zapato derecho, la luna es mi zapato izquierdo,
yo también viajo.
El sol viaja.
Mi sombra viaja.

Amarré mi bote al sol, no me alejaré.

Con su primera flecha, hizo caer el sol, 
Con su segunda flecha, hizo caer la luna,
La tercera flecha fue para su corazón;
Con tres flechas terminó la decepción, y se apagó el mundo.

El sol hundido en el mar de la sangre regresó al horizonte.
Una luna con la nalga descubierta.
¡Qué gracioso!
Toda esta oscuridad no cubrió sus partes íntimas.

¿Cómo nos verá el ángel de la muerte?

Si habita la luna,
derramaría desde su ventana un balde de orina sobre esta tierra
y estaría perdido.
El aire de esta noche, ¡está podrido!

En el fin del mundo será absorbido por la oscuridad.
Él escapa de una luna a otra.
Esto es lo que quiso exactamente,
tragarse un bulto venenoso de luz,
tapar su ojo derecho con un sol marchito,
cortarse una vena con un pedacito de carbón,
ahorcarse de una galaxia.

De Los tambores de Dios
Traducción de Ghadeer Abusneineh









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1 comentario:

  1. RELAMIENDO LA SARTÉN EN LA QUE SE COCINAN LAS DUDAS



    Todo se traduce en poesía
    hasta los comentarios, hasta las citas,
    hasta las esquelas mortuorias, hasta el menú de una comida,
    el tiro de gracia ¡vaya gracia inoportuna!,
    hasta el nacimiento en una casa o en una clínica.

    Rondan por nuestras cabezas dudas

    que a veces se olvidan
    para volver a nacer
    y si se acaban las pilas
    se vuelve a cargar la linterna
    y con la ayuda de papel, bolígrafo o pluma
    se escribe y se escribe
    como si el mundo ese que nos pisan todos los días
    se viniera a acabar
    y con ello nuestras vidas
    sobre este planeta tan comedido
    y con tantas Constituciones escritas

    y tantas dictaduras
    haciendo a diestro y siniestro de las suyas.

    ¿No se el por qué me remito
    a este comentario de entrada
    para hacer propios y míos los males del mundo?

    ¿No lo se?

    Y si lo supiera
    no les quepa en ello
    ni la más mínima duda
    que allí donde hiciera falta yo estaría
    sin necesidad de tener que pertenecer a ninguna galería
    para ser mosca cojonera, tábano conquense

    y libélula del Amazonas
    casi convertido en tumba y sepultura
    de razas y creencias y con ellos de sus culturas.

    Como se ve
    y a lo que digo
    en esto no necesito de madrina
    ni me gana nadie y es que mi vanidad camina
    por esas sendas donde los pobres se alimentan de obras caricativas
    como la mía
    o quizás
    amigo o amiga
    como las tuyas.


    Ya comido y la tarde por delante,
    ya la siesta lamiendo mis ojos
    y cerrándose las pestañas entorno a esos dos agujeros por los que sale mi vista
    quieto me quedo
    y en esa quietud
    de alma, cuerpo, espíritu y furias en mi cautivas
    me lanzo contra las Ínsulas
    al igual que lo hizo Don Quijote en aquel intento suyo de ganar en cordura.

    Es viernes en España,
    puente sobre los ríos de la vida
    y por ello a mi que no me digan
    que desde ese asidero al cual me cojo para lanzar esta proclama posesiva
    no se ve mejor todo aquello que para otros significan dudas.

    Dudas sobre las muertes. Dudas que nunca tienen fin. Dudas.
    Dudas sobre todo aquello que forma parte de nuestra cultura. Dudas y más dudas.
    Dudas sobre la política. Muchas dudas.

    De dudas están nuestras vidas hechas
    y a falta de respuestas
    a las preguntas
    las dudas terminan por hacerse invasoras y desconsoladas amigas.


    Desde el misterio
    que rodea a todo lo que tiene que ver con los aspectos diarios de la vida
    hasta ese otro tipo de misterios más en consonancia con la espiritualidad del alma o quizás
    Misterio de la Santísima Trinidad,
    todos los misterios me animan
    a ser más cauto y analizar con lupa
    hasta las Sagradas Escrituras.

    Autor: José Vicente Navarro Rubio

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