SOLJA KRAPU
Presentación y traducción: Lilian Fernández Hall
Solja Krapu nació en Finlandia en 1960. A los 16 años se mudó al norte de Suecia con su familia y se instaló en la ciudad de Umeå, donde todavía reside. Krapu es considerada una veterana en el contexto de la Poesía Slam en Suecia: a través de sus contactos con Erkki Lappalainen, participó en la organización de los primeros concursos de Poesía Slam en el país, y fue la ganadora de los dos primeros campeonatos formales (1997 y 1998). Es la única mujer que ha ganado el título dos veces. Ha sido también ganadora de una variante llamada “Improesía” donde el poeta sube al escenario e improvisa sobre un tema.
Solja Krapu es una artista polifacética: ha escrito poesía, novela, literatura infantil y libros para uso escolar. Recorre continuamente el país con sus actuaciones y lecturas de poesía. Es además artista plástica y profesora de dibujo y pintura. Ha publicado los poemarios Jag behöver busschauffören (Yo necesito al conductor del autobús) en el 2003 y Det började så oskyldigt med diskbänken (Todo empezó tan inocentemente en la cocina) del 2006. Su novela Mogen för skrubben (Lista para empuñar el trapo de piso) se publicó en el 2005. Con su primer libro para niños Lille Ville (Guillermito) de 2005, ganó el premio Slangbella como el mejor debut del año en literatura infantil. Actualmente prepara su segunda novela. Esta poeta (que tiene como favorita y guía la figura de la poeta suecofinlandesa Edit Södergran) ha sido llamada una poeta de lo cotidiano, con humor y chispa.
A más de diez años de su participación intensa en este movimiento poético, Solja Krapu sigue interesada en toda presentación escénica o gira que le permita interpretar sus textos live frente al público. Cree todavía en la fuerza de la palabra hablada, y afirma que la Poesía Slam puede continuar viva y desarrollarse solamente si encuentra continuas formas de renovarse. “Lo peor es caer en un molde fijo”, dice. La pluralidad de voces, el surgimiento de nuevos talentos, es indispensable para que la Poesía Slam siga siendo un factor de relevancia en el desarrollo de las jóvenes generaciones de poetas. Krapu puntualiza la importancia de mantener abierta a todo tipo de impulso a esta forma popular de poesía, evitando que se convierta en una burbuja, en un mundo aparte, aislado, sin contactos con otros actores en el panorama de la poesía actual: en ese caso no sería distinta a ese reducido número de poetas cultos que sólo escriben para ser leídos por sus colegas y algún que otro crítico. Solja Krapu suele también puntualizar lo inusual del éxito de los Poetry Slam en Suecia, un país en el que, por tradición, las competiciones son mal vistas. Le adjudica este éxito al ambiente distendido y abierto a los nuevos impulsos que ha caracterizado hasta hoy al movimiento de Poesía Slam sueco. La Poesía Slam en este país ha crecido, madurado y ocupado nuevos espacios, afirma Krapu, ya nadie frunce el ceño al escuchar este término. Nuevas agrupaciones y nuevos foros se abren continuamente. Los poetas actuales tienen un manejo de la escena que no tenían los de hace diez años atrás. Según Krapu: “la poesía Slam ha formado la poesía actual de Suecia”.
Un tema sobre el cual Solja Krapu ha discutido mucho es por qué las poetas mujeres ya no alcanzan hasta la cima en el contexto de los Poetry Slam. Además de Krapu, sólo la poeta Irene Karlbom ha sido ganadora del campeonato nacional. Muchas jóvenes poetas se destacan en las competiciones pero siempre son hombres los ganadores finales, por lo menos en los últimos años. Krapu no tiene una respuesta concreta, pero espera que la escena de la Poesía en Voz Alta pueda albergar tanto a poetas hombres como mujeres, y que la imagen del poeta Slam no se haya estancado en la figura del joven rebelde.
Dice Solja: “El humor es mi linterna en la oscuridad, hasta los macarrones pueden ser objeto de profundas disquisiciones poéticas. A mi parecer, no hay temas elevados y temas de menor valía. Lo de todos los días: eso es la vida”.
Tales personas
No abundan tales personas
con las que se podría tener ese
contacto directo
donde sólo una mirada
es un cable de acero puesto a temblar
Quizás no hubo ninguno de ésos
en tu clase en la escuela elemental
nadie que estuviera parado
observando a la gente un viernes a la noche
en el Dragón Azul
Ninguna de esas personas en el radio que abarca la mirada
Esas personas están dispersas al azar
a lo largo del tiempo
y a lo ancho del mundo
Quizás alguien tenía como
el proyecto de su vida el buscarte
aunque demasiado temprano
o demasiado tarde
y en un lugar completamente alejado
contando desde tus pies
Y tú estás ahí sentado
en una silla pintada de amarillo
en una casa de campo solitaria al borde de una tala
Quizás existan siete u ocho
personas apropiadas para ti que
exactamente ahora suben y bajan en una escalera
en un pasillo cargado de ecos
con una taza de café vacía
y que no pueden hacerse a la idea
de pedir prestado un poco de pan rallado
a ninguna otra persona
más que a ti
Y él, ése allí que vive en pareja tan feliz
él quizás eligió así
como se elige entre distintos tipos de polvo para lavar la ropa.
Si te llevo conmigo de viaje
Si te llevo conmigo de viaje
si cuento una historia
son otras las reglas en vigencia
Ninguna meta sobreentendida
ningún terreno delimitado
ningún orden lógico de sucesión
entonces —
estamos de acuerdo:
desabrocha el cinturón del pensamiento
sobre todo en el despegue y el aterrizaje
si yo cuento una historia
no hay ninguna gramática a la cual amarrar las palabras
ninguna ordenanza cronológica
ninguna adecuación
u horario
entonces —
estamos de acuerdo:
puedes bajar la ventanilla
Y asómate con gusto hacia afuera
Mucho
Una buena cantidad de cosas uno ha pasado
visto y vivido
y experimentado
Andado a lo largo de algún que otro empedrado lluvioso
mordido una que otra uña
perdido uno que otro transporte y alcanzado otros
Algunas tristes realidades uno ha experimentado
y recién entendido
cómo la una tiene que ver con la otra
y uno ha sobrevivido desilusiones
y mantenido el buen humor
y cuando los filtros de café se acababan
entonces se han usado servilletas
Raspar el hielo del parabrisas
tantas mañanas heladas
Y se ha aguantado uno
Y se ha rebelado
no
con la frecuencia
suficiente
Vivido y visto
y mucho se ha visto
pasar de largo
muchas posibilidades
dejadas de lado
y aprovechado otras
tan pocas veces
Muchos canastos habidos de ropa sucia
cargas llevadas
kilómetros recorridos recogiendo cosas
Mucho ha sido importante
y grandioso
y mucho se ha convertido en pequeñeces
cuando
se hace la cuenta final
Hemos comido hamburguesas
y cómo
quema la lengua los labios la garganta el paladar
un omelette delgado
en un restaurante hindú en una gran ciudad
se aprende
Y que hay diferencia entre el rábano picante y el jengibre
hemos experimentado
y cómo las estaciones se suceden
más y más rápido y se neutralizan las unas a las otras
hemos visto
y el ruedo de los pantalones vuelve a ser ancho de nuevo
por no sé cuántas veces ya en orden
Acumular cosas
hemos hecho
y si no nos hemos mudado con frecuencia
casi todo permanece y comienza a echar raíces
Uno recuerda erróneamente mucho
y de buena gana
uno recuerda en forma selectiva y
subjetiva
y se tiene casi siempre una gran comprensión por aquello
que uno mismo ha provocado
Sí, es suficiente con lo pasado
Y cuando personas adultas dicen
que son nacidas —ochenta y uno—
entonces uno piensa que ya se ha vivido
Un Buen Rato
Y morir igual no se quiere
no todavía
no por un buen rato
porque sería tan triste de todas maneras
y nunca se sabe
no se sabe
nunca
se sabe
Puede haber todavía cosas olvidadas
en los bolsillos de las chaquetas arrumbadas:
un chicle
una moneda de cincuenta centavos
la llave desaparecida del candado de la bicicleta
Quiero creer en Zanzibar
Kuala Lumpur
Zanzibar
Abu Dhabi
Yo sé que esos nombres urdidos de las fábulas
son sólo denominaciones de
lugares corrientes para justo esa parte del mundo
y ciudades
quizás países a veces
y paisajes
Uno que otro río completamente ordinario
—para esa zona ordinario, digamos—
o una montaña, normal para ese tipo de naturaleza
puede también tener un tal
nombre
urdido de las fábulas
Que inclusive con Mármara y el Bósporo
Casablanca y Montevideo
¡Surabaya!
¡Eldorado!
uno puede tener una relación
completamente neutral y racional
y no como yo cuando viajo con el dedo índice
y la alfombra voladora
Y no imaginarse nada
No esperarse nada que quizás
sólo haya sido una conjetura, una expectativa
un rumor de algo único
urdido de las fábulas
urdido de
No
la cabeza fría los pies sobre la tierra los puños sobre la mesa
y al diablo Shangri-La
Shangri-La puede borrarse de la faz de la tierra
Hay que ponerse en guardia realmente ponerse en guardia
estar alerta
tener cuidado
No hay que atreverse tan lejos como hasta
Samarkand (que queda en Uzbequistán por si no lo sabías)
y no se debe en absoluto robarse un cartel de tránsito con ese nombre
y llevárselo de contrabando en la valija
(aunque hubiera sido más práctico con una mochila)
en un vehículo todoterreno a través de un paisaje seco y bamboleante
en shorts color caqui
y control de pasaportes y vuelos con escalas en
numerosos lugares
para colgarlo —el cartel, digo—
en una pared de casa
Esto conduce irremediablemente a desengaños
ya se sabe
Y no es bueno
Pero yo quiero y no sé nada más
Quiero creer en Zanzíbar
y Ulan Bator
Quiero creer en la Sierra Madre
Surinam
Sargasso
y Katmandú
Dar es Salaam
Alma-Ata
Acapulco
Ipanema
Timbuktu
Titicaca
Koko Nor
y Kalahari
En el Danubio
y Sulitelma
Hasta en las Montañas Rocosas quiero creer
el Valle de los Reyes
el Pasaje de San Gothard
el Dogger Bank
el cabo sur de Öland
Metrópolis
Atlantis
y el Edén
Arena y grava
Arena y grava
en el piso de la sala de espera de la estación
Arena y grava
donde todo el cortejo matrimonial se arrojó boca abajo
Tánta arena y grava
en el piso de la sala de la estación
ella no la había
visto nunca
antes
Y nunca había llevado
vestido de novia
nunca antes
Tampoco nunca
lo había llevado
Y era tánta la arena y la grava
y él cubriendo su cabeza
su mejilla sobre arena y grava
y el vestido de novia sobre
arena y grava
en la sala de espera de la estación
donde todo el cortejo tumbado
boca abajo
y todo el piso zumbó
Pero ella no tenía nada de miedo
pero el vestido
que nunca antes llevó
y la mejilla contra las tablas
y él con su mano oprimiendo su cabeza
Y el piso zumbó
como antes lo escuchara
Sin miedo pero
miedo por el vestido
Miedo por la mejilla
Porque la vida no podía terminar ahora
sino comenzar
Y él y ella fueron la última pareja en salir
Dame una zona pedregosa
Querido
no es mucho lo que te pido
pero dame una zona pedregosa
dame tu axila
quédate en casa conmigo
cuando las placas continentales se desplacen
dame una isla de tamaño mediano
muéstrame algunas ciudades
dame espacio
un vestidor tal vez
ánclame
dame ternura
tiérname
axílame
muéstrame un pedazo de tierra donde estar parada
un reclamo
un lugar olvidado
un amarradero en el campo
no es mucho que pedir
ni mucho pretender
pero dame vivencias cercanas a la religiosa
dame teatro
y un poco de entusiasmo
condúceme
señala un pino que baile
dame todos los aciertos y ningún error
cárgame
méteme en una lata
abre la tapa
abre
sé mi boya en el agua
dura
condúceme por donde el día da vuelta
tiérname en tu axila
secuéstrame
protégeme
misertiérname
misertierna
péiname
sostiene mi cabeza
dame una zona pedregosa
desentierra mis pies
sobrevíveme
dame aliento
y todos los motivos
aumenta mi calidad de vida
mantente despierto mientras yo duermo
déjame invernar contigo
llévame a casa
consérvame
prepárame un bocadillo
viaja conmigo
viájame
mantenme erguida
dame un subterráneo
Necesito un conductor de bus
Necesito
el conductor de bus
Que no parta según el horario
aunque SÉ que estoy retrasada
corro sobre la senda congelada
con cartera bolso bolsa portafolios chal
sin alcanzar
a cerrar mi abrigo
el conductor de bus necesita:
de su mujer
que le permite ser el primero en leer el periódico
cada mañana
alisar con el café noticias sin abrir
la mujer del chofer necesita:
de la vecina
la señora del portal de al lado
hacia donde correr
para pedir tres huevos y salsa de soja
para el nasi goreng plato favorito en la familia
y funciona tan bien así
no hay problemas
y no causa ningún problema
la señora necesita
del guardia
que echó arena en la pendiente helada
y claro que el invierno ya fue
y ahora vamos otra vez hacia tiempos mejores
el guardia necesita:
a la chica que dice hola
con la que cree coquetear
-uno es todavía bastante atractivo-
pero siempre un caballero
la chica necesita:
su mejor amiga
con la que habla tan largo por teléfono
que el brazo se duerme pero por dios lo peor
si lo hubieses visto
y tú eres alguien en quien
una puede confiar
siempre
la mejor amiga necesita:
de su mamá
que le presta el suéter a pesar de que es nuevo
y que no ha alcanzado a usar aún
y por favor sé buena
y vuelve a casa antes de que sea de noche
y recuerda llamar
y estás segura de que no quieres que te vaya a buscar
y por cierto hace frío
la mamá necesita:
la peluquera a la que siempre va
a hacerse permanente
y tal vez podría hacerse mechitas
esta vez
y cortarse las puntas
y qué cosa hará para año nuevo
y mi cuñado y cuñada vendrán
y entonces acostumbro a preparar gratinado
del que puedo darte
la receta
la peluquera necesita:
de su hijo mayor
que suele ser tan bueno con las hermanitas
y traerlas del kinder cuando ella termina tarde
y a veces hasta dejarlas por la mañana
aun a riesgo de que
él mismo llegue tarde al colegio
Yo soy su profesora.
Él me necesita.
Pero si lo rezongo
sin saber por qué ha llegado tarde
tal vez él
dejará de colaborar
con las hermanitas
y su mamá andará estresada
y arruinará el cabello de su cliente habitual
que se sentirá frustrada
y ya no prestará el suéter a su hija
que habla mal de su mejor amiga
que muestra el dedo al guardia, ese viejo verde
que olvida echar arena en la senda
para que la señora resbale y se golpee la cabeza en la escalera de cemento
y ya no se pueda mover ni entrar en la tienda
y ya no tenga huevos ni salsa de soja en casa
y así el nasi goreng de la vecina
no quedará como de costumbre
y crea una crisis matrimonial
y ella toma el periódico matinal ella primero esta mañana
y así su marido que es
conductor de bus
se pone majadero
y empieza el turno según el horario
aunque yo llegue corriendo
sobre la senda congelada con
cartera bolso bolsa portafolios chal
no alcancé
a cerrar el abrigo
y arranca
y la rata en la cuerda
y soy yo
la que llega tarde al colegio
Poemas de Jag behöver busschauffören. Dikter (Yo necesito al conductor del autobús. Poemas). Estocolmo, Ord & Visor, 2002.
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