viernes, 29 de marzo de 2013

JORGE CAMPERO [9567]



JORGE CAMPERO

Nació en Tarija, BOLIVIA   en 1953. 
Autor de obras como «Promiscuas» (1976), «A boca de jarro» (1979), «Árbol eventual» (1983, 2009), «Sumarium común sobre vivos» (1985), «Musa en Jeans Descolorido» (2001, 2009), «Poeta sin Pedigree» (2002), «Jaguar Azul» (2002, 2005, 2007, 2009). Es el único poeta galardonado en dos oportunidades con el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal el año 2001 con la obra «Musa en Jeans Descolorido» y el 2002 con «Jaguar Azul», este último libro reeditado en Buenos Aires (Argentina) en 2005 por Alción Editora y en Santiago de Chile (Chile) en 2007 por Editorial Ayun.  Ambas obras fueron reeditadas el año 2009 por Editorial Plural y presentadas en el marco de la Feria Internacional del Libro en La Paz.  Pese a que la obra poética boliviana no tiene mucha oportunidad de difusión en el ámbito internacional, la obra «Jaguar Azul» fue uno de los 10 mejores libros de América Latina en la XII Feria Internacional del Libro de La Habana, Cuba, el 2003. Dirigió las revistas «Camarada Máuser» (1982), «Siesta Nacional» (1988), «El cielo de las serpientes» (1994) junto a Rubén Vargas, Edmundo Mercado y Juan Carlos Ramiro Quiroga con quienes conformó el grupo literario «Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis».   Desde 2006 edita «Mar con Soroche», revista literaria publicada por un colectivo de poetas de distintas nacionalidades de Sudamérica en el marco de un proyecto de acercamiento entre poetas de Bolivia y Chile.  En 2009, a tiempo de participar en el VIII Encuentro Literario Internacional Cataratas del Iguazú, realizado en Puerto Iguazú en septiembre de 2009 con la presencia de escritores de 15 países, viene promoviendo el proyecto internacional «Poetas por la integración y la paz» junto a escritores de Paraguay y Argentina. En la última Feria Internacional del Libro en la ciudad de La Paz, también se presentó el libro infantil «Las huellas del Jaguar Azul», texto en el que a los poemas de su obra premiada «El Jaguar Azul» acompañan ilustraciones de los niños de la Escuela «República del Japón» de la ciudad de La Paz, como parte de la Colección pata pata que edita el Espacio Simón I. Patiño. En próximas semanas será publicado el poemario «Corazón Ardiente», a cargo de Editorial Plural (La Paz).




Los amantes

Los amantes esas aves raras
que se alimentan con frutos silvestres
que no tienen tronos predilectos
que braman cruentos
no se retratan juntos
por razones obvias
no son epistolarios ni se prometen la nada
sus cuerpos son de piedra macho
de piedra hembra líquida
cortan amancaes para adornar el camastro
y velar el tiempo
suelen adivinar sus rostros en el fuego
y cuando la distancia puntual y pasajera
se dedican una venia
y en antiguos poemas 
vuelven a la eterna cita
a devolverse las blandas macuquinas








Piedra fría sin respuesta

Tú eras
la que dabas de beber
agua a los bueyes
o
apagabas las luces
a los caracoles
o a comer
guayabas a los papagayos
Tú la altisonante / la distorsionada
La antipoética
Con quien quiera que estés
Donde quiera que estés
La lluvia no será la hermosa lluvia.







La riada

En el invierno 
solías navegar 
el río Madre de Dios 
resbalando 
por las piedras 
con el sol
de mediodía 
develándote 
en la arena 
te esperábamos 
con manojos de flores 
de Palo Balsa 
Todos vestíamos el color 
de los matacaballos 
olor a humo de chaqueo 
Regábamos tu cabellera 
visitadora de cementerios 
y volvías para el enero 
Toda embravecida







Coyote cantando

En la tórrida ciudad de tu cuerpo 
con ojos rojos de un soñador de Quimbaya
Vuelto de jugar en el jardín de los dioses. 
Hay mucha basura en los caminos de la vida 
Balazos de corazón por la tierra natal 
De los viajes no se regresa o vuelve intacto 
es la ausencia de los muertos en uno mismo 
Solitario peyote de siete puntos cardinales 
oraciones de las mantis que el viento lleva 
Quiera la lluvia que recuerdos llueva 
y nos diluvie 
Te traiga 
te lleve 
borre nuestra huellas 
y confunda con el excremento de los dioses.







Villano de película muda

No edifiques ciudad alguna sobre la nostalgia
Tienes por obligación ser un extraño
Olvida ese cuerpo piel de mariposa
Olvida sus tigras palabras silenciosas pisadas
Su voz de vidrio
Borra ese olor
Ese sabor
Amarra con su cabellera el pálido sol
Tú eres la música del poema
Cruzando un ancho de sala
Hazte a un lado
Si no quieres ser un escarabajo estrellado
arañando la barriga del cielo
Estatuas de sal hablan a tu espalda
No vuelvas atrás no maldigas no digas nada
Olvida ese delirio aurífero
Los hombrecitos no lloramos nos desangramos







Palabras para un hijo

Aquí te dejo
Ella será tu madre
Ésta es la ciudad
Donde he amado
(Tal vez
siga lloviendo)
Así son las ciudades
Interminables.







Pau-Yu

Pau-yu
Delicioso jade
Mecido por las olas del río
Sueña que hace
El amor con la luna






Una lectura del I-Ching

Los poemas son edictos para hormigas
E insectos ínfimos
Se sobreentiende que tienen la gracia de volar
El cielo cierra sus mandíbulas
Acurrucando dragones
Está escrito “las palabras de los hombres venturosos
son parcas”
Importan poco los poderosos
El industrioso gusano de seda
Mora en la rama
Los poetas alisan la cabellera
Sonríen con muchachas rostro de arroz cuerpo de pez
Alunizaciones y mucho vino
“Un poema es algo que en otro mundo sucederá”
Más de las veces los dioses retozan plúmbeos
Despreocupados dejan caer lluvia de plumas
Y suceden los avatares de la vida diaria
En tanto el insecto viaja por la huella digital de la tierra.





Trágame Tierra

Sobre que estamos mojados tiritando bajo ensarradas calaminas / aleros media agua / rasgados relámpagos rasguidos con truenos / cuerdas metálicas último capotraste / fa aullando en octavas / llueve mansamente llueve / anotado por los ojos de las ventanas / uno tiene que estar a la intemperie / gran patio con cosas agarrando humedad / tendido en la hamaca escuchando redacciones del agua / al fondo dos veteranas hablando de orquídeas / geranios / un ¡Jesús dí! en la boca / que cuándo escampará el mal tiempo / los zancudos y su cumbia incorporada / Úrsula corretea una última gallina para el picante de Año Nuevo / todo se nubla / hasta el recuerdo con sus gallinazos de oro / llueve / es Macondito / si Ud. escuchara las toses que da el cielo cuando se le ocurre llorar sobre sus huellas / de nada / ganas de joder / carraspeada voz cantando canciones con alfileres perpendiculares / descarga eléctrica enceguecedora / después / todo ocreplomoscuro / oscuridad de las tormentas / ¡trágame tierra! / rayo que parte en dos y no contenta / Ud. me subdivide 



Perdóname mi cielo

Esto de escarbar el centro también es escarbar con un mondadiente / tan acostumbrado a que el paisaje sea interior / con removidos adoquines levantando otra pared y las otras son ficciones por llegar / de a pedazos para hacer otra ciudad / ¿Dónde el árbol seco con el plantado busto bañado en color oro del señor Pérez Velasco? / ¿El atrasado reloj con millares de citas también a ciegas? / He esperado con un sol de las 4:00 p. m. mirando el paisaje lunar / saludando puntualmente a las vivanderas de las aceras y aulladores anunciando la llegada a destino / Espero que recuerdes cada amarillo de las horas del sol / toda ciudad sobrevive a los adioses y embarrancados pasos vacilantes de los tomadores sin sed / sonámbulos en bares trasnochados acordándose de quién costuró sus corazones / creo me veo chistoso cuando se me olvida la letra de la canción / abrazado a la rocola soy un cantante de cine mudo / esos hilvanes / el traquetear del amor son parecidas máquinas overlook Singer / convirtiéndose
en cómplices de robo o delatores de lo ya matado/ pedaleando la máquina de la irrealidad / con la eterna historieta “juro…es la última vez” la última de ayer de mañana y el retorno de la letra / de la sed nupcial / trastabillando / un picante ají silbando para adentro / trabajo es tener sed / no es fácil desdecirse o ser siempre un perjuro a boca de jarro o santiguarse por estar escuchando visiones / Tú sabes… mi cielo / ¿al menos intuyes este corazón artesanal? / No mirarte más mi muchacha embluyinada…va a ser una joda mortuoria / Nuestras vidas clausuradas serán las puertas cerradas de todos los cines Roxy del mundo / Antiguos días con sala oscura y susurro de los “jovencitos”/ Nosotros en función de noche doble / Perdóname mi cielo…el sabor de este pitillo es el sabor de esta noche algo fría y fría madrugada en que quisiera tener la alegría de las luces de neón que parpadean…ya roja…ya amarilla… verde… naranja…azul…otra vez naranja y abrazarte y que lleguemos a la otra orilla cruzando un puente colgante y subir las gradas de la Pichincha porque creo que es mi última batalla/



Tania

                                                                   ¿Nada será mi nombre alguna vez? 
                                                                   ¿Nada dejará en pos de mí en la tierra? 
                                                                   Al menos flores, al menos cantos... 
                                                                   ¿Acaso en vano vinimos a vivir, a brotar sobre la 
                                                                   tierra?                                  
                                                                   Tamara Bunke



Ronco viento arrecia los maizales en las poromas el arroz barbecho / húmedos días vienen por nosotros / turbias nubes / y mientras siento caer sus gotas un poema en tus labios / sobre el verde entristecida canción de inundadas playas / creo en ellas oí / arriba el guerrear de refucilos truenos y llamaradas eléctricas/ hoy han vuelto otra vez los recuerdos con la lluvia que siento caer / ahogada llamándote piedra arrastrada por la corriente / palizada dentro / río abajo / Vado de Yeso / y yo sé que al golpear tu ventana en tus ojos también lloverá / guareciendo lo que queda y acompaña y el mal tiempo lo permite y que no cumplió / en el río Masicuri / me remito a que estamos acorralados en un anillo / acompañados por el espíritu de los árboles / con la lluvia que siento caer más yo sé que al golpear tu  ventana / claveteados por alfileres de la lluvia / el lloro de la tierra colorada que nos tocó besar / en tus ojos también lloverá / entrecortada / estática en banda corta las noticias que hablan de tí / la lluvia cae lejos / con los ojos chuítas / eternamente abiertos / bajo un techo de calamina / grave te quiero /






A la memoria de
Haydée Tamara Bunke Bider
asesinada el 31 de agosto de 1967
en la emboscada del Río Grande


El tequila del mariachi

Me sabe a pólvora que se llevó uno vivo / a perro mudo envenenado huelo / rezo por redimirme de este purgatorio / agua viva rasguñas el buche / el animita se santigua / -paisaje con guajolotes y caballo muerto- / encielado pero me abajaron / dicen que dicen los amores de cantina / no duran ni el luto reglamentario / -me lo dijo un matrero- /
Amigo / aguántame este berrinche / siquiera un tantito / hazme un pie de gato / la resaca hace su trabajo / aún la llevo conmigo / como una 30-30 en bandolera





Día de feria

Arrobas de arroz cerdos degollados pelados corderos colgados patas  al cielo / banco de aquietados pescados / ladridos de perros / quintales de papas / amores de pavos con gallinas / golondrinas con letra  indescifrable / playones de huevos níveos o canelas / canastas de panes / adobes de quesos / pirámides de naranjas / paltas tomates cebollas yucas sandías plátanos piñas soles de mandarinas / calle abajo inundación de flores y verduras en las aceras con gentes apresuradas / aromáticas hierbas / toldos o chiwiñas / sentadas montañas / conversa casera / asoleados varitas / vivanderas en su metro cuadrado de patria / changadores con enormes piedras doradas / chinchulas sangrantes corazones de toro / vaca / otros apoyados en las paredes / morado api caliente dorado buñuelo / cluecas musicales por la radio / el modesto café con pan marraqueta de los guerreros que se guarecen de los tempestuosos aguaceros / alguna loca bailando cuecas / en la fritura por sus noches aulladoras conjuntamente los de la nada / cacareos de anafes Primus / el ojo de las sopas de maní / etcétera / en esta exposición pictórica / el tambo salido a las calles / coloridos vestidos colorida fiesta y las doñas de los sábados de mercado danzando entre lo enumerado e inventariado.





El estercolero, la República
y la adorable Margot

Algunos cerdos viven sin hacer industria
Medrando prácticamente cualquier clase de pienso
Berracos todopoderosos
No sólo se alimentan de hierbas y suplementos proteicos
Engordan con patatas crudas nabos
Todos los marranos juntos y asociados son muy felices
Gustan de las alcachofas
Miríadas de lechones cruzan por nuestro ancho cielo
Cerdos perfumados paseando con flores
Negocios redondos los gordos encebados en la pensión del Estado
Chanchos masticadores de pobres
Retozando en los jardines de la República
La geografía nacional es su estercolero
Somos los primeros productores de compost del mundo
De detestables políticos corruptos dirigentes sindicales
Cerdos mundiales
Cerdos de campeonato
Cerdos de dios alimentados con oro en polvo
Revolcados en nuestro barro
Este país de la chancaca sabe a otros tan salado…
¿tendrá mejor destino que la adorable Margot?
-machorra trabajadora sexual-
Con melancolía dominguera.








GAVIOTA DE RÍO

Viaje de una gota de lluvia / Es el tiempo que tengo
Para pensar en ti / Antes que se estrelle
Alimentada de velocidad / El lacrimal del ojo del universo
De todo lo poco / Gaviota de río
De todo lo mucho / En todo el cielo
Eres lo único que recuerdo / Con cariño.







MATAGUAYA

No tienes perdón / Recuerda
Aves cruzando / El atardecer con sol ceremonioso
De la noche / En el arribar de los sábalos
El Itica plateado llora peces / De los lapachos florecidos
Despídete / Los paraísos se deshojan prudentemente
Vuelve a las alturas del Camatindi / No tienes perdón
Eres un animal atrapado / Por el fuego
Espíritu de los árboles / El dios Uks te abandonó
A la boca de un tigre en llamas







OJO DE ÁGUILA LAGARTERO

A lo lejos / Entre las ramas
El techo de tu casa / La frontera de tu tierra
Por la encañada / Brama
Brilla el río / Montañas de jade
Cielo sin borrones / El viento de los guayaberos
Lo entrañado de la música / En las hojas secas de los platanales
Los maizales / Que cantan día y noche
Dentro del verde/ Se huele el humo de tu fuego
Y ese perro que ladra / Espero que me reconozcan





OJO DE TIGRE

Calor adentro / El hálito de un dios ebrio
Una iguana cruza por mi ojo de tigre
Calor / Todo inmóvil / La triste mirada de las tortugas / Derramada sobre la vidriosa arena
Sol / Sobre los árboles / La sed / Cantan agua agua las charatas / Silencio





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