YOLANDA DUQUE VIDAL
Nació en Santiago de Chile.
Vive en Montreal, Canadá desde 1986.Tiene siete libros publicados, algunos en español, español-francés e inglés-italiano. Sus poemas forman parte de varias Antologías, como: Mujeres Poetas en el País de las Nubes, México. Sus huellas son Letras y Borealis en Canadá y Una mirada al Sur, Argentina. Ha sido invitada a varios eventos internacionales de poesía, entre ellos Cumbre Internacional de Mujeres Poetas en el País de Las Nubes, Oaxaca, México, durante seis años consecutivos. Invitada a presentar su obra y lecturas en el Festival Internacional de Literatura Metropolis Blue de Montreal y Festival internacional de la Poesía de Trois Rivières, Quebec. En el 2003 obtuvo el Primer Premio Dra. Fanny León Cordero en Quito, Ecuador. 2008: Diploma de Mérito en Lincoln-Martí Concurso internacional de Poesía. Agosto 2011, Invitada al IX Encuentro internacional de poetas de Manabí, Ecuador. Pertenece a la Sociedad de Escritores de Chile, Poetas del Mundo y REMES. Activa participante de lecturas en México, Chile, Argentina e Italia. Montreal y Ottawa en Canadá. Editora y promotora de nuevos valores en la literatura de habla hispana en Canadá.
RENACER
Tus labios pájaros cantores
Diáfanas auroras tus pupilas
Sacio mi sed. Nado en tus aguas
Manos recorren esquinas
Dedos juegan a las escondidas
Cada anochecer es un deleite
Naufrago en tus costas
Se electrizan mis sentidos,
de tanto bracear sin fin
Sombras sigilosas provocan
la sangre. Conmueven
Después de ti nada, nadie más
Tus Islas tersas me reclaman
La luz no ha cegado mis ojos
Vuelvo a palpar tus relieves
REVELACIÓN
Te descubro en los pliegues de las nubes. En las páginas del libro que estoy leyendo. Cierro los ojos. Me dejo acariciar por el viento. Te imagino aquí, sobre la hierba, pintando de luz la extensión del parque. Te descubro, en el trinar de los pájaros, el zumbido de las abejas. El ondear de los árboles me recuerda las vibraciones de tu cuerpo. Guardo silencio, para escuchar tu voz en el canto de la cigarra extasiada por el sol. Quiero inventar, que no estás lejos, ni que el tiempo nos viste de abandono.
TORMENTAS
Un brusco bramido zarandea la metrópolis; sumidos en el pozo melancólico del miedo, nos sacudimos culpas. Chispazos electrizantes se estrellan contra las ventanas, fustigan la noche. Los árboles se inquietan, pensativos y abrazados. Arde la tierra; ardemos todos por dentro y por fuera. Como acróbatas tratando de sobrevivir en medio del espanto de sombríos tiempos. Nos vestimos de estupor ante las imágenes en los nubarrones. Hemos destruido el paraíso y abierto las puertas del infierno.
CAOS
El mundo es una dilatación de problemas cada vez más agudos. Las ambiciones de poder reinan sobre la tierra. Los ideales se suicidan. Millones de ciudadanos débiles y pasivos son manipulados por los poderosos que los manejan por medio del miedo. Países pequeños o del tercer mundo, amenazados por el terror de las grandes potencias que dominan el planeta. Lo están convirtiendo en un enorme cementerio. Ya ni las religiones comulgan con Dios, solo velan por sus propios intereses. Los cuervos siembran la muerte llenando ataúdes con las cenizas de ideales de tantos pueblos traicionados. Ya no se vive entre hermanos. Todos somos extranjeros, nómadas, o audaces navegantes en revueltos océanos, sin encontrar un puerto donde anclar la nave de nuestros sueños.
DESVELO
Esta es la hora
en que unos pájaros tristes
revolotean por mi habitación
DESAPEGO
Hay amigos que desaparecen
sin dejar dirección
Nos dejan sus huellas,
sus risas, llantos y acciones
El humano en tan frágil y voluble
A veces, espantosamente ingrato
CADA NOCHE ES UN ABISMO
Hay noches en que la muerte
bisbisea entre las sombras
Vacuidad dilatada del sueño
Temor de arribar a la última estación
Fantasmas intentan reanimar el verbo
Punzadas atraviesan los huesos
Parpadeo en las sombras
mendigando un rayo de luz
El misterio transita por la calle,
roza ventanas, muerde las horas
Perseveran los miedos esta noche
Repetitiva lluvia golpea los cristales
Silba el viento. Desgarra la calma
Chispazos rasgan la oscuridad.
Se incrustan en los muros de la casa
Cada noche es un abismo
donde agonizan los sueños
CAPITULO CERRADO
Tengo las alas cansadas
Hay demasiadas nubes
entre tu casa y la mía
Que inútil ha sido todo
y que vulnerable somos
ante el paso del tiempo
Tantas cosas sucedieron
que han dejado su marca
por mis años equivocados
Todavía no te olvido
ni creo que pueda lograrlo
aunque seas en mi historia
un capítulo cerrado.
AL CORAZON DE LA NOCHE
A veces le hablo al corazón de la noche
A los seres distantes que quisiera abrazar
Solo escucho el eco de mi propia voz
bajo el empeño de un estado de vigilia
Duelos inquietantes rezongan
en la celda oscura del juicio
Atraviesan cuchillos de espanto
en la perplejidad de estos tiempos
Un remolino de ideas eclipsa las horas
Solo hay silencio del otro lado del espejo
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