JUAN PABLO MEJÍA
(Lima, PERÚ 1982)
Comunicador Social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Dirige la revista de creación “El Jinete de la Tortuga” y el sello “Paracaídas Editores”. Ha organizado concursos, encuentros literarios y recitales poéticos junto al Grupo Cultural “Nudo de Voces”, del cual forma parte. Poemas suyos aparecen publicados en diversas revistas y blogs de Literatura, así como en las muestras colectivas “Nudo” (2007), “Caja de Typos” (2007) y “Cuatro” (2009). Antologado en “Poesía Perú S. XXI: 60 Poetas Peruanos Contemporáneos” (2007).
Ha publicado con editorial Dragostea “Balada de la piedra que canta” (Arequipa, 2009), su primer libro.
Acertijo
dónde tu negra voz de pájaro agorero
que entre el ramaje caldeado de los árboles
calla y se adelanta a la noche
dónde tu mirada festiva de constelaciones
que gastada de ilusiones sigue rodando
bajo el agua hostil del tiempo que todo lo descifra
dónde el artefacto alado de fuego
que graba su escritura de límpido epitafio
sobre el corazón musical de la piedra.
De Cuatro (2009)
Primera estación
10 de mayo:
alrededor de tu dormida mirada de aerolito
gira & florece a colores la lluvia
como una canción de cuchillos que danza
en el viento
o en la caja de piedra de tu corazón alado de fuego
tu corazón inmóvil cifrado de estrellas
tu corazón rojo - naranja - amarillo - azul
tu corazón perfumado
tu corazón marino de ave
que destruye con su canto el ocaso y el meridiano
05:45:
cuando tu canción es una plaza desierta
el silencio descansa en mi guitarra de piedra.
De Caja de Typos (2007)
Confesión
Estaba dispuesto a habitarte
como el tiempo en las casas antiguas.
A quemarme los ojos
limpiando tu densa mirada.
Ahora en cambio
vengo a entregarte mi boca sedienta
unas cuantas negras palabras
y este canto de olvido.
De Nudo (2007)
Rito abreviado de la voz que se precipita a la noche
[ 1 ]
Entre las blancas tinieblas
la carencia de tu voz
y sobre estas palabras
tu luz que incendia
la variación nocturna
la variación musical
solemne de mi voz
frente a tu voz
precipitándose a la noche.
[ 2 ]
Antes
del silencio
estuvo el incendio merecido
de las palabras
(mínimas verdades)
en los cuerpos
desvanecidos
de los amantes
y su tibia melancolía
de noche serena.
[ 3 ]
y sé
que un
día de estos
un pájaro azul
repetirá mi nombre
y la salvaje potencia
de su voz
que será también mi voz
anunciando
el esperado regreso
retomará la máscara de brea
que me ciñe
a la aventura de vivir.
—deseo—
Mujer
amamantarás
a los que bajo el signo
de la noche
se abrazaban a tu cuerpo
porque el hombre
que antes incendiaba
tus entrañas
con ráfagas exóticas
es el mismo que hoy
las devora desde adentro
y extiende hacia ti
desde su cuerpo
un puente de energía
Canto primero
Allí donde se aviva y crece y comienza a girar la rosa obscena del poema.
Saint-John Perse
Tu voz, que no me alcanza esta noche,
no me alcanzará jamás.
Y mi canto de luces mandrágoras
de pájaros violentos, tampoco te alcanza.
Sólo tu aliento se confunde en mi canto,
tu aliento que guarda en mi cuerpo
los ojos voraces de la rueda mágica.
Y tus lágrimas de pantano
que se mezclan con los días que la lluvia eligió
para lavar mis nombres, mis edades,
el filo sangrante de la espada.
Mi canto: la flama que enciende
la rosa desnuda de la carne,
la obscena contemplación de la ternura.
Mi canto: el corazón fálico de dios
y de sus madres serenas
que cubren el metal de sus manos
con furia y deseo.
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