sábado, 18 de diciembre de 2010

2495.- SAMIR DELGADO


Samir Delgado (Las Palmas de Gran Canaria, España 1978)
Joven autor canario. Licenciado en Filosofía por la Universidad de La Laguna. Gestor cultural, editor y locutor de radio. Colabora con artículos periodísticos en portales digitales alternativos. Participa activamente en los movimientos sociales de las islas. Asiste como autor invitado al Forum des Langues du Monde en Toulouse, Francia (2009) y el XV Festival Internacional de Poesía de La Habana, Cuba (2010). Figura como ponente en el II Encuentro de Escritores y Escritoras Jóvenes de Canarias organizado por el Cabildo Insular de Tenerife y en el I Salón Internacional del Libro Africano (SILA). Es Codirector de la revista literaria La Salamandra Ebria y Coordinador responsable del Encuentro Internacional de Literatura 3 Orillas. Entre su obra publicada destacan el ensayo “De Guajara a Tafira” Travesías del movimiento estudiantil canario (2005), “Última postal desde Canarias” (2006), “Poema global de la ciudad turística” (2007), “Un libro contra el fuego” (2008, CCPC 2010) y “Una casa mal amueblada”(Baile del Sol, 2010).



cuaderno de viajes


Samir Delgado

[Plaquette]*

[1] Madrid gate number 5
[2] Beirut once de la mañana
[3] Sevilla una de la madrugá
[4] Toledo es una miniatura del mundo
[5] Euskotren con destino final
[6] Göteborg de noche
[7] La Habana es una negra feliz
[8] Lanzarote al atardecer


*[Nota]: Los textos de esta plaquette fueron extraídos del poemario “Banana Split” galardonado con el Premio de Poesía Emeterio Gutiérrez Albelo de la ciudad de Icod, Tenerife, en el año 2010.












[1]


“Acabo de soñar un sueño absurdo
como un hongo antiguo de alas enroscadas”

Poema truncado de Madrid
Alonso Quesada

MADRID GATE NUMBER 5

Despegue sobre la alegoría de una bañera azul atlántica
que vista a 10.000 pies de altura parece un invernadero
abrigando de lejos la promesa en flor de las naranjas.
Atrás queda siempre la eterna pausa de los volcanes.
Y es que Madrid habita en los ministerios de la prisa.
Los semáforos trinan como los pájaros computerizados
que orientan el ciego frenesí de transeúntes en La Gran Vía.
Casi nadie recuerda el tiempo alegre de las violeteras.
Tras el fusilamiento del combatiente Guillermo Ascanio
esas flores dan mucha tristeza cuando llega la primavera.

Ya no hay sala de máquinas a todo vapor en la biblioteca

del Ateneo solamente los retratos adormilados de señores
con apellidos compuestos.
Sin embargo todavía aparecen brujas malas y lobos feroces
entre los títeres del Retiro. Y hay leones cinematográficos
custodiando el Parlamento junto a mansos tigres de bengala,
cebras salvajes y gorilas enjaulados del zoológico madrileño.

Cuentan que está a la venta el premio nobel de la calle
Velintonia y que la casa de Calderón de La Barca es un bazar
con banderas taurinas.
Después de todo en el café Pombo y la esquina romántica
del Parnasillo no quedan tertulias modernistas y tampoco
sonetos becquerianos.
Nuevamente los sueños en metro del poeta insulario
quedaron truncados por los goles masivos de la Champions.










[2]


“Ningún destino era ya seguro desde el momento
en que se cruzara la latitud del infierno”

El primer siglo después de Béatrice
Amin Malouf

Beirut once de la mañana

Agosto de 1986.
Un señor reza de rodillas en la terminal internacional.
El sol del Oriente ha restado el tiempo de vida a la nieve.
-Marhaba Ahlem
-Marhaba kífak
Besos a tíos primos sobrinos y parientes lejanos.
Advertencia sobre francotiradores en las azoteas.
Disparos lejanos. Cambio de planes en la agenda.
Ruinas visibles al paso militar del convoy libanés.
Al fin la montaña blanca. Las abuelas de este país
abrazan a los niños como alimonadas hojas de parra.








[3]

“Venecia no es sólo lo que se ve en sus calles.
¿Quién conoce Venecia?.
Es necesario haber nacido allí para conocerla”.

La amante de Bolzano Sándor Marai

Sevilla una de la madrugá

Reloj digital del Aeropuerto de San Pablo.
Estancia barata en el ático del Hotel Zurbarán.
Hace una calor de mil demonios. Un batallón de hormigas
dibuja una curva descomunal por el aguachirre de las macetas.
Con razón La Giralda habita en lo más alto de la ciudad
escapando del sofoco que arruinó las cocheras de caballos.

Por el callejón de la Judería se debe pasear de noche.
Da exactamente igual que los jardines de girasoles reales
desaparezcan por unas horas del mapa oficial de Andalucía.
Al fin y al cabo nada escapa al embrujo nocturno de Sevilla:
no hay turistas aglomerados en torno a la Puerta de Jerez
y luce mejor la Fábrica de Tabacos con su fachada Antigua.

Por eso cuando llega el día aumenta sin tregua la misma calor
que hace imposible mirar a vista de pájaro los callejeros de papel.
Solamente de noche pueden medirse realmente los monumentos
de Sevilla: pongamos por caso el siniestro Archivo de Indias.






[4]

“Pues lo hermoso no es más que el comienzo
de lo terrible que todavía podemos soportar”

Elegías duinesas
Rainer Maria Rilke

Toledo es una miniatura del mundo a escala cósmica
desde la hora en que cruzó sus murallas Rainer María Rilke.
Ya no importan los japoneses armados de cámaras digitales
para que Toledo conserve intactas sus esencias medievales.
Solamente el poeta tiene el don de la percepción del tiempo
y la contemplación lírica sobre el precipicio de la historia.

A la ciudad de Toledo llegamos en tren de cercanías.
Y la vuelta dependerá de la cola de visitantes foráneos
que no soportaron la presión atmosférica de las ruinas.
Subrayado a rotulador:evitar a toda costa visitas guiadas.

Rilke llegó al Hotel de Castilla el 2 de Noviembre de 1910.
Su viaje prosiguió hasta el Tajo de Ronda. Cien años después
Santa Casilda de Toledo lleva rosas al cementerio suizo del Valais.







[5]


“Mientras tanto dame la mano,
no quiero promesas, no quiero disculpas
tan sólo un gesto de amor”

Bitartean heldu eskutik
Kirmen Uribe

Euskotren con destino final: Bayona.
Alrededor de las seis y media de la tarde
cruzando los raíles fronterizos de Donostia.
A estas horas el púlpito virgen del Monte Urgull
acaricia los últimos flecos esponjosos del Cantábrico.
Cruzamos lentamente un puente de río en Iparralde
todo huele a crepés bañados con sirope de caramelo.

Guernica fue hace tiempo la herida del mundo.
Todavía no ha cicatrizado del todo.
Cuando la paz habite todos sus rincones
las brujas cruzarán nuevamente el país de los vascos
sasi guztien gainetik, laino guztien azpitik.
(por encima de las zarzas, por debajo de las nubes.)







[6]

“La causa última y más próxima de las pasiones del alma
no es otra que la agitación con que los espíritus
mueven la pequeña glándula que está en medio del cerebro”

René Descartes

Göteborg de noche parece un cuadro de Van Gogh.
Toda la ciudad iluminada por candelas amelocotonadas.

Y un transbordador conecta todos los días por mar a la capital sueca con su vecina Dinamarca. Casualmente ambas localizaciones esconden signos ocultos que nunca saldrán en las enciclopedias. Y es que el pensador francés René Descartes pereció de forma extraña cuando ofrecía sus enseñanzas a la joven princesa de Estocolmo. Algunos siglos después, un grupo de expertos forenses siguen la pista de su cráneo para hacer una autopsia que revele la causa real de la muerte. Según parece hubo un complot secreto orquestado desde el propio Vaticano para acabar con las malas influencias del filósofo espadachín que ubicó el alma en la región de la glándula pineal. Todavía nada se ha probado realmente. Aunque no muy lejos de allí, en la ciudad danesa de Copenhage, Hamlet declamaba el be or not to be con una calavera entre las manos.






[7]

“Cuba: substancia poética visible.
Ya. Cuba: mi secreto”

María Zambrano


La Habana es una negra feliz que sonríe entre las sábanas del Caribe.
Ella sola se basta para hacer del malecón un trocito desprendido del paraíso.
Pero hace cola de mañana. Tiene poca reserva de petróleo y casi todo en contra.







[8]


“De aquellas tierras, de aquel barro, de aquel silencio,
he salido yo a andar, a cantar por el mundo”

Pablo Neruda


Arrecife al atardecer huele a fuertes aletazos de fragancia marina y la quemazón del solajero desperdigado entre Valterra y Tinasoria. Desde las crónicas normandas hasta los últimos afiches turísticos parece que nada cambió en la piedra volcánica de la legendaria isla de Lanzarote. Ella permanece aisladamente impoluta. A su lento ritmo geológico. Sin embargo los periódicos no dicen que los camellos lloran de noche. Que hay palmeras que titubean muertas de pena en la Playa del Reducto. Y que las gaviotas abandonaron hace tiempo las faluas del Charco San Ginés.



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