Lana Derkač nació el 22 de junio del 1969 en Požega, Croacia. Se graduó en la Facultad de Filosofía y Letras de Zagreb.
Escribe poesía, prosa, dramas y ensayos. Ha recibido varios premios. Sus obras han sido presentadas en antologías, panoramas y compilaciones en Croacia y en el extranjero. Fue participante de diferentes festivales poéticos y reuniones literarias en Croacia, Macedonia, Rumania, Malasia, India, México…
Sus textos han sido traducidos a 14 idiomas.
Algunas de sus antologías poéticas son: Usputna raspela (Crucifijos incidentales, 1995), Utočište lučonoša (El refugio de los porta-antorchas, 1996), Eva iz poštanskog sandučića (Eva del buzón, 1997), Škrabica za sjene (Cajita para las sobras, 1999), Šuma nam šalje stablo e-mailom (El bosque nos envía un árbol por el correo electrónico, 2004), Striptiz šutnje ( El silencio del desnudarse, 2006), Tko je postrojio nebodere? (¿Quién puso en fila los rascacielos?, 2007), Murmullo sobre el asfalto, 2008 (con Davor Šalat, editada en México).
Sus obras de prosa son Rezignacija (Resignaciones, 2000 - dramas), Osluškivanje anđela (Escuchando a los ángeles, 2003 - cuentos cortos).
Es redactora de los libros: Cairos u Zagrebu - con Davor Šalat (Cairos en Zagreb, 2006 - selección de poesías del Festival poético internacional) y del libro Third World Post-Socialist Poetry - con el poeta hindú Thachomo Poyilo Rajeevan (selección de poesía de los países post-socialistas editada en Calcuta en el 2007). Ž.L.
Traducción: Željka Lovrenčić
ME HE CONTAGIADO CON UNA BACTERIA RARA
(Zarazila sam se neobičnom bakterijom)
Se descascara el mortero en las ciudades frondosas,
y de él sale una bacteria desconocida.
Igual que Teseo encontró el camino del laberinto.
Con ella me alimento cada vez que compro
un paquete pequeño de dátiles esparcidos en el Sahara.
Y cuando mi garganta, en el momento de tragar,
está rellena de arroz asiático.
La consumo mientras el viento ayuda a la sombra
del lado izquierdo del bosquecillo para que ofrezca
a aquella del lado derecho
el baile celestial.
Esta bacteria me saluda y como picazón
así que junto con la arena me ducho
en el inmenso baño del Universo.
Con una cuchara y un tenedor enorme mezcla
los léxicos y los paisajes en mixtura diversa.
Si me observo, siento que es más peligrosa
que la venganza de Montezuma.
Se extiende más lejos que la maldición de
Tutankamón.
Cuando surjo, gotas de agua brillan
en las orejas; son aretes del Atlántico.
Trataré de cambiarlos por los del Pacífico
y otra vez no tendré paz.
Reconozco, me contagié con una rara
bacteria que de mí hace viajero
constante.
Me dispersa por todos lados del mundo,
como si fuera una mina.
Hasta acepto llevarla, así que soy
una especie de mujer-bomba.
Me contagié con una rara bacteria
cuando me corté en la intranquilidad
y la cogí en vez del tétano.
Con las manos sucias me la embadurné por mi cuerpo
en vez de la hepatitis.
Por cuenta de ella espero si el muerto Miguel Ángel
gritará al mercante sobre la mala circulación
y el ciclón,
quisiera saber cuál fue el nombre de trabajo
de la creación del mundo,
vivo sutilmente los momentos cuando la oscuridad
borra los documentos de luz, toma el disco.
La bacteria con la cual me contagié
está lista a escenificar el fin del mundo
en mi cuarto en el que nadie
ya hace días contesta al teléfono.
Soy su rehén aunque me alegro
cuando me lleva y traslada a lugares maravillosos
de los cuales veo más claro el aura de la Tierra.
Sólo a veces me trae al mismo lugar
como si devolviera las vueltas.
YUCATÁN HA RENOVADO LAS PLAYAS POR LOS CUERPOS
(Jukatan je obnovio plaže po tijelima)
Y los silencios se reconocen entre sí por su rango.
La piedra es un ciego de cuerpo liso.
Sólo la luz transforma las lengüetas de las olas
en procesión visible que pasa el Atlántico
y trae el sonido.
Yucatán ha remodelado la playa según nuestros cuerpos.
Tantas bahías que las olas difícilmente encuentran
las escaleras secretas y por ellas hasta más fácilmente suban
con voces o el crepúsculo que por la piel.
Y aunque reconoce y en la oscuridad,
Dios en el alba de nuevo aumenta la luz.
Y es el único quien no necesita espías
o a quien nadie le pregunta porqué
ha elegido justo esta parte del día
para tal cosa.
Creo que podría conservar una única
expresión, como si el rostro fuera un fósil,
a pesar de los cambios en la Tierra,
en el Universo.
Pero, no quiere.
Es suficiente que se incline sobre alguno de los mares
y en cada isla reconoce al pájaro
que, así como así decidió quedarse ahí.
Y se entrega a la placidez.
LA EXTENSIÓN DEL ROSAL
(Protezanje ružičnjaka)
Cada vez cuando la inquietud hechiza la casa,
sueño que las sillas de la cocina son
dos lápidas sostenidas sobre el amor
y parece que debajo de los azulejos están dos
pequeños túmulos.
La cocina está oscura y espero que un ángel
de nuevo me ponga la calma en los cabellos como un bálsamo.
Cuando apunta el sol a la ventana y miro mejor,
las rosas crecen del mantel,
se extienden por el encaje de la cortina y continúan
de repente verdes y ahora, de flores apagadas,
a través de la baranda del balcón.
¡Como a fuerza borran las fronteras alcanzando y el jardín!
Las rosas caseras a veces escapan de la mesa
o les aburren los ejercicios cerca a la ventana
y hacen una corta excursión hasta la lavadora de ropa.
Aquellas de fuera en la manifestación del rosal
reclaman al patrón la falta de cascajo
en el sendero.
Y, sin duda, de vez en cuando son capturadas en la
ceremonia en la que reciben sacramentos
increíblemente secretos.
PARÍS - CIUDAD DE MÉXICO
(Pariz - Grad Mexico)
Volamos sobre el Atlántico.
Y para Željka y para Diana es difícil estar sentadas tanto tiempo,
aunque están cerca de la ventana.
Sólo vemos las nubes y sentimos
que estamos en los cielos sobre los que
antes del viaje hablaba con D…r:
Y ustedes, mujeres llegando a Dios,
criticarían el polvo.
Lo fastidiaran porque no lo han limpiado
bien.
Desde las alturas brillaba el sol
y los viajeros bajaron las persianas sobre las ventanas.
Y apenas ayer se extendía
sólo desde nuestra sala
e iluminaba el balcón y
las lámparas apagadas de la Calle de Radić.*[1]
¿Dejo el sol en el cuarto?
me preguntó mi marido.
Dudaba sí apagar la bombilla
antes de llevarme en coche al trabajo.
Cuando el Mejicano del lado derecho
levantó la cortina,
me pareció ver el océano.
Miré a D-or.
y, pedantemente, de manera femenina,
noté las partes sin planchar
en su suéter.
Pensé: cuántas partes sin planchar encontraría
en los pliegues de las nubes
y en el Atlántico, en las crestas de las olas.
Cuando abrimos las bolsas de viaje,
me sorprenderé; cuántos
pliegues del suéter de D-or se han multiplicado
sin sexo en las camisas arrugadas.
CANCELACIÓN
(Odjava)
Pasó ya el tercer día y el maestro no llega,
y nuestro tanque de inodoro chirrea como encuentros entre mafiosos,
la crisis económica o la guerra en Gaza.
Probablemente lo oyen los vecinos en el momento
cuando el año se aleja del presente
y se casa con la historia.
Los vecinos probablemente oyen su voz como
escuchan las voces de los adúlteros de las tele novelas
o las voces de los locutores que hablan de los adulterios
de la democracia.
Justo el tanque de inodoro le da de baja al año y
anuncia un adulterio más.
Imagino que el invierno ha escondido en él
una reserva de la niebla, parte de su tesoro,
así que el chirrido es protesta contra el clima tropical
y el falso Mar caribeño en la tina del baño.
Corté el pan de maíz.
Me pareció que junto al seco cuchillo brilló
una gota de agua, lago minúsculo.
Lo anima para que no se seque,
que por un día o dos sobreviva el abatido año.
Pero, ¿quién en vez de él revocará a los reclutas
quienes todavía le creen, quién romperá con los refugios
y acabará con asilos a los que les había obligado?
Paso por él como por cocina mejicana.
Todas sus frases insubordinadas son tacos
inflexibles.
Las frases subordinadas son tortillas más blandas,
que, adaptándose, se envuelven alrededor de los acontecimientos
como alrededor del relleno.
La falta del plomero motivó
al tanque de inodoro para que con su chirriar
introduzca la intranquilidad
y en vez de los sociólogos, jueces
o trabajadores sociales separe las palabras inadecuadas
de las adecuadas.
Para que haga inventario como los mercantes.
Que dé el golpe de gracia a este año arrugado.
Porque, todos los relojes, como Judas,
ya lo delataron al nuevo patrón.
LAS NUBES MIMARON A LA LLUVIA POR ÚLTIMA VEZ
(Oblaci su posljednji put tepali kiši)
Soy una bomba gastada que no te alimentará
con la miel de las palabras te dije esta mañana
porque no me dieron mi pastel
A la muchacha detrás del mostrador la pedí
el pastel de esperanza en vez de pastel de crema
y ella, rápidamente, movía la cabeza
Nosotros somos más concretos, tenemos programa
Pandora se encuentra en otro partido político
Pronunció esas dos frases mientras
las nubes sobre Zagreb por última vez
mimaban la lluvia como a sus críos
y los ángeles cuidaban los almacenes de los sueños
Te extrañabas como todavía
de todos prestan las llaves
El verano puso el trigo en los silos
La paciencia es el mito que
colgamos como ropa, la telaraña o los pájaros
al cenit
LOS HINCHAS
(Navijači)
I.
Mientras estamos parados en la pradera,
los gorriones están en la espesura.
Sus amplias masas se asoman a través del ramaje.
Te parece que apoyan fuertemente. Siguen el
fútbol. Luego piensas que son seguidores de
Marx y Engels. Que trinan:
¡Gorriones de todos los países,
aúnense para que nosotros también comencemos a jugar fútbol!
Luego estás convencido de que leen la Biblia
y empiezas a distinguir los salmos en su
mudo idioma, y después oyes que mencionan
a Moisés y el equipo elegido.
Ya no prestas atención a los pájaros.
Alguien te corta la yema del dedo con el afilado tallo
de hierba para que enrojezca como una fresa
y en tu sangre que corre apoya su
dedo cortado. Estás feliz. Eso significa, que de verdad
se te acercó. Tú te fraternizas con el Pan.
II.
Sin embargo,
quizá el Pan se fraternizó contigo
sólo por interés.
Tenías que esperar, antes de
ofrecérsela, si él te va a preguntar
si le prestas la pelota para practicar
para el campeonato europeo.
La fiebre del fútbol es un verdadero desastre.
Esa noche soñé al Pan, como de
cada uno con el que se fraternizó,
prestaba una pelota sin pagar intereses.
Y las lleva, sin creerlo ni el mismo, alrededor
de su cuello enhebradas en un enorme collar.
La pradera es de vez en cuando el juez de fútbol.
Garantiza por él y asegura
que en realidad, su estado juguetón
es deformación profesional.
¡A la lucha! ¡A la lucha! grita la hierba
y se levantan sus sables.
Pero, es demasiado débil para chutar la pelota.
LA PAZ SIN PASAPORTE
(Mir bez putovnice)
La paz es trotamundo.
Pero, a menudo empaca sus bolsas de viaje
y abandona las personas y las tierras.
A veces, deja la maleta más grande.
Como que volverá. Pueden pasar y años antes de que
cumpla la promesa que dio al irse.
Frecuentemente nos abandona en silencio. O quizá, habla;
sólo que entonces todos hablamos
un idioma diferente.
La paz es nómada.
Recorre las distancias del Universo.
En algunos lugares constantemente la estimulan al cambio
de sitio, en otros la acostumbran a la comodidad así que
difícilmente se levanta de la armonía de la arena o de la silla poltrona.
La guerra y la paz desatornillan y atornillan los tornillos de nuestra
duración así que la paz también es un mecánico.
Y el poeta.
Con el movimiento armonioso de la lengua
da ritmo a las olas.
Acomoda la ladera como almohada para los animales,
con el viento hace el masaje a la columna de las plantas.
En medio del monzón la paz sólo puede escribir
leyes solares. Adoptar alegres reglamentos.
Ella pasa las fronteras sin pasaporte,
engaña a la policía de la frontera que no la puede detener.
Cuando cambia de casa,
como que truena la cantera celestial.
Y en realidad, alguien ha minado la paz.
VUELOS
(Letovi)
En algún lugar cayó un avión más.
En poco tiempo las hojas caerán de las ramas.
En el suelo del corredor cayó la lámpara de techo
y el maestro trata de fijarla de nuevo.
¿Por qué lo hace? le pregunté.
¿Acaso no es otoño también para ella?
Un mosquito aterrizó sobre la pared del baño
y ya levanté la mano y quise
pegarle con un pedazo de papel.
Pero, pensé que ya pronto volaré
a Ciudad de México y a Guadalajara y ¿qué
ocurriría si los gigantes dedos de la tormenta
aplastaran el avión?
Bajé la mano, pero, sin embargo, esta mañana
ahogué una mosca en el borde de lavabo,
y quisiera con happy end sobrevolar
El Atlántico.
En viento casero me trae una hoja de abedul
a través de la ventana.
El verano en Croacia no triunfará por mucho tiempo
en las elecciones y a causa de los cambios climáticos,
las coaliciones son cada vez más populares.
¡El frío llegará a ser presidente!
BANDADAS
(Jata)
Y los vientos pueden volar en bandadas sobre Europa.
Cada vez que enloquecen, la ciencia sobre ellos empieza
a ser más importante.
A Europa ha sido contrabandeado un huracán,
justo de la misma manera como antes de él fue transportado el
gusano de seda.
Soy infiel a Europa al pensar como D.
inclina la botella con te verde, la apoya en
la boca y rocía el Sahara ya familiarizado
en el estomago.
Debe ser que el huracán se aburría terriblemente
si sopla tan salvajemente sobre Francia y España.
Sin duda, por el cielo lleva y espanta
las mansas bandadas de ángeles y lluvias.
Y yo soy infiel a Europa cuando reconozco que en
mi ojo con la luz de la luna caen las sombras de Teotihuacan
y algunas de ellas me magullan como a una mosca.
Y luego durante el día se evaporan en el sol.
Y soy infiel a Europa y mientras D. lee las secas
noticias de Zagreb y en su voz
reconozco El Castillo, Chichén Itzá.
Dos veces al año a través de la pirámide cae
la sombra de la serpiente sinuosa.
Pero, no tengo que ser experta en astronomía
y en matemáticas como las Mayas
para calcular dónde y en qué posición
debemos sentarnos para que por nuestras caras
serpentee la sobra de la nostalgia.
Sobrevolaban sus bandadas.
Hasta toda la América Latina.
[1] * Esteban Radić (1871-1928) - político croata, líder del Partido Campesino Croata, asesinado en el Parlamento en Belgrado (n. de t.)
http://www.letrasdechile.cl/mambo/index.php?option=com_content&task=view&id=1309&Itemid=43
TRIBUS
(PLEMENA)
Crikvenica* hoy tomó tres posas
para fotografiarse. Pero, Davor y yo queremos
pasear por el pequeño continente de Rab.*
Si ya hubiese atardecido y ya brillara del mar,
yo diría: un planeta diminuto en una galaxia
espumosa y oscura.
Pero, al mediodía Rab es un panal del que resaltan
cuatro campanarios.
Noto surcos celestiales, salvación de los agricultores
para que no se aburran cuando lleguen al cielo.
Para que holgazanear no sea lo único que hagan en su jubilación celestial.
Por la tarde la bahía de la isla es la almohada soleada
del diminutivo de Sahara. Solamente más tarde en la pantalla
de la máquina fotográfica se repetirá el verano
como si se tratase de fijar el querido trabajo.
Y unos meses más tarde parecerá que la máquina fotográfica
ha hospitalizado el verano. Le prolonga
la existencia para lo que hace pequeños pactos.
Como el pacto entre la playa y las esteras para tomar el sol,
El traje de baño y los granos de arena.
O el pacto entre la ola y la orilla; sólo el ojo inexperto
puede notar que los aliados se oponen
el uno al otro.
Como el verdadero Sahara ofrece escasa vida a sus
tribus, así y el diminutivo de Sahara
hace tribus de los recuerdos.
Estamos en el trayecto cuando ya oscurece.
Davor con mucha gana enviaría al gordito Lucero de la tarde
a hacer ejercicios.
En Crikvenica comemos mermelada de manzana
y lavanda.
Para que las polillas no nos coman por dentro.
*Crikvenica pequeña ciudad de la Costa Adriática (n. de t.)
*Rab – isla del Mar Adriático (n. de t.)
Traducción: Željka Lovrenčić
INQUILINO DEL INVIERNO
(STANAR ZIME)
La ciudad dejó crecer su cabello carnavalesco,
estalactitas heladas.
Los presentó como tumores benignos.
Casi es perfeccionista cuando quiere
adaptarse a las reglas de conducta del invierno,
es inquilino que respeta las reglas.
Pero, todo con aspecto de tumor,
suena mal.
Zagreb podría disfrazarse de manera más ingenua.
¡Qué lindos son los troncos,
envueltos de musgo y nieve,
a la luz del mediodía!
Y mientras pienso en cirugías,
D. cambia el programa de televisión y como
un cirujano quita un anuncio antipático.
Me hace un guiño: ¿Lo arreglé, qué dices?
Respondo:
Ahora espera que por lo menos cinco años
no aparezca en ningún programa.
En este caso quizás te crea que no hizo
metástasis.
Traducción: Željka Lovrenčić
TRIBUS
(PLEMENA)
Crikvenica* hoy tomó tres posas
para fotografiarse. Pero, Davor y yo queremos
pasear por el pequeño continente de Rab.*
Si ya hubiese atardecido y ya brillara del mar,
yo diría: un planeta diminuto en una galaxia
espumosa y oscura.
Pero, al mediodía Rab es un panal del que resaltan
cuatro campanarios.
Noto surcos celestiales, salvación de los agricultores
para que no se aburran cuando lleguen al cielo.
Para que holgazanear no sea lo único que hagan en su jubilación celestial.
Por la tarde la bahía de la isla es la almohada soleada
del diminutivo de Sahara. Solamente más tarde en la pantalla
de la máquina fotográfica se repetirá el verano
como si se tratase de fijar el querido trabajo.
Y unos meses más tarde parecerá que la máquina fotográfica
ha hospitalizado el verano. Le prolonga
la existencia para lo que hace pequeños pactos.
Como el pacto entre la playa y las esteras para tomar el sol,
El traje de baño y los granos de arena.
O el pacto entre la ola y la orilla; sólo el ojo inexperto
puede notar que los aliados se oponen
el uno al otro.
Como el verdadero Sahara ofrece escasa vida a sus
tribus, así y el diminutivo de Sahara
hace tribus de los recuerdos.
Estamos en el trayecto cuando ya oscurece.
Davor con mucha gana enviaría al gordito Lucero de la tarde
a hacer ejercicios.
En Crikvenica comemos mermelada de manzana
y lavanda.
Para que las polillas no nos coman por dentro.
*Crikvenica pequeña ciudad de la Costa Adriática (n. de t.)
*Rab – isla del Mar Adriático (n. de t.)
Traducción: Željka Lovrenčić
INQUILINO DEL INVIERNO
(STANAR ZIME)
La ciudad dejó crecer su cabello carnavalesco,
estalactitas heladas.
Los presentó como tumores benignos.
Casi es perfeccionista cuando quiere
adaptarse a las reglas de conducta del invierno,
es inquilino que respeta las reglas.
Pero, todo con aspecto de tumor,
suena mal.
Zagreb podría disfrazarse de manera más ingenua.
¡Qué lindos son los troncos,
envueltos de musgo y nieve,
a la luz del mediodía!
Y mientras pienso en cirugías,
D. cambia el programa de televisión y como
un cirujano quita un anuncio antipático.
Me hace un guiño: ¿Lo arreglé, qué dices?
Respondo:
Ahora espera que por lo menos cinco años
no aparezca en ningún programa.
En este caso quizás te crea que no hizo
metástasis.
Traducción: Željka Lovrenčić
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