viernes, 10 de septiembre de 2010

MOHAMMED JABER AL-NABHAN [976] Poeta de Kuwait


Mohammed Al-Nabhan nació en Sulaibkhat, Kuwait, el 10 de Abril de 1971. Después de la Secundaria trabajó como calígrafo y artista gráfico de 1989 a 1995, año en que emigró a Canadá y realizó estudios avanzados de Diseño Gráfico y páginas web. Es editor general de la revista Ofouq desde ese mismo año. En el 2005, fundó con escritores árabes de Estados Unidos y Canadá la Fundación Cultural Jozoor, un organización cultural independiente sin ánimo de lucro interesada en la literatura árabe en el exilio. Su nombre aparece en diversas antologías, y ha traducido a muchos poetas incluidos en antologías, del inglés al árabe. También ha publicado sus poemas y artículos en diferentes revistas literarias árabes y periódicos. Publicó dos volúmenes de poesía: Another Exile (Al-Mada House, Damasco 2004) y My Blood Is a Stone in Your Still Door (Fundación Cultural Jozoor, 2005). Toda poesía de exilio habla de dolor. Y no es diferente en la poesía de Mohammed Al-Nabhan. Sus versos son retrato del dolor de aquel que dejó su tierra y se ve enfrentado a una realidad alienada, lejos de la raíz. Para el exiliado la poesía se convierte en su patria y el poema en su territorio. En ese hogar metafísico el poeta construye de nuevo su casa, esta vez con palabras. Solo en el poema puede sentir la libertad de clamar con plena autonomía. Mientras exista la poesía el hombre no se sentirá del todo solo, aunque el dolor nunca desaparezca. Todo exilio refiere un poco a la sensación de muerte, de muerte en vida, por eso vemos en su poema Invierno (Winter): Me levanto cada mañana/En Enero/Cuento mis costillas/Costilla/Por costilla/Hasta la caída de la oscuridad/Duermo y sueño con el sol del verano. La sensación de extrañeza ante el hecho de estar vivo, al contarse el poeta todas las mañanas cada una de sus costillas, muestra claramente el absurdo del exilio y su estrecha relación con la muerte. El poeta se ve enfrentado a una pequeña muerte cotidiana y a levantarse diariamente con el asombro de no hallarse en su patria.





POEMAS DE MOHAMMED AL-NABHAN


Una patria

Mi Patria…
¿Puede una patria abolir el nombre de un ser amado?
Traspapelar sus documentos
O tachar con tinta roja los nombres de su gente
Estoy ávido de la patria que me exiló
De rogar por una tierra
Un nombre
Un rostro que no tiene semejanza con las raíces que nos crearon.

Mi Patria…
Te imploro por un río que cultive el corazón
Deseo un corazón para ti a pesar de la distancia
Añoro que seas mi residencia.

Quién de entre nosotros conserva el secreto
La lila del alma, recuperando las palomas de la memoria.

Mi patria...

¿Puede la daga de una patria estar en la cintura de su amante?
Cuando él la reconoce la melancolía del pelícano lo fatiga
Gime, sin agua ni resistencia.

Mi patria...
¿Eres una patria?
O un empeñado pozo de petróleo en el desierto
¡Que llena los baldes extranjeros!








Una mujer

Llegaste muy tarde...
Mi verde sueño
El aroma que viaja como verde nostalgia
La aurora del Duelo...

Llegaste tarde,
Llegaste tarde...
El sueño quebrado como un espejo
Tu perfume no embriaga en el exilio

Estoy solo
Sin tierra
El mundo no me pertenece
Solitario...
Porto mi otro exilio
Mi otra hambre
Los maderos de la crucifixión
Yo viajo, un desconocido
Anhelando ser crucificado bajo las formas
del romance.






Primavera

Abandonando a mi sombra voy hacia el campo
Un niño
Recogiendo flores para la casa
Ordena una vida desgastada
Siete espigas verdes-maduras
Otras marchitas y secas
Las mariposas no me conocen.
Oh mi patria perdida
En quién sabe cuál de los países de Dios...
- Porto las pinturas de los exilios
Desde las siete espigas
... Mi país me pinta.

Traducciones de Raúl Jaime Gaviria


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POEMAS



TÚ ERES OTRO

Jorge Camacho
Joueur de Tours I 1993

Te vas
No llevas ninguna herencia
Ni un alimento para el cansancio del viaje
Ni papeles que te identifican
Tu padre no es tu padre
Según tu estúpido documento
Ni el nombre es tuyo
Es el nombre de otro que no te corresponde
Tampoco el mes de tu nacimiento
Ni siquiera el grupo sanguíneo parece el tuyo
Tú ya eres otro, sin documentos
Oh, nombre fácil de falsificar
Oh, patria que nunca llegará.



INCENDIOS APLAZADOS

Tocamos las paredes de nuestros poemas
Buscamos el interruptor de la luz
Y la ventana que lleva a la poesía
Moderna y arraigada en el fondo de la historia
Una poesía loca
Igual que la guerra
Sin sentido.

La guerra es el conflicto de los primeros dioses
Y la sangre de los niños
Las donaciones de la hambruna
“el vestido de la desnudez”
Entre una trinchera y otra hay un desierto árido
Y la bala es un lobo.

La guerra es unos ojos apagados
Lunas que no reflejan más que la oscuridad,
Un anciano virolento esperando a la gente en la calzada de la edad
Abre una lata de sardinas
O una botella de vino que el terror escondió bajo su abrigo

En la guerra
La hora es siempre la misma
Entre una correría y otra un noticiario mentira
O una muerte mentira.

Escribimos
O
No escribimos
Es igual

El grito en nuestro interior es más grande.



NO CUENTES TU VISIÓN

No cuentes tu visión… o márchate
Tu silencio, unos barcos para el viento y un perro de puerto
Que huele tu inocencia blanca
Y sabe que…
Unos planetas estúpidos te vistan cada noche
Y rezan debajo de tus diez ventanas,
Una ventana abierta al mar
Las olas estruendosas te despiertan en una concha que está
Debajo de tu almohada de algodón
Un perro ladrando…
Sabe que un dios exiliado de su mundo reitera tu nombre
Acariciándose en el borde de la chilaba de tu sombra
Bajando del séptimo letargo excepto del sueño
Y quitando de tu cara el barro del cansancio cotidiano en los barrios del primer viaje
Y después viaja detrás de las mariposas de la corrida y el agua del alba
Le alcanza el sol… y vuelve.
Volviendo del séptimo sueño excepto del letargo
Y tú eres una tierra que no se parece a tu ayer,
Unas ciudades que preparan la noche de sus maletas
Y te diriges hacia una mujer que destapa sus pechos para un extraño de Dios
Regateas… y él regatea.



MI CORAZÓN EN TUS MANOS

Mi corazón en tus manos como un pájaro mojado por el agua
El mar en tus ojos, su azul extendido me impresiona extensivamente
Y sobre tus labios un fuego que me enciende
Oh, mujer cuya risa no se calma de excavar en mi corazón
Oh, señora del tacón alto
La noche de la seda del placer
Detrás de ti corren ciudades, caballos y hombres
Y las palabras llaman a todas sus bellezas con tu nombre
Y la belleza dibuja un cuerpo de deseo castaño
Te he preparado el cuerpo fresco
Pues… acércate.



LA RAMA DEL ABANDONO

Elijo una flor para el recipiente, y dos vasos de pasión
Quizás su cara llamaría a la puerta en una revolución
La noche de Ottawa todavía está nevada
Y las aves todavía están migrando.

Elijo un traje para la noche y un perfume suave
Quizás su cabello desea dormir en mi hombro
Oh, qué noche va a dormir en mi noche
… y una melodía triste
Hago bailar a mi herida a un ritmo asesino.

Elijo unas frases para la conversación
Palabras dulces sobre el amor
Quizás la poesía puede hacer lo que ignora el vino
Me olvido y me hago adicto hasta el último trago del punto final.

Elijo una sábana para la cama y una luz tacaña
Quizás espera que le quite la última camisa
Hemos esperado mucho para despertarnos del miedo, con miedo
Y lloramos juntos nuestra guerra fracasada.

Elijo una soledad para la ausencia (y una bonita paciencia)
Quizás florezca el sueño
(Incluso la rama del abandono ha tenido otra rama)*
Y las citas se marchitan
Enterrando mi cabeza sobre la madera de la mesa.

*Es un verso del poeta iraquí Mudaffar Al-Nawab.



QUIERES A AQUELLA QUE ES UNA ALUCINACIÓN

… a Tahir Al-Sharifi

La distancia es un exilio
Tenemos nuestra cara, o tenemos nuestras dos direcciones
El camino que ya no es un camino
El camino / los dos caminos
Desaparezco en el norte
Y cuando desapareces en el norte
Te nombraré la herida del sur
El sur: El norte.

La distancia es un hambre
Oh, amigo del pan y la tristeza de las canciones
¡Cuánto tiempo pasó!
¿Todavía te gusta escuchar las melodías?:
(Amigo mío, yo soy tu hermano por si la vida fuera injusta
Estoy borracho por mi cordialidad hacia ti)
Ay, el tiempo
Sus minutos negros están ladrando detrás de nosotros
Y agarramos a un sueño inmortal
Acaso, ¿todavía duermes con su promesa?
Y te emborrachas con las cuerdas del laúd
Las citas son agua y aquellas que están detrás de nosotros
No cumplen sus promesas.

La distancia es un frío
Y todas aquellas / las amadas
Cuando han dejado en mi cuerpo la decepción de la nieve
No han esperado mucho, se han casado
Han tenido muchos niños
¿Y aquella que te quería, desapareció igual que el resto de las mujeres?
Acaso, ¿también se casó, igual que el resto de los hombres
que engañan a sus amadas?
¿Ha tenido hijos?
¿Se parecen a ti?
¿Y tú, eres como eras; un agua inalcanzable?
Quieres a aquella que no iba a verte en la calle del viento
O en la esquina de la cuadra
Quieres a aquella que es una alucinación
Leyendo en ella tu herida
¿Todavía lees?
¿A quién lees ahora?
Todavía escribes narración – parecida a tu tristeza – más bella que yo
Y me dejas colgado en la red del poema.

La distancia es una serpiente
Y a aquella tierra mancha con muerte la piel de la distancia
Y la casualidad
la muerte
La muerte que sorprende
Escupe sus días
un infierno en nuestra cara
O a nuestras dos direcciones
La tierra que ya no es una
El país
los dos países
Organizo tu exilio en mí
Y mi exilio en ti
Ambos goteamos un exilio
Y cuando desapareces en el sur
Te nombraré: la herida del norte
El norte: El sur.



UNA CIUDAD PRIMARIA

Me has dicho:
(Y el mar es azul, y la ciudad
Todavía no ha despertado; la ciudad es una solterona a la que
Le gustan las conversaciones discretas, las charlas nocturnas, golpea su sueño en la pared y lo raja a lo largo y a lo ancho, o duerme hasta el mediodía…)
¡La ciudad… todavía es aquella ciudad!



COMO SI NADA

Todo como si no existiera:
Ni la tarde es la tarde,
Ni el paso del camino lleva al camino,
Ni el camino,
Ni el umbral,
Ni la escalera de la casa,
Ni la casa, ni el número del teléfono,
O el dolor de la espera.

Todo como si no existiera:
El cielo que me lanzó
El cielo que ha caído de mi mano
Ni la mujer / el sueño
Ni el beso de la brasa
Ni el vino
Ni el cuerpo, la cama, la almohada,
Ni un grito en la pared.

Todo como si nada:
¡Ni la memoria!
Tu cara es la memoria.



SIN MARCO

Clavo un clavo en la pared
La pared está en silencio,
está abandonada
Hace años que esta soñando con un clavo.

Clavo un clavo en el primer marco
Se rompe el primero
Y el segundo / el tercero
Y la foto se sale de la costilla del marco

La foto: está desnuda en la pared
-esta pared abandonada-
Exactamente debajo del clavo
-el clavo oxidado-
¡Mirando a otro lado!

Traducción de Dr. Muhsin Al-Ramli


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