viernes, 17 de septiembre de 2010

1153.- RAOUL SCHROTT


Raoul Schrott (Austria). Sao Paulo, Brasil, 1964. Poeta, ensayista, autor de novelas y traductor. Creció en Túnez y en Landeck. Estudió Literatura y Filología en Norwich, Paris, Berlín e Innsbruck. Graduación en maestría filosófica en 1986. De 1986 a 1987 fue Secretario de Philippe Soupault. De 1990-93. Editor de la serie “Sur-Norte”. Ha recibido, entre otros, los premios: Premio del estado de Kärnten del concurso Ingeborg – Bachmann, 1994; Premio Friedrich-Hölderlin de apoyo a la Literatura, de la ciudad de Homburg, 1996. En 1996 recibió la Beca Robert-Musil.



Poemas de Raoul Schrott


M’onna Lisa

cómo se la habrá visto cuando la pintó ya no se sabe
ella lleva el oscuro velo del barniz las rajaduras
de su cuarteado como siglos de sus finas lesiones
que jamás cicatrizan tan sólo se graban más hondo
en lo irresoluto de su rostro • el esquemade
todas las soledades de un amor • sin qué anhelar
ni en qué pensar aplazando todo recuerdo
aunque contenida • quizá como doña madre demasiado joven
la amante de alguien o cortesana cortejada por muchos
ella levanta las cejas • sin embargo el velo muestra la retracción
ensimismada de la tristeza • únicamente la abarcan los días
cayendo alrededor suyo • la sonrisa se volvió insulsa
a veces ambiguamente colocada de la entrega está
harta y plena de noche: lo que quedó de los nombres
murmurados en la nuca • pero protegida
raras veces • ambos brazos apretados al regazo hasta despertar
con resistente desasosiego y a la par atraída por todos
los que fracasaron en ella • y sostenerse igualmente
en la certeza de haber sido amada al menos
por sí misma que por no haberse revelado a nadie

París 18. 2. 01






Sobre lo sagrado XV

y busqué por ti y a ti en todas
ina tenía tu forma de apuñar sus manos en las sábanas
ana tu boca áspera e isha este hambre a todo
lo que sabe a resina y miel

eva olía como tú en su ranura de la clavícula
batseba mantenía igual a ti el regazo cubierto
y judit y julia tenían tu modo de andar
la nostalgia a lo insaciable las voces y el vino

algunas eran más bellas cada una a su única manera
y en toda la impiedad sin embargo fuiste la que noche
por noche se tendía en el vacío ocaso de la ventana
en la mesa una jarra y un pan de cena

está en este hotel aquí y ahora y cuanto más
te han prestado su figura participaron hasta el día
e igual nunca te he encontrado: tu belleza
en trizas solamente la he reunido en pizcas

por el vidrio opalino del baño veo cómo te lavas
la barriga y la axila en el lavabo la puerta entreabierta
y te veo aparecer por ellas y parecerte
a todas y a mí estrechar el abrazo

hace mucho desde que una mujer durmió a mi lado
y la desnudez cercana fue sin ansias
la línea del omoplato como la corteza de eucalipto
en el cauce de dos ríos su lecho hondo como un hombre

la mañana afuera aún por las ramas sin transición
sabes por mis ojos que lo que hemos traicionado
yo lo tuyo de lo que quedó de lo nuestro
el amor algo cabal malogrado

en todas ellas te busqué a ti luego de ti en cada una
y reconocer lo tuyo en ellas sin conjeturarlo
aprendí a tañer sin sostener algo en todas ellas
cuyo nombre inscribí como tuyo

Traducciones de Jona y Tobías Burghardt

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