Enrique Gregorio COURAU
ARGENTINA. Secuestrado-desaparecido el 18 de junio de 1976.
Porteño. Nacido el 4 de octubre de 1943. Poeta. En 1965 integró el grupo “Barrilete”. Militante político y gremial, en 1975 colaboró con la lista “Agrupación Gremial de Escritores” encabezada por Elias Castelnuovo-Bernardo Kordon. De su autoría: “Entonces un día uno asume la poesía como militancia y comienza a transitar ese largo, interminable café de la rebelión de las palabras. Y de repente, uno escribe sobre Vietnam o Trelew, se entra a juntar con otros activistas-poetas y comienzan a nacer los grupos, las revistas, las tendencias revolucionarias del movimiento poético y ¡viva la poesía obrera y popular! Y resulta que quisiéramos romper estos cuadernos y empapelar de poemas las calles y uno sube en una mano el poema y en la otra el fusil y que no me digan que hay dos formas de combatir, que hay una sola, pero en fin un día los poetas vamos a salir a la calle y con todos los poemas que seguramente no publicarán ‘La Prensa’ ni ‘La Nación’, le pondremos un gran ‘caño’ a la cultural colonial, a la cultura del imperialismo, a la cultura de los burgueses. Y entonces si Poeta o Muerte, Viva la Poesía y Caiga quien caiga y cueste lo que cueste, venceremos”. (Tomado de “Declaración Jurada”. Buenos Aires. 1975).
ERNESTO "CHE" GUEVARA
Partiendo tiernamente de las brújulas humosas,
del canto derramado,
de la exactitud del trigo,
de la liberada humedad de la rosa,
del ronco desdoble de la pólvora nos recorre,
con la adulta altura del árbol,
tu amado gesto vertical,
tu potencia madura que siembra
las rocas de la espiga.
Tu bota inaugural de almenado trueno
construye junto a la enrojecida cúspide
la astilla sonora del diamante,
la espada temible y noctámbula de la sangre
que no conoce perdón y despierta encendiéndose.
Que sea esta la fecha de combativo párpado
en que abramos la puerta de la luz inconmovible,
que repartamos el cristalino aliento de la esmeralda,
con la sílaba rápida del rayo,
con el puño armado de plomo,
con el acero indivisible de tu nombre.
*
Ahora las uñas del dictador
piden las venas del pueblo.
Quieren, en ese momento,
abrir aún más el cauce de la herida
ya abierta en el costado;
quieren la sangre de la tierra,
quieren el jugo mineral e inviolable
del pecho abierto como un campo encendido:
desean, hoy aquí, lanzarnos sobre el paso
el ataúd oscuro del verdugo,
arrojarnos su mordaza de cólera,
quemarnos la luz que repartimos andando.
Que hoy nadie abra su puerta a la noche del miedo,
que se mantenga el hombre
en su recinto de sacrificado verdor,
que respondan por la tierra batiéndose
por el fruto ancestral
los compactos defensores de mi pueblo.
Palabra Viva.
Textos de escritores/ras desaparecidas y víctimas del terrorismo de estado entre 1974/1983. Edito S.E.A.
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