sábado, 15 de febrero de 2014

COVADONGA GARCÍA FIERRO [10.973]


Covadonga García Fierro

(1992) Nació en Asturias y reside en Tenerife desde los ocho años y es estudiante de Grado en español. Lengua y literatura en la Universidad de La Laguna (Promoción 2010-2014). Textos suyos aparecen en la antología de Anroart Ediciones Canarias Escribe Canarias II (2010). Además, ha resultado ganadora del Certamen de Cartas de Amor de Adeje en las ediciones de 2011 y 2012 y ha sido galardonada con la distinción honorífica Joven Valor de Adeje. En 2013, ha recibido el Premio Dulce María Loynaz de Poesía con el poemario Cuando la lluvia es bolero; y ha participado en la Semana Cultural Canaria en Castilla La Mancha. Es colaboradora de las revistas Summa Ars, Papirucucus.com y Lunula, así como del Suplemento Cultural El Perseguidor. Metáforas y otros efectos (Ediciones Aguere y Ediciones Idea, 2012) es su primer libro, una recopilación de poemas y reflexiones en prosa. Participa en la trilogía de microrrelatos Somos solidarios (Ediciones Idea, 2013) con tres textos: “Madrugada de agosto” (en Minitextos comprometidos), “¿Épocas?” (en Minitextos para sonreír) y “Recuerdos náufragos” (en Minitextos de amor y lujuria). Actualmente, escribe su segundo poemario, Almario, que verá la luz en 2014 con Ediciones La Palma.







POÉTICA



[Poema a la vida]

Cabellos blancos los de mi madre
Las calles de tu vientre
son las cuatro paredes de mi hogar.





[Poema al amor]

Adoro
Un poema es una estancia luminosa
donde habita el nudo de tus pestañas.
En él, la palabra se desnuda
y cobra la forma de tu cuerpo.
Adoro tu belleza muda.
Adoro el paréntesis de tu sonrisa
y los puntos suspensivos que nacen en tu piel.
Adoro cuando me besas
y tu boca queda dentro de la mía,
y tu voz se apaga,
dormida en mi garganta.





Dame el silencio

Cuando huele a calle mojada
o a libro viejo,
me apetece tu boca.
Cuando la pantalla del cine
observa el beso enamorado
en las butacas,
me apetece tu boca.
Dame el silencio,
pero dámelo de tu boca.
Quiero besarte el silencio
para amoldarme a su forma,
y por unos instantes,
recostarme en el cuenco vacío
que desconocen las palabras.




Musas

Los pensamientos de desgarro son pensamientos puros, elevados, y en cierto modo, artísticos. Pensamientos que son dioses de lo humano; dioses que son abrigo en lo mundano. Un verso efímero en la mente, la sensación vaporosa ya pretérita del desaliento. Cada pensamiento sentido del ayer, del ahora, del subjuntivo subjetivo que te trajo a mí: ¿Acaso no es arte el pensamiento que nace del dolor? ¿Acaso no es el dolor la verdadera musa canónica que trae de la mano a la inspiración? Inspírame, respírame, inspiración; y piénsame pensándote como a una canción.


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