Wolf Biermann
(Alemania, 1936)
Controvertido cantante, compositor y poeta de la posguerra alemana, nacido en Hamburgo, crítico mordaz del socialismo real que quedaría finalmente colapsado a fines de la década de los 80. Podría llamársele el Bob Dylan de Alemania, pero con dos importantes limitaciones: A diferencia de Dylan, nunca albergó sentimientos religiosos ni se sintió interpelado por la música rock, sino que siguió siendo un artista solitario con su guitarra acústica. Biermann es de origen judío. Su padre, un comunista, fue asesinado por los nazis en Auschwitz en 1943. Imbuido por las ideas socialistas y la esperanza de una mejor Alemania, dejó su ciudad natal, para establecerse en la entonces República Democrática Alemana, estudiando Economía socialista en Berlín este. Sin embargo, pronto se sintió insatisfecho con sus estudios y, atendiendo a la vocación teatral, trabajó como asistente del director de escena en el conocido Berliner Ensemble en 1957, una compañía fundada por Bertolt Brecht, que había fallecido un año antes de que Biermann comenzara a trabajar allí. Dos años después decidió dejar el teatro Ensemble y se matriculó en Filosofía y Matemáticas. En su intento de dirigir una obra de teatro en la Universidad que no fuera censurada, conoció al compositor Hanns Eisler. Eisler había colaborado con Brecht durante su exilio en los Estados Unidos y se dio cuenta del enorme talento que atesoraba Biermann, alentándolo a escribir poemas y canciones y dando a conocer al público de la RDA a aquel joven cuyo estilo entremezclaba el descaro de François Villon , el ingenio de Heinrich Heine y el toque dramático de Brecht. Sus primeras canciones ya dejaban traslucir un tono de rebeldía. Biermann se sentía discípulo de Brecht y con el apoyo de Eisler decidió seguir su lema, estableciendo su propio teatro, el Berliner Arbeiter-und Studententheater en 1961. La primera obra que dirigió se refería al Muro de Berlín, un acontecimiento histórico crucial que había tenido lugar ese mismo año, siendo la primera vez que se enfrentó seriamente a los poderes fácticos. La obra fue prohibida y el teatro tuvo que cerrar, tras lo cual, Biermann, se centró en su carrera como cantautor y escritor. Su primera antología, Liebesgedichte, fue publicada en 1962. Publicó su siguiente libro, Mit und Marx-Engelszungen en 1968 y su primer disco en solitario, Chausseestrasse 131 en 1969. Tras un periodo de silencio forzado, se le permitió actuar en público en 1976 y hacer una gira de conciertos por el Oeste. En el transcurso de la gira se le negó oficialmente el acceso a la RDA, siendo por tanto expulsado de su país de residencia. Esta decisión fue muy polémica y supuso un éxodo continuo de artistas, críticos con el régimen de la RDA. Comenzó su nueva vida con una serie de conciertos por toda Europa Occidental. A principios de la década de los 80 vivió temporalmente en París. Wir Müssen vor Hoffnung Verrückt Sein (1982) celebraba este período gozoso de su vida con recordatorios a la amarga situación polaca. A finales de esa década aún soñaba con un socialismo más humano y democrático. La caída de la Alemania del Este y del comunismo fue un verdadero shock para él y se involucró activamente en la política a través de ensayos, artículos periodísticos y entrevistas. El álbum Nur Wer Sich Andert, Bleibt Sich Treu (1991) reflejaba su credo filosófico, basado en ser fiel a sí mismo a pesar de los cambios. A lo largo de su carrera fue galardonado con numerosos premios, entre otros, Theodor Fontane (1969), Friedrich Hölderlin (1989) y Georg Büchner (1991).
Grândola, Vila Morena (de Las aves con plumas prestadas)
Grândola, Vila Morena
Dime qué ha sido de ti
Canto de victoria aquí en el sur
Y de esperanza aquí en el norte
Grândola, Vila Morena
Qué rápido transcurre la vida
De esta eterna servidumbre
Mientras ascendemos.
Esta Alemania es muy gélida
Grândola, Vila Morena
Antes de que haya un cambio
Nuestros hijos ya serán ancianos
Y ya no cantarán canciones alemanas para consolarse:
Un desafío para nuestros nietos...
Porque el tiempo que estamos aguardando
Hace mucho que dejó de ilusionar al país.
Sí, José Alfonso, canta tu bella canción
Grândola, Vila morena
Para Portugal, Colonia
Berlín y Jena
Grândola, Vila morena,
Dime qué ha sido de ti
Canto de victoria aquí en el sur
Y de esperanza aquí en el norte.
Oleada verde (de Beso tu sonrisa fresca)
Será muy fácil para mí
Distinguir la oscuridad
Desde nuestro granero caliente sobre el que cae la lluvia
Que el negro viento ha traído como si fuera un sueño.
Entono una melodía
Porque mi corazón está lleno del alborozo
De gorriones y palomas
El día es hermoso
Pronto podrás sentir
La fuerza de mis canciones.
Vamos
Ha llegado el momento de dejarnos arrastrar
Por esta verde oleada
Dejemos que los eneldos
Acaricien tu pelo con ternura.
And When We Arrived at the Shore
And when we arrived at the shore
And were long sitting in the boat
Then it was we saw the sky
Most beautifully in the water
And through the pear trees flew
A few little fish. The plane swam
Straight across the lake and gently
Crashed into the willow trunk
‒ into the willow trunk
What shall ever become of our dreams
In this torn land
The wounds just won’t seal
Under the filthy bandage
And what shall become of our friends
And what of you, and what of me –
I’d much prefer to be elsewhere
And much prefer to stay
‒ much prefer to stay
Of Me and My Chubby Girl among the Spruce
Just a few quick jumps from the path
I lay her white flesh in the grass
Noonday sun burned through the spruce trees
As I measured her with my measure
Beetles crawled under us, armies
Of ants happily broke into us
To bathe roughly between belly and belly
Or wander between leg and leg
Hordes of mosquitoes got drunk as hell
Stung me for I swam on top
Till a cloudburst, a quick bright one,
Took us up into its good arms
Water drops heavy as grapes fell
Lazily down onto our hot skin
And the wondrously mild gush from above
Did not ruin our great death
When finally I lay flat on my back
My eyes wearily flipped upwards
And saw a jet fighter floating
Through a swollen hole in the clouds
Floated on, wrote a gentle curve
Right down into the high blue
The sun again broke through the spruce trees
And we steamed in the afternoon dew
Traducidas por Peter Lach-Newinsky
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