Ozam Yehya Cassem nació en la ciudad de México, en 1956; chilango por los cuatro costados e hijo pródigo del Centro Histórico. Estudió economía en la UNAM y fue profesor de educación media y superior. Además de escribir poesía y ensayo, se ha desempeñado como investigador, editor y actualmente como bibliotecario, en el Centro de Capacitación Cinematográfica. Ha publicado en periódicos y revistas como El Día, Casa del Tiempo, Cultura Política, El Juglar, Revista de la Universidad de Chilpancingo, La Crónica, El Financiero y Replicante. Publica también autoediciones de su poesía con tirajes reducidos.
Desde hace tiempo
no habito paraísos artificiales
hábito paralítico de artistas oficiales
engargolados en oficio carta o A4
orificio del ensarte
ni infra ni supra
realista ni para qué rascarle
a ras sacarle sácale punta
a su puta madre junta
junta cadáveres (en la sala)
Onetti ni te inquietes
ni te quites ni te tientes
a vuelo de pájaro
mejor ponle paja al aro
pa jalarlo y jadearlo
pero no te la pases pajareando…
husmeando manojos en los escombros
chipileando al cielo pa que afloje
llore y ore su derretimiento
ora pus de paz
ora un tumor en el alma
ora un as de espadas con las manos embarradas
órale pues
vamos dándole carne al cañón de la carroña
acribillando las palabras…
con el pecho en el dolor y sin espalda
o será que tanta nicotina no me alcanza
para ir del dicho al trecho
derecho de ladito o chueco
no me basta el espacio (libre de humo y preso)
para patear el pesebre del alquitrán
y aquí están al tris tras
las bocanadas cenizas pachecas o erizas
cagados de la risa
clavadas en la textura del zaguán
y sus escaramuzas
dándole la cara a las musas
de repente ni cuenta te das
pero ya ni te las cruzas
más bien las usas y las rehusas…
re parto mis pedazos de infierno in situ
y los cito pero ni madres
no me quieren (hacer caso)
no quieren (ser) conmigo
ni pueblo ni gobierno
quesque muy anarcos
en su arca como la de noe
llena de animalitos
pero no cejaré hasta que deje de respirar
en la horca nada afuera y todo adentro
cabalgando Troyas
no que no
cada quien sienta (a)sus precedentes
y sitia su sitio con su propio ejército
(de animalitos)…
no a la deriva
lejos de mí le doy tres a las vueltas
y tanta pirueta todavía no me derriba
desde arriba me incrimina
desde abajo me echa porras
en medio le escupo a las frases divinas
y me aviento un tiro con las copas cotorras
interinas y otroras
aquí y ahora
verdad o mentira rebotando en las horas
no a la deriva metido arriba
de tanto pinche inquilino haciéndome olas…
y hablando de magia
quién no quiere una maga
cortada al azar y cortazarla
llevarla traerla y meta-mor-fosearla
meterle la mano y forzarla
metafísica de la pura farsa
supurando su meta música
metamusa matando la mesa
metiéndole prisa al amor que desbarata
mecida en su risa la soledad de su presa…
no es cierto octavio esto no es la paz
pura imaginación (al poder)
revueltas mi buen josé
me la paso pacheco josemiliando
del tlatelolco que luis explota
al que la china me endosa
heredando la impunidad
de los años y los días (de guardar)
en el festín de la desmemoria
que nadie se mueva
aquí batallón olimpia
no es cierto carlitos
ni monsiváis ni monsivienes
ni elenita de la noche
aquí va el tallón de la limpia
archivo general de los hoyos
palacio negro para la posteridad
quédate quieto
no es todo lo que quisimos
pero sí un chirris de lo que soñamos…
mira
te tengo en la mira
mirando cómo te tira
y se te revira
perseguidor perseguido
pateado por palpitar
puteado por puro puritanismo
mirándote patear los postes
perdido en la gira deslucida de tus poses y mentiras
mira cómo te mira con toda la ira
tu persecución perseguida…
cala la sombra en caída libre
calamidad en obra
cálida ira
canícula ardiendo en la calca de la vida
cálculo (de ida y vuelta)
al calibre de la luna culebreando la sombra
cuando respira y se nombra…
rito-ruta
ritual por cual
cual-quiera se quiebra
ebraquieta
rutina de la retina
logo largo de manada corta
logro salvaje
lobo contrahecho
en el lecho donde me echo (de menos)
tosco de tan osco
roto por un rato en el puro extracto
(de adrenalina)
ah y cómo drena la moralina
su pura cáscara hipócrita
supurando en el ardor de sus mentiras
pura sangría
sangre a ras de arpía arrastrando las estrías
sopor de polvo que somos
y seremos tarde que tumba el viento
viento que arde
en la tumba de la tarde…
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