HUGH HAZELTON (Canadá)
Hugh Hazelton es un escritor y traductor que se especializa en la obra de autores latinoamericanos que viven en Canadá, así como en la relación entre las literaturas del Canadá inglés y de Quebec con las del America Latina.
Ha escrito cuatro poemarios y traduce poesía y ficción del español y francés al inglés; su traducción de Vétiver (Signature, 2005), un poemario del autor haitiano-quebequense Joël Des Rosiers, ganó el premio del Gobernador General de Canadá a la traducción francés-inglés en 2006.
Su último poemario, Antimatter, fue reeditado con CD por Broken Jaw Press en 2010; una versión española, Antimateria, salió con la editorial La Cita Trunca en 2009. La poesía de Antimateria es declamatoria, politizada, experimental, a veces concreta, recitada, balbuceada y cantada por el autor, que cree que la poesía tiene que morder, acariciar, burlarse, enfrentar, lamentar, nombrar, imaginar, recordar, invocar, oponerse y reflexionar.
Es profesor emérito de traducción española y civilización latinoamericana en la Universidad Concordia en Montreal y codirector del Centro Internacional de Traducción Literaria de Banff, en la montañas Rocosas de Canadá.
las manos del mar
la luz de la luna
se desparrama
sobre la marea ascendente
y mis dedos se deslizan sobre
tus senos moviéndose debajo
de las caras oscuras de las olas
que se rompen reluciendo
en ondulaciones pálidas
la arena tiembla bajo
tibias lenguas de espuma salada
cubren y retroceden
sobre muslos abiertos
corrientes se abalanzan
envolventes alcanzan
los médanos que suben
arrastradas se encrespan arrojadas
sobre fulgores mojados
que reciben la cresta recobrada
de la marea más profunda
suspendida quebrándose adelante estalla
rociada desgarrada levantada por el viento nocturno
arena a la deriva
de las estrellas que vuelven
llegan
a Caleli e Yvonne América Truque
del Sur
por avión autobús o corriendo por el desierto y bosques norteños
con sus maletas de poemas y manifiestos arrugados
los ojos llenos de mundos idealizados arrancados
a culatazos y balazos
pero que "se realizarán un día no tan lejos" están seguros
llegan en jóvenes parejas que discuten todavía entre ellos
y luego luchan juntos para establecer una cabeza de playa
para estos chiquillos
que miran todo con cara de asombro
como si fuera una escena de película
mientras los hermanitos lloran cuando se les trae al cine
y la gente de aquí los mira con escándalo
llegan y se establecen y entran a empleos duros y mal pagados
"solamente por un tiempito, ¿viste?, hasta que organicemos algo"
fortalecidos por sus creencias en el valor de todo trabajo humano
para seguir laborando en cualquier cosa, viejo
y luego el sábado por la noche
van a peñas en sótanos de iglesias
con danzas folclóricas y comida típica y escuchan a sus paisanos
leer cartas de solidaridad en altoparlantes gastados que no se oyen muy bien
y luego bailan salsa y cumbia y danzas de allá
mientras los chicos corren chillando entre las piernas de los padres
que toman otra cerveza y analizan de nuevo cómo carajo realmente fue
que los milicos tomaron el poder
llegan a refugiarse exiliarse ganarse la vida
en los mismísimos países
que a menudo financiaron el derrocamiento de sus presidentes
limpiando las sedes sociales de las multinacionales que desde hace años
van explotando a sus familias y saqueando a su nación
países que los aceptan pero que a menudo
rechazan sus documentos y descartan sus diplomas
y les mandan a sudar en fábricas donde la gente local nunca se ve
o a volver a hacer los estudios y luego comenzar de nuevo
que dificultan la entrada de los abuelos
y cuando intentan organizar sindicatos con una retórica revolucionara
incendiaria que les da miedo a los obreros de aquí
--pero que termina por animarlos--
y luego los dirigentes gremiales les dicen que
"este tipo de retórica no se usa mucho por aquí, ¿m'entendés?"
llegan de países que valoran la palabra y el arte
que ellos celebran en sus tertulias y recitales de poesía en bares-humaderas
donde los clientes habituales los observan con curiosidad o asombro
mientras ellos proclaman sus versos
y luego se autopublican en minúsculas revistas
editadas en su idioma
y se riñen entre egos y tendencias
pero se juntan también todos para el próximo lanzamiento
y para jurar sobre el alma de la tatarabuela
que el poeta más mediocre de allá vale pero mil veces
el mejor soso premiado de aquí
y que la osadía de vanguardia no se conoce
en este país donde nadie se atreve a contradecir la autoridad
llegan y andan ignorados desconocidos por las calles heladas
donde la gente sin hogar duerme en las cajas automáticas de los bancos
no tan diferente finalmente de lo que dejaron allá atrás
salvo en versión más opulenta
y sus costumbres de conversar
de solucionar los problemas juntos
de pensar en la comunidad
dejan sus semillas entre los bohemios, artistas y rebeldes de acá
y un buen día se despiertan y se miran el reflejo y se dan cuenta
de que los años han pasado y todavía están aquí
con su familia sus amigos y su profesión
que los milicos están cediendo el poder muy pero muy lentamente
y que sus hijos hablan más inglés o francés --carajo-- que su idioma natal
y que ellos mismos cuando vuelven allá
usan frases inesperadas medio raras que vienen de los idiomas de aquí
y que finalmente ellos conocen mejor esta orilla lejana
donde viven en relativa tranquilidad
pero, eso sí, ellos nunca se dan cuenta
de todo lo que le han aportado y dado
a la gente de aquí
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