Juan Cameron
Poeta chileno nacido en Valparaíso, el 28 de enero de 1947. Su nombre verdadero es Juan Cameron Zamorano.
Relacionado principalmente a los grupos literarios chilenos que lo vinculan con los poetas Juan Luis Martínez, Raúl Zurita y Sergio Badilla Castillo.
Estudió en colegios particulares ingleses y en el Liceo de Viña del Mar; después terminó de Derecho en la Sede Valparaíso de la Universidad de Chile, ciudad natal que abandonó en 1974, después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, para instalarse en Argentina.
En el país vecino permanecerá cuatro años, regresará a Chile y en 1977 volverá a dejar su patria y vivirá 10 años en Suecia.
Cameron estaba "vinculado principalmente a los grupos literarios de la quinta región y era era habitué en el café Samoiedo de Viña del Mar, junto a Juan Luis Martínez, Gregorio Paredes, Eduardo Parra (músico del grupo Los Jaivas), Raúl Zurita y Sergio Badilla Castillo, además de las veladas literarias que se realizaban en su propio hogar. En esa época (previa a su segunda partida) el escritor trabaja como profesor en distintos institutos profesionales de la zona".
Durante su segundo exilio colaborará con el semanario sueco en español Liberación. Continuará vinculado a la literatura chilena y estando en Suecia se sumarán a sus galardones dos nuevos premios: el de la Revista de Libros de El Mercurio y el Municipal de Valparaíso.
Cameron se ha dedicado en Chile al periodismo cultural y a la enseñanza, particularmente en la Universidad Arcis.
Premios
Cameron en un homenaje a Gonzalo Rojas, Museo Histórico Nacional, abril 2013
Premio de la Federación de Estudiantes de Chile 1978
Premio Gabriela Mistral 1982 de la Municipalidad de Santiago
Premio Carlos Pezoa Véliz 1984
Premio Javiera Carrera 1986 (Valparaíso)
Premio Revista Liberación 1987 (Malmö, Suecia)
Premio Municipal de Valparaíso 1996
Premio Revista de Libros 1996 de El Mercurio
Premio Villanueva de la Cañada 1997 (España)
Premio Confraternidad 1999 (Instituto Chileno Argentino de Cultura, Talcahuano)
Premio Jorge Teillier de la Municipalidad de Lautaro 1998
Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura 1999 por Versos atribuidos al joven Francisco María Arouet y otros textos desclasificados
Premio del Concurso Nacional de Poesía de la Ciudad de San Felipe 2000
Finalista del Premio Altazor 2002 con Versos atribuidos al joven Francisco María Arouet y otros textos desclasificados
Premio de Poesía Ciudad de Concón 2001
Premio Dolores Pincheira 2002 (Sociedad de Escritores de Chile, Concepción
Premio Internacional Ciudad de Alajuela 2004 (Costa Rica)
Premio Stella Corvalán 2008 (Talca)
*Premio Altazor 2014 en la categoría de Ensayo y Escrituras de la Memoria por Crónicas suecas
Obra
Las manos enlazadas, Edeval, Valparaíso, 1971
Una vieja joven muerte, Del Café, Valparaíso, 1972
Perro de circo, Edición del Premio Rudyard Kipling, Santiago, 1979
Apuntes, Del Café, Valparaíso, 1981
Poesía dispersa, LAR, Concepción, 1985
Cámara oscura, Ed. Manieristas, Santiago, 1985
Video Clip, Bikupa, Estocolmo, Suecia, 1989
Como un ave migratoria en la jaula de Fénix, Rusadir, Melilla, España, 1992
Visión de los ciclistas y otros textos, Villanueva de La Cañada, Madrid, 1998
Jugar con la palabra, antología 1971-2000, Ed. LOM Santiago, 2000
Versos atribuidos al joven Francisco María Arouet y otros textos desclasificados, Ed. LOM, Santiago, 2000
Canción, SECH, Concepción, 2002
Treinta poemas para leer antes del próximo jueves, Ed. Costa Rica, 2005
El bolero de los ángeles, Editorial Altazor, Viña del Mar, 2006
Obra extranjera, 1989-2005, antología que reúne los textos de sus libros Video Clip, Como un ave migratoria en la jaula de Fénix, Visión de los ciclistas y otros textos y Treinta poemas para leer antes del próximo jueves; Editorial Puerto Alegre, Valparaíso, 2011
Perro de circo, Pequeño Dios Editores, Santiago, 2011
Crónicas suecas. Beethoven, el yogurt y nuestros años felices, memorias, Ril Editores, 2013
Poema del extranjero
Jag är en främling i detta land
men detta land är ingen främling i mig!
Gunnar Ekelöf
Este país no es mi país
su historia no me nombra en las batallas
escondido entre el humo y sus cadáveres
Más bien mis amigos suelen morir del corazón
pasar inadvertidos sobre los obituarios
Este país no es mi país
sus mitos no me alcanzan en la pantalla chica
de perfil ante los capataces
Nací años después no soy el responsable
de tal o cual barbarie de la infame campaña
ni adquirí la costumbre de sisar en casa del vencido
Mis conquistas son mías pequeñas invasiones asuntos sin cuidado
Yo pago cuanto puedo pido a crédito
doy fe de mis tarjetas a mis acreedores
Este país no es mi país
no entiendo cuanto hablan en los aparcaderos
ni el lenguaje cerril de los supermercados
suelo llorar en los dispensaderos en los cajeros automáticos
su dinero me causa una nostalgia parecida al dinero
(y no entiendo los códigos de la técnica nueva)
Este país no es mi país
ni su cruz es mi cruz ni su máuser mi máuser
apenas si contesto cuando alguien me escucha
o promete tenderse
como un cuerpo en el mapa de las cavilaciones.
Este país no es mi país
apenas es la sombra que me acoge en un sueño.
Non serviam
Mis enemigos legaron la tierra transformada
mis adversarios el miedo el día del encuentro
mis amigos las armas y ocultaron la muerte
Nunca temí
Mis hermanos me enseñaron lo futil de la lucha
y aquel fue mi salario:
el triunfo en la derrota.
Diario de domingo
He leído a Bertolt Brecht tendido en el sofá
su almohadón es Narciso en el reflejo
He dormitado dos horas durante la breve claridad del día
He conversado con dos o tres personas
una de ellas un desconocido
Un colega me pasó veinte coronas para cigarrillos
Dos veces salí a luchar contra el viento y la llovizna
pero ninguna voz vivió por dos minutos
Una amiga quien me besó furtivamente después de una jornada
prefiere escuchar música a tenderse conmigo
Comí arroz con mayonesa y repollo con mayonesa
Mi país está afuera del espejo.
Palto en plaza bismark
Ahí está mi casa
y su palto señero que inclina con el viento
a indicar la semilla
la tierra do abrigué la arboladura
cuando aún no existía su materia
Ahí está con sus vidrios
y sonríe quebrada a la bahía
vacía de los gritos de los años
y los pasos del perro que hoy vigila
las raíces del palto.
Acuario
Volví a mi acuario y no sentí nostalgia por París
Más bien aleteaba por sus calles y tampoco sentí
mayor atracción a mis parientes boqueaba
en cada esquina de mi cubo una especie de mundo
para ir de aquí a allá para mostrar mi aleta
y emitir gorgojos en forma de burbujas
La ciudad es la ciudad me dije
y éste es mi acuario
y entré en la cama de una y luego
de un impulso me iba hacia el otro costado
Ah París! Ese país donde los avatares
venden vino francés en cada esquina.
Cada vez que regreso a mi país
Cada vez que regreso a mi país
cada vez que de un corto viaje regreso a mi país
Los viajeros que regresan después de un largo viaje
aplauden en la losa
aplauden largamente al término del vuelo
y en el extenso aplauso logra posarse el ala
con un graznido sorda como rumor de plumas
Algunos lloran en silencio
aplastan su nariz así un niño en la vidriera
y pequeñas figuras agitan sus brazos a lo lejos
más allá de los ínfimos vehículos y de las escalerillas
y aplauden y aplauden hasta tomar los bolsos
y arrastrar las valijas como un ave enjaulada por los corredores
camino a las aduanas
¿Qué aplauden los viajeros?
¿Aplauden su regreso la pericia del vuelo
la imagen de la casa después de tantos años?
Sepa Dios qué aplauden los viajeros al posarse en la losa
el ala que los guía
mas agitan sus brazos como una gaviota
sorprendida en el nido en medio de la noche.
Qué es Chile
La bolsa de Comercio de Santiago
La edición dominguera de El Mercurio
Un día de visita al matadero
Tres taxis colectivos y una micro
El alcalde con Lastarria y J. Ahumada
Los programasen vivo de latele
La señora de compras en la feria
Un partido de Chile en el estadio
Eso es Chile
un partido de Chile en el estadio
con mitos y fantasmas y alegrías
el bien y el mal en el mismo huevo
y la copia feliz de las imágenes
llegadas desde el cielo por satélite.
Chile es mi casa
Se regresa a la casa dicen quienes regresan
¿Pero cuál es la casa? ¿Cuál parte de la casa
es la casa del pródigo? ¿Dónde
ha de tirar sus huesos?
Para uno es el patio donde suceden cosas
pequeñas cosas así la vida debajo de los sauces
Para otros, los menos, el corazón de aquellos
asado en el domingo en la parrilla
y el comedor y el jardín se repiten en boca de los melancólicos
Pero alguno, quien no recuerda una casa, se ubica en la penumbra
entre el dormitorio y el balcón
Su imagen está sola bajo una cordillera
aunque ahora responde mientras observa el mar
Y en otro esa casa es la casa entera
tal vez su corazón la abarcó por completo
con sus viejos adobes y una ventana abierta
y el cerro de la infancia y son las carcajadas
y es la puerta y la pieza y los libros que esperan
como una Penélope cerrada en estos años
Pero el más silencioso habla de la cocina
y extiende el alimento sobre la antigua mesa
y de todas las casas le nace una ciudad
despertado de nuevo como un recién nacido.
Vivir de los recuerdos
Me senté con Ezequiel y adoramos el vino
el viaje de regreso en la batea
la construcción del libro nos reímos
de todos los infantes y payasos
pues la risa
es copa del regreso
Y ahora disfrazado de chileno
como Cristo en la Cruz
y de corbata
vendedor de empanadas y pomadas
así como me ven
analfabeto.
Discurso del caballo de ajedrez
Para Angel Bobba Cabrera
En este cuadro estuve ayer nada ha cambiado
estoy allí y no estoy al mismo tiempo
En este cuadro boté a un peón en el mero impulso
/ de saltar
del negro al blanco y del blanco al negro
/ como afuera en los días
En éste mi sombra proyectó y debió despejarse
/ mi camino
Iba en otro sentido mi camino
a salto de mata esquivaba el obstáculo
con la vana presencia de mi gesto
En éste estuve altivo y humillado
en éste pasté los días y bebí el más dulce jugo
/ de cebada
Aquí pisé a una dama es tan fácil decirlo ahora
pero esa dama mi Dios ya no era mía
En ese escaque aquel fui iluminado
(me consagré a la luz vi como iba)
En ese foco el yugo al que confieso
/ pecados palaciegos y mi herida
En ese cuadro negro estuve opaco agazapado
/ fiera sin sentido
y en ese oscuro cuadro me ilumino en casa del saber
/ inclinada la pavesa hacia lo alto
y aquí -justo al lado de aquel donde me veis ahora-
hui al paso de la torre y me fui hacia la otra esquina
/ según mi cabalgar
del blanco al negro y del negro al blanco
/ pero siempre mi vista hacia esa meta
No hay nunca un desandar
(no volveré a mis pasos todavía)
A veces es un pasto fresco o tibio
a veces el sonido de herradura me hace fuerte
/ en mi andar sobre la piedra
en la copia feliz del Paraíso
Pero en ese
en ese cuadro de la esquina oscura
maté por la ilusión de defenderme de una clara
/ amenaza ya sabida
por esta desmemoria que me impulsa hacia el otro
/ sentido de la luz:
la sombra iluminada el blanco oscurecido
/ o la penumbra
porque nada es en sí de un solo tono que absorbe
/ los colores en un fondo
o los lanza hacia el cielo en arcoiris
Lo aprendí de mis saltos de este andar discontinuo
Aquí mandé
allí amé
aquí obedecí
allí fui odiado
y aquí estoy en la cresta de la ola
y en ese (tras de esquivar al vano alfil y su trayecto)
en ese cuadro cerca del noreste
/ atrapé al cabecilla desde truco
Lo arrinconé dudoso de su fuerza
mas no pude seguir soy un herbívoro
y la sangre no cuenta en mi memoria
Lo atrapé mas no pude cazarle
no se gana
se observa cada triunfo y la jornada
/ termina simplemente en su derrota
para empezar de nuevo
de blanco a negro de negro a blanco
como todas las piezas deste juego.
Cachorro
Perdonad este pelaje descastado
este brillo es de tanto restregarme
de la baba la rabia la patada
Perdonad el mordisco por la espalda
es mi ternura agreste solapada
pero ternura al fin (la única mía)
En verdad salí cachorro
en la calle me hice perro
El hacedor de lluvias
Hurgué en el más profundo cielo
los cirros como ovejas
Le musité mi aliento
y acaricié en la húmeda cavidad hacia la altura
de un blanco río que tocaba
el viaje con unción hube
de hacerla en la tormenta como mía
y ese jadeo
ese balido tierno como nube
era un trueno feraz junto a mi oreja
y anunciaba la lluvia
el bosque que mojó su piel más joven
mi corazón de lana
el blanco río contento con el canto.
Adiós a septiembre
Yo esperaba que septiembre y sus idiotas días
pasaran como un tranvía por las calles
Usted también y septiembre
bulliciosa lenta para perderse al fin por una esquina
camino hacia la cárcel de Lisboa
o en un accidente en Gotemburgo
o en la imagen de Santiago (1950) aún en la pupila
pero perderse al fin después de todo
Septiembre con sus cuatros
y sus onces sus dieciochos diecinueves veintitantos
con el día del hijo y del cáliz brutal ya ni me acuerdo
Pero no
junto a Tomas Tranströmer me aparece procaz con esos ruidos
y esa Ophélia Queiros tan cabellera
Usted con su septiembre que estoy harto
pues ya espero en octubre y en noviembre
la llegada de enero y sus caballos.
Patología del desaliento
Durante algunos años viví en un subterráneo
parecido a un submarino o a un vientre materno
Yo observaba el mundo a través de un periscopio
con su canal de televisión y el noticiario vespertino
Navegaba con cuidado por países con nieve
el Báltico el Mar del Norte las islas donde hablaban
un extraño murmullo que auscultaba a distancia
Confundía Helsinki con Temuco el blanco con el negro
y apenas emergía los fines de semana
cubierto por una escafandra y algunos libros bajo el brazo
Durante muchos años viví en un subterráneo
Las ratas y los periódicos me fueron conocidos
y supe de los zapatos de moda a través de una escotilla
que se alzaba apenas sobre la línea de flotación
bajo la bolsa marsupial
Me enteré de las cosas más increíbles tuve convulsiones
conocí paisajes que no supieron de mi paso
El silencio y unos pocos amigos fueron mis familiares
inscrito como estaba en la lista de desaparecidos
la hoja del boletín comercial comenzaba con mi nombre
Durante demasiados años viví en un subterráneo
conversaba con dos o tres personas cada fin de semana
el bullicio de las bicicletas espantaba mi oído
En mis salidas nocturnas (me perdone el poeta)
nadaba en la laguna junto a gansos y cisnes
que se agredían deportivamente por un pedazo de pan
para luego fondearse en su lugar de origen
No me arrepiento de nada aunque era bastante aburrida
aquella temporada en el subsuelo (en el invierno)
Un día desalentado por las circunstancias
quemé las naves y los libros y me convertí definitivamente
para inscribirme en los registros electorales.
Buenaventuranzas
Dichoso el tuerto en la tierra del sordo
será como gusano donde gallina ciega
será como el saciado donde el huevo de oro
Dichoso el tuerto en la tierra del mudo
que en su ojo muerto no pintará el sarcasmo
Pero menos dichoso en el país del ciego
a palos con un bote de colores
y la torpe ansiedad del arcoiris.
De los gustos
Mi letra que tanto detesto me ha colmado de alegría y placeres
Mi voz que tanto me altera resuena en las casas y en las calles
Las ideas que tanto he amado (si las tuve)
me tienen cesante y contra el muro.
Los sueños del hombre feliz
No volveré a encontrar la calle donde estaba
En el túnel del Metro no alcancé aquel pasillo
ni a la estación correcta
y sobre la Central equivoqué de andén
cuando partía el tren a mi destino
No llegaré a la hora
No alcanzaré esa sombra
las calles van desiertas hacia el atardecer
la ciudad fue vaciada es una aguja
en el pajar del tiempo
No hay un orinal en este sueño no existen vespasianas ni duchas
imposible amanecer como un fluido sol en el solsticio
La amada que volvía ya no está en esa esquina
ninguno la conoce no hay señales
no volverá a mirarme en esta tierra
No llegaré a la hora
El libro que llevaba lo abandoné en la escena
donde busco la entrada que no hallo
No hay punto de regreso
La sal se me deshace entre los dedos
La imagen se difuma en otra imagen
El coche es un tranvía el paisaje de Europa
una avenida nublada y en silencio
No llegaré a la hora
La amada que despierta a mi costado yace triste
Aún no vuelve su rostro a mi vigilia.
William Shakespeare era un soldado ecuatoriano
Es falso eso de Texas
Lo de Romeo ocurre en un internado para señoritas
y la persecución a espadas por las empedradas calles de Quito
Ya de viejo luego de quedar manco por asuntos de guerra
escribió una saga sobre la llanura y la justicia
que los españoles una vez más usurparon a esta América morena
luego de quinientos años de dominación y clero
Su abuelo fue un vendedor de baratijas que venía del norte
viajó con los 33 orientales de Medellín a Caldas
y de allí hasta la frontera
dijo que Manizales era una fábrica de atardeceres
mucho antes que Neruda lo escuchara de León de Greif
y este es el único antecedente literario más o menos decente
Lo demás es cuestión de los críticos
Todo tiene su explicación y su mesura
al fútbol lo que es del fútbol y Adiós a las Armas o al Séptimo de Línea
Si usted lee entre líneas verá que Hamlet
es un drama empezado en la Cordillera del Cóndor
Todo tiene su explicación y su mesura
El Castillo de Helsinor no se ubica precisamente en Helsinor
y sus sombras danesas se confunden con la nieve y la maleza
Fue amigo de Oquendo de Amat, León Ocqueteaux y Edwin Madrid
Se dice que en Esmeraldas por una cuestión de cuchillos
inventó un radioteatro llamado Otelo
que lo del negro fue una broma de mal gusto
que hablaba bastante mal el inglés
que un sobrino directo instauró el libre mercado en el Guayas
No haga usted caso de estos comentarios
En su carriel encontraron repartido entre huesos
un cuaderno con poemas de Lêdo Ivo, José Angel Cuevas, Horacio Castillo, Hans Magnus Enzensberger, Gelman y otros tantos desgraciados
con el sospechoso nombre de antología para poetas que leen poca poesía
que unos comerciantes de libros vendieron como el Diario del Ché en Bolivia
para enriquecerse a costa de la desgracia ajena
Por eso escribió esos dramas
Dios lo tenga en su santo reino
El envidioso Habermas pinta un autorretrato
Un día tus trabajos costarán millones y todos los ruidos
subterráneos los motores de autos los cantos de los gallos
hablarán de ti no lo dice Habermas son
para ti mi amada palabras que releo mientras Jürgen
pinta su retrato en la cocina No hay filosofía dice
sufragio y democracia no van juntos los colores
son de sangre cae el arcoiris a pedazos
(al fondo de su imagen hay palacios con salones de ferias
con mármoles que ascienden por sí mismos
invadidos de siervos con paquetes
y brillan así cárceles de lejos
-son molinos de viento a derribar por dentro)
Un poco de razón una vez más aúlla entre las ollas
en la cocinería del lenguaje
ni habrá millones ni habrá cantos de gallos
el diálogo es el ruido razón repite razón
y rasga el paño.
Luisa Ferrari In Memoriam
Ayer pasaba Luisa al lado de mi trolley
veloz sobre su carro como si apresurada
muerta ya ha veinte años quisiera adelantarse
De niño la miraba montado sobre el muro
salir junto a su novio de la casa del fondo
besarse apasionada como en un film de entonces
hermosamente hermosa
Su madre propietaria le arrendaba a una tía
hermana de mi padre (según dice el guión)
Ayer pasó el mayor junto al nieto de Luisa
Venía a visitarlo desde la antigua Svea
Éste es mi hijo -dijo señalando al muchacho
más alto aún que yo tendido sobre el muro.
Daría gustosamente mi vida
Daría gustosamente mi vida
por dos o tres vidas
plenas de poesía como ésta
Daría gustosamente la vida
de otros por la mía ojalá
dos o tres hijoeputas
pero con buen billete por supuesto.
Borges lamenta haber publicado
a un promisorio escritor
Perdona mi ceguera
No vi brillar al Dante entre tus líneas
de crónicas locales.
Malas palabras, quizás las últimas, para el Ñaña
es jodido pensar
que volviste de europa a atender un hotel
que el francés y el italiano sirvan un carajo en este país de nada
es jodido pensar
que ese vino barato que trajiste a la casa la noche del cumpleaños
la usé de cocinar
y bebí sólo dos copas cuando el cabernet se había estrangulado
es jodido pensar
que en esa foto intentas seducir a una amiga
y en la otra conquistan a tu novia los míos
borrachos como estábamos
es jodido pensar
que te caíste al suelo y te trizaste
que el nombre en el obituario esa mañana
era el tuyo
que no alcancé a subir al cementerio
a decirte en francés, en italiano, en cualquier lengua conocida
malas palabras quizás las últimas
pues debía comprar para el almuerzo
y si acaso
buscar una botella de buen vino
y mirar estas fotos.
A Jorge Contreras Wood
In Memoriam
Pekala Mara
Cerca de la frontera con Bolivia vive Pekala Mara
No es mi dama ni ha sido sino desconocida esta Pekala Mara
pero la historia envidia ese nombre que ya quisiera
llevar entre sus páginas como una novela: Pekala Mara
Qué apellido mayar ancló en qué árbol del Matto Grosso
se desprendió de un ala o naufragó en un río
La misma Pekala Mara quiere nadar a contraviento
volar contracorriente y encontrar esa huella
esa mínima brizna que la llamara Pekala
y decir que en la frontera alguien busca su nombre
y pregunta al viajero si ha escuchado el sonido
del pájaro perdido en la espesura
Pekala Mara tiene
le han cortado
un nombre de la rama del olvido.
Germen
Traduzco Los Pájaros de Lars Gustafsson
En el patio las bicicletas naufragan en la nieve
Picotean los copos contra la ventana
Bajo el frío sol mi mundo es una manzana a la redonda
Estoy -estaba digo sin saberlo- sobre el cuadrado del círculo
Mañana cumpliré cuarenta años
la muerte etc. etc.
Sergio se fue a España en busca de vino de mujeres de divorcio
Traduzco tres sílabas del idioma extranjero
Fåglarna
en mi lengua en otras lenguas suena a niebla a lar a nada
Un diccionario sacude sus ramas se desprenden sus plumas
Mañana subiré del subterráneo a la plaza nevada
Volaré a mi bautizo.
Escrito en Estocolmo
Y qué será de Patricio?
Con su ceñudo gesto se echará unas copitas en memoria
de quizá cuál recuerdo / nieve / luz artificial
/ el silencioso túnel de algún Metro
camino hacia sí mismo (el timbre de un teléfono irrumpe en el poema)
Su voz apenas queda registrada en la imagen
-una fotografía fechada hace unos años-
resuena en la consola al reinventar su nombre
La pantalla es oscura
El ceño es de mi padre la calva de mi abuelo
su amor al viejo libro lo copió desde niño
y ahora entiende a Shakespeare y se ríe en los buses suburbanos
de sus tontas novelas medievales
Lo miro en este texto:
tiene casi la edad que yo tenía en ese instante
en la misma ciudad cuando llegaba
sin saber de un regreso
(el timbre de un teléfono extiende sobre el tedio
su ruido por la tarde) Es ya casi verano
y ahora los papeles se invirtieron como puntos cardinales
(lo dijo Ángel González) que ocultan sus ganancias:
tiempo tiempo tiempo
Traquetea el olvido como un tren subterráneo
y en cada andén el viento levanta algún retrato
-un cómic arrojado desde un tren extranjero (*)–
que alza como un hijo en repentina risa
y lo arrastra a lo oscuro.
(*) Íbamos en busca de la libertad de América/ El tren era un cansado jadear sobre la pampa/ y esas líneas te dije son trampa para incautos/ Lancé por la ventana tu revista/ y con ella -ahora sé- deshojaba mi imagen/ Has cobrado esas páginas/ cada cuadro cada globo cada color has revisado/ Difícil detener ahora esa marcha/ aullar como ese tren antes del túnel/ bajar y recogerla entre los restos/ cambiar de itinerario/ Éramos cuanto somos quizá algo más pobres/ o más aventurados/ Tal vez eso olvidaste mas no aquel cómic/ Cada palabra tuya lleva rencor en su trazado/ y a veces florece con el vino/ al paso de la ausencia/ No hay fin para esta historia/ es parte del guión equivocado/ panfleto de algún cuento/ que silba en la memoria y nos persigue/ como el retrato de una estación ya muerta.
Epígrafes
“País culiao…”
Marcelo Mellado
El epígrafe de Enrique sobre esta horrorosa página
hiede en ausencia
Yo nunca salí de nada tampoco de su texto
aquel donde menciona
a un extraño país con vista al mar
Toda esa trama está relatada en un spot publicitario
que anima esta kermesse de atrasados mentales
Toda la tramoya retratada al otro lado de la hoja
en el verso espantoso que la hiela
Qué más?
Brillan cercanas dos líneas de Arbeláez
(será para el próximo poema).
.
Juan, gracias hermano poeta, gracias amigo compañero. Gracias Maestro por compartir tus poemas,
ResponderEliminarNorton Contreras Robledo
Malmö Suecia