jueves, 11 de noviembre de 2010

1805.- JOSÉ MANUEL SOLÁ


JOSÉ MANUEL SOLÁ, Poeta, narrador, periodista y educador puertorriqueño, nacido el 1º de agosto de 1944 en Caguas, Puerto Rico. Ha sido premiado en numerosas ocasiones, entre otras, con el Primer Premio, género Narrativa: 7mo Certamen Nacional de Literatura, Federación de Maestros de Puerto Rico (2001); Segundo Premio, género Poesía: 7mo Certamen Nacional de Literatura, Federación de Maestros de Puerto Rico (2001); Premio "aBrace" de Literatura; Montevideo, Uruguay (2002); Recibe certificado declarándolo "Poeta de Excelencia", por la Casa del Poeta Peruano durante las actividades del Encuentro Literario aBrace; Montevideo, Uruguay (2003); y se le tributa un homenaje en la Legislatura Municipal de Caguas, Puerto Rico (2004). A partir del 1997 y durante dos años publicó y distribuyó el boletín "Bodegón de los Poetas", que circuló entre escritores y poetas de Latinoamérica y España. Sus trabajos han sido publicados en numerosas revistas literarias de Puerto Rico, México, Estados Unidos, España, Perú y Luxemburgo. Ha publicado en Poesía: Poemas (1994); Hay luz en esa casa que fue mía (1996); Los nombres en la piedra (2001); Incandescentes pájaros del alba y otros poemas en libertad (2004); Poemas para leer una tarde de octubre (2006); Poemas Clasificados / y aquellas otras lunas misceláneas (2009). En narrativa: Ya vienen a buscarme (2001); Milagro bajo la estrella del Oriente (2001).





YO SOY UN TRIPULANTE DE LA VIDA

Yo soy un tripulante de la vida;
en mi equipaje cargo la luna inmemorial
de todos mis otoños,
canciones que canté y ya nadie canta,
palabras que escuché en alguna esquina,
boletos de aviación y de regresos
y atardeceres bajo las estrellas.
Encontré la bitácora en los ojos
de algún amor:
allí cumplí mis horas y mis versos
y allí escribí las crónicas del alba y de los pájaros.
Me acompañan
la voz de mis hermanos,
pueblos perdidos que me conocieron alguna noche azul y silenciosa,
el libro de un autor desconocido
y todos mis amigos
encandilados de vino y de canciones.
Hago el viaje a la mano que saluda,
a la que dice adiós y "...te esperábamos...",
la mano que libera las gaviotas,
la que pinta la aurora tras los montes,
la que alumbra faroles en las aceras de un planeta sin nombre.
La que te entrega el número de un sueño.
Yo soy el tripulante del canto y la utopía que no tiene regreso.
Yo soy el tripulante
de este instante de vida...







A VECES SE ME OCURRE...


A veces se me ocurre ser
un prestidigitador de las palabras,
malabarista de crepúsculos,
trapecista de estrellas en las noches de lluvia...
Si... a veces se me ocurre
que navego los mares de otros mundos
y que mi corazón no es más que un girasol
que busca con tristeza ser amado.

Vestido de arlequín
acudo al carnaval de la locura
y canto, canto, canto...

A veces he creído
que mis manos son lumbres,
que hay un duende herido
que camina mi alma.

Y a veces me parece que estoy solo...

A veces se me ocurre
que el ángel de la vida me abandona,
que son sueño mis alas,
que camino descalzo por bosques encantados,
que hay un pájaro azul sobre la luna
que canta, canta, canta...

A veces se me ocurre que estoy vivo...







INCANDESCENTES PÁJAROS DEL ALBA

Soy la suma de todos mis ayeres
y de los minerales milenarios
del agua primordial
de las galaxias
del átomo y del polen
de lunas que gravitan los espacios más hondos
de tierra y de latidos siderales
de besos que se dieron en la noche
de llantos y susurros en la mano
Yo estoy hecho de aves migratorias
de tambores y de semillas
de selvas de montañas de volcanes
de piedra y de maíz
y salgo de la quena y de la hoguera
y de mil voces
Yo vengo del aliento de un dios que desconozco
ah si, vengo desnudo
del corazón de un pájaro alumbrado
y todo fluye en mi
despavorido
en fuga hacia la aurora...





VUELVO A LA NADA

Confieso
que me duele la aurora
que me engaña la luz de la alborada
que hasta la línea azul del horizonte se rompe con mi aliento
que no encuentro mi voz
que hasta el aire me falta
y así me voy muriendo de tristeza
y así me voy perdiendo de mi mismo
me retiro al vacío del silencio
donde la estrella de mis manos cae
como el hilo encendido de una lágrima…
Confieso que estoy solo
digo que no me importa
ni amigos ni enemigos
digo que me volví por estas calles
sin mirar al pasado que agotó la existencia de los ángeles
sin volver la mirada…
Confieso que me marcho
a donde no me alcancen las palabras
al olvido de todos y de todo…
Regreso a la raíz
a la semilla
a la intención de Dios tal vez…
Vuelvo a la nada…

Domingo 3 de octubre de 2010



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