miércoles, 12 de noviembre de 2014

ALEXIS ROMERO [13.986]


ALEXIS ROMERO

(Ciudad Guayana, Venezuela  1966) es autor de los poemarios Poemas de la terquedad (finalista en el Premio Internacional de Poesía J.A. Pérez Bonalde 1994); Lo inútil del día (1995); Que nadie me pida que lo ame (1997); Santuario del verbo (1997); Los gestos mayores (finalista en el Premio Internacional de Poesía J.A. Pérez Bonalde 1997); Gestos mayores (selección/plaquette, 1998, Premio Vox Novula 1997); Los pájaros de la fractura (1999); Los tallos de los falsos equilibrios (2001, Premio Internacional de Poesía XIII Bienal J.A. Ramos Sucre 2000). Cuaderno de mujer (2002) y Demolición de los días (2008). Su poesía ha sido traducida al francés, portugués, inglés, italiano, coreano y sueco. Ha sido incluido en varias antologías de la nueva poesía latinoamericana. Romero es Licenciado en Ciencias Pedagógicas por la Universidad Católica Andrés Bello, donde ha realizado estudios de maestría en Filosofía de la Práctica. Especialista en Pedagogía, Evaluación y Didáctica Críticas, es profesor de Gerencia del Conocimiento en esa universidad. Ejerce la crítica literaria y política en revistas y periódicos nacionales e internacionales.



(fuente del sentido)  

el sabio miraba las tetas de la joven  
y gritaba con dolor lingüístico 
de ellas no se saca metáfora alguna
la joven 
cargada de ternura 
de ignorancia verbal  
le susurraba 
en efecto 
de ellas sólo brota la leche 
el alimento de la metáfora





hay seis guacharacas

hay seis guacharacas abandonando su patio de origen 
una mujer disertando con tristeza de gato 
sobre lo saludable que es contemplar una traición 

puede que no use esta palabra 
porque vive los días con la certeza de la soledad de Dios 
pero nadie puede negar el habla de los limpios 

ningún decir 
sólo insinuaciones 
para que cada cuerpo intuya la grandeza
para que cada cuerpo se resienta cuando dice 
porque entre nombrar y decir hay un desierto 

eso lo saben y practican los gatos 
con su cola sólo sugieren 
con su silencio sólo sugieren 
con sus latidos de caballo sólo sugieren 

se sientan en las sillas 
y nos miran con la misma tristeza de Cristo en el monte
ellos tan frágiles y nosotros tan seguros 
hablamos sin decir gritamos sin decir 

no comprenden la palabra compañía 
no adivinan los sueños y sus inevitables consecuencias 
los abruman las causas los detalles del día 
los mutismos y llamados de las falsas alturas 

sólo ronronean 
o se marchan a los lugares de la caricia
o beben del agua cuando estamos ausentes 
saben de fuentes y de cómo y cuándo sorber 
saben reconocerlas y se quedan tranquilos 
no dicen nada 
tranquilos 
cual galaxia para anunciar un cambio

Del libro La respuesta de los techos (2008)




contra el ars poética

los lugares del cuerpo
nos son los lugares del poema

los lugares del cuerpo
son los lugares del cuerpo

los lugares del desierto
son los lugares del poema

los lugares del poema
no son los lugares del desierto

los lugares del poema
son los lugares del poema




a pesar de todo

yo te confundía con Dios
pero el no tiene esqueletos en el alma
ni se detiene a desgastar sus días
en experiencias del ayer

tus labios comían sin cesar
a pesar de que los mostrabas detenidos
como si imitaras las manos de los santos apedreados

te le parecías
aún cuando levantabas el índice
y escribías en los papeles del aire
que toda marcha es una bienvenida.





ars poética de la cruz

me educaste para que tuviera conciencia de las idas

para que aceptara que las marchas 
nunca son hacia atrás

para que extrañara inútilmente

para que me llenara de asombros
ante el rayo y sus efectos en el nido

para que perdonara
a quienes nunca te mencionan

para que mirara desde la insoportable distancia

para que inclinara mi rostro en la nada
y olvidara como se maldice el abandono

de La respuesta de los techos,
Editorial Universidad Simón Bolívar,Caracas,Venezuela,2008




limpiar las calles

los sitios donde he vivido
han sido siempre tan peligrosos
si no es la memoria con su furia de abandono
son las señoras limpiando de las calles las pruebas
de que estuve ayer o esta mañana como todos los días
no es tan fácil vivir así repitiendo esta guerra contra la escoba
pensando y haciendo repensando y ejecutando
estrategias permanentes
no tenemos chance de recuperar lo que nos borran
nos acontecen impulsos asesinos
o milagros para destruir semejante constancia
hay tanto poder en sus brazos tanta insistencia
como cuando el pájaro brota y parte de la página
asediado por el tedio y el reclamo
pero un crimen se puede evitar un crimen se puede borrar
sé que es incómodo pero es como la imagen
que escrita propicia la sombra






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