lunes, 10 de septiembre de 2012

7768.- CARMEN SÁNCHEZ




CARMEN SÁNCHEZ
Nació en Hato Mayor el 16 de julio de 1960. Poeta y educadora. Concluyó sus estudios primarios y secundarios en su pueblo natal. Tiene una licenciatura en Educación con concentración en Biología y Química y una maestría en Planificación Educativa, ambas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. En esa misma institución enseña Didáctica desde 1983. Se especializó en Programas de Formación de Educadores de Escuelas Normales Superiores. Participó en la formación de Círculo de Mujeres Poetas y del Colectivo de Escritores Dominicanos. Pertenece a la Generación de los 80. En 1996 ganó el Premio Nacional de Poesía con el poemario Demando otro tiempo. Sus poemas han sido ampliamente difundidos en la prensa nacional y extranjera. 

Poesia: Descalza sobre piedras. New York-Santo Domingo: Ediciones Alcance, 1985. Demando otro tiempo. Santo Domingo: Offset y Encuadernaciones, 1995.





ARQUITECTO DE SOLEDADES

Disfruto mi soledad que no es mucha
que nadie pretenda quebrar un barrote
del encierro total que me construyo
poco a poco
poco a mucho
en él me fermento en mis pesares
hacemos un perfecto licor
no pienso tocarte nunca con mi amargura
ni siquiera intentes sustraerme
del encierro total que me edifico
donde pasta dichosa la desdicha
de la infeliz más feliz
que soy.




POEMA DE LAS DUDAS  

Dios no esiste porque
a Dios lo mataron los malos.
Antonio José, 5 años
  
¿Qué hago con este minuto que me ha sido dado?
no planifiqué tenerlo
¡dejarlo ser en mí he decidido!
y si es mucho este minuto que no sea
no iré tras otro ni mejor ni peor
lo quiero así
así como ha llegado
con el primer grito y con el último suspiro
¿qué hago con este minuto que no pretendí
y que ha llegado a estas manos
artesanas del destiempo y de las dudas?




RENUNCIACIÓN

Renuncio a todo esto que entendiéndolo tanto me confunde
doy este salto al vacío
todo sujeto a prueba
¿nueva liturgia?
nada seguro quiero
soledad caminos tenebrosos inexperiencia riesgos
vengan ahora
necesito peligros
desaprenderlo todo
¿qué retomar?
estoy blanda y ligera
soy toda sorpresas para tu desvelo
toda ebullición adentro
ahí donde no hay otros testigos que este ser tan mutilado
arden las ropas de las que he quedado desnuda
se delata una cobardía de papel y nubes
la lluvia moja las ruinas de tu silencio
todo es tan real que parece un sueño
éxtasis plural que me envuelve
desde donde contemplo esto
que no tiene nombre ni fecha ni edad
esto que nadie sabe desde cuándo se gestó
y que está naciendo sin poderse fecundar.




RECESO DEL DÍA

Hoy mi boca está muda para el mundo
estoy llena de cactus
mi clima está cargado
mi reloj pide recesos al día
mis muñecas salieron al campo
mi guitarra tras un bohemio trovador
allá abajo mis libros desordenados
no hay mica
las ondas fueron a huelga
doy vueltas como esfera perfecta
saldo de mi eje
busco
a nadie encuentro.




DE REGRESO

Vengo
hace tiempo que estoy sacudida
dejé caer todo cuanto me hicieron creer que tenía
y voy cada vez más plena
con la única intención de no tener nada
me quedo en la esquina de la mesa
observo tu discurso pretencioso
me crezco con la mirada que no me das
¡sigue con esos aires!
mientras yo beso estrellas cada mañana
me baño en el rocío coronado de estiércol fresco
y salgo feliz sin nada que probar
hace tiempo entendí que lo mejor es no pensarte
y después del entendimiento
¿dime qué?

Las Pelucas Delirantes, la poesía de la Generación 80 dominicana 
(Antología crítica). Selección, prólogo y notas de José Alejandro Peña






BUSCO UN HOMBRE

Que tenga piel
pétalos y auroras en la mirada
un hombre de barro fresco
sin músculos
sin fuerzas
con energía prestada de la luna
con lágrimas como yo
con sollozos en la calle
un hombre que corra
detrás de las mariposas
se anide en sus arrullos
que tiemble y me lo diga
un hombre sin tiempo sin agujas sin edad
que recoja mis pedazos y los arme
que coloque flores en la jarra
que en la cama no duerma – sueñe –
y con paciencia arbitraria se interese
por toda esta charla que a nadie
a nadie digo
busco un hombre que tenga una sombrilla
que la cierre cuando caiga la lluvia
y me enseñe a preguntarle a los niños
pequeñitos
¿cómo nace el amor?




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