sábado, 9 de julio de 2011

PIERGIORGIO VITI [4.126] Poeta de Italia



Piergiorgio Viti 

Nació en Sulmona (Italia), el 21 de junio de 1978. Obtuvo el título de licenciado en historia y conservación de bienes culturales, por la Universidad de Macerata, es profesor de enseñanza media, además de periodista. Ha obtenido una cuarentena de premios y reconocimientos en certámenes literarios dentro y fuera de Italia. Poemas suyos han aparecido en diversas revistas literarias y antologías. Escribe, además, ensayos, entrevistas y artículos periodísticos. Administra el blog personal plancton.splinder.com.





Versiones al castellano de Jorge Aulicino





con gestos prudentes
levantas la vajilla, el azúcar,
maniobras con tacitas descontentas.
el verano todavía se demora.
el afán escondido
entre rubios encajes
es un sueño
que adiestras con somníferos.
suspiras. imaginas cosas que te han escamoteado,
estaciones no llegadas
y, en tanto, te quedas absorta
con la mirada
sobre inmóviles vitrales.





No te apartes en la luz
que, llameando, te envuelve, casi
te viste. El verano se encarama
a las verjas, sobre las rejas, recupera su
aliento. Las begonias,
abrazándose, atestan cornisas
y cercos. Las cocinas se afanan
por el almuerzo, una voz cortés
lee las noticias, pero tú
miras otro sitio, donde los techos se avienen
a restringir el cielo.





La respiración en el vidrio...

La respiración que en el vidrio se pierde
es de un tiempo que no deja escapatoria.
Mientras el mirar procede
como un bisturí entre invisibles heridas,
tú hablas, de espaldas. En los milímetros
o años que nos separan,
se escucha el espacio en blanco,
entre una palabra y otra.






A las nueve de la mañana...

A las nueve de la mañana ya sentía
el olor de lavandería, aquel olor
terso, de limpieza extrema, continental,
y por las escaleras tamborileaba
el sonido masticatorio de la gran lavadora:
lo sentía retumbar en la cabeza, el pecho,
y yo, pequeño, solo, me espantaba
de poder ser su bolo.

Versiones de Jorge Aulicino
Piergiorgio Viti (Sulmona, L'Aquila, 1978), Accorgimenti,
Casa Editrice L'arcolaio, Forli, 2010






De "Se le cose stanno così"



De París no recuerdo la torre Eiffel
o Notre Dame o el Sacre Coeur,
sino los inmensos jardines donde
las fuentes plateaban la luz;
y nuestras presuntas conversaciones
sobre Italia, demasiado lejana,
como la cuadratura del círculo.
Y luego recuerdo desde tu ventana
las estimaciones de mil ventanas:
inquilino de departamentos inexplorados.
recluta de las costumbres más disparatadas,
mi vida se multiplicaba en las de los otros
y era inútil leer los horóscopos
o preguntarte qué probabas en mí,
porque yo era todos los demás.





Mi madre no sale más,
se aturde de fármacos
y espera las siete, cuando el presentador hace preguntas
que parecen dirigidas a ella.
Mi madre no sale más.
La última vez, hace años,
hizo un paseo cerca de la rompiente
y al regresar me dijo que el mar
le parecía que caminaba para atrás.

Se le cose stanno così, Italic, Ancona, 2015
Versiones de Jorge Aulicino






Di Parigi non ricordo la Torre Eiffel
o Notre Dame o il Sacre Coeur,
ma gli immensi giardini, dove
le fontane argentavano la luce,
e le nostre presunte conversazioni
sull’Italia, troppo lontana
come la quadratura di un cerchio.
E poi ricordo dalla tua finestra
le stimmate di mille finestre:
inquilino di appartamenti inesplorati,
recluta nelle abitudini più disparate,
la mia vita si moltiplicava dentro le altre
ed era inutile leggere gli oroscopi
o domandarti cosa provassi per me,
perché io ero tutti gli altri.






Mia madre non esce più,
si imbambola di farmaci
e aspetta le sette, quando il presentatore fa domande
che sembrano rivolte pure a lei.
Mia madre non esce più.
L’ultima volta, anni fa,
ha fatto una passeggiata sulla battigia
e, al ritorno, mi ha detto che il mare
le sembrava camminasse all’indietro.









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