miércoles, 8 de junio de 2011

3906.- GIOVANNY GÓMEZ


GIOVANNY GÓMEZ
Nació en Bogotá en 1979. Reside en la ciudad de Pereira desde muy temprana edad. Editor de la Revista de Poesía Luna de Locos.
Ha sido invitado a importantes festivales de poesía, destacándose sus lecturas en Colombia, Argentina, Chile y Costa Rica.
Prémio Nacional de Poesía María Mercedes Carranza.
”(...) CASA DE HUMO, el libro de Giovanny Gómez, se revela como testimonio de algo que ha pasado fuera del libro, pero que sólo por sus palabras se cumple, la sospecha que alcanza a todo poeta de que la vida es sueño, acompañada de la valerosa meditación: y no sé si despertar conviene. El don le há sido concedido: el joven ha llegado a la clina de Catulo, se ha hecho poeta, y ahora sabe que eso no es uma salvación sino algo que reclama valor y lucidez. No es esa cosa fácil: el triunfo, no es esa cosa vana: la gloria, sino uma existência de riesgo y de milagros: saber que voy dormido/ hacia una trampa/ em donde ocurren las palabras.” WILLIAM OSPINA


De
CASA DE HUMO
Bogotá: TL Tertulia Literaria de Gloria Luz Gutierrez, 2007


VIENTO QUE DESNUDA CADA HOJA

A mi hijo, Juan Felipe Gómez

Reflejos de un árbol
que se recoge en el aire
de pájaros
que saltan
sobre los bordes
de un muro

¿Cómo perciben mis ojos
el viento que desnuda cada hoja?
¿Cómo en ese reflejo el cristal de la mesa
encierra las ropas colgando de la ventana?
La vida se escapa
y nadie detiene la prisa que derrumba el muro
y nadie cierra los párpados
con la lluvia que escurre en la ropa
ojos que miran mis ojos
si se reflejan nubes
son sólo eso
solo eso


LUGARES SEMEJANTES A LA NOCHE

Perdido en mi ser
van conmigo sombras
luminiscencias de un fantasma
que espanta em su propia casa
cuando no se tiene más que a uno mismo


VERBA VOLANT

Estas puertas abiertas
a la noche del cuerpo
se cierran sin sonido de gosnes
Tras ellas el tiempo
fluye en pedazos
y arrecia impenetrable
su rencorosa música

Cuando te abandone su rumor
y la sequia de las palabras
sea el espejismo en tu cara
Comprende que no se escapa
por que hace falta el aire
Entre mares y desiertos
lugares invisibles
esperaban los ojos


UNA PALABRA COMO CASA

Señor dame una palabra
que tenga la forma de un barco
un barco de velas inextinguibles
donde pueda ir a conocer el mar
Dame esta palabra por casa
Por vestido por amante
deja que ella sea mi soledad
mi alimento y no pueda sobrevivirla

Aquí estoy tan vacío de formas
y silencio...


Toda mi inspiración semeja
el ruído de unas manos atadas
necesito un barco por cuerpo
y el amor por mar

Escúchame por estas alucinaciones
Y la vastedad de las cosas que vuelven a su lugar


DE UN BOSQUE QUE JURAMOS QUEIMADO

Es inútil saber cuánto esperamos por un amor
cuando la casa se nos viene encima
y los vestidos siguen desnudos
con la risa de una naturaleza que nos tomamos a sorbos
Es este el bosque de la memoria que juramos quemado
donde el deseo de encontrar
vuelve a lo que alguna vez robaste
en esos sueños
en esos poemas insuficientes
que no nos sucederán ahora
que no serán nunca


CASA DE HUMO

En algún lugar del mundo encontrarás
que uma lágrima recogida en el lecho
unas tijeras abiertas debajo de la almohada
verán esas calles que nos llevan más adentro
cuando los recuerdos a fuerza de no vencer en ti
devuelven regalos de su propia miseria




TIEMPOS

Hablo de los días y las noches
del trepidar de calles
del sol que perjura en sus navajas
Hablo de una llaga en mi espalda
donde el peso del mundo duele
de lo único que no dejan ver los cristales
del rencor y su transparencia en la sangre

Hablo de un animal dormido
y compases de vals con mariposas en mi alberca
Hablo de no poder ignorar
las auroras con sus muertos
de mis manos sudorosas
de las paredes donde se oculta el amor
del dios que canta en esas orillas
donde se rompen las olas





COSTUMBRE

Las veces que el río dejó sus zapatos
y corrió desnudo tras el viento
el árbol hizo de su copa las raíces
los pájaros caminaron ebrios
No he conocido de donde viene la risa
sin que deje algunas lágrimas
He visto mis piernas huir de mí trastabillando
y las lisonjas de tu cuerpo
devolviéndome a un sueño







INVOCACIÓN AL MAR

El sol que quema
es presentimiento
de la vida que desequilibra
y no pueden las estrellas
ni el salitre en estos vientos traer
el canto de los marineros
las horas de la primera noche
el silencio de altamar
Lugares donde soy nadie
donde mi alma es la única huida
entre las vertientes que sigue
sin saber de esperanza o de vergüenza
He aprendido el azul insondable
que dicen los hombres respirar
donde la memoria de los libros no sabe
y algo en mí pregunta por las playas nórdicas
las costas de China el encanto de Estambul
por los caminos que siguen los salmones
y los brujos en Costa de Marfil
Sé que despierto
cuando la sangre devuelve un hálito de viento
al despliegue de las velas en el amanecer
ya he soñado emborracharme hasta sentir el resplandor
de las montañas de sal
pero los sueños son palabras que se desvanecen en la boca
y libros que rodean un cielo figurado
y una maleta vacía y dos pies descalzos
buscando correr






MAS DEVOLVER LA LUZ
ES ENTREGAR DE SOMBRA
UNA TRISTE MITAD

Si el sueño está ligado al peso de la sangre
cada sueño se embriaga del lado donde reposa
del origen donde fluye más lento el aire
Si me duermo de un lado
orillas del mar vienen hasta los ojos
y se calla el viento húmedo
y están livianas las piedras
que vuelven insignificantes
tus pertenencias en el mundo
La visión puede ser el mareo
una corriente en la que llevando tu vida
se deshacen estas ansias jóvenes de dormir en cualquier lado
porque la sensatez es un barco
que no atraca en ninguna parte





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