domingo, 14 de noviembre de 2010

1887.- GABRIELA BALDERAS

GABRIELA BALDERAS
Nació en México, D.F. (1963). Poeta, promotora cultural y docente. Estudió la licenciatura en lengua y literaturas hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue coordinadora de difusión y relaciones públicas de la Casa del Poeta Museo Ramón López Velarde; cofundadora y coordinadora de difusión de la revista Hojas de Utopía; jefa de eventos especiales de la subdirección de acción cultural del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado y coordinadora de exposiciones, extensión académica y difusión del Centro Cultural San Ángel. Colaboradora de revistas y suplementos culturales como Arena, Blanco Móvil, Castálida, Cultura Sur, El Centavo, La Jícara, Péndola, El Cielo de las Serpientes (La Paz, Bolivia), El Cocodrilo, El Dominical, El Gallo Ilustrado, Generación, Ruptures, La Revista de las 3 Américas (Québec, Canadá), Los Universitarios, Parva, Periódico de Poesía, Punto de Partida, Revista de Literatura Mexicana Contemporánea, Sábado y Tierra Adentro. Fue Becaria del Centro Mexicano de Escritores (1990-1991), del programa de Jóvenes Creadores del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de-Chiapas (1996-1997) y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en el mismo programa (1997-1998). Parte de su obra se incluye en las antologías: Animales distintos. Muestra de poetas argentinos, españoles y mexicanos nacidos en los sesentas, Ediciones Arlequín, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sigma Servicios Editoriales, México, 2008; Eco de voces (Generación poética de los sesentas), Arlequín/FONCA/Sigma Servicios Editoriales, México, 2004; Las flores de la dicha, Antología de poesía alegre, Planeta, México, 2003; Poésie mexicaine du XXe siécle, Patiño, París, 2003; Poetry Inside Out: The Best of 2003, Center for Art in Translation, San Francisco, 2003; En el rigor del vaso que la aclara el agua toma forma, Homenaje de poetas jóvenes a Gorostiza, Resistencia, México, 2001; Árbol de muchos pájaros. Antología de poetas chiapanecos del siglo XX, UAEM/La Tinta del Alcatraz, México, 2000; Mujeres poetas en el país de las nubes, Ediciones La Cuadrilla de la Langosta. México, 2000; Antología de Letras y Dramaturgia, Jóvenes creadores 1997-1998, CNCA/FONCA, México, 1998; Poetes de Chiapas, Editions Caracteres, París, 1997; Las divinas mutantes. Carta de relación del itinerario de la poesía femenina en México, UNAM/Praxis/Instituto Mexiquense de Cultura/SOGEM y SEESIME, México, 1996; Mujeres que buscan, UAEM/La hoja murmurante. Separata de Arte, México, 1996; La sangre de su sombra. En el XLV aniversario de la muerte de Xavier Villaurrutia, Museo de Arte Moderno, México, 1995; Poetas de Tierra Adentro II, CNCA/Fondo Editorial Tierra Adentro, México, 1994, entre otras. Sus poemas han sido traducidos al inglés, portugués y francés. Ha publicado los libros de poesía: Estaciones del viento, CONACULTA, Tierra Adentro (1993) y Ojo del corazón, UNICACH, Boca del Cielo (2007).






LAGO DE NITYANANDA

El pensamiento se sumerge
en el lago de Nityananda
ondula una estela
la hierba rezuma brillos
El viento columpia el rodeno
tira los frutos
en la boca de la transparencia
En la orilla una piedra
sueña ser ala
El ojo de la tierra espejea
diamante que copia la intensidad del paisaje
Reverbera una mirada
joya adentro
pule su fuego
Es agua la piedra
los peces son estrellas
y el relámpago se abre
en el fondo del pensamiento
Hace flotar bajo la frente
el sol bañado en el corazón de un santo







CAMINO DEL SILENCIO

Bajo fiebre de soles
te adentras en el camino
Es cortinaje la sombra

Con el soplo del pensamiento
se desintegran pequeñas flores
así las palabras

Enmudeces

Más sigilosa que la serpiente
se desliza una línea
arrastra reflejos:
ola lanzada en la tierra
vuelo sin ave

La mirada pulida de las hojas
En la entraña del bosque
late un ópalo azul


Se traslucen tus pies
escalan el silencio

La luz ata su hilo entre los pinos

Sales al sonido

Las piedras se oyen como alhajas
que barre el viento

No termina el camino
se abre en un círculo
y conduce de nuevo al inicio








RUEDA DEL CIELO

La rueda del cielo
sus areolas
torbellinos de lumbre
Corazón girando
en el centro de una esfera
Igual que el espejo
nos retorna en imagen

Un jinete es el ojo
avanza
sin rienda en el tiempo

Un molino de alas
desvanece las huellas
de los corceles del pensamiento

Cubo de chispas
renace allí el espacio:
gajo de luna
rodaja de sol
Una ola sale de su túnel
y en él se envuelve
agita el mar como sistro
atabal que no cesa
La noria extrae de la palabra el pozo
es una olla el mundo en la mano que lo rota

Nada frena
ni ata
el destello del carro
No lo sacia su fábula
Nacemos bajo su eje
Memoria humeante en la errancia del fuego







LA ALMENDRA

Flota en la luz la almendra fruto alto
castillo

Sobre el aire
pende
hacia adentro y afuera
mira

El viento mueve días
comba nombres
troncha llamas
y las siembra en parcelas azules

Llueven sonidos en el claror del mundo
Se desintegran raíces y huesos en la tierra
se ramifican nuevos túneles
laberintos de savia en el jardín

Los espejismos cantan
son hijos de un río
de los que fueron devorados por la música

Frente a ellos una muralla leñosa
resguarda el pericardio:
de rizar el fuego
de prender el agua
de dar vuelcos la granada en los confusos avisperos
y de la injuria de los picos de las ibis

La semilla contempla
fecunda de silencios

La almendra madura migraciones
el rayo no la quema
la desprende de la cepa
y la corteza estalla

Flota sin cáscaras la simiente
en un vuelo sin fondo
vence corazas de su esencia
En lo imperfecto mora
y alaba la soledad en la drupa
o en demasía manjares








EL VERDE REVERBERA

El verde reverbera como la idea
devienen sus raíces
en el ramaje de los verbos
y es presencia
tibieza que linda con el aire

El contorno de las hojas
aguardan yemas de luz

Un reino que es murmullo
Un orden desbordado
no lo calcina el rojo
no aja el azul
La fronda es pensamiento

Los élitros del signo revolotean en la página
junto a corimbos que encienden su voz
y anturios como llamas fijas

Se inventa la calma
es limo
Reconciliación con el todo
desde la sinople del alma:
mezcla de fuego y agua
forjan el cristal

El verde es idéntico a la espuma:
Intermitente cubre los cielos del lenguaje







SÓLO ESTA LUZ
En homenaje a José Gorostiza

Sólo esta luz
que avanza como un río
no se detiene nunca
ni retrocede como el mar
febril y llena de sí misma
diáfana
no envejece como los recuerdos
ni se ahoga como el amor en el fondo del vaso
Ni en la cima del beso
desborda sus livores

Luz contenida en el verso
asombra
riega semillas
estrellas en los bordes del cuerpo

Sólo esta luz teje montañas
o una marea verde al sur
y tiende puentes que unen transparencias

Sólo esta luz
es zarpa y arpa
rasga una vez y otra
las cuerdas de la tierra
y al tornarse agua
colma su lago en la palabra

En cada gota de esta luz crece una flor inmarcesible
Caen racimos líquidos sobre el blanco:
egregio nido de sonidos

¡Qué síncopa de sombras
siguen el curso de la luz!
Rumbo a las zonas ínfimas del ojo
se abren hacia adentro
en el ritual de su soledad
al ritmo de la flama

Golpea el tambor la luz
y sus raíces
No es del alba
sino del ojo
que clama y llama
enardecido a su vacío
a su muerte musical y prometida
recreada a semejanza del oro
puntual como una cosecha de pájaros

La drupa emana de la boca
el ojo de la voz
sigue su ruta luminosa
emboscada por su savia dispersa
que vuelta a reunir
luye
el ramaje del orto
¡Qué viento mece luz
y la deshoja en el huerto de esta hoja!






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