CARLOS PICCIONI, Nació en 1945, en Tostado, Santa Fé (Argentina). Estudió Historia en la Universidad Nacional de Rosario. Ejerció la docencia. Colaboró en la revista El lagrimal Trifurca y perteneció al grupo La Cachimba. Publicó cuatro libros de poesía: Las palabras de todos (1981); Paisaje (1983), El sueño de las lluvias (1984), con el que obtuvo en 1987 el premio Provincial José Pedroni, y Desde el agua y el aire (2000) con el que obtuvo el primer premio en el concurso municipal de Poesía Felipe Aldana. Sobre su poesía ha escrito Jorge Isaías: "La poesía de Carlos Piccioni abarca los grandes temas de la humanidad, pero no narrativamente sino como chispazos, como metáforas muy sutiles a veces, y en otras nombra algún personaje mínimo de su pueblo, aquellos que llevan toda su indefensión a cuestas, todo su desamparo. Su poesía nunca es ostentosa, más bien tiene una marca de pudor y una contención que hace de sí un rasgo de estilo."
TABACO
a Ricardo H. Herrera
Tabaco de mascar
decía,
de chicar,
de chala,
en hoja, misionero.
Tabaco en cuerda. Decía:
los viejos tienen cien años y mascan y escúpen
su tabaco y su cáncer y su riesgo de días
y noches...
Decía, esa apetencia y ese ardor
de los que degustaron la vida
con el temblor de la boca
atabacada,
dulzona, eterna como las
sílabas...
ALLÁ ABAJO
a Pedro Bollea
"Arde allá abajo una naturaleza
fósil, allá en el fondo
arde la Prehistoria."
Valerio Magrelli
Lo que deviene
perdurable y se hace trizas
por el fuego.
El perdón, el latido,
lo ignorado.
Lo que rige
la paciencia en Padeletti.
En el fondo del abismo,
lo gozado,
lo incierto.
Sin importar quién lo escriba
es esto lo que amamos.
La humanidad y su rabiosa sombra,
permítase al poema.
LA COCINA
Los colores. Y el
aroma
de la cocina.
Un amarillo opaco
de infinita ternura
es el color de la cocina.
Estamos con Martín
en la cocina. Con Carla.
Elba cocina lentamente
unas carnes rojas
que pedirán intensos
y virtuosos vinos.
Escribo un poema
en la cocina.
Hay un amor
flotando en la cocina,
que lo invade todo.
Hasta el color de la cocina.
TARDE DE LLUVIAS
"Quién sabe si una parte de mi vida
no pertenecía ya a las ausencias definitivas."
Rubén Vela.
Del universo enojoso
del dolor
hablo
y turban mis fibras
una sustancia / inalterable /
de presunciones y de ausencias.
La opacidad
y una tarde de lluvias
me devoran.
Digo.
Palabras y finuras:
como la del eucalipto
flotante y soberbio
que mi recuerdo ampara
desde algún trágico silencio.
POÉTICA
Es en mi pueblo
donde el conjunto
terroso y cristalino
de las lluvias,
mezcló
su fragancia conjuntiva
con mis huesos.
Allí bebí su ritmo,
su música constante,
allí entreví el murmullo
adocenado del sistema,
su pico genocida.
Hay una inquieta y triste
y dulce (¿y trilce?)
agitación de aguas
en la raíz del sufrimiento?
Un sabor a tierra
y semen
en toda fantasía?
Mi pueblo es el detalle,
la afirmación
de los rasgos infinitos
(el paisaje y la historia)
la energía cristal
del hombre y de la lluvia.
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