Noelia Rivero
Nací en la ciudad Buenos Aires el 19 de junio de 1979. Viví en el conurbano sur hasta que empecé a estudiar Letras y trabajar. Estoy a favor del aborto legal y gratuito, y el fin del patriarcado. Soy mamá de una hija y la amo. Conocí a Lu y le escribo poemas de amor. Trabajo como correctora en un diario conservador, rodeada de forretas y machirulos. Algún día quisiera vivir en el campo, charlar con mis animales, en dulce compañía. Publiqué los libros de poesía Más claro todo (2007, Z/P); Every girl has a garden. Fiesta en un patio de Temperley (2009, Z/P) y Yelmo (2016, El ojo del mármol). Participé en las antologías Poetas Argentinas 1961-1980, editorial del Dock (2008); Última poesía argentina, Ediciones en Danza (2008); Literatura y Maternidad (2012) y Baldío (2012) por Ediciones Presente (2012); Poesía Manuscrita Vol. 1 (2008) y “Veni, Vidi, Vici” (2015), las dos de Color Pastel; Un verano antes del verano: Poesie, fotografie und notizen aus Buenos Aires, Edition clandestin (2015, Bachman-Ebert compiladores), Suiza y ¿Qué hubiera dicho Safo?, Editorial digital de cuentos Outsider (2016). Creé Zorra/Poesía, editorial de plaquetas y algunos libros entre 2004-2010. El fanzine discontinuo Quedan 181 en estado salvaje, junto a varias artistas y escritoras amigas en el 2013. Subo algunos textos a mi blog www.missbanfield.blogspot.com
Poemas de Llueve y brilla el sol
I
Resplandor en eco.
Luciérnagas.
La noche parece Navidad
aunque nadie nazca ya
en esta casa sin madre.
Aún compartimos
el dulce pétalo muerto
del Jazmín,
del Paraíso;
el movimiento de la luz
perdiéndose a la deriva.
II
Voces.
El calor parece muchas voces,
capas de murmullos sobre otras
capas de murmullos;
el latido de un bebé por nacer,
su horror a la oscuridad;
desesperación
por hincharse de aire.
III
Ridícula de paraguas
quisiera ser más linda
bajo la lluvia de enero
o al menos ser toda roja
o toda verde,
rayada, ¡iluminada!
IV
Llueve en el baño.
El rugido de un animal que no existe
se clava en los azulejos.
Después
ya no sabré qué decir.
No habrá paraguas, ni pañuelos,
ni hasta luego.
La puerta
divide el mundo
que no es mi mundo,
derrumbándose como esta pensión.
Mujeres rana
Desovemos contra aquellas rocas
que después nuestros hijos se las arreglen con el sol
Seamos libres
corramos de la mano como dos hermanas perdidas
Los niños son crueles, se sabe
y todo se les perdona:
grabemos nuestra herida
en la corteza de todas las palmeras
¡Seamos fieles!
quedémosnos cerca de la playa
croando
hasta altas horas de la noche.
Being There
Amor
Mis ojos van cambiar
Mis ojos van a ser serenos
van a tener la caída
de ese sauce
que tuve de chica
el mismo que arrancaron cuando fuí
lo suficientemente grande
como para aceptar
el dolor sin protestar
Amor
No vas a verme
Van a arrancarte
cuando sea
lo suficientemente vieja
para aceptar.
Mis ojos van a estar serenos
Mis ojos van a cambiar
voy a plantar de nuevo ese árbol
voy a remover la tierra
voy a llenarla de vida.
Profetas
Cuando seamos grandes
nos quedaremos solas
por muerte
o por abandono
o por haber cumplido
ese sueño de juventud
pero estaremos solas,
lo sé
juntas, bajo el árbol
que plantaremos juntas
¡Al fin seremos santas!
o crédulas
o jocosas ancianas.
Largo tiempo para charlar
Para cortar hojas de los ciruelos.
*
Momento que recortado
solo respira
¿alguien escucha?
qué mundo pacífico
qué luz oblicua o perpendicular
atraviesa el ojo
apoyando el oído en el secreto
la boca en la música
la lengua en la música.
(De Más claro todo, Z/P, 2007)
IX
Soy falaz. Creo en todo lo que digo, aunque tenga arrepentimientos. No asumo esta condición y quisiera al igual que el árbol seguir un solo ritmo y no ver ni interior ni exterior.
Me imagino, habrás apoyado la parte blanda de tu mano alguna vez sobre la costra áspera de un árbol y habrás sentido la constancia, el silencio y el curso de las cosas de él y habrás sentido pena de haber dicho muchas cosas en vano y haber hecho muchos gestos en vano.
(De Fiesta en un patio de Temperley, Z/P, 2009)
*
El hambre
La fiesta
La guerra discursiva
Lo primero es administrado
Lo segundo normado
Lo tercero prohibido
(Contexto de héroe,
del bufón
y del poeta)
Mientras, los animales se esparcen en la sombra
desaparecen,
las formas más extrañas,
los de largas y adornadas cornamentas,
los pequeños y santos.
Sagittae
Para Lulu
Partiendo siempre de la noche y de la ciudad extraña terminada por la guerra o por la síntesis (apenas un rectángulo de hormigón que dejo atrás –como la ruina de Roma donde nos sentamos), aparece el límite. Cerca del puente, una jauría de perros ladra y corre en círculos y se presentan ante mí como máscaras. ¿Están furiosos? No lo sé, pero soy vulnerable a ellos. Giro, voy hacia la izquierda por una ruta mal iluminada que se desdibuja en los arcos de un bosque, y ya despierta, recuerdo a Diana, a sus animales y pienso en la misteriosa forma en la que habrán de encarnarse.
(De Yelmo, El ojo del mármol, 2016)
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