Daniel Chirom nació el 13 de mayo de 1955 en Buenos Aires (Argentina) y murió en 2008. Poeta, abogado y periodista. Publicó los siguientes poemarios: Crónica a Robledo Puch (1975), Ed. La Trenza Loca; Los Atlantes (1979), Ed. Anagrama; La Diáspora (1983), Libros de Tierra Firme, El Hilo de Oro (1989), Ed. Ultimo Reino (Mención de Honor a Poemario Inédito en el Premio de Poesía de la Municipalidad de Buenos Aires de 1987-89 y Mención de Honor en el Premio Ediciones Culturales Argentinas), Candelabros (1999) Primer Premio de Poesía Fundación Inca 1994, El ojo de los días (2003) y Manjar del exilio (2005, Bogotá, Colombia)
Realizó la Nueva Antología de la Poesía Argentina (1980), Ed.Cuatro con prólogo de Raúl Gustavo Aguirre y estudio preliminar de Cristina Piña.
Para el Centro Editor de América Latina hizo antologías de Wallace Stevens, Walt Whitman, Raúl Gustavo Aguirre y Edgar Bayley.
En prosa publicó Charly García (1983), Ed. El Juglar (7 ediciones).
EMILIO SALGARI
I
Una sombra improvisa rabiosas aventuras
en paisajes ninfomaníacos
con hombres a cara o cruz
curtidos por el sol y el viento.
No hace falta abrir la ventana del cuarto mal iluminado
para batirse a duelo con los traficantes de esclavos,
sólo se necesita la fiebre por la vida,
no dejar caer los brazos.
II
El viaje mas largo que hiciste
fue de Brindisi a Patras
y sin embargo ¡qué bien huelen tus odiseas!
Te imagino furioso frente a la hoja en blanco
embebido en esa tinta que fabricabas con tu sangre,
fumando un cigarrillo antes de tomar cada decisión
al igual que tu capitán Yañez,
quien fumaba cien cigarrillos diarios.
Una selva loca invadía tu lecho,
Malasia te mecía en sus brazos
mientras los tigres surcaban el cielo raso de tu cuarto
y alaridos descabellados de extraños plumajes
perforaban el silencio
¡Cuántos obstáculos venciste para rescatar el grito
desgarrado de nuestra selva!
Una multitud de fieras conversaba contigo en las noches
y nunca te negaste a contestarles,
sabías demasiado como para callar
las alucinaciones de la mente.
III
La injusticia brama en Malasia
y tú, desde una pequeña habitación arreciada por los huracanes,
ciñes la desazón que otros hombres labran sobre las barcas.
La fiebre amarilla disuelve tus entrañas;
ensimismado en combatir la intemperie de los gobiernos ingleses
luchas junto a monos aullantes y piratas disecados
por la sal de los mares
Nada pudo detenerte,
ni la lujuria del cielo del Cabo de Buena Esperanza
ni aquellos felinos que agazapados sobre sus pensamientos
esperaban pacientes dar el salto
para atrapar a la presa entre los dientes.
Sandokán no es un mito,
su sangre caliente es de nuestros días;
sólo el poder es un mito
que en la soledad de su codicia
se devora a sí mismo.
Está derrotado quien arriesga
pero está muerto quien no opone resistencia
IV
Tu geografía es el croquis de nuestro desconcierto.
Son muchos los que han perecido
en los laberintos de la jungla
mas nunca a tus personajes les pasó nada,
presos en la incandescencia de la vida
eran tomados prisioneros por implacables enemigos
y luego liberados por incondicionales amigos.
Un maharajá nunca se duerme por completo,
permanece espiando al mundo con su ojo oculto
pues sabe que ninguna ciencia es cierta,
lo que hoy es un emirato mañana será un pantano.
¡Qué nítido se recorta Sandokán en esta tarde
cuando a través de mi ventana veo princesas cautivas
pudriéndose a la espera de los amantes!
Miente quien dice describir la realidad,
ella es tan fuerte y segura de sí misma
que sólo es posible atraparla mientras soñamos
con los ojos desvelados por la alquimia del verbo.
V
En Verona,
sólo en Verona reposan para siempre los amantes.
Allí una gastada lápida delata tu presencia.
Imagino que aún combates en la tumba
contra enemigos escurridizos,
aquellos que te ensartaron dos sablazos
cuando de puro distraído pensabas en la muerte.
¡Qué desdicha la del que medita con sus entrañas!,
nada le es claro, todo tiene gusto a sangre.
"¡Oh Capitán ... mi capitán!...nuestro espantoso
viaje ha terminado".
A LA MEMORIA DE RAÚL GUSTAVO AGUIRRE
Estoy de este lado
no sé cómo llegar a tu muerte
enamorarte los ojos
prenderle fuego a tus palabras.
En tu voz
veo barcos calcinándose de neblinas
y un rumor de sirenas
enlutando las anclas que buscan una pregunta
en las costillas del océano.
Tu oficio es un naufragio,
la claridad exánime del que no responde.
Bebe
has visto la luna rigiendo el leprosario
baila
el cielo vacía su blanca taza sobre el Hades
sueña
una canción es una trampa
canta
una sinfonía enloquece en tus manos
muere
pues es necesario renacer donde el corazón yace.
El silencio ruge una plegaria
y el alba abre su resplandeciente página
sobre la momia de un tiempo que no existió
y hemos vivido.
LI PO
La luna callada
canta en el valle.
Nadie la escucha
salvo Narciso
que ha extraviado su lago
y la mira.
LOS ATLANTES
Los sacerdotes egipcios fueron nuestros últimos testigos;
perduró la leyenda por boca de Platón.
Nueve anillos de agua y nueve de tierra,
y de anillo a anillo construimos puentes.
Rodeados del favor de los dioses
modelamos la alegría de los metales preciosos,
cultivamos la perplejidad de la filosofía,
la magia de la poesía.
Cuando los vientos nos fueron favorables
surcamos los mares con nuestros tesoros:
nos arrojaron de todas las costas
y fueron malditos nuestros magos.
Inútil fue regresar:
nuestra tierra se encontraba en el seno de la tierra.
Fuimos condenados a vagar la eternidad.
Somos los Atlantes,
naufragamos con nuestras riquezas.
A veces,
en mitad de la noche
nos humilla la poesía.
REQUIEM PARA PHILIP MARLOWE
Queda la resaca de tanto café y cigarrillo,
el lejano fulgor de rubias y martinis más allá de toda madrugada,
las calles desiertas, un cuarto solitario, el dolor en la mandíbula.
Todo se reduce a balbuceos
cuando el cuerpo comienza a comportarse como una pesada carga
y los puños ya no responden.
Estás solo
de cara a las alcantarillas
viendo como tus frases sentenciosas resbalan por las cloacas
dejando entrever la sonrisa amarga del caso no resuelto.
Sabes que la alarma ha sido falsa,
tu propia imaginación exacerbada por tanta vigilia.
Después de haberte jugado la vida tantas veces
sobrevives en la ironía,
comprendes que aún no has visto el rostro de tu enemigo.
SANGRE Y ARENA
a Mario Morales
Tu capa roja sobre la arena
tu rojo haciendo la verónica para que la palabra siga su camino
y el sentido quede con los ojos furiosos mirando al público.
La escena es siempre la misma
y tu miedo aumenta con cada embestida,
sabes que nadie sale indemne de la lucha
donde una oración acomete con rabia un trapo agitado en el aire
una hoja blanca un muro
con silencios a punto de parir interrogaciones
con respuestas sin memoria.
El juego es un conjuro
y quisieras otro disfraz pero el oficio es un número fijo
y las musas no quieren un cambio
nadie lo desea
el escenario está montado
y alguien tiene que ser víctima y victimario.
Tu poema en la plaza
tu poema esquivando al toro
escapando del laberinto con Ariadna en brazos
para que el pavor no embista
al trapo blanco a la hoja roja
y la mirada sea una palabra con el sentido de espaldas al público
cuando el espectáculo es un mudo muriendo en sus gestos.
AMOR
Todo recomienza.
El que ama se pierde.
MUJER
Oh mujer negra, negro corazón, labios impíos, gracia
sombría de árido y seco vientre; mar y nave, barco sin
rumbo, hundido y herrumbroso como el castillo del mago;
navío sin timón, naufragio.
Cuerpo candente, muérdago del deseo,
piernas nacaradas del puente,
piedra cerrada, muerta, olvidada por su olvido;
cuerpo para delatar la intemperie,
cuerpo donde aún la muerte es bella.
SARA
Estas ramas
son tus manos
acariciando el cielo
después de cada tormenta.
Y esos dedos son llamas
encendiendo una noche
en la penumbra blanca de tu ocaso.
EVA
Ausencia eterna, hiere mi voz,
dame la palabra del rubí,
un canto del arpa, la belleza del trueno.
Que en cada oración encuentre mi reino.
Bendita sea tu desnudez enceguecedora,
tus frutos luminosos,
tu oro extremo.
Soy polvo, sangre, hiel
y nada en tu oculto lecho.
Ausencia eterna, otórgame la luz,
confiéreme el silencio.
MARÍA
Desconozco los planes del destino.
Soy el instante
en que la ausencia
es arrebatada por un silencio.
LILITH
La luna es nueva
y el río ya no es el mismo
pero tus ojos permanecen iguales;
sólo quien viajara hacia el fondo de su mirada
descubriría algo más que el paso del tiempo:
un animal enfurecido contra la jaula del horizonte.
LA MUERTA
Muerta la muerta, encendido su olvido
su nunca más de yegua desbocada, su noche
donde canta la piedra y la nube.
La voz de la muerta no muere, agoniza, permanece
y sus canciones encantan a los navegantes, a los no nacidos
y a los muertos que gritan en silencio
para que la muerta escuche y despierte sobre su muerte,
sobre los ojos enceguecidos y sobre el féretro de oro
de todas las aguas, ríos, mares y océanos
que atizan las lenguas de la intemperie.
de Oscura Claridad (inédito)
XLVIII
Hemos vivido en la esperanza del alba
y la bruma quebró nuestras lenguas.
Un horizonte sin son
nos hace buscar en la sima.
Los amantes carecen de sombra.
XLIX
El planeta gira en torno al sol,
el sol rota alrededor de la galaxia,
la galaxia rueda sobre el sello mágico.
¿Qué razón tiene para vivir el sedentario?.
L
Ángelus,
exvoto de la araña,
horizonte sangrante.
La opacidad se transforma en vibraciones sonoras
y un vientre petrificado
tiembla de azufre.
En la edad vacilante
un heraldo derrite cera.
LI
Una joven hermosa me visita en el eclipse.
Apenas pronuncio su gracia
desaparece
en la trova helada del ensueño.
LII
Tu nombre te esconde.
Se mi hada, mi maga,
mi último secreto.
LIII
Cuando el tiempo borre tus coros
y todas las iglesias
sean piedras hundidas
aún brillará tu belleza en estos versos.
Ellos serán testimonio de mi religión.
LIV
Sólo poseo el habla, sólo poseo
mi lengua incierta para buscarte
porque cantando quedé mudo
y sólo puedo revelarme por señales.
LV
El rostro del mundo ha cambiado.
Abrázate al asilo de esta última era.
"Fernando Sabido Sánchez agradece a Luis Alberto Vittor, Director Editorial y Fundador de la publicación argentina Analecta Literaria. Revista de Letras, Ideas, Artes y Ciencias[http://actaliteraria.blogspot.com/ ] la gentileza de permitirle republicar los poetas originalmente publicados en la revista en su blog Poetas para el siglo XXI."
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