viernes, 15 de octubre de 2010

MATEJA MATEVSKI [1.519]


MATEJA MATEVSKI 

(*13 de marzo de 1929 Estambul ) es un poeta, crítico literario, ensayista, y traductor de la República de Macedonia, (FYROM).

Matevski se graduó en la facultad de
 filología en Skopje. Trabajó de periodista en la radio y televisión macedonia, y como redactor del programa cultural y literario, de la misma empresa televisiva- Fue también director general de televisión en la Corporación de radio Skopje. como además presidente de la Comisión de relaciones culturales internacionales de ese país balcánico.

Entre sus labores literarias y académicas se destaca el haber sido durante varios años, redactor de la casa editorial "Koco Racin" y profesor de historia del drama en la Facultad de Artes Dramáticos de Skopje.

Matevski, asimismo, fue redactor de los periódicos culturales "literatura de Mlada" y "Razgledi", a la vez que presidente de la Asociación de Escritores de Macedonia. También fue presidente del Consejo del festival “ Tardes de Poesía de Struga, uno de los eventos literarios más antiguos de Europa: "Sredbi de Racinovi"
En la actualidad es miembro correspondiente de la academia norteamericana de la lengua española.

Treinta libros de su poesía se han publicado en veinte diferentes idiomas. Es autor de unos cuarenta libros de traducciones del español, del francés, del esloveno, del ruso, del albanés y del serbio.

Obra

Llueve (poesía, 1956)
Equinoccio (poesía, 1963)
Lirios (poesía, 1976)
El círculo (poesía, 1977)
El árbol de la lima (poesía, 1980)
El nacimiento de la tragedia (poesía, 1985)
De la tradición al futuro (crítica y ensayos, 1987)
Drama y Teatro (crítica y ensayos, 1987)
Hacia afuera (poesía 1990)
La torre negra (poesía, 1992)
Sacando afuera (poesía, 1996)
La luz de la palabra (crítica y ensayos)
El muerto (poesía, 1999)
Área interna (poesía, 2000)



Invocación

Aún no había despertado cuando algo me dijo
¡levántate y ponte en marcha!
algo que ya ha desaparecido
acaso en la oscuridad, en la mente o en el temblor enigmático
de una luz hasta entonces desconocida
Y ahora no sé
qué era ni de quién
aquella voz ese ruido ese tremor
repentino
y a dónde habré de dirigirme despierto
si ni siquiera en el sueño conocía el camino
ni el fin
Marcho ahora con los ojos cerrados por la luz
que con su brillo me esconde los senderos
y aleja
los fines desconocidos
cegando los pensamientos y el miedo
separándolos entre el sueño y el mundo
Y hela aquí que no me deja
adivinar
aquello que piensa en mí
encontrarlo
y aquél que desde hace tiempo me conduce
y aquello
por lugares conocidos y desconocidos
a través de los ojales del tiempo
más allá de él
más allá de mí
más allá
de todo



El vuelo del ave blanca

Zaga, Skopje, 1989


Llameó en las alturas el puñado blanco de la madrugada
hacia los bosques celestiales
Ahora es una nubecita blanca
pañuelito
blanco diente de león
que marcha
hacia el abrazo del universo
El ave blanca de mi sangre
mi aliento blanco pensamiento blanco
abandona el cuerpo
huye de la sangre
y fluye
hacia lugares desconocidos y nuevos
altivas fuentes germinantes de rocío se diluyen en el cielo
vaho blanco del sol
huido en las lejanías en las tinieblas
por mi cuerpo anhelante
Aparecen antiguas
las secretas fuerzas desde estas profundidades de la sangre
que la alejan
en el sordo espacio de la soledad
y fuerzas ignoradas la aprietan hacia abajo
hacia el resplandor de las raíces
hacia las semillas de la tristeza perenne
en el indeciso equilibrio
inalcanzable
entre los astros y las hierbas.



Anhelo

Oscuras fuerzas
umbrosas magmas
Se acercan
acercan
invisibles
brumas
lejanas
Ondula se levanta
gira
el tierno estanque de la quietud
La mudez
del lobo
nevado
duele
El universo
en el borde
del abismo
suyo
se yergue
¿Hay acaso un camino para el hombre
desde la oscuridad?
Desde sus fuerzas
tenebrosas
La desesperación de la soledad crece
Pero él se esfuerza
se esfuerza




Reducción

Un intento para abarcar el horizonte
absorben el cosmos
en el pecho que estalla
en la idea que se dispersa
El mundo
que a través de tu ojo
mire
y los astrales vientos
domados
chillen bajo tus pies
Pero el mundo continúa expandiéndose
fuera de tu lenguaje
y tú te reduces
te reduces
dentro de tu propia piel
a un punto
a una mota de polvo
que ya está girando
con la esfera perdida
entre el sol
y el vacío



Descomposición

Él se fijó durante mucho tiempo
en la descomposición de las cosas

Cada cosa conoce bien su propia labor
El sol
el agua
el viento sudado
Pero en primer lugar el cráneo y los gritos voraces
el metal el agua y el fuego
todo lo que sirve a la herrumbre
al moho
a la lenta descomposición
en la ceguera
en la inexistencia
en la nada
Aprendices sombríos de tiempos tenebrosos
fieles compañeros de la podredumbre
en el abrazo de la tierra
en tierra que se transforma
A través de la ira
a través de la amargura
ante la nueva aparición de la luz

Mientras él permanece largo tiempo absorto mirando
en la descomposición de las cosas




Océano

Salí otra vez al mar abierto
El océano me libera de los límites del espacio
tras su propia reina me deja ir
a través del sueño que me llega
A ella la eligen los numerosos ejes de la tierra
en un acuerdo mudo con la luna
Es un movimiento que no tiene fin
bajo las olas de las espumas
bajo las cejas de las nubes
tras el viento confuso
Es un agua enorme
en el juego sin fin con una migaja
Estoy encantado y curioso
asustado estoy y estupefacto
de estos estados líquidos
que espumean que humean en mí que se disuelven
en los que me pierdo
¿Dónde me he caído en el abrazo del tiempo desagradable
que suavemente te balancea que duramente te empuja
hacia algunas orillas oscuras e imprecisas
que persiguen a tu sombra
a tu sombra transparente
para romperla?
Yo estoy creando este enorme océano
sobre cuyo cuerpo soy apenas una mota de polvo mojada
rocío menudo que se evapora
iluminado por la última estrella
Yo lo he adivinado para que me diera espacio
movimiento hacia la inmensidad
desbroce del sueño
y él me limita con el miedo
con el susto con la quietud perdida
con el pánico ante la futura inexistencia del mundo
Si lo encuentro
en esta pequeña migaja lo absorberé
ese espacio ese tiempo los líquidos sucesos
sucesos de la sangre
secándome con ellos mi transpirada frente
solitaria bajo los astros




Fortaleza I

Sobre el muro de la fortaleza había crecido la grama
secas hierbas espinas secas secas raíces
entre las piedras
aferradas
en espasmo
bajo el sol
Los muros entonces son vulnerables tienen agujeros
puntos débiles
en los que hay sitio para huéspedes no invitados
Primero son fibras luego raicitas en las hendiduras
abiertas como bocas por el aire
después el mundo de la tierra golpeado por los vientos
las semillas del universo
entran habitándolas
Y miras luego tú también con los ojos de los abuelos
y los nietos con tus ojos
cómo se desplazan
cómo se alejan
como mandíbulas movidas
las piedras
En ellas las raíces profundizan
con la lluvia con el viento
con la gota del sol
destrozan la cal la arena los guijarros
desmenuzan la paja
Y el muro comienza a desprender piedras
en la hierba
Los codos diminutos del liquen y el musgo
las frágiles rodillas de la flor silvestre
la semilla olvidada y sin nombre
ponen de rodillas
al muro
La zona fuerte de la ciudad
el cosmos humano que desploma di polvo
en soledad
en inexistencia




Babel I

El polvo languidece en un círculo de palmeras
y en este ígneo anillo desesperadamente se mezcla
mi sueño con las huellas del tiempo

La lengua olvidada habla desde la polvareda
del amor que no se olvida
Las ruinas piensan en mi alargada sombra
sobre la que rueda silenciosamente el lejano ruido de las aguas

Aguas huidas jardines derrotados del cielo
en donde el olvidado lenguaje lamenta
el amor que no se olvida

Me está mirando el león por mí desea el dragón
sueños hermosos de la inevitable muerte
amontonada por el sol

El viento solar mezcla los lenguajes
y mezcla las canciones exclamaciones mezcla
hasta que no obtenga la síntesis del grito
el único idioma del planeta
las arenas movedizas de la vista



La torre negra I

Lo principal ahora es comprender
descubrir y entender
lo que sucedió con la torre negra
oscura maldita
de la que venían todos los males
a través de miedos
sueños quebrados
heridas
de donde arrojaban fuegos en el cielo asustado
tal si fueran ojos de dragón
garganta de ogro
Y bajo la torre la ciudad escondida en el insomnio
en fiebre de pesadillas
durante siglos tiembla
de enfermedades de hambres de calamidades horribles
escuchando en lo alto sobre sí misma el batir de las espadas
el trueno de los fuegos
las ávidas voces
de los guerreros y los ejércitos
Les vomitaban
las puertas oscuras de la torre
negra
en la noche del hombre
caído de rodillas
en el polvo
junto a su ciudad
con las cercas
con los jardines
mientras queman hacia el universo desierto
los trigos aún no segados
de la esperanza



El vuelo del ave negra I

Zaga, Londres, 1989

Bajo la ventana chirría un ave
sobre el musgo podrido
en la pared
Su chillido escalofriante
estalla
en el silencio de la tarde sorda
El grito es una piedra negra que rompe
la cúpula gris del cielo
el muro vulnerable del corazón
Desde profundidades desconocidas desde lejanías remotas
pica el dolor de la soledad
sobreviene
el agua oscura
de la noche
Ella se instala en desiertas cuevas cerebrales
agua oscura oscura invidencia
sobre el negro catafalco del día
El grito del ave derriba la torre de la luz
sobre la roca de la esperanza
El grito traga el silencio del siglo
los grises senderos de la penumbra
bajo el ojo herido de la luna
Mientras vuela desde el muro de la soledad
el ave negra de mi sangre
por mi sangre negra
por lo inagotable
del dolor



El vuelo del ave negra III

¿Desde qué parte voló hacia aquí el ave negra?
¿de qué bosques negros grutas oscuras?
el ave negra nunca vista el ave desconocida
con alas de viento negro de oscuridad nocturna
con alas de aguas tenebrosas
desde la salvaje tristeza de la sangre
y gime ahora y picotea y no se calma
bajo la nube de la frente bajo las noches oscuras del insomnio

¿Y adonde va por los lugares sombríos
de este negro no ser del hombre
el ave negra que excava como un topo negro
ávida quimera serpiente insidiosa
por mi carne negra
hacia los abismos oscuros de la tierra?

¿En dónde está vagando por las tinieblas mudas
como pérfido dolor del sufrimiento hasta el dolor de la esperanza
inútil y desgraciada como el grito negro
el vuelo negro del lucero de la tarde?

El ave negra de mi sangre negra
que en el sinretorno negro disipa en lo alto
su negra ceniza
por los campos estériles del universo



Babel III

Quiero dedicarte este día de primavera
a ti
que desde la sombra de la arena
gritas a toda voz
sin saber a quién

La gente que camina curiosamente sobre estas grises ruinas
saben todo de ti
pero no puede comprender
el collar que ensarta el polvo
que en ti todavía mezcla
el viento
con el eco solar

Porque para que te comprendan
cada uno debe adivinar
en la sombra de su tiempo
la voz de tu torre
en sí mismo



Lugares lejanos cercanos sueños

Lugares lejanos
cercanos sueños
Ni el día puede atarlos
ni borrarlos la sombra
¿Quién es el que suplica
por lo inalcanzable
por el secreto
del silencio nocturno?
¿Quién es el que se yergue
sobre su propia sombra
sobre el temblor de la solitaria esfera
perdida en el cosmos?
Se ahondan
los pesados guijarros de los astros
en el agua tibia
de las palabras
Mientras gira sobre nosotros
con amargo vértigo
la cúpula misteriosa de la noche

Traducción del macedonio por Kleopatra Filipova

E-BOOKS
http://www.e-books.com.mk/01poetry/matevski/es02/sodrzini.asp?lang=eng



Language: macedonian
ЅВОНА

Некаде ѕвони. Некаде далеку ѕвони. 
Звуците се бранови на ветерот 
низ тревите подгонети.

Некаде ѕвони. Продолжително остро и нежно. 
Глуво е сè. Сал ритамот 
плиска по брегот на железото.

Некаде ѕвони. Шибни ме високо и бездно. 
Бегајте низ кавезот звучен 
глуво и безнадежно.

Некаде ѕвони. Малечок ѕвонам и врискам. 
Сè е затворено. Опчинет 
за звуците сум виснал.

Некаде ѕвони. Удри ме. Колку сум храбар а питом. 
Време, удри и ти по споменот 
грубо и незаситно.

Некаде ѕвони. Премногу дамна и сега. 
Сè боли, небо. По тревата 
на звуците познати легни ме.

Скопје: Култура, 1956




Language: german
Glocken

Glockenläuten von irgendwoher. Irgendwo weit entfernt.
Wellen von Klängen, getrieben durchs Gras,
weggeweht vom Wind.

Glockenläuten von irgendwoher. Langgedehnt, hart und doch sanft.
Alles ist still. Nur der rhythmische Klang
brandet am Ufer ans Metall.

Glockenläuten von irgendwoher schleudert mich bodenlos hoch –
ich flieh durch den tönenden Käfig von Klang,
dumpf und hoffnungslos.

Glockenläuten von irgendwoher. Kind bin ich! Läuten und Schrein.
Alles versperrt. Von Klängen verhext,
schlummer ich hilflos ein.

Glockenläuten schlägt auf mich los. Mutig bin ich und doch mild.
Schlag auch du, Zeit, auf die Erinnerung ein,
unersättlich und wild.

Glockenläuten von irgendwo. Lang ist’s her. Und dennoch wie heut:
Alles ist Schmerz – der Himmel . . . Legt mich aufs Gras
ins vertraute Glockengeläut.

Aus dem Mazedonischen von Ina Jun Broda



Language: macedonian
МОPЕ

Распеан и вџашен пред твојата убавина
стојам на овој позлатен брег од росата
утринва што ме проби. Толку е блиску твојот поглед
и здивот на телото а сепак чувствувам
дека ми се рацете празни.

Море! Море!
Мируваш неподвижно под сончевиот ѓердан.
Корија од огледала. Спокојност насмеана.
Затоа никој не знае што криеш притаена
во недопирната бездна на своите длабини темни.

И што можам јас жено пред твоето спокојно море
ветер сум кусовечен оддалеку што иде.
Го гасам постојано тоа површинско горење
со своите раце од дожд со телото од бура.

Во таа голема игра на непостојаноста убава 
земја си на која стојам со своите стапки од небе. 
Секоја стапалка од играта ја галам со своите раце 
во таа изгубена залажаност дека те имам тебе.

А ти море секогаш само на врвот се мрешкаш 
никогаш не откривајќи ја тајната на својата длабина темна
затоа набргу прекратува нашата темна игра 
или од мојата умора или што ти е здодевна.

Тогаш одлетувам со своите скршени крилја
залажан од убавината уморен од таа игра
во пејзажите на вечноста од каде не се враќа.

А ти остануваш. Жено. Ти море постојано 
вечно подадено само на бакнежот на сонцето. 
А ние сме само ветришта од својата игра исцедени 
птици сме што гинат од својата песна.



Language: german
Das Meer

Jauchzend und bestürzt von deiner Schönheit
steh ich an diesem Ufer, vergoldet vom Tau,
der mich frieren ließ heut morgen. So nahe ist dein Blick
und nah der Atem deines Leibes, ich aber spüre dennoch,
dass meine Hände leer sind.

Meer- mein Meer.
Wie reglos ruhst du im Halsband der Sonne.
Ein Spiegel die offene See. Lächelnde Stille.
Daher, dass niemand es kannte, was du versteckt hältst,
im Abgrund, den niemand erreicht,
an der dunkelsten Stelle tief innen.

Was kann ich da tun, Frau, vor deinem stillen Meeresspiegel,
bin ein kurzlebiger Wind nur, dessen Wohnort weit von hier.
Mit meinen Regenhänden, meinem Leib, der Sturm heißt,
lösche ich das Feuer deiner glatten Oberfläche unaufhörlich.

In diesem schönen Spiel, das herrlich ist in seiner Unbeständigkeit,
bist du die Erde, und ich steh auf dir mit meinen Füßen aus Himmel.
Mit meinen Händen streichle ich die Schrittspur dieses Spiels,
verloren an die Illusion, dass ich dich nun besitze.

Doch du, oh Meer, du ziehst kraus nur deine Stirn,
nie gibst du das Geheimnis deiner Tiefe preis.
Warum geht dieses dunkle Spiel so schnell zu Ende:
Liegt es an meiner Müdigkeit- liegt es an deiner Langweile?

Dann flieg ich fort mit Flügeln, die gebrochen,
von Schönheit tief enttäuscht, müde der Spielerei;
und aus dem Land der Ewigkeit komm ich nie mehr zurück.

Aus dem Mazedonischen von Herbert Gotschald







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