Inma Flores
(Inmaculada Rodríguez Flores). Con frecuencia utilizo el seudónimo «Irene Bulio», en especial con la poesía.
Nacida en Barrial de Gáldar, provincia de Las Palmas (España) en el año 1967.
Para publicar mis poemas y mis relatos utilizo los siguientes blogs:
Vivencias oníricas: http://vivenciasoniricas.blogspot.com.es/
En Wattpad: http://www.wattpad.com/user/InmaFlores
Un trozo de cielo azul: http://trozodecieloazul.blogspot.com.es/
Dejando volar la imaginación (wordpress):
http://macuflores.wordpress.com/
Desde siempre me gustó escribir, en especial poemas, pero no fue hasta enero de 2012 cuando me decidí a participar en un concurso de relatos convocado por «Fans de Bad One» con «La noche» y «sueños», donde quedé muy satisfecha por el resultado. Los relatos se publicaron en un libro llamado «Camada».
Posteriormente, a finales del año 2013 participé en un libro de cuentos llamado «Cuentos con sabor a chocolate» con «Mi pequeño Pizco» que vio la luz con fines solidarios, a través de Amazon.
En cuanto a poesía, estoy preparando mi primer poemario y tengo pendiente de publicación algunas colaboraciones con varios poemas y relatos en libros recopilatorios editados por la Nueva Asociación Canaria para la Edición (NACE), de la cual soy socia.
En el Primer Certamen de Poesía Erótica «Eros y Afrodita» — convocado por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana (provincia de Las Palmas) con motivo del día del libro en el año 2012— uno de mis poemas, «El todo y la nada», quedó seleccionado entre los 15 finalistas.
En el Primer Certamen de Poesía “08 de marzo 2013 Día Internacional de las Mujeres” —convocado por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana (provincia de Las Palmas)— uno de mis poemas, «A ti, mujer», quedó seleccionado entre los 10 finalistas.
Dentro del III Festival de Poesía de Canarias al Mundo se convocó el concurso “20 poemas a Baco”, en el cual también quedé entre los finalistas con «Dioniso». Estos poemas se publicaron con el apoyo de Arte y Cultura Siglo XXI (Ediciones Ameno) bajo el título «20 poemas a Baco: homenaje al vino», en un cuaderno de poesía que vio la luz el pasado día 30 de septiembre de 2013.
Penumbras
Apaga esas luces que los sentidos nos ciegan
ven, toma mi mano, acompáñame
a estar solos, lejos del mundanal ruido
donde tú y yo somos uno, donde tú y yo somos credo.
Siente el roce de tu piel y mi piel,
escucha el latir acompasado de dos corazones
deseosos de fundirse en un lecho de placer,
placer lejano, caduco y amoratado
que un día huyó al no poder respirar,
pero que hoy vuelve apresurado, buscando
el sendero que lleva, directamente, al mismo paraíso,
el de tu piel…
Desnuda:
Desnúdame lentamente, sin prisas, sin pausas;
cúbreme de tus besos, de tu amor... dame alas;
siénteme libre, a tu vera, sin remordimientos,
sin sentimientos caducos, grises, tardíos.
Hazme tuya, lentamente; sorbiéndome el alma.
Hazme libre a través de tu mirada, sincera.
Hazme fuerte, como antaño, mezcla de roble y sauce,
mezcla de flor y césped, mezcla de amor y dudas.
Desnuda, entre tus brazos, ante tus ojos.
Desnuda de dudas, de miedos, aún pura
como los sentimientos de un niño,
como el deseo de un alma enamorada... desnuda.
Tus eternas mentiras
Ataré bien fuerte tus mentiras,
anudaré tus desprecios de silencio,
uniré todos esos días desperdiciados
y construiré mis alas rumbo al cielo.
Cada herida le dará un color diferente,
cada mentira una capa de fortaleza,
cada humillación, la energía para elevarse,
y un día, cuando me busques, ya no estaré ahí.
Habré volado y, sólo seré un recuerdo.
Ya nada me ata, ya nada me anuda
Tu desidia ante mis sentimientos…
me ha dado alas para volar.
La última víctima
Era la última de sus víctimas.
Su rostro reflejaba su estado mental,
indeciso, dudoso, sin saber qué creer.
No cuadraban sus palabras:
esas que dijo miles de veces,
esas que nunca cumplió,
esas que parecían de caballero
pero fueron simple eco en el infinito.
Su rostro, hoy, reflejaba miedo.
Miedo a perder
lo que hoy comprar no puede.
Miedo a quedarse
sin alma, sin vida, sin pasado.
Miedo a la soledad
aunque realmente nunca cultivó
la amistad ni el amor.
Miedo inusual en él, miedo, simple miedo.
Era la última de sus víctimas;
apenas se daba cuenta.
Era la última de sus víctimas;
allí estaba, con el alma vacía,
los recuerdos desnudos
y el corazón envuelto en un puño.
Era la última de sus víctimas
y aún quería ganar tiempo;
en su intento de ganar tiempo
ambos perdimos vida.
Era la última de sus víctimas;
sabía bien cómo se sentía,
pues un día yo también lo fui.
Ahora sólo observo en la distancia:
se deshace en la acidez de sus mentiras,
en el hedor de sus promesas rotas,
en el vacío de los hijos que no tuvimos,
en los recuerdos de las vacaciones no compartidas,
en el temblor de una cama fría,
en lo efímero de una mirada huidiza,
—esa que nunca logró mantener,
al igual que sus promesas—.
Era la última de sus víctimas,
siquiera se había dado cuenta.
Le pedí mil veces que me salvase
Del horror de sentirme perdida en un cuento
que jamás iba a tener final feliz.
Le pedí cientos de veces un abrazo
le rogué sentirme mujer a su lado,
le exigí tratarme como una esposa.
Nada de ello quiso, ni pudo
y quizás tampoco supo.
Nunca se ocupó de intentar saber,
poder o querer.
Ahora él es la última de sus víctimas.
Y yo... le observo en la distancia.
Monedas y amor:
Pedía unas monedas en la calle
a cambio regalaba sonrisas,
Pedía unas monedas en la calle,
mientras, ansiaba amor.
Pedía unas monedas en la calle,
Perdida, sola, olvidada…
Ella, que un día tuvo un hogar feliz,
un marido, unos hijos…
Ella, que ahora, sola,
pedía unas monedas en la calle.
Una noche, su vida fue troncada.
Noche fría y gris, noche dura.
Desde entonces y por siempre,
pedía monedas por la calle.
Aquella cruel noche sin luna, siguió a su esposo.
No pudo evitar sentir desquebrajar su corazón.
Le vio con otro. Le vio con otro hombre.
Boca contra boca, verdad contra razón,
frío sable que trituró su falsa realidad,
todo en lo que dura un gris y frío suspiro.
Pedía unas monedas por la calle,
necesitaba apagar su sed en el alcohol.
Despertó
Un día despertó, entre la hierba,
desprendiéndose de su mejor aroma.
Llenó de colorido todo lo que le rodeaba,
expandiendo su música por doquier…
Sí, despertó, impregnándolo todo,
haciéndose notar desde el primer instante,
desparramando pasión,
sembrando ilusiones,
uniendo corazones libres…
Despertó, despertó la primavera,
¿no la sientes aún?
Así de sencillo...
Así de sencillo es amarte,
como caen las hojas caducas de los árboles en otoño,
dibujando sueños en un zigzaguear que se hace infinito,
acariciadas por el suave viento, que a veces, se vuelve apasionado.
Así de sencillo es amarte,
como el llegar de una tímida ola a la orilla
cargada de todo el conocimiento del mar en sus moléculas
adornada con la espuma con la que ya jugaron las sirenas.
Así de sencillo es amarte,
como contemplar una puesta de sol cada tarde
ese esplendoroso sol, a veces ruborizado, que se esconde,
deseoso de que lo busques, aunque sea en sueños.
Así de sencillo es amarte,
como se ama a la luna cada noche,
como se anhelan las estrellas que titilan a lo lejos,
iluminando el ardor de un beso apasionado.
Así de sencillo es amarte,
aunque sea en sueños,
aunque aún no llegues...
No lo dudes... yo te espero.
Hoy, amor…
Hoy amor, me quedo contigo
envuelta entre tus brazos
siendo el reflejo de tu mirada
y el huerto sediento
donde tus besos siembras.
Sintiendo que tú eres ese mar
donde navego de forma apasionada,
extendiendo mis velas
construyendo mis sueños
fundiéndonos despacio
avivando el fuego que consume
los miedos y temores.
Amor, hoy… contigo me quedo
viviendo en tus fantasías
cientos de historias,
viajes a la misma luna…
Recorridos de tu boca
por las montañas y cráteres
que a ti se te antojan.
Tu amor ya no me basta:
A pesar del dulzor que hay en tu boca
mi sonrisa se gasta,
tu beso no provoca
que hora mi alma por ti se vuelva loca.
Besos embotellados
probados en las bocas sabedoras
con placeres callados
de ensueños tejedoras
que en palabras dulces hoy redecoras
removiendo pasados
que en mi pecho ya anidan como arañas
mordiendo en mil bocados
y deshaciendo entrañas
que destrozan mis sueños con mil sañas.
Así tu amor no llena
de dulzura y pasión mi desconsuelo
siendo gris mi gran pena
desde el pie al mismo pelo
y es por eso por lo que me rebelo
Más me miro en tus ojos
cuando de repente encuentro el consuelo:
labios besados en rojos
rozando el mismo cielo
comenzando a sonar el violoncelo
y mi alma se me eleva
envuelta en el candor, enamorada
desnuda como es Eva
mujer emancipada
defendiendo amor a capa y espada.
Haikus
Llega la noche
sembrada con estrellas
buscando amor.
Mírame aquí
compárteme tus sueños
mientras me abrazas.
Fúndete vida
con la luz de sus ojos
ansiosos de amor.
Amor desciende
para abrazarnos juntos
desde tu Olimpo
Ella se esconde
pues no sabe brillar
de modo propio.
Siempre soñó
ser bella luciérnaga;
en «cosa» quedó.
Parece tonta
No ve la diferencia
en el sentir.
El iceberg
muestra sólo la punta.
Lo que tú ves.
Muchas gracias Fernando por permitirnos formar parte de tu página, pero en especial por hacer algo tan «grande» y de forma altruista en favor de la poesía y de quienes la amamos.
ResponderEliminar