César Pineda Quilca
Nació en Lima, Perú en 1980. Es docente, poeta y promotor cultural. Estudió lengua española y literatura en la Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle” – La Cantuta. Es integrante del Grupo Literario “Letra en Llamas” y miembro fundador del Movimiento Literario “Di-versos” de Ate – Vitarte. Parte de sus trabajos literarios han sido publicados en plaquetas de poesía y revistas físicas y virtuales, así como también el de haber realizado diversas entrevistas a distintos escritores. Es culpable y responsable de que haya aparecido el primer número del dossier de poesía “Cuervo Iluminado” (Nuevas voces de la poesía peruana). Conjuntamente con el poeta peruano Raúl Heraud conduce el programa de entrevistas: “TV Blog Literario”, vía internet. Asimismo, con el poeta cantuteño Paolo Astorga dirigen el proyecto: “Voz Efímera” (Primera revista de poesía en audio) y “El pez globo” (Revista literaria de creación escolar). (Co) dirige la revista literaria “Eclosión”. Conjuntamente con el narrador Charly Martínez y el poeta Manuel Luque llevan adelante el proyecto de “Eclosión editores”. En la actualidad administra el blog literario: http://nidodepalabras.blogspot.com/ y ha publicado el libro de poesía “El arribo de un éxtasis violento” (Toro de Trapo Editores, 2011).
NOCHE DE TORMENTA
Quiero cortarme el pecho.
Desangrar
Y nacer de nuevo.
Hablarles de la tristeza
Que estoy sintiendo.
De lo repulsiva que es mi vida.
De lo angustiante que es amarte
En un vacío que silencia mi cuerpo.
En una noche de tormenta
Un trueno aplana con tierra la carne seca de mis ojos.
Humean chispas de luto tragándose toda boca de mis caricias.
Y gira
Ardientemente
Sobre ti mi piel envuelta
Como una lluvia de cenizas.
Como una trompa de elefante
Una tumba de amor orina relámpagos de voz en polvo.
Una explosión de verte dormida en lo invisible vuela mi cabeza a lo lejos.
A lo lejos, nadando en soledad mi pensamiento se carga de miedo.
Mi corazón se atornilla con un gemido de dolor.
Una pena furiosa echa carbón a su destino.
Una mano dulce destroza lo extraño del tiempo buscando tu recuerdo.
Acto seguido…
Como una selva de olvidos mi sentimiento se disuelve…
Rueda por el mundo mi cuerpo reventado con infinitas lágrimas enteras.
POEMAS PARA DANITZA
“Dentro y lejos de ti
Como un camino que se pierde en otro continente”
César Moro
Amo la blanca piel de una mujer hecha pedazos
Amo el hálito apretado de su sombra en un rincón cariñoso de esta ciudad
Amo el amor puro y destrozado de su ojo llanto lastimado
Amo de ella
El combate rítmico de un poema con que abrigaba sus desgracias
La lluvia eléctrica de sus besos anclados en un mar de mis labios
El fuego enrollado de toda su tormenta en una cicatriz herida de mi cuerpo
Las venas raneantes
De sus desnudas caricias inventadas en una fría noche de soledad
El violento aroma de su dolor acariciándome el pecho
Su andar adormecido
Amo de ella
Todo hasta el destino donde su barco va
De la misma forma
Como se atraviesa en mí el aire roto de la mañana
De la misma forma
Como caminan mis dedos recordando el ave pluma de su imagen
De la misma forma
Como voy escribiendo el tiempo trágico de estos versos
Desangrándose en mí el estiércol de sus venas arañándome la frente
De haber amado tanto la saliva de sus días
De haber estado oculto en la sangre de su querer
De morir ahora escupiendo mi dolor
Con este amén cercano entre sus brazos
Amando mucho el trajinar moribundo de mis latidos
Con esa yema de amor que va clavando en la palma de su cuerpo
El funeral mágico de mi adiós.
ESCRIBIENDO TU NOMBRE SOBRE EL AIRE
“… en la escalera de la muerte
yo escribía tu nombre”.
Paul Eluard
Qué demonios es esto
El de pasarme
Todas la tardes escribiendo tu nombre sobre el aire
Viviendo a solas
Tan desesperado y cortándome las alas
A qué hora
Se detiene el tiempo
Y el tórrido romance de que tu cuerpo no se vaya.
PENUMBRA
“Desde entonces me baño inmerso en el Poema…”
Arthur Rimbaud
Todo poema
No es más que una sombra
Que nos per/sigue a todas partes.
Una
Puerta oculta.
A veces
Nuestra única salida.
A TODAS LUCES TU BELLEZA
“En tus ojos están el poniente y la aurora…”
Charles Baudelaire
Ya es hora
De quitarme la máscara
De ser
Aquel loco moribundo
Que persigue
A todas luces y a toda costa tu belleza
De no vivir tranquilamente
Como cualquier hombre
Soñando
En qué momento
Escribo este poema.
El arribo de un éxtasis violento (Toro de Trapo Editores, 2011) de César Pineda Quilca, constituye ese primer rumbo. Es un prolongado viaje al asombro y al desencanto transfigurados en poemas concisos, conmovedores y rotundos –en algunos casos–. Este libro deja constancia de la brecha íntima del autor, el primer fuego donde ha empezado a fundir abrumadores estados de existencia. He ahí uno de sus logros inmediatos.
Aunque el libro está dividido en tres partes o estancias: Un abismo de luz, Canto fugitivo de una sombra luminosa y Rescatando la lumbre, me atrevo a no reconocerle ninguna, es decir, prefiero concebirlo como un todo, de donde se desprende una fugaz muestra de poesía visual y el tránsito pesimista de un poeta que se evidencia trágico e incomprendido ante los constantes avatares de su solitariedad: Cantarle a una mujer deshecha en su desesperanza o reconocerse en la irredimible lujuria del ser introvertido que representa.
Pero esta reciente publicación, cuya bondad poética es notoria, no está exenta de desaciertos (algunos versos, imágenes y subtítulos forzados), con los que el autor quizás haya pretendido manifestarnos el arrebato de su lenguaje con plena libertad de creación; innecesaria maroma, diría yo, pues es indudable que el lenguaje de César Pineda logra profundidad interesante en la sencillez con la que es propuesto en casi la totalidad del libro. El arribo de un éxtasis violento adopta riqueza particular cuando Pineda se desliza sentencioso alrededor de su discurso, el cual en sus momentos altísonos se torna metapoético. Aquí el dolor como motivo universal cotidiano es la vida de todo caminante que consigue poetizar su memoria.
De esta manera, el poeta César Pineda Quilca encara a las sombras con un trabajo literario que hace un arribo vital y favorable a la esmerada poética peruana de los últimos años.
Un corazón desnudo sostiene mi cabeza
Tengo
Las manos repletas de angustia.
Se me hace
Difícil caminar por la vida.
Estoy tan ciego
Y falto de respuestas que no puedo hablar siquiera.
¿Será acaso que tengo
La boca tapada con inmensas preguntas celestes?
Una noche más
Acurrucado
Bajo el frío pelaje de tu olvido.
Existiendo
A más no poder.
Torturado
Por el recuerdo de tu voz que nada en el silencio.
Penumbra
Todo poema
No es más que una sombra
Que nos per/sigue a todas partes.
Una
Puerta oculta.
A veces
Nuestra única salida.
De visita nada más
Solo
He venido a ver
En qué situación se encuentra mi tragedia.
Todo recuerdo es un poema
Una profunda
Cicatriz que llevamos dentro.
S.O.S
Leo un poema
Y estiro
Mi mano
Como un mendigo.
Incógnita 2
Quién de ustedes
Podrá lanzarse
Al poema
Para terminar
Clavado debajo de la tierra.
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