DAVO VALDÉS DE LA CAMPA
Davo Valdés de la Campa (Cuernavaca, Morelos, México 1988). Escritor y crítico de cine. Ha sido Beneficiario del Programa de Estímulos para el desarrollo y la creación artística en 2009 y en 2011 en las áreas de cuento y novela. A finales de 2011 fue ganador de la convocatoria para publicación de obra inédita del Fondo Editorial del Instituto de Cultura de Morelos con su libro, Ignoto. También ha publicado Relatos de un mundo depravado (EdicioZetina, 2009), Despertar (Astrolabio, 2014) y El silencio de los hipopótamos (Lengua de Diablo-Acálasletras, 2016). Colabora como artículista y columnista en Butaca Ancha, Freim, Tierra Adentro, Corre Cámara, Bicaalú, Cuadrivio y Penumbria. En 2015 fue ganador del Segundo Concurso de Crítica Cinematográfica, convocado por la Cineteca Nacional y la Embajada de Francia. En 2015 participó en el programa Talents Critiques en la Semana de la Crítica del Festival Internacional de Cine en Cannes. Actualmente dirige junto a Amaury Colmenares y Fabiola Valdés el proyecto Ruina Tropical. En 2016 fue invitado a Portugal como parte de los festejos de la Semana México Joven en Braga, capital iberoamericana de las juventudes. Los textos que a continuación se mostrarán se incluyen en la antología Eterna Primavera, tres escritores desde Cuernavaca, libro que se presentó en el marco del Festival Semana Mexico Jovem en la ciudad de Braga, Portugal, capital iberoamericana de las juventudes 2016. La traducción al portugués fue realizada por el artista Rafael C. Ibarra y Paula Feio Santos.
Cuauhnáhuac City
Vivo en esta ciudad que es como cualquier otra ciudad
irreal fantástica triste sanguinaria y vulgar
Es una ciudad contradicción Ciudad marítima que no tiene mar Ciudad sin rascacielos
Triste habitación que mira siempre al sur
Espacio configurado por el sexo y los partos Por las credenciales Por las ventanas que se abren al mundo Tierra de grandes estacionamientos y de palmeras atemporales que se rehúsan a dejar el pavimento
Vivo en la tierra de los centauros y de las flores
La ciudad de los fantasmas ebrios Y los árboles milenarios que acudieron al nacimiento del sol
Ciudad epicentro
Dos volcanes dormidos y debajo nosotros agitamos las manos diciendo adiós
Mi ciudad es una barranca sin forma Húmeda como el sexo de las buganvilias Sensual como las piernas de una prostituta sin nombre Trágica como las ciudades más antiguas del mundo
Tumba de estrellas y signos
Un pájaro inmenso surca el cielo de otoño y debajo nosotros decimos adiós
Luz solar que incendia el follaje Mudo silencio que habita las rocas
Hablo sobre mi ciudad que es como cualquier otra ciudad
en ella transitan automóviles e insectos sobre los mismos senderos
sobre sus calles vamos dando tumbos en busca del amor o de la calidez o en busca de un refugio que nos salve de la lluvia
El trópico nos nutre con el adormecimiento A través del baile vamos regando semillas Y el tiempo vuelve a su punto de inicio cuando el hombre cruza el meridiano
No vamos a ningún lado Hemos anclado sobre esta tierra que anhela el mar El aroma de las flores nos pudre por dentro Pero la muerte es orgasmo colorido Lugar donde de algún modo se vive Humo rojo sobre los techos
Y debajo nosotros decimos adiós
[Porque en Cuernavaca he conocido todo: el amor, la amistad, la tristeza más honda, la maldad de la gente, la desesperanza, a mis perros, a los paisajes más absurdos (urbanidad y prehistoria en el mismo paréntesis) y porque aquí empecé a escribir]
del libro Ignoto (Secretaría de Cultura de Morelos, 2013)
Poema IX
A María Sabina
Soy el hombre que llora
estrella polar en el cielo sin fin
manecilla de reloj invertida
hombre aerolito
tierra mojada
bajo el copal reinvento
la alegoría del tiempo
Soy el cortador de espigas de oro
el que conduce las batalla del mar
mago y perdiz
viajero-niño que decidió regresar a la placenta
hombre de luz opaca
Soy el viento muerto del mono
el árbol que vaga entre las grietas
artesano de la piedra caliza
amaso la piel y la pulo entre mis dedos
Soy hombre que gira porque soy remolino
hombre luna menguante y estrella de la mañana
constelación guarache
por la que subo al cielo
Soy el sendero por el que van mis pasos
calcinado por un veneno incesante
Soy el hombre que pernocta en las arenas inmensas
y hace soñar a los insectos
Soy hombre que truena los cielos de rodillas
la lluvia se detiene en mis hombros
y mis cabellos fl otan frente a la greca solar
Soy un hombre de polvo y vino aguado
de lodo cálido y maíz criollo
Soy el hombre que palpa la gota de rocío
lobo y tambor
musgo y jaguar
Dibujo y escribo con carbón
en la ventana del último limbo
Vaivén
IV
Los barcos olvidan pronto
van fundiendo su proa contra la muerte
y poco a poco se hunden
callados en la bruma
Un barco se detiene a la mitad del mar
cuando dos amantes deciden volver
la mirada de la bóveda del cielo
a las aguas de sus ojos
En el centro de todo
en la parte más turbia y disforme del mundo
ocurre el milagro
dos labios se vuelven cuerpos
VI
Una estrella lánguida flotaba aún en el infinito
Thomas Mann
La luz había devorado a la sombra en una lucha inútil
y en el mar callado se respiraba un olor a muerte
Escondido entre la niebla y las rocas
afuera del cielo azul cobalto
un viejo barco se lamentaba
La noche cedía a unas nubes
cargadas de lluvia y vapor
y yo inmóvil miraba el sol
rasgar la bóveda celeste
No he visto aves volar este cielo
El aire se movía ferozmente
pero el mar inmutable parecía dormir
eterno
desde el fondo emergía
un grito sin voz
un alarido profundo y ancestral
La oscuridad volvió con la tormenta
y dejó caer su llanto
sobre el horizonte inacabado
Los párpados del cielo se abren
Vía
I
Ahora el mar es tan sólo una evocación lejana Lo escucho atrapado en los montes En el llano mortecino veo hombres con redes de pescar vacías a sus espaldas Caminan en círculos como planetas errantes Intentan hacer brotar el agua del suelo con golpes desesperados Sospechan que bajo las grietas existía una marea Recuerdan haber olido el océano en sueños Los recuerdos son pájaros muertos en la arena Pájaros muertos en la aurora cayendo en espiral Las aves condenadas a volar hacia dónde va el sol se convierten en el monumento de sí mismas Volar es ir deprisa hacia la muerte Frente a la luz la vida se desploma ciegamente en las estepas Como una flor que se abre se expande el instinto de volar Y cuando el sol atraviesa el meridiano pliega sus pétalos Me pregunto qué pasaría si el cielo y el mar se tocaran en el abismo Me pregunto si todas las barcas encontrarán su rumbo i todos los amantes cansados de amar la noche volverán a sentir su propia piel Calla María alada y escucha crujir el cielo una vez más como un hueso roído Ahora lo sabes el mar está oculto en el desierto
V
Este cuerpo contiene todos los mares del mundo y aun así sigue seco He navegado tanto tiempo durante tanto tiempo que el tiempo ya no es nada Nunca he necesitado nada más que tus labios para decir algo Y no importa que los muros tengan ojos y el cauce de las llagas nunca seque Necesito nadar sobre los vértices de tu recuerdo El recuerdo único de tu piel sobre la mía como una ola inmutable He despertado convertido en árbol El océano me recorre Mis raíces se pierden en los pueblos fantasmas de las profundidades Tiento las sombras y un agua turbia me alimenta Riego semillas en las grietas Soy un árbol Llevo el mar en mis entrañas
El incendio de las flores (fragmento)
Canto 17 o la teoría de los frascos llenos
Existe la noche y un violín que suenan en la caja de mi pecho Estaban ahí antes de que aprendiera a llorar La noche vastísima llena de constelaciones explosivas y tormentas de arena barriendo las estrellas rojas Y el violín desafinado y sensual como una sirena recostada en un barco Antes que cualquier otra cosa aprendí a llorar y eso es como cantar un poco Como hacer música en su estado puro porque la música es una forma de traducir nuestros lamentos Existe la aurora y el sueño Existe el recuerdo de mis primeros perros y de cómo poco a poco se fueron muriendo y cómo fueron llegando otros Pero el vacío que dejaban al morir los primeros no se llenaba con nada simplemente se volvía más grande conforme iba amando a otros seres Pienso que cuando morimos estamos vacíos de amor porque hemos amado en verdad Existen las flores y el infierno Las manos a veces saben reconocer el camino de las heridas Las cicatrices del cuerpo son mapas trazados para entender el dolor Posar mi sexo sobre otros sexos me convierte en un viajero Estoy trazando un mapa más grande Uno que abarque todos los cuerpos llagados por el deseo Existen los fantasmas y la saliva He pensando en qué haría si mis padres murieran Me arrepiento de no tocar el piano para componerles un réquiem pero también pienso que los pájaros guardarán silencio ese día y quizá otras aves se dejen morir de tanta tristeza y mis padres muertos pensarán que ese silencio es una gran despedida Existe la noche y un violín La noche vastísima y el violín sensual Existe el llanto y la música La aurora El sueño Los sueños Las flores El infierno Las manos colmándose de sensaciones de cicatrices y sexos húmedos Existen los cuerpos y la saliva Los cuerpos ensalivados y la saliva corpórea que conforma los mares Existe un piano inmenso que se llama bosque y sus cuerdas son pájaros Existe la muerte porque de pronto algo que creía seguro se ha marchado Pienso en mi cadáver blanco descompuesto esquelético con las uñas largas y el cabello inmenso enredándose en las raíces de los árboles Pienso en la marea y en las pequeñas partículas de polvo que brotan de mi garganta y que de alguna u otra forma vuelven al espacio como esporas de música como el lamento de un violín cruzando el cielo Existen las palabras Alguien me enseñó a usarlas para nombrar lo que me rodea Abro los ojos y veo un inmenso cielo plegando sus alas Un mar profundo cerrando sus párpados El espacio infinito recortando su cola y el sueño imposible temblando como un espejo Existen las palabras que antes de existir no eran nada y que de pronto por el simple hecho de ser nombradas convirtieron algo invisible en visible Pero cuando eso sucede no encuentro otras palabras para explicar sus significados Para eso existen los ojos y los oídos Por eso existen las manos con cinco dedos que son como los ríos Éufrates Nilo Tigris Huang-ho y Yangtsé Existen los besos y las sombrillas Y un día todas esas cosas que existen confluirán en un mismo cauce Bajo las mismas nubes blancas cargadas de lluvia Cuando llueve lo que está arriba y abajo se tocan de algún modo porque además el mundo está girando en el espacio y quizá el mar no sea sino una pequeña gota de agua y el universo infinito y voraz que soñamos sea amor y muerte todo en un breve segundo como un violín que se rasga con el paso de las estrellas que mueren Y es precisamente ahí Justo en ese momento Consecuencia de todas esas circunstancias que la noche y la música son lo mismo Una canción que apaga todas las luces como el viento que acaricia la llama de las velas y las manda a dormir felices de haber alumbrado Las velas son como las estrellas No importa hace cuánto hayan muerto Sólo importa entender que fueron hechas para brillar y nosotros somos un poco como ellas y justo ahora me gustaría soplar tan duro frente al espejo y apagarme vacío de amor cantando un último lamento dejando que los violines y los barcos encallen en los mares de la luna porque el mundo está girando y cuando la música explota de algún modo Lo de arriba y lo de abajo Los cuerpos y las mareas Todo es una sola materia Lo es porque recién lo dije Y esa imagen seguirá brillando un rato aunque apagues la luz y cierres los ojos y decidas guardar silencio hasta que la muerte se aparezca para llevarte a otro bosque con tu jauría de perros amados y todo lo demás que no tiene nombre Hasta que de pronto estés lleno de nuevo
Canto 17 ou a teoria dos frascos cheios
Existe a noite e um violino que soam na caixa do meu peito Estavam aí antes de eu aprender a chorar A noite vastíssima cheia de constelações explosivas e tormentas de areia a varrer as estrelas vermelhas E o violino desafinado e sensual como uma sereia encostada num barco Antes de qualquer outra coisa aprendi a chorar e isso é como cantar um pouco Como fazer música no seu estado mais puro porque a música é uma forma de traduzir as nossas lamentações Existe a aurora e o sono Existe a lembrança dos meus primeiros cães e de como pouco a pouco foram morrendo e como foram chegando outros Mas o vazio que deixavam ao morrer os primeiros não era preenchido com nada simplesmente se tornava maior conforme ia amando outros seres Penso que quando morremos estamos vazios de amor por termos amado em verdade Existem as flores e o inferno As mãos às vezes sabem reconhecer o caminho das feridas As cicatrizes do corpo são mapas traçados para compreender a dor Pousar o meu sexo sob outros sexos converte-me num viajante Estou a traçar um mapa maior Um que abrange todos os corpos chagados pelo desejo Existem os fantasmas e a saliva Tenho pensado o que faria se os meus pais morressem Arrependo-me de não tocar piano para lhes compor um réquiem mas também penso que os pássaros guardarão silêncio esse dia e talvez outras aves se deixem morrer de tanta tristeza e os meus pais mortos pensarão que esse silêncio é uma grande despedida Existe a noite e um violino A noite vastíssima e o violino sensual Existe o pranto e a música A aurora O sono Os sonhos As flores O inferno As mãos enchendo-se de sensações de cicatrizes e sexos húmidos Existem os corpos e a saliva Os corpos salivados e a saliva corpórea que conforma os mares Existe um piano imenso que se chama bosque e as suas cordas são pássaros Existe a morte porque de repente algo que se crê seguro fugiu Penso no meu cadáver branco decomposto esquelético com as unhas longas e o cabelo imenso enredando-se nas raízes das árvores Penso na maré e nas pequenas partículas de pó que brotam da minha garganta e que de alguma forma voltam para o espaço como esporos de música como o lamento de um violino a cruzar o céu Existem as palavras Alguém me ensinou a usá-las para nomear o que me rodeia Abro os olhos e vejo um imenso céu a dobrar as suas asas Um mar profundo a cerrar as suas pálpebras O espaço infinito recortando a sua cauda e o sonho impossível a tremer como um espelho Existem as palavras que antes de existir não eram nada e que de repente pelo simples facto de serem nomeadas converteram algo invisível em visível Mas quando isso acontece não encontro outras palavras para explicar os seus significados Para isso existem os olhos e os ouvidos Por isso existem as mãos com cinco dedos que são como os rios Eufrates Nilo Tigris Huang-ho e Yangtze Existem os beijos e os guarda-chuvas E um dia todas essas coisas que existem confluirão num mesmo leito Sob as mesmas nuvens brancas carregadas de chuva Quando chove o que está em cima e em baixo tocam-se de alguma forma porque além o mundo está a girar no espaço e talvez o mar seja apenas uma pequena gota de água e o universo infinito e voraz que sonhamos seja amor e morte e tudo num breve segundo como um violino que se rasga com a passagem das estrelas que morrem E é precisamente aí Justo nesse momento Consequência de todas estas circunstâncias que a noite e a música são o mesmo Uma canção que apaga todas as luzes como o vento que acaricia a chama das velas e as manda dormir felizes por terem iluminado As velas são como estrelas Não importa há quanto elas morreram Só importa entender que foram feitas para brilhar e nós somos um pouco como elas agora mesmo gostaria de soprar forte em frente ao espelho e apagar-me vazio de amor cantando um último lamento deixando que os violinos e os barcos encalhem nos mares da lua porque o mundo está a girar enquanto a música explode de algum modo O de cima e o de baixo Os corpos e as marés Tudo é uma só matéria O é porque recentemente eu o disse E essa imagem continuará a brilhar por um tempo mesmo que desligues a luz e feches os olhos e decidas manter silêncio até que a morte apareça para levar-te a outro bosque com a tua matilha de cães amados e tudo o demais que não tem nome Até que de repente já esteja cheio de novo
Canto 21 o la contemplación del amanecer
Losa roja y luz El sol sale tan lejos e ilumina la terraza Pequeño montículo de caos Las mujeres sacan la basura por las mañanas Coro de perros que ladran buscando el fantasma de un gallo El frío nos recuerda que el invierno es posible aunque llegue tarde Estrella matutina El velo de la noche se ha rasgado por el sonido de los automóviles poblando la avenida Las hojas de los árboles diminutos viajeros que se mecen con el viento Moscas que aparecen en el centro de los autobuses volando en un espacio que se mueve Ramas que nacen en las grietas de los edificios La lluvia siempre se cuela por los resquicios de los estacionamientos Pequeñas lagunas subterráneas Y las palomas que gritan como monstruos citadinos escondidas en las rendijas de las plazas Todo amanece como si todo llevara un sol dentro Batalla de cantos entre las aves y los cláxones Enormes bestias dando tumbos dejando un olor a diesel a su paso Carrera de camiones que cargan gente con ojos cansados y gruñidos de desaprobación Un árbol en medio del camellón se viste las ramas con jirones de bolsas de plástico Cuando el sol abre los ojos se refleja en las paredes de los supermercados y se siente majestuoso Los faros se van apagando porque huyen de la verdad que revela la mañana Alguien murió anoche y sólo las luces estuvieron ahí para presenciar la muerte La luz nocturna y las ventanas que crujen con el frío Parvadas de niños con uniformes verdes y rojos que cruzan las calles rumbo a sus escuelas Parvadas que pican el suelo buscando sus alas Cabelleras que brillan con el sol como la losa de mi terraza Sombras que se yerguen Pequeños momentos nocturnos en medio del día Las flores son la noche cuando son la sombra de sí mismas Agua que fluye hacia abajo en serpientes de plástico Sed que fecunda la tierra que se resiste a ser pavimento Hombres con arrugas bajo los ojos barren las banquetas y el polvo se convierte en una sinfonía de estornudos En cada esquina vasos con jugo de naranja o extraños alimentos con tortilla y arroz En cada esquina una cruz por cada atropellado muerto En cada esquina la huella de un dinosaurio que habitó la tierra antes que en cada esquina hubiera un poste de luz con cables enmarañados que dibujaran dentro del sol El frío se deja abrazar por los rayos solares y la humedad se impregna en los cachetes de las chicas que preparan el pan Cuántas alarmas sonarán al mismo tiempo mañana Cuántas no lo volverán a hacer Qué pasa con el silencio cuando amanece y veo la brevedad de la luz en el techo No existe el lobo solitario sólo la manada buscando la presa Si este es un haiku es el más grande de todos y me equivoqué
Canto 21 ou a contemplação do amanhecer
Lousa vermelha e luz O sol nasce tao longe e ilumina o terraço Pequeno montículo de caos As mulheres levam o lixo à rua pela manhã Coro de cães que ladram à procura do fantasma de um galo O frio lembra-nos que o inverno é possível mesmo que chegue tarde Estrela matutina O véu da noite foi rasgado pelo som dos automóveis povoando a avenida As folhas das árvores diminutas viajantes que se balançam com o vento Moscas que aparecem no centro dos autocarros voando num espaço que se move Ramas que nascem nas gretas dos edifícios A chuva sempre se mete pelos resquícios dos estacionamentos Pequenas lagoas subterrâneas E as pombas que gritam como monstros citadinos escondidas nas fendas das praças Tudo amanhece como se tudo levasse um sol dentro Batalha de cantos entre as aves e as buzinas Enormes bestas dando tombos deixando um cheiro a diesel enquanto caminham Corrida de camiões que carregam pessoas com olhos cansados e grunhidos de desaprovação Uma árvore no meio do passeio central veste-se de ramos com farrapos de sacos de plástico Quando o sol abre os olhos reflete-se nas paredes dos supermercados e sente-se majestoso Os faróis vão-se apagando porque fogem da verdade que revela a manhã Alguém morreu ontem à noite e apenas as luzes estavam lá para presenciar a morte A luz noturna e as janelas que rangem com o frio Bando de crianças com uniformes verdes e vermelhos que cruzam as ruas rumo às suas escolas Bando que pica o chão procurando as suas assas Cabeleiras que brilham com o sol como a tijoleira do meu terraço Sombras que se erguem Pequenos momentos noturnos no meio do dia As flores são o noite quando são a sombra de si mesmas Água que flui para baixo em serpentes de plástico Sede que fecunda a terra que se resiste a ser pavimento Homens com rugas sob os olhos varrem os passeios e o pó converte-se numa sinfonia de espirros Em cada esquina copos com sumo de laranja ou alimentos estranhos com tortilha e arroz Em cada esquina uma cruz por cada atropelado morto Em cada esquina uma pegada de dinossauro que habitou a terra antes que em cada esquina houvesse um poste de luz com fios emaranhados que desenharam dentro do sol O frio deixa-se abraçar pelos raios solares e a humidade impregna-se nas bochechas das meninas que preparam o pão Quantos alarmes vão soar ao mesmo tempo amanhã Quantos não voltaram a soar Que se passa com o silêncio quando amanhece e vejo a brevidade da luz no teto Não existe o lobo solitário apenas a alcateia à procura da presa Se este é um haiku é o maior de todos e eu estava errado
Canto 22 o la paranoia de la poesía
Nunca supe de poesía hasta que las olas del sol estallaron en mi frente enseñándome que a veces es de noche y que otras soy pleamar Cuando aprendí a leer estuve un poco menos solo Me supe acompañado de cientos de fantasmas que olían todos a lo que huele el azahar Después vino la noción de la muerte y sentí que la única forma de acercarme a ella era leyendo lo que mis propios dedos dibujaban en la arena frente al mar Estoy cansado porque soy un árbol viejo cuyos pasos han dejado huellas en su propio tronco hueco He caminado en la superficie de mi ser hasta ya no saber dónde acaba mi cuerpo y donde empiezan las selvas No entiendo la diferencia entre mano y acantilado Entre deseo e islote Entre llave y musgo No sé dónde acaba mi cuerpo y empieza el rocío de la mañana La frontera se ha borrado y siento que he agotado el tiempo Que estoy de sobra Que llevo más de la cuenta observando lo que mis perros hacen cuando hace frío y no encuentran donde acurrucarse Estoy vivo para contemplar El silencio abarca todo lo que he escrito y siento que adentro de mí vive un árbol viejo que ya no soporta el peso de sus raíces Ya es otoño Ya puedo decir adiós Guardarme las cosas por decir Hablar con los ojos siempre al borde del llanto ¿Pero qué hacer cuando se han agotado las palabras? Me gustaría volver a decir todo de otro modo Decir por ejemplo el perfume de las ciruelas que estáticas a tierra se maduran en el tiempo finitamente púrpuras O todo demonio es grato pues la fealdad no es nada sino el principio de lo hermoso Y la vida toma siempre la forma de la alcoba que nos contiene O vendrá la muerte y no tendrá ojos Decir por ejemplo pies de ángel abrasados por la antigua conexión celestial al dínamo estrellado de la maquinaria de la noche O incluso y el miedo no tendrá señorío Cubiertos los vivos se habrán confundido con las bestias del viento y la luna poniente Pueblo irreal encima de la parda niebla del amanecer invernal O no es tu alma lo que en tu alma busco sino destruir tu sexo Germinar con todo el barro de la vida lo que aún no ha vivido Decirte algo así como viniste a posarte sobre una hoja de mi cuerpo Gota amarga y ligera como el sol sobre nuestras muchas muertes y decir para acabar pronto cosas tan tristes como si yo muriera las estrellas a pesar de su lámpara encendida perderían el camino o silencio un árbol acaba de alumbrar una galaxia entera auuuu auuuuu ololiu
Canto 22 ou a paranoia da poesia
Nunca soube de poesia até que as ondas do sol estalaram na minha frente ensinando-me que às vezes é de noite e que outras vezes sou preamar Quando aprendi a ler fiquei um pouco menos só Vi-me acompanhado por centenas de fantasmas que cheiravam todos ao que cheira flor-de-laranjeira Depois veio a noção da morte e senti que a única forma de me aproximar dela era lendo o que os meus próprios dedos desenhavam na areia frente ao mar Estou cansado porque sou uma velha árvore cujos passos têm deixado rastros no seu próprio tronco oco Tenho caminhado na superfície do meu ser ate já não saber onde acaba o meu corpo e começam as selvas Não entendo a diferença entre mão e escarpa Entre desejo e ilhota Entre chave e musgo Não sei onde termina o meu corpo e começa o orvalho da manhã A fronteira foi apagada e sinto que esgotei o tempo Que estou de sobra Que estou há tempo demais a observar o que os meus cães fazem quando está frio e não encontram onde abrigar-se Estou vivo para contemplar O silêncio abarca tudo o que tenho escrito e sinto que dentro de mim vive uma árvore velha que já não suporta o peso das suas raízes Já é outono Já posso dizer adeus Guardar as coisas por dizer Falar com os olhos sempre à beira do choro Que fazer quando se esgotarem as palavras? Gostaria de voltar a dizer tudo de outro modo Dizer por exemplo o perfume das ameixas estáticas na terra amadurecem no tempo finitamente púrpuras Ou todo o demónio é grato pois a fealdade não é nada mais que o início da beleza E a vida toma sempre a forma da alcova que nos contém Ou virá a morte e não terá olhos Dizer por exemplo pés de anjo abraçado pela antiga conexão celestial ao dínamo estrelado da maquinaria da noite Inclusive o medo não terá senhorio Cobertos os vivos serão confundidos com as bestas do vento e a lua poente Povo irreal acima da parda névoa do amanhecer invernal Ou não é a tua alma o que na tua alma procuro senão destruir o teu sexo Germinar com todo o barro da vida que ainda não viveu Dizer-te algo assim como vieste pousar-te sob uma folha do meu corpo Gota amarga e ligeira como o sol sobre as nossas muitas mortes e dizer para terminar logo coisas tão tristes como se eu morresse as estrelas apesar da sua lâmpada acesa perderiam o caminho ou silencio uma árvore acaba de iluminar uma galáxia inteira auuuu auuuuu ololiu
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