sábado, 10 de mayo de 2014

DAVO VALDÉS DE LA CAMPA [11.656]


DAVO VALDÉS DE LA CAMPA

Davo Valdés de la Campa (Cuernavaca, Morelos, México 1988). Escritor y crítico de cine. Ha sido Beneficiario del Programa de Estímulos para el desarrollo y la creación artística en 2009 y en 2011 en las áreas de cuento y novela.  A finales de 2011 fue ganador de la convocatoria para publicación de obra inédita del Fondo Editorial del Instituto de Cultura de Morelos con su libro, Ignoto. También ha publicado Relatos de un mundo depravado (EdicioZetina, 2009), Despertar (Astrolabio, 2014) y El silencio de los hipopótamos (Lengua de Diablo-Acálasletras, 2016). Colabora como artículista y columnista en Butaca Ancha, Freim, Tierra Adentro, Corre Cámara, Bicaalú, Cuadrivio y Penumbria. En 2015 fue ganador del Segundo Concurso de Crítica Cinematográfica, convocado por la Cineteca Nacional y la Embajada de Francia. En 2015 participó en el programa Talents Critiques en la Semana de la Crítica del Festival Internacional de Cine en Cannes. Actualmente dirige junto a Amaury Colmenares y Fabiola Valdés el proyecto Ruina Tropical. En 2016 fue invitado a Portugal como parte de los festejos de la Semana México Joven en Braga, capital iberoamericana de las juventudes. Los textos que a continuación se mostrarán se incluyen en la antología Eterna Primavera, tres escritores desde Cuernavaca, libro que se presentó en el marco del Festival Semana Mexico Jovem en la ciudad de Braga, Portugal, capital iberoamericana de las juventudes 2016. La traducción al portugués fue realizada por el artista Rafael C. Ibarra y Paula Feio Santos.


Cuauhnáhuac City

Vivo en esta ciudad que es como cualquier otra ciudad
 irreal fantástica triste sanguinaria y vulgar

Es una ciudad contradicción     Ciudad marítima que no tiene mar    Ciudad sin rascacielos    

Triste habitación que mira siempre al sur

Espacio configurado por el sexo y los partos     Por las credenciales    Por las ventanas que se abren al mundo     Tierra de grandes estacionamientos y de palmeras atemporales que se rehúsan a dejar el pavimento

Vivo en la tierra de los centauros y de las flores

La ciudad de los fantasmas ebrios    Y los árboles milenarios que acudieron al nacimiento del sol

            Ciudad epicentro  

Dos volcanes dormidos y debajo nosotros agitamos las manos diciendo adiós

 Mi ciudad es una barranca sin forma     Húmeda como el sexo de las buganvilias    Sensual como las piernas de una prostituta sin nombre    Trágica como las ciudades más antiguas del mundo

                                               Tumba de estrellas y signos

Un pájaro inmenso surca el cielo de otoño y debajo nosotros decimos adiós

            Luz solar que incendia el follaje    Mudo silencio que habita las rocas

Hablo sobre mi ciudad que es como cualquier otra ciudad

            en ella transitan automóviles e insectos sobre los mismos senderos

sobre sus calles vamos dando tumbos en busca del amor o de la calidez o en busca de un refugio que nos salve de la lluvia

El trópico nos nutre con el adormecimiento     A través del baile vamos regando semillas    Y el tiempo vuelve a su punto de inicio cuando el hombre cruza el meridiano

No vamos a ningún lado    Hemos anclado sobre esta tierra que anhela el mar    El aroma de las flores nos pudre por dentro    Pero la muerte es orgasmo colorido    Lugar donde de algún modo se vive    Humo rojo sobre los techos

                        Y debajo nosotros decimos adiós

[Porque en Cuernavaca he conocido todo: el amor, la amistad, la tristeza más honda, la maldad de la gente, la desesperanza, a mis perros, a los paisajes más absurdos (urbanidad y prehistoria en el mismo paréntesis) y porque aquí empecé a escribir]

del libro Ignoto (Secretaría de Cultura de Morelos, 2013)



Poema IX

A María Sabina

Soy el hombre que llora
estrella polar en el cielo sin fin
manecilla de reloj invertida
hombre aerolito
tierra mojada
bajo el copal reinvento
la alegoría del tiempo
Soy el cortador de espigas de oro
el que conduce las batalla del mar
mago y perdiz
viajero-niño que decidió regresar a la placenta
hombre de luz opaca
Soy el viento muerto del mono
el árbol que vaga entre las grietas
artesano de la piedra caliza
amaso la piel y la pulo entre mis dedos
Soy hombre que gira porque soy remolino
hombre luna menguante y estrella de la mañana
constelación guarache
por la que subo al cielo
Soy el sendero por el que van mis pasos
calcinado por un veneno incesante
Soy el hombre que pernocta en las arenas inmensas
y hace soñar a los insectos
Soy hombre que truena los cielos de rodillas
la lluvia se detiene en mis hombros
y mis cabellos fl otan frente a la greca solar
Soy un hombre de polvo y vino aguado
de lodo cálido y maíz criollo
Soy el hombre que palpa la gota de rocío
lobo y tambor
musgo y jaguar
Dibujo y escribo con carbón
en la ventana del último limbo



Vaivén

IV

Los barcos olvidan pronto
van fundiendo su proa contra la muerte
y poco a poco se hunden
callados en la bruma
Un barco se detiene a la mitad del mar
cuando dos amantes deciden volver
la mirada de la bóveda del cielo
a las aguas de sus ojos
En el centro de todo
en la parte más turbia y disforme del mundo
ocurre el milagro
dos labios se vuelven cuerpos


VI

Una estrella lánguida flotaba aún en el infinito
                                                   Thomas Mann

La luz había devorado a la sombra en una lucha inútil
y en el mar callado se respiraba un olor a muerte
Escondido entre la niebla y las rocas
afuera del cielo azul cobalto
un viejo barco se lamentaba
La noche cedía a unas nubes
cargadas de lluvia y vapor
y yo inmóvil miraba el sol
rasgar la bóveda celeste
No he visto aves volar este cielo
El aire se movía ferozmente
pero el mar inmutable parecía dormir
eterno
desde el fondo emergía
un grito sin voz
un alarido profundo y ancestral
La oscuridad volvió con la tormenta
y dejó caer su llanto
sobre el horizonte inacabado
Los párpados del cielo se abren



Vía

I

Ahora el mar es tan sólo una evocación lejana Lo escucho atrapado en los montes   En el llano mortecino veo hombres con redes de pescar vacías a sus espaldas   Caminan en círculos como planetas errantes Intentan hacer brotar el agua del suelo con golpes desesperados   Sospechan que bajo las grietas existía una marea   Recuerdan haber olido el océano en sueños   Los recuerdos son pájaros muertos en la arena   Pájaros muertos en la aurora cayendo en espiral   Las aves condenadas a volar hacia dónde va el sol se convierten en el monumento de sí mismas   Volar es ir deprisa hacia la muerte   Frente a la luz la vida se desploma ciegamente en las estepas   Como una flor que se abre se expande el instinto de volar   Y cuando el sol atraviesa el meridiano pliega sus pétalos   Me pregunto qué pasaría si el cielo y el mar se tocaran en el abismo   Me pregunto si todas las barcas encontrarán su rumbo   i todos los amantes cansados de amar la noche volverán a sentir su propia piel   Calla María alada y escucha crujir el cielo una vez más como un hueso roído Ahora lo sabes el mar está oculto en el desierto


V

Este cuerpo contiene todos los mares del mundo y aun así sigue seco   He navegado tanto tiempo durante tanto tiempo que el tiempo ya no es nada   Nunca he necesitado nada más que tus labios para decir algo   Y no importa que los muros tengan ojos y el cauce de las llagas nunca seque Necesito nadar sobre los vértices de tu recuerdo   El recuerdo único de tu piel sobre la mía como una ola inmutable   He despertado convertido en árbol   El océano me recorre   Mis raíces se pierden en los pueblos fantasmas de las profundidades   Tiento las sombras y un agua turbia me alimenta   Riego semillas en las grietas  Soy un árbol   Llevo el mar en mis entrañas


El incendio de las flores (fragmento)


Canto 17 o la teoría de los frascos llenos

Existe la noche y un violín que suenan en la caja de mi pecho    Estaban ahí antes de que aprendiera a llorar     La noche vastísima llena de constelaciones explosivas y tormentas de arena barriendo las estrellas rojas    Y el violín desafinado y sensual como una sirena recostada en un barco    Antes que cualquier otra cosa aprendí a llorar y eso es como cantar un poco     Como hacer música en su estado puro porque la música es una forma de traducir nuestros lamentos    Existe la aurora y el sueño    Existe el recuerdo de mis primeros perros y de cómo poco a poco se fueron muriendo y cómo fueron llegando otros Pero el vacío que dejaban al morir los primeros no se llenaba con nada simplemente se volvía más grande conforme iba amando a otros seres    Pienso que cuando morimos estamos vacíos de amor porque hemos amado en verdad    Existen las flores y el infierno  Las manos a veces saben reconocer el camino de las heridas    Las cicatrices del cuerpo son mapas trazados para entender el dolor    Posar mi sexo sobre otros sexos me convierte en un viajero    Estoy trazando un mapa más grande    Uno que abarque todos los cuerpos llagados por el deseo    Existen los fantasmas y la saliva    He pensando en qué haría si mis padres murieran    Me arrepiento de no tocar el piano para componerles un réquiem pero también pienso que los pájaros guardarán silencio ese día y quizá otras aves se dejen morir de tanta tristeza y mis padres muertos pensarán que ese silencio es una gran despedida    Existe la noche y un violín    La noche vastísima y el violín sensual  Existe el llanto y la música    La aurora    El sueño    Los sueños    Las flores    El infierno    Las manos colmándose de sensaciones de cicatrices y sexos húmedos    Existen los cuerpos y la saliva    Los cuerpos ensalivados y la saliva corpórea que conforma los mares    Existe un piano inmenso que se llama bosque y sus cuerdas son pájaros    Existe la muerte porque de pronto algo que creía seguro se ha marchado    Pienso en mi cadáver blanco descompuesto esquelético con las uñas largas y el cabello inmenso enredándose en las raíces de los árboles    Pienso en la marea y en las pequeñas partículas de polvo que brotan de mi garganta y que de alguna u otra forma vuelven al espacio como esporas de música como el lamento de un violín cruzando el cielo    Existen las palabras    Alguien me enseñó a usarlas para nombrar lo que me rodea     Abro los ojos y veo un inmenso cielo plegando sus alas    Un mar profundo cerrando sus párpados El espacio infinito recortando su cola y el sueño imposible temblando como un espejo Existen las palabras que antes de existir no eran nada y que de pronto por el simple hecho de ser nombradas convirtieron algo invisible en visible    Pero cuando eso sucede no encuentro otras palabras para explicar sus significados    Para eso existen los ojos y los oídos    Por eso existen las manos con cinco dedos que son como los ríos Éufrates Nilo Tigris Huang-ho y Yangtsé    Existen los besos y las sombrillas    Y un día todas esas cosas que existen confluirán en un mismo cauce    Bajo las mismas nubes blancas cargadas de lluvia    Cuando llueve lo que está arriba y abajo se tocan de algún modo porque además el mundo está girando en el espacio y quizá el mar no sea sino una pequeña gota de agua y el universo infinito y voraz que soñamos sea amor y muerte todo en un breve segundo como un violín que se rasga con el paso de las estrellas que mueren Y es precisamente ahí   Justo en ese momento   Consecuencia de todas esas circunstancias que la noche y la música son lo mismo    Una canción que apaga todas las luces como el viento que acaricia la llama de las velas y las manda a dormir felices de haber alumbrado    Las velas son como las estrellas     No importa hace cuánto hayan muerto     Sólo importa entender que fueron hechas para brillar y nosotros somos un poco como ellas y justo ahora me gustaría soplar tan duro frente al espejo y apagarme vacío de amor cantando un último lamento dejando que los violines y los barcos encallen en los mares de la luna porque el mundo está girando y cuando la música explota de algún modo    Lo de arriba y lo de abajo    Los cuerpos y las mareas    Todo es una sola materia    Lo es porque recién lo dije    Y esa imagen seguirá brillando un rato aunque apagues la luz y cierres los ojos y decidas guardar silencio hasta que la muerte se aparezca para llevarte a otro bosque con tu jauría de perros amados y todo lo demás que no tiene nombre    Hasta que de pronto estés lleno de nuevo



Canto 17 ou a teoria dos frascos cheios

Existe a noite e um violino que soam na caixa do meu peito    Estavam aí antes de eu aprender a chorar    A noite vastíssima cheia de constelações explosivas e tormentas de areia a varrer as estrelas vermelhas    E o violino desafinado e sensual como uma sereia encostada num barco Antes de qualquer outra coisa aprendi a chorar e isso é como cantar um pouco    Como fazer música no seu estado mais puro porque a música é uma forma de traduzir as nossas lamentações Existe a aurora e o sono    Existe a lembrança dos meus primeiros cães e de como pouco a pouco foram morrendo e como foram chegando outros    Mas o vazio que deixavam ao morrer os primeiros não era preenchido com nada simplesmente se tornava maior conforme ia amando outros seres    Penso que quando morremos estamos vazios de amor por termos amado em verdade   Existem as flores e o inferno    As mãos às vezes sabem reconhecer o caminho das feridas   As cicatrizes do corpo são mapas traçados para compreender a dor    Pousar o meu sexo sob outros sexos converte-me num viajante    Estou a traçar um mapa maior    Um que abrange todos os corpos chagados pelo desejo    Existem os fantasmas e a saliva    Tenho pensado o que faria se os meus pais morressem    Arrependo-me de não tocar piano para lhes compor um réquiem mas também penso que os pássaros guardarão silêncio esse dia e talvez outras aves se deixem morrer de tanta tristeza e os meus pais mortos pensarão que esse silêncio é uma grande despedida    Existe a noite e um violino    A noite vastíssima e o violino sensual    Existe o pranto e a música     A aurora   O sono   Os sonhos   As flores    O inferno    As mãos enchendo-se de sensações de cicatrizes e sexos húmidos   Existem os corpos e a saliva    Os corpos salivados e a saliva corpórea que conforma os mares      Existe um piano imenso que se chama bosque e as suas cordas são pássaros    Existe a morte porque de repente algo que se crê seguro fugiu    Penso no meu cadáver branco decomposto esquelético com as unhas longas e o cabelo imenso enredando-se nas raízes das árvores   Penso na maré e nas pequenas partículas de pó que brotam da minha garganta e que de alguma forma voltam para o espaço como esporos de música como o lamento de um violino a cruzar o céu    Existem as palavras    Alguém me ensinou a usá-las para nomear o que me rodeia    Abro os olhos e vejo um imenso céu a dobrar as suas asas    Um mar profundo a cerrar as suas pálpebras    O espaço infinito recortando a sua cauda e o sonho impossível a tremer como um espelho    Existem as palavras que antes de existir não eram nada e que de repente pelo simples facto de serem nomeadas converteram algo invisível em visível    Mas quando isso acontece não encontro outras palavras para explicar os seus significados           Para isso existem os olhos e os ouvidos    Por isso existem as mãos com cinco dedos que são como os rios Eufrates Nilo Tigris Huang-ho e Yangtze    Existem os beijos e os guarda-chuvas    E um dia todas essas coisas que existem confluirão num mesmo leito    Sob as mesmas nuvens brancas carregadas de chuva    Quando chove o que está em cima e em baixo tocam-se de alguma forma porque além o mundo está a girar no espaço e talvez o mar seja apenas uma pequena gota de água e o universo infinito e voraz que sonhamos seja amor e morte e tudo num breve segundo como um violino que se rasga com a passagem das estrelas que morrem    E é precisamente aí    Justo nesse momento    Consequência de todas estas circunstâncias que a noite e a música são o mesmo    Uma canção que apaga todas as luzes como o vento que acaricia a chama das velas e as manda dormir felizes por terem iluminado    As velas são como estrelas    Não importa há quanto elas morreram    Só importa entender que foram feitas para brilhar e nós somos um pouco como elas agora mesmo gostaria de soprar forte em frente ao espelho e apagar-me vazio de amor cantando um último lamento deixando que os violinos e os barcos encalhem nos mares da lua porque o mundo está a girar enquanto a música explode de algum modo    O de cima e o de baixo    Os corpos e as marés    Tudo é uma só matéria    O é porque recentemente eu o disse   E essa imagem continuará a brilhar por um tempo mesmo que desligues a luz e feches os olhos e decidas manter silêncio até que a morte apareça para levar-te a outro bosque com a tua matilha de cães amados e tudo o demais que não tem nome    Até que de repente já esteja cheio de novo



Canto 21 o la contemplación del amanecer

Losa roja y luz    El sol sale tan lejos e ilumina la terraza    Pequeño montículo de caos    Las mujeres sacan la basura por las mañanas    Coro de perros que ladran buscando el fantasma de un gallo    El frío nos recuerda que el invierno es posible aunque llegue tarde Estrella matutina    El velo de la noche se ha rasgado por el sonido de los automóviles poblando la avenida    Las hojas de los árboles diminutos viajeros que se mecen con el viento    Moscas que aparecen en el centro de los autobuses volando en un espacio que se mueve    Ramas que nacen en las grietas de los edificios    La lluvia siempre se cuela por los resquicios de los estacionamientos    Pequeñas lagunas subterráneas    Y las palomas que gritan como monstruos citadinos escondidas en las rendijas de las plazas Todo amanece como si todo llevara un sol dentro    Batalla de cantos entre las aves y los cláxones    Enormes bestias dando tumbos dejando un olor a diesel a su paso    Carrera de camiones que cargan gente con ojos cansados y gruñidos de desaprobación    Un árbol en medio del camellón se viste las ramas con jirones de bolsas de plástico    Cuando el sol abre los ojos se refleja en las paredes de los supermercados y se siente majestuoso    Los faros se van apagando porque huyen de la verdad que revela la mañana Alguien murió anoche y sólo las luces estuvieron ahí para presenciar la muerte La luz nocturna y las ventanas que crujen con el frío    Parvadas de niños con uniformes verdes y rojos que cruzan las calles rumbo a sus escuelas     Parvadas que pican el suelo buscando sus alas    Cabelleras que brillan con el sol como la losa de mi terraza    Sombras que se yerguen    Pequeños momentos nocturnos en medio del día    Las flores son la noche cuando son la sombra de sí mismas    Agua que fluye hacia abajo en serpientes de plástico    Sed que fecunda la tierra que se resiste a ser pavimento Hombres con arrugas bajo los ojos barren las banquetas y el polvo se convierte en una sinfonía de estornudos    En cada esquina vasos con jugo de naranja o extraños alimentos con tortilla y arroz    En cada esquina una cruz por cada atropellado muerto    En cada esquina la huella de un dinosaurio que habitó la tierra antes que en cada esquina hubiera un poste de luz con cables enmarañados que dibujaran dentro del sol    El frío se deja abrazar por los rayos solares y la humedad se impregna en los cachetes de las chicas que preparan el pan    Cuántas alarmas sonarán al mismo tiempo mañana    Cuántas no lo volverán a hacer    Qué pasa con el silencio cuando amanece y veo la brevedad de la luz en el techo    No existe el lobo solitario sólo la manada buscando la presa    Si este es un haiku es el más grande de todos y me equivoqué


Canto 21 ou a contemplação do amanhecer

Lousa vermelha e luz    O sol nasce tao longe e ilumina o terraço    Pequeno montículo de caos As mulheres levam o lixo à rua pela manhã   Coro de cães que ladram à procura do fantasma de um galo    O frio lembra-nos que o inverno é possível mesmo que chegue tarde   Estrela matutina O véu da noite foi rasgado pelo som dos automóveis povoando a avenida    As folhas das árvores diminutas viajantes que se balançam com o vento    Moscas que aparecem no centro dos autocarros voando num espaço que se move    Ramas que nascem nas gretas dos edifícios    A chuva sempre se mete pelos resquícios dos estacionamentos Pequenas lagoas subterrâneas            E as pombas que gritam como monstros citadinos escondidas nas fendas das praças  Tudo amanhece como se tudo levasse um sol dentro    Batalha de cantos entre as aves e as buzinas Enormes bestas dando tombos deixando um cheiro a diesel enquanto caminham    Corrida de camiões que carregam pessoas com olhos cansados e grunhidos de desaprovação    Uma árvore no meio do passeio central veste-se de ramos com farrapos de sacos de plástico    Quando o sol abre os olhos reflete-se nas paredes dos supermercados e sente-se majestoso   Os faróis vão-se apagando porque fogem da verdade que revela a manhã    Alguém morreu ontem à noite e apenas as luzes estavam lá para presenciar a morte    A luz noturna e as janelas que rangem com o frio    Bando de crianças com uniformes verdes e vermelhos que cruzam as ruas rumo às suas escolas   Bando que pica o chão procurando as suas assas   Cabeleiras que brilham com o sol como a tijoleira do meu terraço    Sombras que se erguem     Pequenos momentos noturnos no meio do dia    As flores são o noite quando são a sombra de si mesmas    Água que flui para baixo em serpentes de plástico    Sede que fecunda a terra que se resiste a ser pavimento    Homens com rugas sob os olhos varrem os passeios e o pó converte-se numa sinfonia de espirros    Em cada esquina copos com sumo de laranja ou alimentos estranhos com tortilha e arroz     Em cada esquina uma cruz por cada atropelado morto     Em cada esquina uma pegada de dinossauro que habitou a terra antes que em cada esquina houvesse um poste de luz com fios emaranhados que desenharam dentro do sol     O frio deixa-se abraçar pelos raios solares e a humidade impregna-se nas bochechas das meninas que preparam o pão    Quantos alarmes vão soar ao mesmo tempo amanhã   Quantos não voltaram a soar   Que se passa com o silêncio quando amanhece e vejo a brevidade da luz no teto    Não existe o lobo solitário apenas a alcateia à procura da presa    Se este é um haiku é o maior de todos e eu estava errado



Canto 22 o la paranoia de la poesía

Nunca supe de poesía hasta que las olas del sol estallaron en mi frente enseñándome que a veces es de noche y que otras soy pleamar    Cuando aprendí a leer estuve un poco menos solo    Me supe acompañado de cientos de fantasmas que olían todos a lo que huele el azahar    Después vino la noción de la muerte y sentí que la única forma de acercarme a ella era leyendo lo que mis propios dedos dibujaban en la arena frente al mar Estoy cansado porque soy un árbol viejo cuyos pasos han dejado huellas en su propio tronco hueco    He caminado en la superficie de mi ser hasta ya no saber dónde acaba mi cuerpo y donde empiezan las selvas    No entiendo la diferencia entre mano y acantilado Entre deseo e islote     Entre llave y musgo No sé dónde acaba mi cuerpo y empieza el rocío de la mañana    La frontera se ha borrado y siento que he agotado el tiempo    Que estoy de sobra    Que llevo más de la cuenta observando lo que mis perros hacen cuando hace frío y no encuentran donde acurrucarse    Estoy vivo para contemplar    El silencio abarca todo lo que he escrito y siento que adentro de mí vive un árbol viejo que ya no soporta el peso de sus raíces    Ya es otoño    Ya puedo decir adiós    Guardarme las cosas por decir Hablar con los ojos siempre al borde del llanto    ¿Pero qué hacer cuando se han agotado las palabras?    Me gustaría volver a decir todo de otro modo    Decir por ejemplo el perfume de las ciruelas que estáticas a tierra se maduran en el tiempo finitamente púrpuras    O todo demonio es grato pues la fealdad no es nada sino el principio de lo hermoso    Y la vida toma siempre la forma de la alcoba que nos contiene    O vendrá la muerte y no tendrá ojos    Decir por ejemplo pies de ángel abrasados por la antigua conexión celestial al dínamo estrellado de la maquinaria de la noche    O incluso y el miedo no tendrá señorío    Cubiertos los vivos se habrán confundido con las bestias del viento y la luna poniente    Pueblo irreal encima de la parda niebla del amanecer invernal O no es tu alma lo que en tu alma busco sino destruir tu sexo    Germinar con todo el barro de la vida lo que aún no ha vivido    Decirte algo así como viniste a posarte sobre una hoja de mi cuerpo    Gota amarga y ligera como el sol sobre nuestras muchas muertes y decir para acabar pronto cosas tan tristes como si yo muriera las estrellas a pesar de su lámpara encendida perderían el camino o silencio un árbol acaba de alumbrar una galaxia entera auuuu auuuuu ololiu



Canto 22 ou a paranoia da poesia

Nunca soube de poesia até que as ondas do sol estalaram na minha frente ensinando-me que às vezes é de noite e que outras vezes sou preamar    Quando aprendi a ler fiquei um pouco menos só    Vi-me acompanhado por centenas de fantasmas que cheiravam todos ao que cheira flor-de-laranjeira    Depois veio a noção da morte e senti que a única forma de me aproximar dela era lendo o que os meus próprios dedos desenhavam na areia frente ao mar    Estou cansado porque sou uma velha árvore cujos passos têm deixado rastros no seu próprio tronco oco   Tenho caminhado na superfície do meu ser ate já não saber onde acaba o meu corpo e começam as selvas    Não entendo a diferença entre mão e escarpa   Entre desejo e ilhota    Entre chave e musgo    Não sei onde termina o meu corpo e começa o orvalho da manhã    A fronteira foi apagada e sinto que esgotei o tempo    Que estou de sobra    Que estou há tempo demais a observar o que os meus cães fazem quando está frio e não encontram onde abrigar-se       Estou vivo para contemplar    O silêncio abarca tudo o que tenho escrito e sinto que dentro de mim vive uma árvore velha que já não suporta o peso das suas raízes    Já é outono    Já posso dizer adeus    Guardar as coisas por dizer    Falar com os olhos sempre à beira do choro    Que fazer quando se esgotarem as palavras?    Gostaria de voltar a dizer tudo de outro modo    Dizer por exemplo o perfume das ameixas estáticas na terra amadurecem no tempo finitamente púrpuras    Ou todo o demónio é grato pois a fealdade não é nada mais que o início da beleza     E a vida toma sempre a forma da alcova que nos contém    Ou virá a morte e não terá olhos    Dizer por exemplo pés de anjo abraçado pela antiga conexão celestial ao dínamo estrelado da maquinaria da noite   Inclusive o medo não terá senhorio    Cobertos os vivos serão confundidos com as bestas do vento e a lua poente    Povo irreal acima da parda névoa do amanhecer invernal    Ou não é a tua alma o que na tua alma procuro senão destruir o teu sexo    Germinar com todo o barro da vida que ainda não viveu    Dizer-te algo assim como vieste pousar-te sob uma folha do meu corpo    Gota amarga e ligeira como o sol sobre as nossas muitas mortes e dizer para terminar logo coisas tão tristes como se eu morresse as estrelas apesar da sua lâmpada acesa perderiam o caminho ou silencio uma árvore acaba de iluminar uma galáxia inteira auuuu auuuuu ololiu










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