Guillermo de Torre
(Madrid, 1900 - Buenos Aires, 14 de enero 1971) fue un ensayista, poeta y crítico literario y de arte español perteneciente a la Generación del 27. Sus restos descansan en el Cementerio de La Recoleta, de Buenos Aires, junto a los de su mujer, Norah Borges, y a los de su suegra, Leonor Acevedo Suárez.
(Madrid, 1900 - Buenos Aires, 14 de enero 1971) fue un ensayista, poeta y crítico literario y de arte español perteneciente a la Generación del 27. Sus restos descansan en el Cementerio de La Recoleta, de Buenos Aires, junto a los de su mujer, Norah Borges, y a los de su suegra, Leonor Acevedo Suárez.
Más reconocido como importante crítico literario y de arte español, fue, sin embargo, uno de los impulsores del ultraísmo, también con su trabajo poético, en sus comienzos. Después de la publicación de los poemas ultraístas Hélices (1923), se orientó definitivamente al cultivo del ensayo literario y artístico, donde se destacó como comentador del fenómeno estético vanguardista. Fue colaborador habitual de Revista de Occidente, Sur y El sol, y fundador, junto con Giménez Caballero, de La Gaceta Literaria (1927) y, junto con Pedro Salinas, de Índice Literario (1932). Desde 1956 fue catedrático de la Universidad de Buenos Aires, donde fijó su residencia. Sus volúmenes más importantes son: Literaturas europeas de vanguardia (1925, reeditado y ampliado en 1965), La aventura y el orden (1943), Problemática de la literatura (1951), Las metamorfosis de Proteo (1956), El fiel de la balanza (1961) y Tres conceptos de la literatura hispanoamericana (1963).
Obra Poética
Hélices, Madrid, Mundo Latino, 1923; reedición facsímil a cargo de José María Barrera López, (preliminar de Miguel de Torre Borges), Málaga, Centro Cultural de la Generación del 27, 2000.
Pararrayos
Un vuelo de miradas acribilla la noche
Cada relámpago
es un ojo de Argos
El viento nos golpea con sus puños
La tempestad dispara sus pistolas automáticas
Las estrellas tocan a rebato
La noche se extravía
y tactea los cuatro puntos cardinales del horizonte
Los tejados inundan sus lagrimales
Descarrila el tren de las horas
La tormenta enciende sus carteles eléctricos
Todos los transeúntes
cambian sus reflejos
se encienden y se apagan simultáneamente
En la pizarra atmosférica
se dibujan los guarismos relámpagos
Epilepsia de las alturas
Dios deposita sus injurias en los pararrayos
Cuándo
el pirotécnico celeste
agotará su stock de cohetes?
Inauguración
A Émile Malespine
Prètez votre concours à une aeuvre de charité
Le monde est à recommencer
Paul Morand, Feuilles de température
El paisaje se descontorsiona
en el desperezo matinal
Hay redobles de luz sobre el tambor
de los relojes proyectores
que aperciben las flechas del color
Desnuda
sobre la giba azul de las colinas
la mañana limpia sus espejos
Los dedos de los árboles
rasgan los últimos velámenes nocturnos
Sobre los raíles del horizonte
gira el semáforo blanco
y el día pide vía libre
Los primeros cohetes lumínicos
enhebran las más distantes lejanías
El disco de la aurora
cae maduro
desde los mástiles celestes
En los ríos sonámbulos
ya late el pulso del paisaje
Retornando de su evasión en las sombras
los jardines prisioneros a través de las verjas
nos miran con sus ojos verdes
Los álamos sacuden su melena
donde nidifican estrellas olvidadas
En los cánticos ortales
hay una siembra de ojos nuevos
Gira la gran rueda matinal
tejida por radios solares
Todo se articula
Y a la luz de los engranajes
arde la inauguración clarisolar
Madrigal a bordo
A Teresa Wilms: In memoriam
Mar sincopado
Olas efervescentes
Un transatlántico
Oh mujer enredada en gestos enigmáticos
Tú desnuda sobre cubierta
rimas la cadencia del silencio
En tu garganta
se enrosca la rosa de los vientos
De tus sortijas lunares
penden todos los puertos
Sobre tus muslos rueda
la bola de los hemisferios
En tus miradas emergen
paisajes submarinos
Un collar de ciudades
ciñe tus senos hesperidios
Tus palabras
resumen las perspectivas inholladas
Tu sonrisa
prevé el adiós de las escalas
Jugadora de los trópicos
sobre el puente del amanecer
Cuántas rutas en el libro sin páginas
de tu lírico remember
Sirena resurrecta
-con alma de mujer?
El barco danza un vals nostálgico
Nostalgia de tu psiquis cosmopolita
que ha visto el revés de los horizontes
Armando tu red sobre la popa
te sorprendió un erótico temporal
La luna exangüe
Tu sonrisa salobre
Y la noche acribillada
Adiós ondina irónica
interrogación del buque jovial
Tu voz ya solitaria juega al corro
con la voz innumerable del mar
Autorretrato
Los cables cuadriculan el horizonte
y subrayan mi cabeza incrustada
en la marea
de líneas subversivas
Descomposición prismática cubista
Los velos de locomotoras
ribetean el cuadro móvil simultáneo
La estancia se sale de sí misma
Mi frente al nivel de un rascacielos
Mis ojos iones que buscan su cátodo
Una humareda se deshoja en la copa del balcón
El biombo se abre como un periódico gigante
Los surtidores de libros perforan el techo
Y las líneas evadidas de los cuadros
triangulizan las rosas amarillas de los panneaux
Pero cómo soy yo?
Ved los cuadros amicales
Gallien me cree un Pierrot
Barradas una figura de dos dimensiones
Delaunay me pulveriza en colores
Vázquez Díaz halla el reverso pensativo de mi medalla
Y Norah profundiza en el boj
las líneas de mi sonrisa apasionada
Todo yo superpuesto
a un paisaje de feria urbana
Constelación de leit-motivs
en el zodíaco de mi adolescencia
La Girándula
La Hélice
Y el Vértice
Circuito de mis evoluciones:
Del barroquismo a lo jovial
Un síncope de esdrújulos
acelera mi vida mental
Un silbido de locomotoras
y un perfume transoceánico
me echan al cuello sus brazos
La pleamar sube hasta mi espejo
Quisiera estrenar la vida cotidianamente
practicar el simultaneísmo estético-accional
y oprimir todas las mañanas
el resorte de horizontes dispares
Amo la bodeleriana soledad poblada
y la elegancia siempre fresca en el ojal
Tras el intermedio cómico
y el tacteo preliminar:
Construcción noviestructural
Un viento de estrellas
mueve mi corbata y mi nostalgia
(En los entreactos
con un gesto burlesco
de jugador experto
arrojo sobre los acéfalos
el cubilete de mi léxico)
Mi mejor amigo el espejo
Una meta siempre en la altura
-20-
Y un amor pluricorde
de la mujer tangencial
Iconografía provisional?
Naturaleza extática
A Juan Gris
Un segmento de luna
sobre la bandeja
El corazón de la granada
es un abanico del iris
La guitarra la pipa y el periódico
disecados como loros
Palpando entre el mosaico
el vidrio canta sus reflejos
A través de la ventana bastidor del sol
el viento afina sus cordajes
Desconsolada una guitarra
con las clavijas sueltas
enmaraña su testa
CABALLERÍA
(Poema visual)
La luna decapitada solloza en todas las albas
Los cohetes lascivos besan el torso azul de Urania
Las miradas vírgenes averiguan el resorte luminoso de los atros
La caballera del Zodíaco es un surtidor incendiario
Flechas dardos proyectiles voltigean nocturnamente
La noche agita sus fimbrias fosforescentes
Tertulia del Pombo
Este café tiene algo de talanquera
y de vagón de tercera.
No hay mucho tabaco y se hace mucho humo.
Yo –el noveno poeta español– presumo
delante del Alcalde de zafra, que enluta sus canas
(once piastras de tinta todas las semanas).
Ventilador. Portugueses.
Acento de Sevilla, ¡dorada ciudad!
Y de mi Bilbao fogonero.
¡Camarero!
Café con leche, mitad y mitad.
Grita Llovet. Calla Bacarisse.
Solana consagra.
Si habla Peñalver, parece que se abre una visagra.
León Felipe, ¡duelo!
No tiene
ni
patria
ni
silla
ni abuelo;
¡Duelo! ¡Duelo! ¡Duelo!
Yo le doy un consuelo,
un
pañuelo
y
otro
pañuelo.
Llega
Monsieur Lasso de la Vega.
Il vient de diner a l'Hôtel Ritz.
Il sait bien son rôle.
Et il porte sa fleur.
¡Parole
d'honneur!
En los rincones algunas parejas
de seguridad y de señoras amarillas
miran a Torre y se estremecen
los guardias y las viejas
él las cita a banderillas
con las orejas.
Discusión sin fin
sobre si es ultraísta Valle Inclán
que si patatín
que si patatán.
En el mostrador suena un timbre trin...
trin... trin... triiinn...
unos pocos pagan y todos se van.
... Silencio, sombra, cucarachas bajo el diván.
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