Jacques Roubaud
(Caluire-et-Cuire (Francia), 1932 - ). Escritor y matemático francés.
Miembro del OuLiPo desde 1966 a propuesta de Raymond Queneau y presidente de la Asociación Georges Perec, su literatura ha inventado varias restricciones oulipianas, como el emir (que utiliza pares de palabras cuyas terminaciones son palíndromas entre sí), el baobab (que obliga a utilizar dos sílabas prefijadas en el mismo verso de un poema), el haiku oulipiano generalizado, la terina silábica y la terina a las tres vocales, aunque su obra no siempre se adhiere a algún formalismo.
Ha sugerido también dos metarestricciones
Un texto que obedezca a una restricción definida por una estructura matemática debe incluir una propiedad matemática de dicha estructura.
Un texto que obedezca a una restricción debe incluir una definición de dicha restricción.
Junto a Paul Braffort fundó el ALAMO (Atelier de Littérature Assistée par la Mathématique et les Ordinateurs, Taller de Literatura asistida por la Matemática y los Ordenadores).
Ejerce la docencia en la Universidad París X – Nanterre y es Director de Estudios en la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales. Ha traducido también obras del inglés al francés, como La caza de Snark de Lewis Carroll y algunas partes de la Biblia de los escritores (2001).
Algo negro fue escrito tras la muerte de la mujer de Roubaud, Alix-Cleo fotógrafa canadiense, que causara un fuerte impacto en el poeta. A través de las palabras trata de darle sentido e imágenes a la muerte y a una ausencia que sigue siendo presencia en el recuerdo.
Una lógica
Una especie de lógica para la cual tú hubieras construido
un sentido yo una sintaxis, un modelo, cálculos
El mundo de uno solo, pero que hubiera sido dos: no un solipsismo,
un biipsismo
El número uno, pero como movido en un espejo,
en dos espejos puestos cara a cara
El orden en el mundo, pero con dos comienzos
Diferentes, inseparables
Una primera distancia, pero a la que no hubiera podido
fragmentar una mirada exterior, una medida de esa distancia,
pero que no hubiera podido tomarse sin falsear el sistema del doble:
un axioma de incertidumbre
En ese mundo, si hubiera podido pensarse, el pensamiento del otro,
siempre, hubiera sido el pensamiento del "otro de dos"
El pensamiento del exterior, en ese mundo, el nuestro entonces,
hubiera sido el de cosas revelándose a una conciencia alterna,
de la que sólo hubieran existido realmente las percepciones,
útopicamente unidas, tuyas y mías, en el interior de la isla del dos:
El frigorífico, el horno, las luces decayendo, los gritos y los ruidos,
niños, sin hostilidad, rumores, entre nosotros la mesa, pensamiento,
de la cocina.
El buen aficionado
para ver la Gioconda
no va hasta el fin del mundo
y ni siquiera al Louvre
Va al cruce de la calle
de la rochefoucauld con la calle
notre dame
de lorette
entra al café
ahí está
El cuadro en la pared
beige y crema
el marco es beige y crema y un poco anaranjado
la tela está firmada
de mano del artista
E.
Mérou.
es la gioconda
la gioconda de mérou.
¿Mérou Emilio? ¿Mérou Eugenio? ¿Mérou Ernesto?
¿por qué no Emilia, Eugenia, o Ernestina?
¿cómo saberlo?
Tras el cristal bien limpio
la gioconda parece tan contenta
me mira
me sonríe
ni la menor condescendencia
ni un átomo de misterio
placidez
calma
hermosa
¡o sea, la gioconda!
El buen aficionado
no va hasta el fin del mundo
al Sélect, la Rotonde
al hondo fondo de profundas junglas
ni a las islas de la sonda
ni al perú
viene a ver la Gioconda
cerca del Sacré Coeur
la gioconda la gioconda
la gioconda de mérou
¡En resumen
cele cele cele
bremos la gioconda
layocondademerú!
De entre muchos poemas
Había uno
Del que nada lograba recordar
Salvo haberlo compuesto
En otro tiempo
Al bajar por esta calle
Por el lado de los números pares de esta calle
Bañada por un límpido rocío
Calle de tiendecitas persistentes
Entre el siniestrado Sena y el hospital
Un poema escrito con mis pies
Como compongo siempre los poemas
En silencio y andando en mi cabeza
Pero nada recuerdo
Si no es la luz la calle y el azar
Que hizo entrar en el poema
La palabra "respeto"
a la que no acostumbro hacer vibrar
En las páginas mentales de la poesía
Fuera de ella no hay nada
Y esa palabra esta palabra que está quieta
Da fe del cese de la calle
Como un árbol que el espacio olvidó
[Traducción colectiva de Francisco Castaño, José Luis del Castillo,
Jesús Munárriz, Jorge Riechmann, Ada Salas y Jenaro Talens]
En esta ciudad que no te gusta
En esta ciudad que no te gusta
Donde has pasado tantos días
Que te repugna hasta el contarlos
¡Miedo a cuanto no reconoces!
¡Miedo de todo lo que has visto!
Calles arriba calles abajo
Clases de nueve clases de barro
Clases de mutismo bocas le lobo
En esta ciudad que no te gustaba
De la que no supiste nuca desviarte
Por culpa de todo lo que no sabes
Trabajando por sílabas todos estos veranos
Pasmado por los muertos que se te han muerto aquí
En esta ciudad que no te gustaba.
Siete [Go 84]
El tiempo huye del tiempo, el tiempo es como larva
El tiempo es lo inconsciente de la tierra parada
El tiempo es mirada el tiempo es transparencia
A los muertos a la pasión a las falsas pruebas
Duración de hombre solo duración de mujer sola
Luces de la luz de la ausencia
La alianza no es más que brevísima espuma
Veloz luego enseguida las olas se separan
El tiempo es luz rojiza el tiempo es la sombra
El tiempo es esta escritura que se enciende
En las páginas en las lenguas de azar
El tiempo el tiempo es hormiga el tiempo es número
Acerca los reflejos los agita los mezcla
Borra el hombre y a la mujer, a las infancias
Traducción: Enrique Moreno Castillo
Algo negro
No puedo escribir de ti más verídicamente que tú misma.
No es que sea incapaz por naturaleza, sino que la verdad de ti,
la has escrito.
Y porque tú escribías para ser leída sólo después de muerta,
porque la he leído, contigo muerta, y hecho mía,
esa verdad es la más fuerte de todas.
No podré ir más allá.
Lo que guardo de ti, y que sólo a mí incumbe, no es del orden
de la verdad sino de la física:
Tacto de las rodillas a la frente, sabor de cerveza en la lengua,
perfume en los brazos, debajo, vista y voz, de lejos, me abrasan:
circuitos que no se apagarán. aún no.
Eso es sólo mío, y con razón.
Sólo escribiré de ti desde mi propia altura.
O bien me acuesto y hago sombra.
Traducción: Luisa Etxenike
Jacques Roubaud: Soy un cangrejo puntual [ ∈ ]
*Selección del autor de Je suis un crabe ponctuel. Anthologie personnelle (1967 – 2014), publicado por Gallimard. La traducción fue realizada por Martín Abadía.
1
Ya no veo el sol ni el agua ni la hierba habiéndome
encarcelado donde ninguna mañana tiene dominio si en el
cubo puro de la noche distingo de otros ramajes que
sobre el arco de los pensamientos los cazo los escondo
no tienen sitio más que las lámparas la división de lo claro a la
sombra hacia mí cortando lo visible lo poco de
mundo materialmente extendido a lo largo sí delante de mí
accesible por todas partes a mis manos
pues de todo objeto aquí desaparecido suscité sol por
sol agua por agua hice atravesar montones
de opaco a solaciones de otra parte oh soles en
los que confío
en qué punto ustedes son yo puedo mostrarles
a todos decir color madera naranja decir rojo y
ser creído soles despiertos sobre mi lengua soles
alrededor – aguaceros
2
Vivo sin inviernos sin lugares ningún tiempo es más
que otro he dejado de oír el ruido que hace el agua
hoy yo no digo el mundo es baño de hiel yo
no digo aquí ojos y maravillas yo soy
noche y neutro
el sendero del monte no fue proseguido el tiempo colectivo
no es sino un saber y sé la forma pesada que
me encierra pero sobre el blanco que se presenta no
escribo encuentro poco tomo poco en el blanco
de ciudades en que me atrapo
si hay siempre viajes de los que no volvemos
iguales una fuente no de sabiduría pero de
signos tal vez sea ese el lugar solamente al que tiendo
que no apunta al futuro la piedra la fortuna ni al juego
de los árboles ni aquel de los miembros de los barcos que
vive sin cielo que vive sin frío cuestionando dónde dime
dónde estaré
3
pertenezco al nervio de las calles a las morenas a los
jeroglíficos a la corteza del otoño al parloteo
de los esmaltes al don de sí a la avaricia a la grandeza
mezquinamente ciertas moderadamente a sinsentido (por
siglos minutos horas por nada por un punto amarillo
en lo claro)
el todo-sol el fuego redondo la baba del azul el buccino la
tienda de huesos el bosque dorado el spaniel o el cardo
el narval soy soy también la tarde que adormece a sus
moscas o la versión de las estrellas ya no nueva
sin embargo ya no segura
yo pasé por ahí yo sé yo les creo pertenezco a
un tiempo en que todo comienza lo vacío el plasma el
cálculo lo vivo cómo pensaba que no desciframos
aún la morsa de las montañas
¡no sabemos deducir junto a las esporas! (había
ventanas que se cerraban un ruido de coches querellas
un ruido de mandados en aquel tiempo no había yo
abolido lo inmediato)
4
soy un cangrejo puntual soy un correo sin
acontecimiento mi campo está vacío puro barrido hasta la
menor estrella cubrí de terciopelo la masa
curva del ojo este instrumento no detallará ya
más que su polvo
no arriesgo silencios no opongo sino palabras
planas como vidrios que enjuagan las lluvias y tengo
gusto por la noche tengo indulgencia por el alba jamás
hay nada que leer en mi mano
contando granos de arroz sobre una mesa de cocina he
asegurado mi santidad una vida de perfección contempla mil
veces la misma fuente que se rompe
a partir de mí el tiempo se disciplina cómo
decía yo hay aún una ribera sensible al
frío una isla con lagos y aborígenes cómo
5
cuántos puñados de nieve arrojamos sobre las flores
grises las peonías de humo así al jugar cuánto sobre
las murallas en los senderos cubiertos de corcho cuántas
nieves terrestres arrojamos sobre los matorrales cavidades la
endrina la zarzamora el regaliz el acebo
sabíamos nosotros cuán poco duraría el manto de nieves
en las viñas las mangas bajo las zarzamoras negras o
devastadas en el área de barbas de las espigas cuán pocas
nieves nuevas fundirían anillos de fuego o
sobre el ladrillo del hogar sobre el área ensombrecida de
/las brasas
la nieve era preciosa almendra rara y tierna pocos
días de poco ni siquiera todos los años guarda vivo el
gusto de nieve cuando detenía al viento sobre el
pergamino de los sotobosques el golfo inverso de las cornejas
cuando comprobamos que no son más que nieves
capaces de un hueco en la memoria capaces
de deslumbrantes helechos frescos sobre un vidrio que una
boca al alba cubre de vaho
6
había días joyas situados raros en los
años una sucesión cantante extraída de la sucesión sin
timbre de los días días de castañas y días de osos días
de fuegos diversamente separados jalonando aclarando
la duración sombra
un árbol presidía el equilibrio de las riquezas sus hojas
avanzaban sobre distancias invisibles de tiempo del
verde al castaño un ritmo cubierto asible por la sangre
solamente por vista difusa por algo como
la ubicuidad de los sentidos
la carrera era aún larga del cielo en el cielo donde
vestían vientos nómadas de las tiendas claras luego
sombrías y más larga más lenta era la subida de los
días marcados
como si resbaladiza la vida hubiera querido contenerse añadir
su firma a la alternancia natural abrir el edredón
de la infancia afeitar echar luz
7
el tiempo entero encogido se tiene del pétalo de una
mano el sol es un clavo que es (el sol) el eje donde
se aceleran arden los insectos en el remolino al
mismo tiempo el tallo imperturbable ceñido azul del torrente
salmón explota en el derrame de la represa de la montaña
los árboles se alzan no han tenido necesidad de
verificar el aire y algunos se presentan espadas sostenidas
de la empuñadura verde es siempre de la misma manera
que se dispersa un manojo de pájaros al principio como
granos y la segunda vez la curva inversa que niega
el peso en la caída
cisnes cisnes jueces blancos siempre en apogeo el
gran asunto es el tiempo pero de eso ustedes no saben
nada que mastican los jardines el ojo ofuscado por
ovoides mensajes negros
adiós ellos son adiós las edades cerezas esos son los
círculos de la piedra que retroceden hacia su centro en
el foso lo inmóvil que se prepara en el fondo al
fondo del muy profundamente verde
8
al final olvida la infancia sus orejas de perro los juegos
de cincuenta y dos imágenes que se repiten toda
experiencia no es sino migajas en la mandíbula enorme
que nos traga por qué andar marcha atrás te
regresa no hay nada
delante sino una pulgada de espacio que se congela a medida
que la abordamos decimos avenir y algunos ven
una planicie otros no es una cuestión poco
soluble a la cual sabemos dar hermosas respuestas
funambulescas : primeras no en el casi seguro que
rápido se volverá el seguramente enseguida no sé que
no se volverá menos cierto
las horas nos avalan una después de la otra no nos
demoraremos en los parajes esperaremos que la corteza
se talle a sí misma en la navaja que sino sabría
aguardar los mañanas se aferran como limaduras
cada uno se transporta paralelamente tú observas tú
observas tanto que morirás de risa aceras fósforos
picos jabones tablas monedas se cubren se obliteran
se deshilachan se empañan se dividen en capas
9
no es verdad miento todo es falso no hay nada
detrás no soy del mundo no soy ya
del mundo del que era no vivo un muerto me
hiela la vida avanzo bajo ausencia soy el
capítulo cero del libro el bajo olvidado en la partitura
que economiza el vacío encadenando razones que
no aseguran nada no estoy ni siquiera atrincherado soy
nulo desposeído del don del intercambio
se ha terminado para mí en el tiempo mismo donde posaba
mi primer axioma blanco sobre negro y la frase
rueda donde nada significa
ya no veo en parte alguna o si no acaso
si no ¿quién hará verdadero lo verdadero al negro negro
|abrirá
los ojos sobre otra cosa que la muerte?
10
pequeño tamiz de pepitas pequeño pequeño remolino sobre la gran
agua blanca pequeño menudo ruido pequeñas bodegas fuente
delante de las caídas pequeño cuaderno donde leerá pequeño pedazo
de tiza pequeña fábula pequeño mármol bajo pequeño tejo tallado
abajo pequeña historia pobremente
desgracia no maligna boca cosida pobreza confusión
piedras pequeña moral de cordero albardado pequeños habitantes
de polenta de acólitos pequeños puertos de anchoas y de ajo
pequeña puerta de leones de Micenas
pendientes del oro y pendientes del vino pequeños céntimos
| apretujados
pequeñamente ligera espuma de un sino de un en otra parte
pequeño dinero de la juventud pequeño plomo de la fatiga
casi no poco a poco apenas por azar parcela
hospital corredor palabras pequeñas casi-palabras paja plana
miedosa pequeños desastres pequeños pequeño mundo
-
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