viernes, 9 de marzo de 2012

6070.- CARLOS DE LA OSSA


Carlos de la Ossa (San José, Costa Rica, 1946). Escritor, filósofo y pintor. Empezó a publicar poesía mientras estudiaba en México. Entre 1981 y 1982, residió en Washington D.C. como becado Fullbright de la Universidad Católica de América. A partir de 1970, de la Ossa publicó una serie de siete libros bajo el título general de Imprimatur, el cuarto de los cuales le valió el Premio Nacional de Poesía Aquileo J. Echeverría en 1979. En 1987 aparecieron los siete Imprimatur en un solo volumen bajo el título Obra poética. Otros siete libros fueron compilados por el propio autor en el volumen Antología de la primavera, publicado en 1998. Su más reciente poemario, María, fue publicado en el 2008. Prolífico artista plástico, cuenta con más de una decena de exposiciones individuales realizadas en el país.




NIKOLAY PARFENOVICH


a —Alfredo Carballo


Así se pasa la vida (pienso en tí Nikolay)
sin una súplica externa
en la naturaleza
sólo sombras de músculos aflorando
de la tierra
y enredándose en el horizonte.


Las mujeres dormitan en el sudoroso
camino
que va de perdón en perdón
para engendrar hijos normales
y sin enfermedades
que desfiguren
sus miradas.


Hay globos por doquier
ahogándose
en gas
y en manos pordioseras.


(Nota aclaratoria: Si tengo oportunidad Parfenovich
le haré el amor a Isabel II)


En los mauseleos (Obregón—Insurgentes Sur)
quedan anquilosados
los nombres intemporales
de caudillos huecos
en el granito
soñando en cada juventud
en cada órgano fértil.


Así se va esta bandada de minutos
así nos encontramos pensando en un lugar cualquiera
en cualquier muchacha estúpida
enloquecida
con un gusano de sexo en el vientre.
(Notas aclaratoria: Aquel niño Gabriel
lloraba atormentado por este sueño)


Aquí y allá se va todo rápidamente
pero el tiempo existe por sí solo
para recorrer las aguas
del mar de los manuscritos
y para que encuentres en el fondo
un ojo lagañoso
de una madre cualquiera
abandonada leyendo la biblia
transmitiendo maldiciones
de generación en generación
como ésta:


"Ábrete el pecho Jacob hijo del hijo
y verás a tus hermanos pelear
un pedazo de bizcocho
o una figurilla mecánica
quizá el pequeño árbol
que sembraste
en un primer impulso creador"


Así eres cuando la vida se va
de cama en cama
y tu cuerpo se diluye
en el trote
de un hermoso caballo blanco.
Sí pienso en tí Nikolay Parfenovich
hijo de la criada
yo no te culpo ni me culpo
por ese bello pájaro divino que nos mira
y no podemos atestiguar
si siente
o si miente
la vida se nos va Nikolay Parfenovich
y sólo quedas tú como un graznido
mortificando al universo
y sólo tú despiertas
dentro de un yo más comedido
presto a dar batalla
comiendo yerbas hediondas
hablando sólo de tí
porque así se nos va la vida.












ELEGÍA V


Déjame solo
como a una farola sola
de la sola callejuela
sola
y sin muchachos
déjame aquí
contemplando cómo se abre
el escarabajo
de las dormilonas
y cómo las margaritas
se manosean.


Déjame aquí solo
a la luz de la farola
que quiero escribir un libro
sólo para gente sola
déjame escribir
que escribir es morir
y que solo
y escribiendo
se da el alma a bocanadas
y a bocanadas
se da
la soledad escribiendo.


Y quiero
en esta rara noche
llenar
las puertas con muñecos
que son pedacitos de nosotros
en el pedacito de vosotros
y también
voy a escribir
en inglés:
Blue Baby
I want to go
far away...
o quizá
escribir el concierto
para mandolinas
sin cuerdas
en doce minutos
de sagrada muerte
o la sinfonía
para algunos clavicordios
de algún lugar
como el Tíbet
en otros doce minutos...


Escribir
lo que haya que escribirse
debajo
de una farola
introvertida y terca
escribir

escribir siempre
sobre los trajes
de esos señorones
que mañana
por la mañana
me van a encontrar tirado
debajo de la farola.


Déjame aquí sólo
que voy a escribir
de nuevo la biblia
pero en un idioma diferente
para pequeñuelos
y pequeñuelas
y la escribiré
como una inolvidable
historia
de vejestorios
llena de patos y pichones
trenes de cuerda
y ábacos
tal vez
con soldaditos de plomo


Vamos, vamos...
déjame aquí
que el Rey Arturo
me espera
con sus doce caballeros
vestidos de faroles...








MADERO NEGRO


El país nace
se hace
se deja ir
se deja oír como el violín de Nikolay Parfenovich
que nació hacia el año 1880
y cultivaba la tierra
y depositaba semillas redondas blancas
como botones
como botones de nácar...
y de la tierra emanaba una rara planta.


La planta creció
la planta creció
y se oyeron voces en los bosques
de Ucrania.


Eran cosacos rojos cabalgando sobre Ucrania
en Ucrania y en los bosques de Cracovia,
y en los bosques
luviosos con ranas
bosques con palomas
y con garzas
poemas, botones del alba.


Sssssssssssss
Viento llorón
viento llorón
cadencioso galgo
largas extensas playas
pañuelos
pestañas blancas
madero negro
madero negro lleno de flores
rosadas.


De la planta, el madero negro
Nikolay Parfenovich
que nació hacia el año 1880
que gustaba de la balalaica
de las piernas espigadas
Iván Parfenovich.










Introudcción a tres estados emocionales




I


Y cuando el alma habla...
amanece tu rostro
poseído
de
luces y hierbas.
Cuando habla el alma
sientes
la
sangre
correr por la mañana
dando gritos
llamando a los hombres
de las tinieblas
y del humo
llamando a los hombres
de Jerusalem...




II


Aquí estoy amigo ingrato.
Aquí —
con la mano cubierta
de agua
y de algas.
Aquí esperando
que se abra la mañana
en espigas
o que Dios aparezca
en el cuerpo de un viejo
canoso
recogiendo flores y piedrecillas
a lo largo de los riachuelos
en las poblaciones alejadas
de los cementerios
(pulmones de vida)
donde todo sea
único
permanente
necesario.


Donde lo que sea blanco
sea blanco
sin que la palabra objete
sin que caiga la noche herida.
Oh sí amigo
aquí estoy
con mi boca destrozada
implorando amor
en cada ojo del tiempo
a cada paso
sin constatar
cómo se aleja la marea
siempre eterna
siempre oscura
(alas líquidas desparramadas
en el lomo de la tierra)


¡Oh anciano enfermo
si tú fueras
ese azul impacto
de la mañana triste!


¡Oh anciano enfermo
de la concha negra
cómo se pasa
El
Tiempo!




III


Una ocasión (cualquiera)
24 — abril — (No importa el año)


(Fenomenología)


Hoy amanece —
el sendero se ha extendido
vertiginosamente
hacia
Dios —


El vértigo
habla por sí solo
anunciando
el
retorno
a la vida.
Carlos sin cuerpo. (pp. 1-3)


El ruiseñor y yo


para Ana Lucrecia




En algún lugar cerca de esta buhardilla
se escucha la melodía de un ruiseñor.
Al fin calla.
Al fin descansa…
pero su canto es ya mi canto
por ello callo
y descanso de mi dolor.


(p. 99)





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