domingo, 21 de noviembre de 2010

2020.- LILIANA UGOLINI


Liliana Ugolini nació en 1934 en Florencia, Italia, donde reside.
Ha publicado los siguientes libros de poesía:
Il Punto (1980), La baldanza scolorata (1993), Flores (1994), Bestiario (1995), Fiabepoesie/vagazioni (1996), Il corpo-gli elementi (1996), L'ultima madre e gli aquiloni (1998), Celluloide (1998), Una storia semplice (1999), Marionetteemiti (1999), Pellegrinaggio con eco (2001), Imperdonate (2002), La Pissera (con Maria Pia Moschini y Rosaria Lo Russo, 2003) y Spettacolo e Palcoscenico (2003).
Algunas de sus obras han servido como base para espectáculos teatrales.
Es autora, junto con Franco Manescalchi, de la antología de poesía contemporánea Carteggio (1999) y Pianeta Poesia-Documenti (2005).




A LA MADRE

Te vuelves niña
tú que guiaste
mis pasos.
Apoyas una mano
en mi brazo
y miras (que es fingida)
mi indiferencia.
Sabes que no basta
tu regazo
para nuestros pensamientos.
Desde hace demasiado, perdida,
más pesado es subir
la bajada
y mentirnos es la ofrenda
de un ala.
Así de la mano
no sé si te guío
o si aún me guías.





CHAGALL

Levitación azulada
con cirros en esencia
de figura. Rapto
incorpóreo y sensual
sobre notas de guitarra.
Recuerdos. Redonda "O" repetida
alarga la realidad en sueño.
Violentos gritan
amarillos rojos violeta,
temblores liberados.






EL PUEBLO

Estrechos rectángulos
de cal superpuestos
miden desniveles
y son peldaños
los tejados en declive.
Tejas rojas
retienen luz
y atónitos ojos incoloros
abren de par en par interiores.
Se acerca la tarde.
Renquea el mulo
sobre antiguas piedras
deslavadas,
la pareja de bueyes
se entrevé entrando en el establo,
y quedas encerrado en el tiempo.
Alrededor,
hasta el silencio
se ignora
y fuera ya todo
ha sucedido.






ESPERANZA

El cielo sobre los lamentos.
Sobre las guerras, las estaciones.
Sobre las ideologías, el tiempo.
La tierra sobre el amor.
La indiferencia del ciclo:
una semilla de esperanza.
El orden en un caos
de justicia
y este tronco blanco
seco, ya no contiene gusanos.
Así puede venir la muerte
si eterna se abre una rosa.






OÍDO

Laberinto en canales de equilibrio
vestíbulo de la estabilidad.
El órgano en el caracol intenso
medirse, vibraciones
reveladas por el oído eludible
que se ensordece sin querer.
El martillo, el yunque y el estribo
taller del cosmos eco de sí.



Traducción de
Teresa Albasini Legaz

http://www.eldigoras.com/pdi/18lugolini02b.htm


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