lunes, 13 de octubre de 2014

JOSEMÁRI RECALDE [13.649]


JOSEMÁRI RECALDE

Josemári Recalde Rojas (Lima, Perú  1973-2000), falleció en su casa de Jesús María por múltiples quemaduras en un incendio que se dice él mismo lo provocó. A consecuencia de este trágico suceso podemos reconocer las influencias recibidas del poeta José Pancorvo. Josemári Recalde, dejó de existir el 21 de diciembre del 2000. Fue encontrado en la cama de su dormitorio.
Josemári Recalde nos dejó un único libro en su corta existencia, "Libro del Sol", que apareció vía Flecha en el azul, la ya desaparecida y recordada revista. De ese libro, que muchos me han codiciado y a otros prometí fotocopiar les dejo unos poemas de este vate limeño, quien en el último poema del libro, nos presagiaba su desaparición.





NI SIQUIERA TÚ
puedes reclamarte dueño de esta voz
nadie la ha oído nunca
entre las paredes escuras caer desorbitada

más allá un mar está cubierto de anémonas, medusas huyente
una palabra nueva
una palabra tuya.





EN CREPÚSCULO PISADO YAGO,
yo azuceno de hambre a las areolas,
Detrás de mí decid todo lo que queráis,
no me corro,
detrás de mí yo guardo
ese mismo, mudable murmullo de palomas.

Yo para ti no quiero
nada querer

Yo desde ti destruyo
todos los túes.





COMO UNA NIÑA
que comtempla desde la ventana del colectivo
la avenida pasar
en su ardiente felicidad
hecha de amar
sin ninguna urgencia
me gustría llamar
me gustría poder decidirme
a comunicar
esta estrategia de sobrevivir
por amor de las avenidas
y del mar.




SERMONEN AD MORTUOS

Al final de los mitos,
cuando todo se halla evaído,
encontraremos quién sabe una luz,
no no quiero
pertenecer más a la realidad verdadera
nin a la falsa,
por eso incendio mi cuerpo.


PD: Los poemas se han reproducido tal cual están en el libro.





AMAZONIA
Poemas de Josemári Recalde

Josemári Recalde (Lima, 1973-2000) quiso incluir en el Libro del Sol los tres poemas de «Amazonia» («Palo de lluvia», «Wámpach» y «Cushma shipiba») que se presentan en las páginas que siguen. 

Escritos en un cuadernillo de prácticas de Estudios Generales Ciencias de la Universidad Católica, los poemas no llegaron a publicarse, pues una mala pasada del destino los refundió entre otros papeles y nos impidió hallarlos en esos días de setiembre del 2000 en que preparábamos la edición del libro. 

Los textos no aparecieron sino hasta varios meses después de su muerte, ocurrida el 23 de diciembre de ese año, día inicial del solsticio de verano; los encontré a tiempo, eso sí, para ofrecer los manuscritos en el homenaje por el primer año cumplido desde la desaparición del poeta, en Flecha en el azul 16-17. En odumodneurtse! 6 quise publicar una versión transcrita de los poemas, que permitiera un mejor acercamiento a los lectores. 

Tampoco se pudo, pues ese número del Periódico de poesía nunca llegó a publicarse.

Intermezzo Tropical ofrece ahora, por fin, los manuscritos y sus transcripciones, además de otro poema, también correspondiente al ciclo de las exploraciones de Josemári en las ritualidades amazónicas. Estas, bien lo saben quienes llegaron a conocerlo, supusieron para él, a su modo, viajes: peregrinaciones, desplazamientos, inmersiones.

Luis Fernando Chueca




Palo de lluvia

Deténte más, deténte
en el sonido del vuelo mágico de la lluvia
que tu palo activa,
estaciónate en la plenitud del instante
cuando ha cobrado intensidad la ceremonia
y el rito se instala en lo sacro,
en el tiempo que a todo tiempo pertenece,
en la percepción umbilical del astro principal.
El arco iris provendrá del palo,
el palo provendrá del arco iris.
O en la claridad de la noche estrelladísima,
me anunciaré [lentamente] como testigo
y acompañante en esa diminuta música mágica
que tú conduces, diáfano palo.

Puedo sentir el minúsculo peso de tus piedrecitas
viajar de uno a otro de tus lados,
puedo mirar en ti los hechos [vagos],
puedo quizás palpar la eternidad,
palo de agua
que tanta agua proclamas en tus cantos,
acompaña a los niños en su caminata,
tú llegarás allá desde la maloca.

Al pernoctar en la hamacayo te buscaba,
tú me llevarías en tu río hacia los goces del tiempo presente,
un presente hecho de futuro
y de acciones innúmeras como tus conjuntos de sonidos,
palo,
hilo de Ariadna plácido y sereno.







Wámpach

El wámpach muy bien adécuase...
El wámpach muy bien adécuase
al granito de las bancas de los parques de Lima
ya de noche, ya de tarde,
cuando el Sol se [recoda] hacia mí.
Todo él se [pone] sobre la generosa aspereza de lo sólido;
Así la cosa es el instante
en que triunfa el circunstante
de ver tan caras señales
en lo que es de ser siendo.
En el momento de tomar el wámpach
una vez más me iré sintiendo aishman,
y vagaré las vías
saltando cada sentido de uno en otro ente;
es la hora de todas las horas...
wámpach...es la hora alta, 
aquella que late de perdurabilidad pura,
aquella a que asomáramos saliendo de este tiempo,
hora de vitalidad y adultez:
wámpach...la hora natural de las alegrías y ternuras
la hora del abrazo sobre el prójimo, del ósculo,
en todo momento quede nuestro pecho una luz irradiara
para volver serenamente sobre nosotros mismos...
wámpach,para mirarnos...
Es entonces que tus fibras revibran de iluminadas
es entonces que como a un hijo te porto,
portabebes-wámpach,
para la desnudez y en la destreza de la vida,
para la naturalidad de la magia verde
y también para la de las lindas [ofrendas].
Wámpach,
autenticidad y chambira
envolvencia de música
que allá en la ladera escuchárase,
al entrechocarse de tus hilos conductores,
transporte wámpach,
bienvenida siempre tersa a la vida,
[convención] absoluta de las formas,
wámpach,
historia y cacería,
wámpach,
tabaco y tristeza,
paciencia y simplicidad,
aniquilamiento: wámpach,
wámpach del día de siempre,
wámpach de la era,
viaje entero de la estrella,
azucena deseada de frescura.






Encuentro: wámpach,
amanecer: wámpach,
reconocimiento: wámpach,
wámpach transparentado de reciedumbre y blandura,
concebido en la matemática de la alegría forestal,
wámpach,
aventura,
wámpach,
aventuranza y trama,
wámpach del rito,
wámpach del mito,
wámpach insólito de amor y de calma,
a tu calor dormito y voy mi tiempo,
ante tu luz me postro,
viejo trofeo y amigo,
sucesor de otras bolsas
naturales ya heridas,
cuando la tierra
es que se hace clara expresión
de la desnudez de lo perfecto.





Cushma shipiba

El palo de lluvia en el wámpach;
el cuerpo en la cushma.
La cushma resplandece;
es ella un don
que da Cristo en la RUSTICACIÓN



[sin título]

Es ahora que llegan con sus cantos liberadores
los espíritus del hilo del icaro,
los dadores de la armonía,
el diagrama de la existencia en una envolvencia palpable;
es el tiempo;
¡es ahora! ¡es acá!
el instante
prolifera como una iluminación;
los movimientos; los silenciamientos;
pura luz energética se aplica: ayahuasca;
¿cómo llegamos a ti?
tú estuviste en nosotros;
tú, perfecto médico: Cristo,
el Cristo de la ayahuasca
por la luz de la rusticación iluminado.
Diagrama sensible en lo interior y profundo;
hogar que alienta en nos,
benefactor
de los que fuimos desterrados;
el amor.









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