miércoles, 15 de octubre de 2014

ENRIQUETA BELEVAN [13.682]




Enriqueta Belevan 

(Lima, Perú   1944). Libros: Poemas al estilo de una pintura ingenua (Lima, Ediciones la Sagrada Familia, 1978) y Poemas de la bella pájara hornera 1966-1983 (Lima, Alfa, 1984).

Se ha convertido en una poeta de culto por la razón que solo ha publicado dos buenos libros (“Poema al estilo de una pintura ingenua” y “Poema de la bella pájara tornera”) y desde la fecha (1984) no se ha sabido mucho de ella y de su producción literaria.
“Poema de la bella pájara tornera” (Editorial Alfa, 1984) es un poemario atípico en la literatura peruana porque sale del discurso imperante del setenta y del ochenta en nuestro país. Su poesía transita en lo reflexivo dejando de lado el discurso narratológico y barroco. Su estilo está acorde con la tradición japonesa por su carácter profundo, versos cortos y un lenguaje sencillo. Otra característica importante en su poesía es la dependencia que tiene el ser amado en sus versos, algo también muy extraño porque no está en la línea de las posturas femeninas de esos años.  Este poemario contiene algunos poemas de su primer libro y los que fueron escritos en los periodos de los años 1979 -1983.
“Poema de la bella pájara tornera” se convertirá en el vestigio que todo lo que se establece en un discurso imperante es correcto sino también aquello que se aísla por encontrar una voz más íntima.




Pier Paolo

Rostro destrozado entre los cristales.
Trazas un signo y es nada frente al viento
que puede ser cruel en una ciudad desguarnecida.
Muerto de tristeza el día te descubre
con el cráneo deshecho por un adolescente.
Pero entonces un signo es más
que un conjunto de signos dibujando
las cosas innombrables
y la tarde o la noche son del color
del mar sobre tus manos celestes.




Primera Entrega

Sombra celeste
ángel quebrado
polvo de mis hombros
me has dejado inmóvil,
has detenido el vuelo de mi cuerpo.
Las piedras de la calle
hieren mis pies,
Calles extrañas estas
donde no he venido a encontrarte.
No hay lluvia que detenga
la sombra celeste que corroe
los tranvías se pierden
las ventanillas se cierran
las piedras de la calle duelen.






LLEGÁBAMOS SIN TOCARNOS

Llegábamos sin tocarnos
y todo el aire eran nuestras manos
y nuestro cuerpo vacío
detrás de la sombra de cada uno
nada se volvía
la voz era como el aire mismo
dentro de nosotros totalmente.



ALGO SE AGITA

Algo se agita y reconoce en mí
como perfecta la dicha.
revela más que mi corazón
al margen
de todo mi cuerpo
como un agudísimo dolor
en la garganta
como los ojos abriéndose a las tres de la
mañana
como un pequeñísimo grito de
nostalgia
clavada en Agosto.





REFUGIOS

nada ha de protegernos ya.
sobre la lluvia
el hermoso ignorado canto
del ruiseñor mecánico.
es el último refugio
la sombra inmensa de nuestros brazos cerrados.






No hay comentarios:

Publicar un comentario