miércoles, 8 de octubre de 2014

CHARY GUMETA [13.582] Poeta de México



Chary Gumeta 

(Maria del Rosario Velázquez Gumeta). Chiapas, México  en 1962. 

Estudió una Licenciatura y Maestría enfocada a la Educación. También hizo estudios de la  Lic. en Letras Latinoamericanas. Perteneció a uno de los grupos más representativos de la Poesía Chiapaneca “HeliKon Dorado, que dirigía el poeta Gustavo Ruiz Pascacio. 

Su poesía ha sido publicada en diversas revistas nacionales e internacionales, entre ellas Finisterra, Universa, In Magazín; y en revistas de los países Perú, Guatemala y Costa Rica.  

Es coautora en dos libros: “CHIAPAS: SINTESIS HISTORICA: PAIS DE LOS MAYAS TIERRA DEL MESTIZO” y una biografía “JOAQUIN MIGUEL GUTIERREZ CANALES SINTESIS BIOGRAFICA”; ambos de investigación histórica. 

Fue incluida en la antología Voces chiapanecas,  libro realizado por el Mtro. Hernán Becerra Pino y editado por CONECULTA. 

Ha publicado los poemarios Veneno para la ausencia (2012) y Perlas de obsidiana (2013).
Ha participado en los siguientes Festivales de poesía:

“ENCUENTRO DE POETAS JOVENES DE MEXICO (1986, 1987)” EN Xalapa, Veracruz; “1er. ENCUENTRO DE POETAS DE LA FRONTERA SUR EN CHIAPAS (1988)”, “COORDINADORA LITERARIA DEL PROYECTO POSH 2012”, (San Cristóbal de las Casas, Chiapas; “FESTIVAL MESOAMERICANO  DE POESIA 2013” EN Tapachula, Chiapas; “VI ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ESCRITORES E INVESTIGADORES 2013 HOMENAJE A ALBERTO RUY SANCHEZ” En San Cristóbal de las Casas, Chiapas. 

Actualmente prepara el poemario “POEMAS MUY VIOLETAS”

Su trayectoria ha sido más conocida como Promotora  Cultural de las artes y la literatura en la que cuenta con un sinfín de exposiciones plásticas con artistas locales, nacionales y extranjeros. Así como  múltiples festivales de cultura que ha organizado y llevado a diferentes municipios de Chiapas y a otros Estados de la República Mexicana; ha organizado Festivales de poesía apoyando a los  jóvenes valores, así  como ser parte de la organización del Festival  Mesoamericano de Poesía y del Festival Internacional de Poesía San Cristóbal de las Casas. Su Trabajo se ha distinguido principalmente en todo el Estado de Chiapas por promover  principalmente a  jóvenes creadores de artes visuales y literatura.



PARA UN SUICIDA

“La vida se acaba
Hasta que se acaba”

Para Marco Fonz de Tanya

Escucho voces distintas
De edades distintas
Es evidente que mi oído
Aún descifra su transparencia.

Cada edad tiene una historia,
Una experiencia acumulada
Según lo vivido;
Se entierra el alma cada día
Pretendiendo existir
Porque vivir solo ha quedado
En el libro de la vida

Es tan absurdo el suicidio
Como una tragedia brutal e incomprendida
Donde vivir es prohibido.

Morir es libertad
¿Entonces para qué vivir?
Cortar de tajo
Mientras las estrellas brillas en el cielo
Mientras hay un buen viento para volar.

Hay cierta lucidez y aceptación para el suicida
Su impensado hecho y confuso motivo
Le dan la fuerza
Y la libertad para tomar su vida,
Pues morir es una opción muy personal
A tener una vida no deseada.




  
RECLAMO POR ESOS MUERTOS

Para los hermanos de Acteal
En Chiapas.

Allanar con voces este silencio
Que mata la dignidad
Y la libertad del espíritu
No resuelve la masacre de un pueblo.

Sueños recurrentes,
Palabras filosas que mutilan a la palabra
Y se hunden en el mar profundo
De pensamiento y poesía,
Para encontrarse con los nombres
De quienes desbarataron los sueños.

Golpean las imágenes el orgullo
Y sangra la angustia
Ante una devastadora tristeza;
Estas letras no tienen más
Que apretar las entrañas
Para extraer desgarradores lamentos
Que provocan las heridas.

Han descendido al abismo buscando respuestas
Por la negligencia ancestral
En la que han vivido;
Han recogido los pasos
Que han  marcado el camino tortuoso
Por donde sus pies redimieron sus derechos.

Su espíritu fuerte garantiza el futuro de su pueblo
Que miraron los ojos del mundo
Convulsionar como perro moribundo.

¡Acteal no está en la selva!

Su resistencia nada en mares de sangre,
Ha combatido la esperanza
Con realidad trágica
Hilvanada por la memoria del pasado.

Las lágrimas no son suficientes
Para lavar el enrojecimiento de los cuerpos
Solo los gemidos austeros y cansados
Nos hacen saber que apenas llega el consuelo.
El pésame del tiempo no llena esta afrenta fría
Que acuchilla los recuerdos.

Esta ahí el acontecimiento
Como si fue ayer cuando el viento
Cambio de rumbo y ya no hubo porvenir
Para las víctimas.

Hoy solo se escuchan plegarias,
La justicia se ha marchado al extranjero
Esperando como indocumentado el regreso;
Y los caídos aún tienen vida
Entre el testimonio de coexistencia
De vivos y muertos.



I

Cada día que pasa muero de una forma u otra
¿En dónde estoy que no me encuentro?
Este camino que esta frente a mis ojos
Lo he caminado muchas veces,
Sin embargo no lo conozco.
¿En qué momento tuve una hija
Que ahora me llama tía y unos sobrinos
Que también me llaman madre?

Estoy desmadejada
Hecha jirones
El archivo de mi mente no me encuentra
Estoy perdida en el limbo de los sueños
Rodeada de cigarras.

Intento volver a ser la misma de antes
Pero hasta ahora nadie ha vuelto
Del bosque de las sombras

Se caen los recuerdos a pedazos
Se borran las imágenes.
El vestido de bodas que vistió mis pecados
Ya no lo recuerdo.

¡Apiádense de mí palomas invasoras
Necesito espiar  mis culpas
Para que se las lleven y me perdonen!

Soy la que no soy y me duele,
Me duele tanto que hasta al dolor le duele mi dolor,
Me duelen mis dedos atados a mi cuerpo,
Mis pies, mi espíritu;
Hasta el alma espera que le tenga compasión
Y la cubra con el velo de mis ojos.




II

Te reclamo por este dolor que muerde fuertemente
Por este desierto que se ha adueñado de mi cuerpo.

Estoy llorando.

Dirás que no hay motivo
Que llorar es solo descargar el alma
Que sueña con la pérdida vacía.
Dirás que a las perlas de obsidiana
Solo llueven por travesura.

Tu solo imaginas un dolor a secas.

Mi nombre está de luto
Por la muerte de su sombra.
Imagínate cómo se siente la angustia encarcelada,
Escuchando ruidos extraños en ese lugar obscuro
Donde se revuelca el infinito.

Aterradores espíritus malignos
Deambulan por los bosques de los tiempos.

Se escucha un murmullo.

Es el llamado del páramo
El grito de la obscuridad
Que enfría al espíritu del más valiente
Y sin embargo aquí estoy para envolver
Mi sombra con el negro manto de la noche.




3

A mi abuela Encarnación Velázquez
Rivera Rodríguez, malabarista de
Mundos y ciudades.


Te odio porque te moriste
Porque eras el silencio y el griterío
Entre las hojas verdes y las secas.

No tienes perdón de Dios con tu abandono
Que aplicaste a mis cumpleaños.
Te moriste acida y tierna
Doblando flores del jardín ajeno.
Te reclamo tu muerte porque me dejaste sola
Como un chillido en el oído del sordo
Como el perro que extravío a su dueño
Un día incierto por la calle.

No se vale que tus huellas se borren
Con el viento de la nada
Por apaciguar la muerte.

Abuela, los grillos se tragaron el tiempo
Los ojos de la noche se encerraron en tu cuarto
Y mis dientes mascaron
A las golondrinas que arropaste en su nido.

Hoy se rompe el medio día en el camino recorrido
Y tu imagen sigue fresca,
Sigo buscando ese mundo donde ahora vives
Para programar una visita
Y decirte la falta que me haces
Decirte que tengo una hija
Y sobre todo,
Que he recogido estos años
Para regalártelos en una cesta.

Abuela, abuelita, acidita,
Vivo a duras penas la soledad de tu ausencia
Persigo tu recuerdo ilusionada
De que un martes o un miércoles
Podré gozar de tu presencia.





ERA MI HERMANA

Para ella, quien corto estrellas
De los árboles que crecen en los cielos.

Quería que mi hermana dejara de contar historias
Dejara de ser hormiga y que usara sus sueños
Para columpiarse en la luna.
Era mi hermana, la única, la mayor,
La madre que no tenía hijos
La que razonaba sobre mí.

A veces era muy mi hermana
Con sus ojos de obsidiana
Con su piel de abedul
Siempre recogiendo las quimeras mías
Y de mi hermana
Siempre siendo más mamá
Que hermana mayor.

Mi hermana era esa sombra por la casa
Era la heroína que me salvaba del dragón
La que destruía los monstros
Que vivían en mis sueños
Tan solo al cantarme una canción.

Nunca nos confiamos nada
Ni nos tocamos con las manos
Era mayor decían
Era la que debía cuidarme decían,
Jamás compartimos los zapatos,
Ni el maquillaje, ni el vestido,
Ni la sonrisa de sus novios.

Hace un tiempo que mi hermana
Dejo de andar como fantasma por la casa
Dejo de cortarse el pelo y las uñas
Dejo de teñir su vida
Porque aquello de los sueños,
Los guardo en un cofre de ilusión.

Era mi hermana,
Mi énfasis, mi cariño, la mejor.



4

Para mi amiga María Luna
Quien alumbra con su brillo
El camino de los vivos.

El tiempo me pellizca
Como un recordatorio de tu ausencia
Pajarita que nunca volaste
Más allá de los hijos negativos
¿De qué especie eras que jamás
Buscaste flores en el bosque
De los hombres?
Te volviste aíre para poder quedarte con nosotros
Para poder besar al amor sin que éstese dé cuenta
Y hacer travesuras como hada abandonada
En un jardín ajeno.
Ardiste en penas y tristezas limpiando de pecados
Esta ausencia.

Amiga, migajita de pan incomestible
¿Qué necesidad tenías de volver tus ojos a la luna
Caprichosa que maneja el alma de los hombres?
Dejaste que nadara en ese lago verde oscuro
Donde los peces conspiran contra el mundo
Y no sienten tu ausencia como el cielo
Y los pajaros que anidan en los techos.
Dejaste que las lenguas hicieran conjeturas
Que murmuraran las gargantas secas por falta de lluvia.

Amiga querida,
Es hora de quitarte trapos viejos
Y emerjas como reina este mayo
No necesitas volver a morirte para ser flor viva
Que bebe siglos en las noches
Hambrientas de amor y de caricias.

Moriste sin pedir permiso a esta sociedad descamisada
De aprecio y comprensión.
Permite que cuente la historia iluminada
Con procesos biográficos en línea.
Déjame hacer que las estrellas peleen entre si
Para asignarte un lugar entre ellas
Deja que me sienta Dios por un momento
Que arregle los problemas de la vida
Y que por fin te deje ir
A ese lugar donde se esconden
A esperar el inventario de los días.

Florecita, amiga,
Te acabaste los años que te tocan
Y en ese día terminaste por fin
Con los síntomas del siglo.
Te agarraste de la falda de los tiempos
Y no te soltaste
Te afianzaste como toda una heroína
Sobre la señal permanente del artífice.

Es hora de terminar con este baño de palabras
Que el polvo del tiempo haga su trabajo
Y nosotros,
Nosotros volveremos a lavarnos las manos
En el río del recuerdo.




PALESTINA

Lloras ensangrentada
Con impotencia que lástima
Con dolor de Madre
Que pierde a sus hijos
Con las venas abiertas
Que también se llora en América Latina.
El sufrimiento 
se desliza por tus cabellos 
Baña tu cuerpo mancillado.
Palestina de Agar
Palestina de Ismael
No mueras
No abandones a tus hijos 
Sólo quieren cobijarse con tus brazos.
!Aguanta Palestina!
Remiéndate
Las manos del mundo
No te dejarán sola.





Para las mujeres con miedo 
de caminar por esos caminos. 

Deberíamos ser como fieras 
y aprender a defender nuestras huellas 
de esos caminos circundantes 
llenos de estrellas. 

Dejar que las palabras saquen su sable 
y corten de tajo los insultos novedosos. 

Hay que aprender a vivir 
con el canto en los labios 
sin emitir un sólo ruído 
que espanten al camino 
donde se refugian los pasos. 

Caminar con mayor sigilo 
para que los merodeadores 
no se den cuenta del errantante 
ni de los pies titubeantes 
en ese páramo de adversidades. 


1 comentario:

  1. Al conocer la grata noticia de que es tu voz creativa la que abre caminos para la poesía femenina actual de Chiapas, en esta prestigiada y mundial antología, nos sentimos legítimamente orgullosos y agradecidos, querida Chary, de que ofrezcas estos entrañables poemas al mundo. Saber que estás muy cerca de nosotros nos da la fortuna de saber que te escucharemos otra vez muy pronto, y en esa espera estamos, enviándote por mientras cariñosos besos, abrazos y nuestros deseos de que siempre estén contigo y con tus seres queridos los númenes favorables, que como nosotros te bendicen porque aman tu ser, dedicado al arte y a poesía.

    ResponderEliminar