jueves, 17 de octubre de 2013

MARLENE ZERTUCHE [10.700]


Ricardo Allemán, Indira Rendón y Marlene Zertuche, de Malasangre


Marlene Zertuche

Guadalajara, México, 1983. Estudió Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara. En 1999 resultó ganadora del certamen de cuento de la FILJoven de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Poemas suyos han aparecido en revistas mexicanas. Durante 2006 organizó ciclos de lecturas de poetas y narradores en los centros culturales El Cantón de la Rueda y en Rojo Café; en el primero de éstos participó activamente como promotora de artistas plásticos y escritores locales y extranjeros.
Fue becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes para promover la literatura a través del programa Café con Letras (2008). Ha sido parte del consejo editorial de revistas literarias y de arte, como La rueda.
Actualmente es correctora de la revista de literatura y filosofía Vaivén, editada por el Sistema de Educación Media Superior de la UdeG y editora en la agencia de servicios editoriales Caja de Texto. En 2013 publicó su primera plaquette, Mazo de Hércules.






Selección de textos del poemario Mazo de Hércules



mi trazo proyectaba
una recta
que se curvó en el remate

así la flexión de este amor
[de una pregunta y una respuesta]
así, simple

desvanecidas del intelecto
las palabras no escritas
y perdidos los versos en bar de un puerto
el taxista me asistió como el mejor amigo
juro comprendió, lo juro,
cuando justifiqué el destino de nuestro destino:
"sólo nos dividía un cero
pero la fortuna jugó para ella en secreto".

te aproximas
viene contigo una culpa cristiana
como si hubieras bebido el último trago del pozo
sin compartirlo conmigo
como esa multitud que poco o nada se apacigua con el pan multiplicado

pincho el globo: anochece
hay retraso
fecha
protocolo
mi entrepierna sangrando al fin

desde entonces nos suenan los huesos, Hércules
porque fue grande el espacio entre tu nombre y mi laberinto
abismal la grieta entre tu mueca y mi viaje

pero la culpa no se va de ti
me la entregas por los ojos
insistes vanidosamente en que el daño es tu proeza
no sabes que aquella mañana estaba yo entre el líquido fluorescente y cualquier cuerpo
entre el agua, el deseo
llegaste, Dios de Fuerza, como otro hubiera llegado

tenías el destino perfecto hilvanado en doce hazañas
débil para la decisión, hecho de engaño sobre engaño,
supiste sólo ahogar, capturar, robar, matar, matar y matar
tres muertes que dicen qué

a tu regreso no negaré mi tacto
estaré resuelta para la embestida
porque en tardes de mi cuerpo, nuestros poros y tu sexo
mi fuerza se concentra sólo en un verbo






Rilke murió en el 26
(señor, en ti confío)
murió de anemia
(señor, guárdame)
qué haría yo con la sangre rebajada
con mi atrofia poética asaltándome todos los días
(señor, nútreme)

Rilke murió en el 26
todos tienen un perro o un gato
yo requiero tres golpes de suerte
plas
plas
plas
tres... y contando

el piano me dictaba otra nota
yo me aferré a la caricia rápida
pronto
pronto
pronto
el placer

te di la misericordia con el sadismo de
"aquí nada ha pasado, todo está bien"
(la salubridad de nosotros los caídos y equivocados
para los perfectos y bien nacidos;
les damos nuestro perdón más fingido, escúchanos, señor)
para que tú te fueras sin remordimiento
para yo quedarme con el pecho tranquilo
y la respiración sincronizada
tres
golpes
tres

Rilke murió en el 26
ese día la poesía se equivocó
con ella misma
como el día en que viré para encontrarte

porque en mí se reflejó el caos
la sustancia del abismo
la no poesía
mi pensamiento merodeó un número (siempre par)
o un nombre o un cuerpo
hasta que la histeria del claxon me devolvió a la intermitencia del camino

Marlen-to

Allá la bruma
que todo lo asfixia.
Un beso
tu espuma pintando mi espalda.
Un golpe
tu orgasmo vibrando en mi boca.

Sin embargo aquí mi solo reflejo:
dos pezones dormidos.

Estilaban las olas en el 408
muy cerca de los cerros secos.
Así y así tú me abrías
(espada carnosa para mis labios siempre).
Un poeta dijo "los amores alegres"
y yo reclamé mi recuerdo.

Qué dicha escuchar en mi oído
el final
verte dormir como niño
abrazarte antes, mientras tu piel se rendía
ser yo esa mujer que no conocías
que yo misma no conocía.




Apuntes para en mazo femenino 

(poemario de Marlene Zertuche)


por Neri Tello


En la mitología griega, Hércules un héroe poderoso, de Zeus y Alcmena, dotado de una fuerza sobrehumana, sus principales atributos era su coraje, su orgullo y su vigor sexual. Representaba para los griegos el símbolo de virilidad humana, puesta en juego en sus doce tareas. El mazo juega a su vez con dos sentidos; de acuerdo con la mitología nórdica representaba la herramienta de destrucción, cuyo propósito era el restablecimiento de un orden después de la destrucción. El segundo sentido de la palabra se encuentra en el azar; el mazo como un conjunto de cartas que hacen posible una baraja, y dentro de los juegos del azar representa también una suerte. 


En el poemario El mazo de Hércules, se penetra a un mundo en constante destrucción, en donde el personaje principal (Hércules), cede lugar a la figura femenina, de esta manera, las cartas están en juego 


Veía las líneas negras de palabras
una tras otra
haciendo fila
para abordar el tren
el barco
lanzar el volado.


La mujer se convierte entonces en el personaje principal, su mundo se describe desde una soledad punzante, necesita regresar al confort, necesita volver al origen. Por ello el mundo es necesario partir a un viaje, hacia el mundo después de la destrucción, a invocar de nuevo el origen; no para establecer un nuevo orden, sino para establecer el orden. El rompimiento implica pues el regreso al origen; en esta soledad inquietante y punzante, el reclamo se convierte en el Mazo necesario para restablecer el orden, 


farola ingenua
dota de luminosidad
el escenario

franca ejecución
bailan sin ningún espectador

la danza por la danza
hasta que: 
los tazonazos 
de una mujer
irrumpen el libreto


A partir de este momento el azar juega el papel más importante, convierte el lenguaje en elemento del reclamo. El reclamo está anunciado para llegar a las palabras, la falsa subordinación del lenguaje hacen del azar; el elemento cotidiano que lleva acabo la ruptura de las formas establecidas. El lenguaje está vivo, la conciencia del lenguaje se vuelve el titiritero del destino, es el lenguaje quien cobra vida en la búsqueda de uno mismo, y por tanto en ésta falsa subordinación subordina al azar. 


La incertidumbre del Rey
se interpuso entre la soledad y el llanto
vino enérgico (sexo puntiagudo de conejo)
a mover todas mis cartas
decía no sé qué aliteración bestial
bocetada con íes filosas. 

Después de tanto barajar la gramática y el sudor
la sintaxis y el gemido
estallé por decirle:

“¡Sí, mi vida, me muero en tu acento!”.



La subordinación de Hércules y la destrucción del mito del hombre fuerte, por el mazo de la mujer ardiente, El sexo como el ahogo de la destrucción y la posibilidad de un nuevo origen. Ella sabe que el origen de todo mundo posible es una vagina. La vigorosidad sexual, se rompe en una vagina, Hércules es derrotado, ante vigorosidad femenina, en origen vuelve hacer femenino, en la nada, en el principio, el héroe, la figura masculina se empobrece, sus propios actos lo convierten en una fílmame, en un trapo. Sin embargo sabe que para restablecer el origen, la vagina necesita ser penetrada, por ello la imagen femenina necesita, más que ser seducida; seducir. La imagen femenina se convierte en un personaje activo. Sus armas de seducción comienza en el reclamo que terminará en la búsqueda de copulación, la destrucción de mundo inquietante y por lo tanto el restablecimiento del origen y del orden. 



el otro que está en la cama
no piensa ni poquito en Scheherezade
mientras yo no dejo de estilar
por todas partes
Las mil noches y una noche



bastó al final
un viento contra el diente de León
para deshojar la gloria:
ese abismo instantáneo de espanto



La destrucción anuncia el restablecimiento de las formas, de los mundos, y al mismo tiempo hace conciencia de la necesidad del origen y de la ruptura. Todo es cíclico, la funcionalidad el azar es restablecer un orden cíclico, las posibilidades están en el desarrollo de los acontecimientos cotidianos, la ruptura está en los acontecimientos, restablecer el origen es el resultado de los acontecimientos. El mazo es entonces destrucción y la posibilidad del azar, el regreso al origen. 





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