Deolinda Rodrigues de Almeida
(ANGOLA, 1939-1967)
Deolinda Rodrigues de Almeida, nacida en Catete, Brasil el 10 de febrero de 1939, era hija de un pastor evangélico. Antes de regresar a África en 1962, y unirse al MPLA en el Congo Léopoldville, estudió en becas de las misiones metodistas en Brasil y en los Estados Unidos. El sueño personal de la joven era estudiar Medicina y llegar a ejercer esa profesión. Un sueño que escapaba de la norma colonial para una mujer negra en los años 50 del siglo XX, y al que renunció para involucrarse en el sueño colectivo de la liberación de su país, poniendo también, en segundo plano, sus afanes poéticos y literarios.
[Selección, notas y prólogo de Olga Sánchez Guevara]
Cuando Deolinda se sumó a la lucha anticolonial comenzaba a construirse el Movimiento Nacionalista en Angola, con su primo Agostinho Neto como presidente del MPLA. Desde su inicio, uno de los objetivos principales del movimiento fue la «unidad», según la consigna África debe unirse, con la que se promovía la creación de la Organización de Unidad Africana. En ese espíritu se inscribe el único poema de Deolinda al que he podido acceder, donde invoca en nombre de Angola a la «madre África»:
Mamá África
me engendraste en tu vientre
nací bajo el tifón colonial
mamé tu leche de color
crecí
atrofiada pero crecí
juventud rápida
como la estrella que corre
cuando muere el nganga
(…)
Soy Angola, tu Angola
no te unas al opresor
al amigo del opresor
ni a tu hijo bastardo
ellos se burlan de ti
(…)
mas África
mamá África
por amor a la coherencia
aún quiero creer en ti.
Deolinda Rodrigues entró en la historia de Angola como mártir de la lucha armada por la liberación nacional. Fue también dirigente del Movimiento Revolucionario angolano y activista incansable por los derechos humanos, y tuvo contacto con figuras de relieve mundial, como el gran líder negro de la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos, Martin Luther King, con quien la revolucionaria angolana intercambió correspondencia a fines de los años 50, cuando él lideraba en Alabama la batalla contra la segregación racial y los derechos civiles de los negros norteamericanos. El 21 de julio de 1959, desde la ciudad de Montgomery, Alabama, Luther King le escribía:
(…) aquello que viene sucediendo en otros países de África, tendrá inevitablemente repercusiones en su país.Es imposible que Angola, estando en África, no sea afectada por lo que sucede en Nigeria, Kenia y Rodesia 2. Por lo tanto, vuestra verdadera esperanza reside en el hecho de que la independencia será una realidad en toda África dentro de los próximos años.
El reverendo King demostró en esta carta una visión política fuera de lo común. Tal como se lo escribió a Deolinda, entonces joven estudiante en el exilio, al cabo de unos años la independencia en las antiguas colonias de África se convirtió en una realidad.
La poeta guerrillera había comenzado militando en el Movimiento de Liberación de Angola (MLA) en 1956, primero como traductora de documentos al inglés, y luego como responsable del área social en el Comité Director del MPLA. Posteriormente, con cuatro compañeras, se incorporó como combatiente al escuadrón Kamy, cuya arriesgada misión consistía en llevar refuerzos desde la frontera congolesa hasta Angola. En octubre de 1966 comenzaron los entrenamientos militares para integrar el escuadrón. En 1967, Deolinda escribía en su diario: «al cruzar el río Luvu, aparecieron dos bombarderos. (…) seguimos la travesía y pisé Angola después de casi ocho años de ausencia: besé el suelo».
La operación del Kamy falló; Deolinda y las otras cuatro guerrilleras «se quedaron solas con la muerte», al decir del escritor angolano Luandino Vieira. En una larga y penosa marcha, el escuadrón se extravió; las combatientes sobrevivieron a la inclemencia de las condiciones climáticas y del terreno inhóspito, pero fueron apresadas por el FNLA el 2 de marzo de 1967 en los alrededores de Kamuna, y posteriormente asesinadas.3 Honrando la memoria de estas heroínas, dicha fecha ha sido declarada Día de la Mujer Angolana.
En Luanda, la Editorial Nzila publicó en 2003 los diarios de Deolinda Rodrigues, bajo el título Diário de um exílio sem regresso, y en 2004 Cartas de Langidila e outros documentos, compilación de la correspondencia de la heroína, cuyo nombre de guerra era Langidila, y cuya determinación y entrega se reflejan en las cartas que dejó escritas.
Según palabras de su hermano y compañero de lucha Roberto de Almeida, en las páginas del Diario:
...sobresalen su fuerte personalidad y su carácter profundamente humano, Deolinda Rodrigues narra la difícil vida en el exilio (…) en algunos pasajes se notan interrupciones determinadas por los imprevistos de la vida en campaña (…) El propio diario termina de repente, como voz que se ahoga en la garganta en plena acción, como ave herida que sucumbe en pleno vuelo.
Poemas de Deolinda aparecen en varias antologias en lengua portuguesa: Poesia angolana da revolta (1975); Poesia de Angola (1976), Antologia temática de poesia africana (1979) y Caderno angolano de debate literário (1979). Homenajeada por otros poetas, su nombre es bandera de la lucha de las mujeres africanas por su emancipación y sus derechos, lo que se expresa en el poema que le dedicó la poetisa saotomense Alda do Espírito Santo, en su libro É nosso o solo sagrado da terra.
Amiga hermana
pequeñita en la estrechura
de mis horizontes
para ti mi canto de nostalgia
Trillando las arenas ardientes de un ideal
caminaste frente al futuro
para vencer la bruma
que asfixiaba la tierra
tu cuerpo cayó en la arena
de la muerte
pero no fuiste vencida
Tus hermanas de puños cerrados
entonan el himno
del ejemplo de vida viva
que representó tu existencia.
De pie, Deolinda, yo te saludo...
Mamã
áfrica
mamã áfrica
geraste-me no teu ventre
nasci sob o tufão colonial
chuchei teu leite de cor
cresci
atrofiada mas cresci
juventude rápida
como a estrela que corre
quando morre o nganga
hoje sou mulher
não sei já se mulher se velhinha
mas é a ti que venho
África
Mamã África
tu que me geraste
não me mates
não praguejes um rebento teu
senão, não tens futuro,
não sejas matricida.
sou Angola, a tua Angola
não te juntes ao opressor
ao amigo do opressor
nem a teu filho bastardo
eles caçoam de ti
caíste na ratoeira
enganada
não distingues o verdadeiro do falso
no teu cândido e secular vigor
cegaste
agora és tu
áfrica
mamã áfrica
que dás força ao irmão bastardo
para asfixiar-me
azagaiar-me pelas costas
o opressor, o amigo do opressor
o teu filho bastardo
(também tu, mamã áfrica?)
Divertir-se-ão
Ao ouvir-me expirar
mas África
mamã África
pelo amor da coerência
ainda quero crer em ti.
Inquirindo
carrasca de upistas
espia de tugas
prostituta
mulher metida em política
aqui estou etiquetada disso
inquirindo o dim deste pesadelo
inquirindo
cada vez que soa o passo bruto,
ronca o jeep militar,
a corneta toca formatura geral.
colam-me o guarda à porta.
será o pelotão do talho,
a minha vez, a dele
um camarada na margem direita
o capitão conga vem levar-nos
agora ou nunca?
aqui estou eu inquirindo
sempre inquirindo.
na ilha do inferno não há túnel.
vietname acabou abuso yankee.
colômbia retomou caminho da dignidade.
outra mina rebentou em pretória.
acima de tudo
kipanzu
(com cienfuegos, kamy e o outro)
avança.
consertando o estragado
varrendo o colonialista
edificando o lógico.
brazza transmitiu a marcha do kamy?
inquirindo
inquirindo
inquirindo p'ra manter
a luta constante
entre o suicídio à espreita
e este louco redemoinho
até a manhã chegar,
p'ra mim sair viva do campo da morte
e poder ser útil
na liberdade de escolha
da responsabilidade a tomar
e liberdade de acção
para realizá-la.
Deolinda Rodrigues de Almeida
UN EJEMPLO. MUY CONMOVEDOR. GRACIAS FERNANDO POR INCLUIR ESTOS POEMAS
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