Yuri Pérez (San Bernardo, CHILE 1966)
Ha publicado los libros “Cara et Fuego” (1994) Instituto Nacional de la Juventud; “Cartas del Interno” (1995) Municipalidad de El Bosque, “Gringa; El Canto de los Llanos de Lepe” (1997) Maipoediciones; “Mala Yerba” (2000) Maipoediciones; “Antología Registrada” (2001) Maipoediciones; “Cumbia” (2003) Editorial La Cáfila. Además ha recibido el Premio Municipal de Literatura (San Bernardo 1997), Beca Fundación Pablo Neruda (1994), Beca Fondart (Ministerio de Educación, 1997), Premio Municipal de Literatura (San Bernardo, 2001 y 2004). También es posible encontrar su trabajo en las antologías “Altiro” de Germán Carrasco y Cristián Gómez (Editorial Vox, Buenos Aires) y “El tren de la Poesía Chilena” de Jorge Montealegre. Actualmente, Yuri Pérez, realiza talleres de literatura en sectores poblacionales de San Bernardo a través del “Proyecto de Extensión Cultural” de la Municipalidad de esta ciudad.
ADIÓS MY LOVE
El día que me pudra sin haber dicho lo justo
A la luz de velas color mausoleo
Vendrás a tocar mi garganta de peste
Con la tristeza de una viuda hermosa
Querrás pulir mi nombre en tu boca
Y descubrir el eterno embrujo de la muerte
En la fosa donde los muertos se excitan
Intentarás adivinar el nuevo espesor de mi sangre
Irás a contemplar las tumbas de tus parientes
A los que nunca importé
Y de los cuales no supe más que eso
Me buscarás entre el zumbido de las moscas
Y te echarás cansada de intentarlo
Bajo el rosal más bello del cementerio
Desde la tierra de gusanos hambrientos
Leeré para ti el mejor poema ruso
Dormiré
Y te alegrarás de haberme perdido
(De “Cartas del interno”)
Poemas del libro “Cumbia”, 2003, Editorial La Cáfila
PRIMER JARDÍN
Me voy feliz y desquiciado
Fui en ti el peor de los gusanos del río
Aposté la orfandad del corazón, vaca y brisa
A los fatales cantos de los vampiros en los álamos
Sé tu nombre y el riesgo fatal de tu sangre
Nuestro beso malo escupió entre alhelíes bárbaros
Dicha y desgracia
Por eso me alegro bajo esta horrorosa tormenta
Estoy en ti hasta la inevitable lluvia del puñal
Otros como yo o mejores pétalos de dulzura enferma
Levantarán tu cintura entre buitres y amapolas
Y dejarán bajo los nichos la orina fresca de tu patio
Sólo yo te he amado con infatigable tristeza
La furia de la escarcha sobre la luna echada en la faz de la muerte
El tonel de sangre que arrastra el mosquito hasta la tumba
Me condenan a la hoguera y al aburrimiento mortal de los puentes
Soy el insobornable Yuri Richard, tu espina de ceniza y sal
Entra en este poema como un dedo de nieve al agua
Ven al polvo del jardín, al hielo del pueblo
Como entra un poeta a la desgracia del lenguaje
GRINGA
Los lunes, los martes, los viernes
Siempre que regreso de mi fastidioso trabajo de obrero
Reviso el refrigerador desocupado, el lavaplatos, las obras completas de
Mistral
Cada centímetro de la taza de baño, la vigencia de la leche líquida
Corto en partes iguales la tableta de alprazolán con su brillo amarillento
Hablo en coa, en francés defectuoso, conmemoro a Cristo
A las cinco, a las ocho, a las doce
Con intensos anuncios de parálisis faciales
Cruzo la casa, los jardines, la cocina, el baño, furioso
Cansado de la República, de la poesía, de las escopetas del lumpen
Pero sé que al fondo del patio, bajo los pimientos, tu culo ríe
desvergonzado
Y otra vez la vida tiene sentido, la poesía, las escopetas, la República.
UNA NIÑA EMBARAZADA
Una niña embarazada se peina sentada sobre una piedra
Su acto trivializa con el decorado seco de Santo Bernardo
Entra en su lengua de fresa el horroroso fragmento de la literatura
La maldad hermosa de un soneto alejandrino
Tus hermanos penetran al misterio infantil de las ferreterías
...-pintura para la niña y su feto-
convencidos de que no vendrá el canto del colibrí
ni el aroma del ajo derramado sobre la textura de la sartén
Te alejas de la ciudad que odias
Furioso, tu paraplejia virtual inunda el ambiente de las choperías
Lumpen y botella partida
Distraído vas entre los ánimos febriles de tu básico ejercicio poético
Y cojeas de una pierna, y levantas pequeñas basuras de los cementerios
MODERNO
Te sientas a escuchar el ejercicio inútil de los poetas
Sentado en los escaños de la Plaza Camilo Mori
Acompañas a tu novia que ha fomentado un ingenuo concepto sobre la poesía
Aguardas con paciencia inglesa que algo curioso sucede en la patria
Por ejemplo, que Nicanor Parra lea poemas revolucionarios y católicos
Pero no
Te distraes mirando las trasparencias de mujeres adultas, obesas, desdentadas
Que sólo esperan de los tímidos poetas cursilerías notables
Observas a muchachas hippies, chicas xenófobas,
la intelectualidad capitalina en su mínima expresión
La precariedad del ambiente te provoca un desgano luciferino
Abandonas el recinto con tu mochila Adidas bajo el brazo, cruzas el Mapocho
Vacío, moderno, furioso, erectado
bajo el puente un mendigo se quema a lo bonzo leyendo “El Mercurio”
RADIOHEAD
(SANTO BERNARDO 1987)
Siempre quise a mujeres que no me quisieron
En el mosquerío del verano
Soñé con llevarlas a otros puentes
En los jardines municipales
Practiqué los modos de Valentino
Lloré flores y caramelos
Solo, entre mis nuevas tinieblas
Las tontas y sus padres
Nunca dieron un pétalo por mis gestos
Bajo sus vestidos
Vibraba para otros la orina tibia
Ahora las mismas hermosas y elegantes
Suelen pasear con sus maridos
A la hora del té, golpeadas y tristes
Y no saludan, no dan las gracias
TIMBAL DE LUNA OSCURO SE REPLIEGA
Timbal de luna oscuro se repliega
sobre el fuego del parqui en el cerro
de Santo Bernardo. La flor negra llega
por el río Maipo hasta el entierro
Van las carrozas ocres bajo la lluvia
que parpadea. Caravana de plantas
desde sus acequias de faldas rubias
entre las maravillas o cuatro matas
Aguacero; cuatro timbales de plata
los parientes ordenan de a dos la faja
de claveles; epitafio en los truenos
Santo Bernardo excitado y solo
flaquea; los ochos hermanos van a coro
balbuceando el vals; los timbales muertos
CUMBIA FINAL
Entro a la farmacia en busca de fluoxetina
Las serpientes abandonan el pellejo extendidas en los pasillos
Querría estar bello y saludable, intacto, como poeta C1
Armar sentado en el living el cuerpo ideal de la dependencia
Pernoctar sobre todo
Una guagua se duplica rosada en el vidrio de la vitrina
Su madre, un magnífico ejemplar de barrio peligroso, le susurra un
Poema pedagógico, a mí me preocupa llegar a casa, virgen
recompuesto,
Olvidar que un siquiatra es una maldad eventualmente necesaria
escupir
Salgo de la farmacia con el antidepresivo en la mano
Cobijado en las alas de mi dañado cristianismo, mareado
Con ese incontrolable impulso de cambiar este oficio de polillas
Se me viene a la cabeza la primera metáfora de litio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario