Rodolfo Schmidt, nacido en Villa María, ARGENTINA en 1992, participo de lecturas en la ciudad de Villa María y Córdoba, desde 2010 edita la plaqueta de difusión literaria ELEFANTE
El silencio
besará al mundo
y nacerá un momento
un hombre de otro hombre.
Será insignificante
el fuego de los otros
las voces celestiales
los populares corazones
las instituciones
maestros
aprendices
devoradores cósmicos.
Si es
que en las horas últimas
no has dejado
tú corazón
la rosa
la torre
frente
a un par de espejos
para que vean
la soledad.
Parado en el patio
espero que llueva
no sé para que
si acá no hay plantas
quizás quiera
escuchar
las gotas en árido cemento
en la incertidumbre
de lo inmediato.
Se espera mucho de la ola
y a veces rompe
mucho más adentro
lejos
de la costa.
La poesía
es como el pato del estanque
espera que pase alguien
y tire una migaja
pero no siempre come
a veces
ese pan
está envenenado.
Lo que uno come en los sueños
engorda
es la naturaleza humana
esa manía
de querer llenar
el vientre
de lo eterno
LO QUE DICE MI MAMÁ
lo que dice mi mamá
palabras,sí,creo que son palabras
actos,no propios
de un cerebro siempre alerta
alerta a las sirenas
al qué habrá pasado
lo habrán chocado
llamále amor,AHORA
Y el celular?
se lo olvidó
y no vuelve,
es tarde.
Y si lo secuestro el de al lado?
escuchá,mirá
cantan Aurora,voces de comandantes muertos
se la cantan a él,
prisionero en la casa oscura.
EL BICHO
Escuchá,escuchá
dice un niño
lo miro,me detengo.
Escuchá escuchá,
el pajarito,
llora.
BOLETO PICADO
Le cuesta a los muertos entrar al cielo
y más si son días de viento
ya casi ni intentan
buscan algún monobloc
y se quedan a dormir
con las palomas.
Desde lo alto miran
lo que fueron
en la gente en el ruido
y miran lo que no son
las nubes
el sol
todo
en silencio.
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