sábado, 9 de octubre de 2010

MARIANNE MOORE [1.425] Poeta de Estados Unidos


Marianne Moore 

(Kirkwood: Missouri, 15-11-1887- Nueva York, 5-2-1972).

En 1909 se graduó en el Bryn Mawr College, estudió luego materias comerciales y enseñó estenografía en la Escuela India Carlisle de Pennsylvania (1910-15). Se muda a Nueva York y trabaja como bibliotecaria. Publicó originalmente en Poetry, Others (dirigida por Alfred Kreymborg, quien hacia 1915 había dirigido The Glebe, revista que acogía a todos los poetas rechazados por Poetry), The Dial (comprado en 1919 por dos millonarios que lo convierten en periódico de artes, tendrá a la poeta en su redacción desde 1925 hasta 1929, cuando desaparece), The Egoist. Durante mucho tiempo se le relacionó con los imaginistas quizás porque su primer libro, Poems, fue publicado, sin saberlo, por Hilda Doolittle y el matrimonio McAlmon, quienes formaban parte de la rama londinense a la que Ezra Pound influenciaba. T. S. Eliot escribió la introducción de su tercer libro, Selected Poems, y allí señalaba su acertado uso de la rima (que la misma Moore denominaba "soft-rhyme"), mientras que W. H. Auden, refiriéndose a su forma de rimar sílabas acentuadas con sílabas débiles o inacentuadas, afirmaba: "The endless musical and structural possibilities of Miss Moore’s invention are a treasure which future English poets will be able to plunder. I have already stolen a great deal myself" ["Las infinitas posibilidades musicales y estructurales de la invención de la señorita Moore son un tesoro que los futuros poetas ingleses serán capaces de saquear. Yo mismo ya he robado bastante"]. W. Carlos Williams dice de ella: "Marianne was our saint -if we had one- in whom we instinctively felt our purpose come together to form a stream"["Marianne era nuestro santo–si teníamos uno– en quien instintivamente sentíamos juntarse nuestra intención para formar corriente"]. El crítico Clement Greenberg ha visto en la obra de Moore una especie de "panteísmo estético", en el que tienen cabida las citas cultas, claramente delimitadas en los poemas por medio de las comillas, objetos cursis, animales raros, frases oídas al azar (ella, en un ensayo, diría: "Subjects choose me... I never know just how a poem will develop or end. I lie in wait like a leopard on a branch-strained metaphor" ["Los asuntos me escojen... Nunca sé precisamente cómo se desarrollará o concluirá un poema. Me pongo a esperar como un leopardo en la tensa rama de una metáfora"]). Collected Poems recibió en 1951 tres premios: el National Book Award, el Premio Bollingen y el Premio Pulitzer. Me atrevería a afirmar que T. S. Eliot no sólo encontraba congenial su carácter "retirado" sino incluso su "técnica" de las citas dentro del poema, sólo que Eliot llevará este procedimiento a su vertiente "científica" con las notas al pie de página. Esta poeta, fanática de los Dodgers (su poema "Hometown piece for Mssrs. Alston and Reese" está dedicado al manager y al capitán de ese equipo), hacía uso de ese recurso con una sencillez y despreocupación (entrecomillaba todas sus citas) que atraen tanto como sus bizarros sombreros. En una época de agresivo individualismo y de afirmación de la mediocridad, la señorita Moore era excesivamente modesta con su obra: "Poetry is a peerless proficiency of the imagination. I prize it, but am myself an observer; I can see no reason for calling my work poetry except that there is no other category in which to put it" ["La poesía es una inigualable destreza de la imaginación. Yo la aprecio, pero yo misma soy una observadora; no veo razón alguna para llamar a mi trabajo poesía, sino que no existe otra categoría donde pueda incluirla"]. El poema "Poesía" puede ser ingenuamente leído como una lección dirigida a jóvenes discípulos o como una madura reflexión sobre el arte y el oficio de escribir poesía (¿un juego en el que hay lugar para lo genuino?), sobre el "ángel" de la imaginación (para usar un término de Wallace Stevens) que debe literalizarse o regalar "jardines imaginarios con sapos vivos en ellos"; yo prefiero leer este poema parafraseando otro, "Inglaterra", en el que una voz dice: "Yo no envidio a nadie sino sólo a ese y sólo a ese que coge más peces que yo". Pero nos equivocaríamos al pensar que toda la poesía de Marianne Moore tenga que ver con esta lección; es, así me parece, su lado de maestra de escuela puertas afuera, oficio que debieran reivindicar los poetas en todos los tiempos.

Obras Publicadas: Poems (Londres: The Egoist. 1921), Observations (1924), Selected Poems (1935), The Pangolin and Other Verse (1936), What Are Years? (1941), Nevertheless (1944), Collected Poems (1951), Like A Bulwark (1956), O To Be a Dragon (1959), Eight Poems (1962), The Artic Ox (1964), Tell Me, Tell Me: Granite, Steel, and Other Topics (1966), The Complete Poems (1967), Unfinished Poems (1972).



CRÍTICOS Y CONOCEDORES

Hay una gran cantidad de poesía en las inconscientes
afectaciones. Algunos objetos
Ming, las imperiales alfombras de coches
de ruedas amarillas, están muy bien donde están, pero yo
he visto algo
que me gusta más – un
simple y pueril intento de hacer que un imperfectamente
estable animal estuviera de pie,
un similar propósito al hacer que un cachorro
comiera en un plato.

Yo recuerdo un cisne bajo los sauces en Oxford,
con patas como hojas de arce
y color flamingo. Se desplazaba como un barco
de guerra. Incredulidad y consciente melindre eran
el ingrediente
fundamental de sus pocas ganas de moverse. Por último, su osadía
no era una prueba en contra
de su propensión a estimar enteramente los pedazos
de alimento que la corriente
le allegaba; se fue con lo que le di
para comer. He visto este cisne y
los he visto a ustedes; he visto la ambición
sin sutileza en una variedad de formas. Sucede que estando
cerca de un hormiguero, he visto
una escrupulosa hormiga llevar un tallo hacia el norte, al sur,
al este, al oeste, hasta que giró
sobre sí misma, caminar desde el lecho de flores
hacia el césped,
y volver al punto
desde el que había partido. Luego abandonó el tallo
como algo inútil y esforzando sus mandíbulas
con un pedazo de cal – diminuto
pero pesado, comenzó de nuevo el mismo camino.
¿Qué hay
en ser capaz
de decir que uno ha dominado la corriente
en una actitud de defensa propia;
en probar que uno ha tenido la experiencia
de cargar un tallo?


LA POESÍA

A mí también me disgusta, hay cosas que son importa-
ntes, más que todo este violineo.
leyéndola, no obstante, Con perfecto desprecio por ella,
se descubre que hay en
ella, después de todo, lugar para lo genuino.
Manos que pueden agarrar, ojos
que pueden dilatarse, pelo que puede erizarse,
si debe; estas cosas son importantes, no porque una

altisonante interpretación pueda encajarse sobre ellas,
sino porque son
útiles; cuando se vuelven derivativas hasta volverse
ininteligibles,
la misma cosa puede decirse de todos nosotros que nos-
otros
no admiramos lo que
no podemos entender; el vampiro,
colgado cabeza abajo o en busca de algo que
comer; los elefantes , empujando, un caballo salvaje,
revolcándose; un incansable lobo, bajo
un árbol; el inconmovible críticio que sacude su
piel como un caballo al sentir una pulga; el base-
bal-fan, el estadístico;
ni es válido
hacer una discriminación contra "documentos comer-
ciales y textos escolares"; todos estos fenómenos son
importantes. Debe hacer una distinción,
sin embargoo; cuando son arrastrados a prominencia por
semipoetas, el resultado no es poesía,
ni hasta que los poetas entre nosotros puedan ser
"literalistas de
la imaginación", por encima de
insolencia y trivialidad, y puedan presentar

a inspección imaginarios jardines con verdaderos sapos
en ellos, tendremos-
la. Entretanto, si pedís, por una parte,
la materia prima de la poesía en
toda su crudeza
la que es, por otra parte,
genuna, entonces estáis interesados en la poesía.


TALISMÁN

En un mástil quebrado
por el mar arrojado
junto a la nave rota,
un pastor tropezó
y en la arena encontró
una gaviota

de lapizlázuli, fino
amuleto marino
con alones abiertos,

crispadas garras de coral
y pico en alto para saludar
a los marineros muertos


A UN CARACOL

Si “la condensación es la principal
gracia del estilo”,
tú la tienes. Lo contráctil es una
virtud,
del mismo modo que lo es la
modestia.
No es la adquisición de alguna
cosa
que sirva de adorno,
o la casual cualidad que
acontece
en conjunción con algo bien
dicho
lo que apreciamos en el estilo,
sino el principio oculto:
a falta de pies, “un método de
conclusiones”;
“un conocimiento de los
principios”
en el curioso fenómeno de tu
cuerno occipital.


EL PASADO ES EL PRESENTE

Si se agotó la acción externa
y el ritmo pasó de moda,
me volveré hacia ti,
Habakkuk, tal como fui incitada a hacerlo hace poco, por XY, que hablaba de verso sin
rima.
Este hombre dijo –creo repetir exactamente
sus palabras:
“La poesía hebrea es
prosa con una especie de conciencia acrecentada. ‘El éxtasis
genera la ocasión y la conveniencia determina la forma.’”


CUANDO COMPRO CUADROS

Cuando compro cuadros
o- lo que está más cerca de la verdad-
cuando contemplo aquello de lo que me puedo imaginar dueña,
prefiero lo que podría darme placer en cualquier momento:
la sátira de la curiosidad en la que sólo es discernible
la intensidad del ánimo;
o justo lo contrario – la antigüedad, la sombrerera con adornos medievales
en la que aparecen sabuesos con cinturas que se estrechan como la del reloj de arena,
ciervos, aves y gente sentada.
Puede ser simplemente una losa, tal vez una biografía literal
(con letras espaciadas, sobre una especie de pergamino),
una alcachofa con seis tonos azules, el tripartito jeroglífico con patas de agachadiza,
la cerca de plata que protege la tumba de Adán o Miguel tomando a Adán por la muñeca.
El énfasis intelectual demasiado estricto sobre cual o tal cualidad
merma el placer.
No debe pretenderse desarmar nada, ni tampoco debe honrarse a la ligera el éxito generalizado,
aquello que es grande por que otra cosa es pequeña.
En conclusión: sea lo que fuere,
debe estar “iluminado por miradas penetrantes en la vida de las cosas”,
debe reconocer las fuerzas espirituales que los crearon.


Peter

Fuerte y resbaladizo,
hecho para la tertulia de medianoche en el pasto,
enfrentado por cuatro gatos, se pasa el tiempo durmiendo
—la primera zarpa separada en la pata delantera, que corresponde
al pulgar, retraída hasta la punta; la pequeña mata de follaje
o patas de chicharra sobre cada ojo, aunque se pueden contar las unidades
de cada grupo; las espinas de pescado dispuestas regularmente alrededor de la boca,
para alzarse o caer al unísono como las púas del puerco espín
—ahora inmóviles. Permite que la gravedad lo achate,
como si fuera un pedazo de alga amansado y debilitado por la exposición al sol;
obligado, al extenderse, a yacer estacionario.
Dormir es resultado del error de que uno debe
hacer lo mejor para uno mismo;
dormir —epítome de lo que es para él, como para la mayoría, el fin de la vida.
Demuéstrese en él cómo hizo la dama para capturar
la peligrosa serpiente sureña, colocando
el diente de una horqueta a cada lado
de su cuello inofensivo; no es bueno intentar
despertarlo: su cabeza con forma de ciruela
y sus ojos de caimán no son cómplices de la broma.
Alzado y movido, se lo puede hacer pendular como una anguila
o acomodarlo en el antebrazo como a un ratón;
sus ojos biseccionados por pupilas del grosor de un alfiler,
se exhiben con un parpadeo, vuelven a cubrirse. ¿Puede ser? Debería decir podría haber sido;
cuando él ha conseguido lo mejor de un sueño
—como en una lucha contra la naturaleza o con gatos— todos lo sabemos.
El sueño profundo no es en él una ilusión permanente.
Saltando con precisión de rana, soltando gritos convulsos
silo alzan, vuelve a ser él mismo;
quedarse enjaulado entre los travesaños de una silla doméstica
sería infructuoso —humano. ¿ Qué tiene de bueno la hipocresía?
Es permisible elegir el propio empleo,
abandonar la madeja de alambre, el budín enrollado,
cuando ya no hay indicios de que son un placer,
para rayar el almacén de al lado con una doble línea de muescas.
Puede hablar, pero con insolencia no dice nada. ¿Y qué?
Cuando se es franco, la sola presencia es un cumplido.
Está claro qüe aprecia la virtud de la naturalidad,
que es uno de aquéllos que no considera el hecho publicado como una rendición.
En cuanto a su invariable disposición a la afrenta,
un animal con zarpas desea tener que usarlas;
esa extensión tipo anguila del tronco en una cola no es un accidente.
Para saltar, para estirarse, dividir el aire —para saquear y perseguir.
Para decirle a la gallina: vuela sobre la cerca, toma en tu perturbación
la dirección equivocada —eso es la vida;
hacer menos sería deshonestidad.

Traducción: Mirta Rosenberg, María Negroni y Sophie Black


PETER 

Strong and slippery,
built for the midnight grass-party 
confronted by four cats, he sleeps his time away—! 
the detached first claw en the foreleg corresponding
to the thumb, retracted to its tip; thre small tuft of fronds
or katydid-legs above each eye numbering ah units 
in each group; the shadbones regularly set about the mouth 
to droop or ríse in unison like porcupine-quillis. 
He lets himself be flattened out by gravity
as seaweed is tamed and weakened by the sun,! 
compelled when extended, to he stationary. 
Sleep is the result of his delusion that on must 
do as well as one can for oneself 
sleep— epitome is what is to him the end of life. 
Demonstrate on him how the lady placed a forked stick 
on the innocuous neck-sides of the dangerous southern snake. 
One need not try to stir him up; his prune-shaped head 
and alligator-eyes are not party te the joke.
Lifted and handled, he may be dangled hike an eel
or set up en the forearm hike a mouse his eyes bisected 
by pupils of a phi’s width,
are flickeringly exhibited, then covered up. 
May be? 
1 should have said might have been
when he has been got the better of in a dream— 
as in a fight with nature or with cats, 
we all know it
Profound sleep is not with him a fixed illusion
Springing about with froglike accuracy with jerky cries 
when taken in hand, he is himself again to sit caged 
by the rungs of a domestic chair
would be unprofitable— human. What is the good of hypocrisy?
It is permissible te choose one’s employment,
to abandon the nail, or roly-poly.
when it shows signs of being no longer a pleasure,
to score the nearby magazine with a double lime of strokes. 
He can talk but insolently says nothing. What of it? 
When one is frank, one´s very presence is a cornpliment 
It is clear that he can see the virtue of naturalness,
that he does not regard the published fact as a surrender.
As for the disposition invariably to affront, 
an animal with claws should have an opportunity to use them.! 
The eel-like extension of trunk into tailis not an accident.
To leap, to lengthen out, divide the am, to purloin, to pursue 
Te tell the hen: fly over the fence, go in the wrong 
way/in your perturbation— this is life;
to do less would be nothing but dishonesty.


EL PEZ

vadea
el negro jade.
    Un mejillón, entre el azul de cuervo de las conchas,
    va ajustando los montones de ceniza;
            abriéndose y cerrándose

como un
abanico herido. 
      Los percebes incrustados en un lado
      de la ola, allí no pueden esconderse 
            de los rayos de sol

sumergidos,
que se parten, como lana
       de vidrio, que se mueven con la prontitud de un haz de luz
       entrando en las grietas –
            iluminando dentro y fuera

el 
mar de cuerpos
        turquesa. El agua clava una cuña de hierro
        en el filo de hierro del acantilado;
            tras lo cual las estrellas,

rosados
granos de arroz, medusas
        salpicadas de tinta, cangrejos como verdes
        azucenas, y hongos venenosos
            submarinos, resbalan unos sobre los otros.

Todos
los signos
        externos de abuso están presentes 
        en este edificio desafiante – 
            todos los rasgos físicos de

ac-
cidente – falta 
       de cornisa, surcos de dinamita, incendios, y 
            golpes de hacheta, estas cosas permanecen 
en su exterior; el lado abisal

ha muerto. 
Evidencias
       repetidas han probado que éste puede vivir
       en lo que no puede revivir
su propia juventud. El mar envejece en su interior.


THE FISH

wade
through black jade.
       Of the crow-blue mussel-shells, one keeps
       adjusting the ash-heaps;
              opening and shutting itself like

an
injured fan.
       The barnacles which encrust the side
       of the wave, cannot hide
              there for the submerged shafts of the

sun,
split like spun
       glass, move themselves with spotlight swiftness
       into the crevices—
              in and out, illuminating

the
turquoise sea
       of bodies. The water drives a wedge
       of iron through the iron edge
              of the cliff; whereupon the stars,

pink
rice-grains, ink-
       bespattered jelly fish, crabs like green
       lilies, and submarine
              toadstools, slide each on the other.

All
external
       marks of abuse are present on this
       defiant edifice—
              all the physical features of

ac-
cident—lack
       of cornice, dynamite grooves, burns, and
       hatchet strokes, these things stand
              out on it; the chasm-side is

dead.
Repeated
       evidence has proved that it can live
       on what can not revive
              its youth. The sea grows old in it.

Breve antología de poetas imaginistas traducción de
Christian T. Arjona - Natalia Fernández



***



Moore, Marianne. Poesía reunida (Trad. Lidia Taillefer de Haya). Madrid; Ed. Hiperión, 1996.



A UN AVE DE RAPIÑA

Me convienes, pues me haces reír
y no te ciega la paja
  que los vientos mandan -en remolino- desde el almiar.

Sabes pensar, lo que piensas lo dices
con mucho del orgullo de Sansón y de su desolado
  remedio, por lo que nadie se atreve a mandarte callar.

El orgullo te sienta bien, pájaro colosal que tanto te pavoneas.
Ningún corral te hace parecer absurdo;
  tus garras de bronce son firmes ante la derrota.



EN ESTA ÉPOCA DE GRAN AMBICIÓN LA INDOLENCIA ES BUENA PERO
“en realidad, no es
  asunto de dioses cocer vasijas de barro”. Ellos
    no lo hicieron en este caso. Unos pocos
        dieron vueltas a los ejes de su valía,
   como si la excesiva popularidad fuera una vasija,

sin atreverse
   con la profesión de humildad. La cuña pulida,
        que podría haber sajado el firmamento,
             se quedó muda. Al final se arrojó
   y, al caer, otorgó a cualquier pobre tonto algún privilegio.

“Superior a todos los demás
  por la duración de una conversación
     de quinientos años”, había uno cuyas historias,
          que nunca podrían haber sido verídicas,
  eran mejores que la bruja e insoportable voz cansina

de la certeza;
  su aparte era más atroz, en efecto,
      que el ataque frontal más feroz.
           El bastón, la bolsa y la fingida informalidad
  de comportamiento muestran mejor su arma: la autoprotección.



LA POESÍA

A mí tampoco me gusta.
  Pero, al leerla con absoluto desprecio, descubrimos en
  ella, al fin y al cabo, sitio para lo auténtico.



SELECCIÓN Y ELECCIÓN

La literatura es una parte de la vida. Si nos asusta,
la situación no tiene remedio; si nos acercamos con confianza,
lo que digamos de ella no tiene valor.
La alusión opaca, el vuelo simulado hacia lo alto,
no consiguen nada. Por qué atascarse en el hecho
de que Shaw se cohibe en el terreno de los sentimientos
pero que, sin embargo, merece la pena; de que James
es todo lo que se ha dicho de él. No hay un Hardy novelista
y otro Hardy poeta, sino un hombre que interpreta la vida con emoción.
El crítico debería saber lo que le gusta:
Gordon Craig con su “éste soy yo” y “esto es mío”,
con sus tres reyes magos, sus “tristes campos franceses” y su “cerezo chino”,
Gordon Craig tan arbitrario y desvergonzado… es un crítico.
Y Burke un psicólogo de aguda curiosidad, como la del mapache.
Summa Diligentia, según la traducción del traidor con nombre tan divertido,
demasiado joven y lanzado,¡significa que César cruzó los Alpes
encima de una “diligencia”!
No somos maniáticos del significado,
pero este encuentro frecuente con significados equívocos nos desconcierta.
Molesto bicho que zumbas, las velas no están electrificadas.
Perrito que cruzas el césped, muerdes la ropa y dices
que tienes un tejón, acuérdate de Jenofonte;
un solo comportamiento brutal basta para ponernos sobre la pista.
“Una buena salva de ladridos” y unas cuantas arrugas profundas que surquen la piel entre las orejas es todo lo que pedimos.



AL PROGRESO MILITAR

Utilizáis la inteligencia
como una piedra de moler
  grano.
La pulís
y con retorcido ingenio os
  reís

de vuestro torso,
postrado donde el cuervo
  cae
sobre tantos corazones débiles
como su dios dispone;
  llama

y bate las alas,
hasta que el tumulto trae
  más
hombrecillos negros
para volver a recuperarse:
  la guerra

a bajo coste.
Ellos claman por la cabeza
  perdida
y buscan su recompensa
hasta que el cielo vespertino
  enrojece.



¿QUÉ SON LOS AÑOS?

  ¿Qué es nuestra inocencia
y qué nuestra culpa? Todos estamos desnudos,
  nadie a salvo. ¿Y de dónde proviene el coraje,
la pregunta sin respuesta
y la firme duda
(mudo llamar, sordo escuchar),
que en la desgracia -incluso en la muerte-
     da coraje a los demás
     y en su derrota

  alienta al alma a ser fuerte?
Ve en profundidad y se alegra
  quien accede a la mortalidad;
y en su prisión
se crece,
como el mar ante un abismo, luchando por ser libre
e incapaz de lograrlo,
     en la renuncia
     encuentra su razón de vivir.

  Así, quien siente con intensidad,
se comporta. Hasta el pájaro,
  que ha crecido cantando,
fortalece su forma hacia arriba. Aunque cautivo,
su potente canto dice:
qué ruin la satisfacción
y qué pura es la alegría.
  Esto es ser mortal,
  esto es ser eterno.



EL ESTUDIOSO

“En los Estados Unidos”,
empezó el conferenciante, “todo el mundo debe tener
un título. Los franceses no creen
que todos puedan obtenerlo, ni dicen que todo el mundo
   deba ir a la universidad”.
Aquí tendemos a considerar que,
  aunque pueda ser innecesario

saber quince idiomas,
una licenciatura no es demasiado. Para nosotros
una facultad, como el árbol cantor
cuyas hojas eran bocas que cantaban en concierto,
  es el árbol tanto del conocimiento
como de la libertad,
  prueba de ello es la unanimidad

de las máximas académicas: lux et veritas,
Christo et ecclesiae
o sapiet felici. Puede
que no tengamos conocimientos, sólo opiniones,
  y que seamos estudiantes
en vez de estudiosos; ya conocemos
  la risueña respuesta de los expatriados,
a quienes hemos preguntado:
“¿Cuándo se terminará su experimento?”
“La ciencia nunca se termina”.
Apartado de la lucha doméstica, Jack Bookworm llevó
  una vida universitaria, según Goldsmith;
y aquí también,
  como en Francia u Oxford, el estudio se encuentra rodeado
de peligros: ratones de biblioteca, mohos
y complacencias. Pero alguien en Nueva Inglaterra
ha tenido conocimiento suficiente para decir
que el estudioso es la paciencia personificada,
  una variedad
del héroe, “dispuesto a padecer
  indiferencia o críticas” y capaz de “mantener

la cabeza”. Es inútil pegar a las gallinas
para que pongan huevos. La lana del lobo es la mejor de todas,
pero no se puede esquilar porque
el lobo no se dejará. El conocimiento
  se parece al mal carácter de los lobos,
pero el estudioso estudia
  por voluntad propia, negándose a ser menos

que individuo.
“Da su opinión y luego reposa sobre ella”,
incluso hace favores cuando no espera recompensa,
pero es demasiado discreto
  para mostrar que le afectan ciertas cosas,
no porque carezca
  de sentimientos sino porque tiene demasiados.


***


El héroe (The Hero)

Donde nos apetece, vamos.
  Donde el suelo es áspero; donde hay
  malas hierbas altas como frijoles,
  dientes hipodérmicos de serpiente, o
  el viento trae la «voz espantaniños»
  desde el descuidado tejo con
  los semipreciosos ojos felinos del búho- 
despierto, dormido, «orejas erectas erguidas en finas puntas»-,
en tales lugares el amor no florecerá.

No nos gustan ciertas cosas, y al héroe
  tampoco; ni las lápidas extravagantes
  ni la incertidumbre,
  ir donde no se desea
  ir; sufrir y no decirlo;
  quedarse escuchando donde algo
  se oculta. El héroe se encoge ante
lo que se precipita con aleteo amortiguado y un par
de ojos amarillos –de aquí para allá-

con un trino vibrante y acuoso, bajo,
  alto, con gorjeos en basso falsetto 
  hasta que la piel se eriza.
  Jacob agonizante preguntó
  a José: ¿Quiénes son estos? y bendijo
  a ambos hijos, más al más joven, irritando a José.
  Y a su vez, José irritaba a otros.
Y también Cincinato, Regulo y algunos de nuestros
compatriotas, se han sentido, aunque piadosos,

como Pilgrim obligado a caminar despacio
  para encontrar su pergamino, cansados pero esperanzados-
  sin que la esperanza sea esperanza
  hasta que toda base para la esperanza se ha
  desvanecido; e indulgentes, considerando
  el error de sus semejantes con los
  sentimientos de una madre-
mujer o gata. El correcto Negro de levita
junto a la gruta

contesta a la intrépida turista que visita el lugar
  y pregunta al hombre que la acompaña: qué es esto,
  qué es aquello, dónde está Marta
  enterrada; «el general Washington,
  allí; su señora, aquí»; hablando como
  si representara un papel, sin verla; con
  sentido de la dignidad humana
y reverencia por el misterio, de pie como la sombra
del sauce.

Moisés no sería nieto del faraón.
  No es lo que como
  mi alimento natural,
  dice el héroe. Él no sale
  a ver paisajes, sino cristal
  de roca para ver –el asombroso Greco
  rebosante de luz interior- que
no ambiciona nada de lo que ha dejado. A este lo reconoceréis
como el héroe.

Marianne Craig Moore/Random House Mondadori
de la traducción: Olivia de Miguel Crespo



Cabeza de chorlito (Bird-witted)

Con inocentes ojos abiertos de pingüino,  
  tres grandes sinsontes inexpertos bajo
el sauce
  permanecen en fila,
ala con ala, delicadamente solemnes,
hasta que ven
        a su madre tan grande
        como ellos trayendo
algo que parcialmente
alimentará a uno.

Hacia el agudo crujido intermitente
  de carro con ballestas rotas, que
emiten los tres cuerpecitos sumisos
  moteados de prímulas,
ella se dirige; y cuando
del pico
     de uno, el escarabajo
     aún vivo cae
al suelo, ella lo recoge y se lo
vuelve a dar.

Permanece en la sombra hasta que ellos se peinan
  su denso plumaje filamentoso,
recubierto del pálido manto del sauce,
  extienden la cola y
las alas, mostrando, uno a uno,
la sencilla
     raya blanca que recorre la
     cola y atraviesa
el ala por debajo, y el
acordeón

se vuelve a cerrar. ¿Qué delicioso trino,
  de rápidos e imprevistos sones
aflautados brotando de la garganta
  del astuto
pájaro adulto, llega del
lejano
     aire tibio
     otoñal antes
de que la prole estuviera aquí? Qué áspera
se ha vuelto la voz del pájaro.

Un gato moteado los observa,
  arrastrándose lento hacia el pulcro
trío sobre el tronco del árbol.
  Como no lo conocen
los tres le hacen sitio, inquietante
y nueva dificultad.
     Una pata que pende, perdido
     el control, se levanta
y encuentra la ramita sobre la
que planeaba colgarse. La
madre como una saeta, animada por lo que hiela
  la sangre y recompensada por la esperanza- 
de la lucha- puesto que nada llena
  las chirriantes bocas
hambrientas, emprende un combate a muerte
y medio mata
     con pico de bayoneta y
     alas despiadadas al
gato intelectual
que r e p t a cauteloso.

Marianne Craig Moore/Random House Mondadori
de la traducción: Olivia de Miguel Crespo



Inglaterra (England)

con sus riachuelos y pueblos con abadía o catedral,
con voces –quizá una voz, resonando en el crucero- la
sabiduría de lo útil y lo conveniente; e Italia
con sus equilibradas costas, logrando un epicureísmo
del que se ha extirpado la vulgaridad;

y Grecia con sus cabras y calabazas,
cuna de moderados espejismos; y Francia,
«crisálida de la mariposa nocturna»,
en cuyos productos el misterio de la construcción
te distrae del propósito inicial:
solidez medular; y Oriente con sus caracoles, su emocional

taquigrafía y cucarachas de jade, el cristal de roca 
y su imperturbabilidad,
todo con calidad de museo; y América donde
en el sur conducen el pequeño, viejo y desvencijado victoria,
y en el norte fuman puros en la calle;
donde no hay lectores de galeradas, ni gusanos de seda, ni digresiones;

la tierra del salvaje; sin césped ni vínculos, país sin lengua en el que las letras
                                                                                  no se escriben
en español, griego, latín o taquigrafía,
¡sino en simple americano que perros y gatos saben leer!
La letra a en salmo y calmo,
pronunciada con el sonido de la a en candil, es claramente perceptible,

pero ¿por qué este hecho debería explicar
continentes de malentendidos?
¿Se deduce de esto que por haber hongos venenosos
parecidos al champiñón, ambos son venenosos?
De la vivacidad que se puede confundir con apetito,
de la vehemencia que puede parecer atolondramiento
no puede concluirse nada.
Haber malinterpretado el asunto es confesar que no se ha investigado
                                                                                  lo suficiente.

La sublimada sabiduría china, el discernimiento egipcio,
el devastador torrente de emoción
condensado en los verbos de la lengua hebrea,
los libros del hombre capaz de decir:
«No envidio a nadie excepto a él, y sólo a él,
mejor pescador que yo»,
la flor y el fruto de todo lo que indicaba superioridad,
si no se encontraban casualmente en América,
¿hay que imaginar que no existen allí?
Jamás estuvieron confinados a una localidad.

Marianne Craig Moore/Random House Mondadori
de la traducción: Olivia de Miguel Crespo



El San Jerónimo (Leonardo da Vinci’s Saint Jerome)

de Leonardo da Vinci y su león
  en esa ermita
de muros derrocados,
  comparten refugio para un sabio
-marco idóneo para el apasionado y lúcido
  Jerónimo versado en el lenguaje-
y para un león pariente de aquel en cuya piel
  no dejó huella el garrote de Hércules.

La bestia, recibida como un huésped,
  aunque algunos monjes huyeran
-con su pata curada
  que una espina del desierto había enrojecido-
guardaba el asno del monasterio…
  que desapareció –según Jerónimo pensó-
devorado por el guardián. Así el huésped, como un asno,
  sin ofrecer resistencia, fue encargado de transportar la leña;

pero, poco después, el león reconoció
  al asno y entregó toda la caravana de camellos
de sus aterrorizados
  ladrones al afligido
san Jerónimo. La bestia absuelta y
  el santo quedaron de esa suerte hermanados;
y desde entonces su similar aspecto y comportamiento
  estableció su parentesco leonino.

Pacífico, aunque apasionado
              -porque de no ser ambas cosas,
            ¿cómo podría ser grande?-
              Jerónimo –debilitado por las pruebas sufridas-
            la cintura afilada comiera lo que comiera,
              nos dejó la Vulgata. Bajo el signo de Leo,
            la crecida del Nilo ponía fin a la hambruna, lo que hizo
              de la boca del león un elemento apropiado para las fuentes,
            un emblema que si no es universal
              al menos no es oscuro.
            Y aquí, aunque solo sea un esbozo, la astronomía
              o los pálidos colores hacen que la dorada pareja
            en el dibujo de Leonardo da Vinci parezca
              bronceada por el sol. Resplandece, cuadro,
            santo, animal; y tú, León Haile Selassie, con tu escolta
              de leones símbolo de soberanía.

Marianne Craig Moore/Random House Mondadori
de la traducción: Olivia de Miguel Crespo



SILENCIO

Mi padre solía decir:
–La gente superior no hace visitas largas.
No hace falta mostrarles la tumba de Longfellow,
ni las flores de vidrio en Harvard.
Son autosuficientes como el gato,
que se lleva a la presa a un lugar privado;
la cola del ratón colgando floja de la boca.
A veces disfrutan de la soledad
y pueden quedarse sin palabras
al escuchar palabras que disfruten.
El sentimiento más profundo emerge durante el silencio;
no en el silencio, sino en la prudencia. –
Y no era hipócrita al decir –Haz de mi casa tu posada–.
Una posada no es un domicilio.

La traducción de Alejandro Abogado de la Serna.




SILENCE

My father used to say,
“Superior people never make long visits,
have to be shown Longfellow’s grave
or the glass flowers at Harvard.
Self-reliant like the cat—
that takes its prey to privacy,
the mouse’s limp tail hanging like a shoelace from its mouth—
they sometimes enjoy solitude,
and can be robbed of speech
by speech which has delighted them.
The deepest feeling always shows itself in silence;
not in silence, but restraint.”
Nor was he insincere in saying, “Make my house your inn.”
Inns are not residences.




Ningún cisne tan fino 

“Ninguna agua tan quieta como las
….fuentes muertas de Versailles.” Ningún cisne,
con su ciega mirada de desdén
y miembros gondoleantes, tan fino
….como el de porcelana chintz con pardos
ojos de cervato y dentado collar
de oro para mostrar quién era.

Alojado en el árbol-candelabro
….Luis XV de capullos teñidos
de amaranto, dalas,
erizos de mar y siemprevivas,
….se posa en la rameada espuma
de pulidas flores
esculpidas –cómodo y alto–. El rey ha muerto.

(trad.: Hugo Padeletti)



No Swan So Fine

 “No water so still as the
……dead fountains of Versailles.” No swan,
with swart blind look askance
and gondoliermg legs, so fme
…..as the chintz chma one with fawnbrown
eyes and toothed gold
collar on to show whose bird it was.

Lodged in the Louis Fifteenth
……candelabrum-tree of cockscombtinted
buttons, dahlias,
sea urchins, and everlastings,
…..it perches on the branching foam
of polished sculptured
flowers-at ease and tall. The king is dead.




El tuátara (Del poema “El basilisco emplumado”)

En otra parte, ciertos lagartos marinos ignoran
..despreocupadamente a sus vecinos –mientras van congregándose
de tal modo que no dejan lugar ni para dar un paso, con las colas encimadas
..al estilo de los cocodrilos –son rodeados por pájaros que entran y
salen dando saltos. Así la vida social entre los reptiles y las aves es apacible. El tuátara

le permitirá a un petrel
..entrar en su cueva, donde guarda sus nueve
o diez huevos… que es la cantidad que ponen los dragones, ya que
..“un auténtico dragón engendra nueves hijos”. El camaleón de tres
cuernos y el lagarto de collar, de la clase que no tiene patas, no toman en serio

a ningún ser que no sea volador. En
..Copenhague, la puerta principal
del Mercado de la Bolsa está techada con dos pares de dragones parados
..sobre las cabezas, de modo que sus cuatro
colas verdes –trenzadas así por el arquitecto– se unen verticalmente
simbolizando el amparo de una seguridad cuadruplicada.

Trad.: Ernesto Montequin




The Tuatera

Elsewhere, sea lizards –
..congregated so there is no room
to step, with tails laid crisscross, alligator style, among
..birds toddling in and out- are innocent of whom
they neighbor. Bird-reptile social life is pleasing. The tuatera

will tolerate a
..petrel in is den, and leys ten eggs
or nine-the number laid by dragons since “a true dragons
..has nine sons”. The frilled lizard, the kind with no legs,
and three-horned chameleon, are non-serious ones that take to flight

if you do not. In
..Copenhagen the principal door
of the bourse is roofed by two pairs of dragons standing on
..their heads -twirled by the architect- so that the four
green tails conspiring upright, symbolize fourfold security.



Jurisdicción de Apelación 

Fragmentos de pecado son parte de mí.
Escobas nuevas barrerán bien mi corazón.
¿Lo harán? ¿Lo harán?

Cuando esta vida liviana haya terminado,
Dios me redimirá, una náufraga.
¿Lo hará? ¿Lo hará?

(Trad.: Silvia Camerotto)



Appellate Jurisdiction

Fragments of sin are a part of me.
New brooms shall sweep clean the heart of me.
Shall they? Shall they?

When this light life shall have passed away,
God shall redeem me, a castaway.
Shall He? Shall He?



Los monos

guiñaban demasiado los ojos y temían las serpientes. Las cebras, destacadas
en su anormalidad; los elefantes con su piel neblinosa
y sus apéndices rigurosamente prácticos
estaban allí, los pequeños gatos; y el periquito –
trivial y monótono al ser examinado, destruyendo
cortezas y porciones de la comida que no podía comer.

Recuerdo su magnificencia, ya no más magnífica
sino difusa. Es difícil recordar el ornamento,
el discurso, el modo preciso de eso que uno puede
llamar las relaciones menores de
hace veinte años; pero no lo olvidaré
— aquel Gilgamesh entre
los peludos carnívoros — aquel gato con manchas
en sus patas con forma de cuña, de color pizarra y su cola concluyente,
comentando cáustico, “Ellos abusaron de nosotros con sus débiles
declaraciones encubiertas, temblando
en desarticulado frenesí, diciendo
que comprender el arte no es para nosotros; hallando
todo tan difícil, examinando la cosa

como si fuera incomprensiblemente arcana, —simétricamente frígida como si hubiera
sido esculpida en calcedonia
o mármol — rígida en su tensión, maligna
en su poder sobre nosotros y más profunda
que el mar cuando adula a cambio de cannabis,
centeno, lino, caballos, platino, madera y pieles”.

Antología histórica de poemas de Marianne Moore traducidos en la Argentina, selección de Jorge Aulicino, ediciones electrónicas de Op. Cit., Buenos Aires
Versión inédita de Silvia Camerotto



THE MONKEYS 

winked too  much  and  were  afraid  of  snakes.  The zebras, supreme in 
their abnormality; the  elephants  with  their  fog-colored  skin 
    and strictly practical  appendages 
     were  there,  the  small  cats;  and  the  parakeet—
      trivial and  humdrum  on  examination,  destroying 
bark and  portions  of  the  food  it could  not  eat.

I recall their magnificence, now not more magnificent 
than it is  dim.  It is difficult to recall the ornament, 
    speech,  and  precise  manner  of  what  one  might 
     call the minor acquaintances twenty 
      years  back;  but  I  shall  not  forget  him
—that Gilgamesh among 
the hairy carnivora— that  cat  with  the 

wedge-shaped, slate-grey  marks  on  its  forelegs  and  the  resolute  tail,
astringently  remarking,  "They  have  imposed  on  us  with  their  pale 
      half-fledged protestations, trembling about 
        in inarticulate frenzy, saying 
           it is  not  for  us  to  understand  art;  finding  it 
     all so  difficult,  examining  the  thing 

as  if  it were  inconceivably arcanic,  —as  symmetrically  
frigid  as  if  it had  been  carved  out  of  chrysoprase 
   or marble— strict with  tension,  malignant 
    in  its  power  over  us  and  deeper 
     than  the  sea  when  it proffers  flattery  in  exchange  for  hemp,
rye, flax, horses, platinum, timber, and fur”.

 de "Selected Poems", 1955 - Complete Poems, Penguin, Nueva York 1981



Cuando compro cuadros

o, lo que es más exacto,
cuando miro aquello de lo que puedo considerarme dueña
imaginaria,
elijo lo que en mi cotidianidad podría darme gozo:
la sátira de una curiosidad en la que solo se discierne
la intensidad del estado anímico;
o bien lo opuesto: el viejo objeto, la sombrerera medieval
decorada
con galgos de cintura estrecha como la de un reloj de arena,
y ciervos y pájaros y gente sentada;
puede ser solo un cuadro de marquetería; quizá la biografía literal,
con letras ubicadas a un lado sobre un espacio como de
pergamino;
una alcachofa con seis matices de azul; las patas de agachadiza
en un jeroglífico triple;
la valla de plata protegiendo la tumba de Adán o Miguel cogiendo
a Adán por la muñeca.
El énfasis demasiado intelectual sobre esta o aquella cualidad
disminuye el goce.
No debe pretender demostrar nada; ni puede exaltarse el triunfo
fácilmente concedido:
eso que es grande porque otra cosa es pequeña.
Se reduce a esto: de la clase que sea, la obra
debe estar “iluminada con penetrantes destellos en la vida de las
cosas”.
debe confirmar la fuerza espiritual que la creó.

Poesía reunida 1915-1951, Hiperión, Madrid, 1996
Traducción de Lidia Taillefer de Haya



Por disposición de los ángeles

¿Los mensajeros se parecen mucho a nosotros? Explicadlo.
¿La oscuridad hace explícita a la firmeza?
¿Y algo se oye con más claridad cuando no se está cerca?
   Por encima de los detalles,
estos en absoluto detalles no pueden faltar a la alabanza.
   Hemos comprobado, con firmeza sin decaimiento,
   cómo la oscuridad perfecciona una estrella.

¿La estrella que no me pregunta si la veo?
¿El abeto que no querría que lo arrancara?
¿Y el habla que no me pregunta si la oigo?
   Los misterios cuentan misterios.
Más firme que la firmeza, una estrella me deslumbra, viva y alegre,
   no es necesario decirlo, cómo se parece a algunos que conocimos;
   se parece mucho a ella, mucho a él, y un eterno estremecimiento.

Poesía reunida.1915-1951, traducción de Lidia Taillefer de Haya, Hiperión, Madrid, 1996



By Disposition of Angels 

Messengers much like ourselves? Explain it. 
Steadfastness the darkness makes explicit? 
Something heard most clearly when not near it? 
        Above particularities, 
these unparticularities praise cannot violate. 
    One has seen, in such steadiness never deflected, 
    how by darkness a star is perfected.

Star that does not ask me if I see it? 
Fir that would not wish me to uproot it? 
Speech that does not ask me if I hear it? 
        Mysteries expound mysteries. 
Steadier than steay, star dazzling me, live and elate, 
    no need to say, how like some we have known; too like her, 
    too like him, and a-quiver forever.



Si la acción externa...

El pasado es el presente

Si la acción externa está agotada
y la rima está pasada de moda,
volveré a ti,
Habacuc, como cuando en la clase de Biblia
el maestro nos hablaba de los versos sin rima.
El decía -y creo que repito sus exactas palabras-:
"La poesía hebrea es prosa
con una suerte de conciencia intensificada". El éxtasis proporciona
la ocasión y lo conveniente determina la forma.


Selected poems", 1935, Complete Poems, Macmillian Publishing Company/Penguin Books, Nueva York, 1994
Versión de J. Aulicino


The past is the present

If external action is effete
and rhyme is outmoded,
I shall revert to you,
Habakkuk, as when in a Bible class
the teacher was speaking of unrhymed verse.
He said - and I think I repeat his exact words - 
"Hebrew poetry is prose
with a sort of heightened consciousness." Ecstasy affords
the occasion and expediency determines the form. 



Una aplanadora

La ilustración
no es nada para ti sin la aplicación.
Te falta la mitad del sentido. Aplastas todas las partículas
en apretada conformidad, y vas y vienes sobre ellas.

Las centelleantes astillas de piedra
son aplastadas hasta el nivel del bloque original.
Si no fuera "el juicio impersonal en materia
estética una imposibilidad metafísica", tú

podrías limpiamente alcanzarlo.
En cuanto a las mariposas, apenas concibo
la atención de una sobre ti, pero interrogar
la congruencia del complemento es vano, si es que existe.

"Selected poems", 1935, Complete Poems, Macmillian Publishing Company/Penguin Books, Nueva York, 1994
Versión de J. Aulicino


To a Steam Roller

 The illustration
is nothing to you without the application.
   You lack half wit. You crush all the particles down
      into close conformity, and then walk back and forth 
         on them.

Sparkling chips of rock
are crushed down to the level of the parent block.
   Were not ‘impersonal judgment in aesthetic
      matters, a metaphysical impossibility,' you

might fairly achieve
It. As for butterflies, I can hardly conceive
   of one’s attending upon you, but to question
      the congruence of the complement is vain, if it exists.



Color prismático

En los días de color prismático

no en los días de Adán y Eva, sino cuando Adán
estaba solo; cuando no había humo y el color era
fino, no con el refinamiento
del arte primitivo, sino a causa
de su originalidad; sin nada que la modificara salvo la

niebla que subía, la oblicuidad era una varia-
ción de la perpendicular, simple de ver y
de explicar: ya no
lo es, ni tampoco la banda de incandescencia
azul-roja-amarilla, que era el color, conserva sus franjas; también es
una de

esas cosas en las que mucho de peculiar puede
leerse: la complejidad no es un crimen, pero llévenla
hasta el punto de lo
sombrío y nada es simple. Más aún,
la complejidad que se ha comprometido con la oscuridad, en vez de
reconocerse a sí misma

como la pestilencia que es, gira en torno
como para aturdirnos con la funesta
falacia de que la insistencia
es la medida del logro y de que toda
verdad debe ser oscura. Principalmente garganta, la sofisticación está
donde

siempre ha estado -en las antípodas de las grandes
verdades iniciales. "Una parte se arrastraba, otra parte
estaba a punto de arrastrarse, el resto
estaba aletargado en su cubil." En el avance espasmódico
de piernas cortas, en el gorgoteo y todas las trivialidades -tenemos
la clásica

multitud de pies. ¡Con qué propósito! La verdad no es Apolo
Belvedere, ni algo formal. La ola puede pasarle por encima si
quiere
Sepan que estará allí cuando dice:
"Estaré allí cuando la ola haya pasado".

El reparador de agujas de campanario y otros poemas, selección y traducción de Mirta Rosenberg y Hugo Padeletti, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1988


In the days of prismatic color

not in the days of Adam and Eve but when Adam
  was alone; when there was no smoke and color was
fine, not with the refinement of
  of early civilization art but because
of its originality, with nothing to modify it but the

mist that went up, obliqueness was a variation
  of the perpendicular, plain to see and
to account for: it is no
  longer that; nor did the blue red yellow band
of incandescence that was color, keep its stripe: it also is one of
those things into which much that is peculiar can be
  read; complexity is not a crime but carry
it to the point of murkiness
  and nothing is plain. Complexity,
moreover, that has been committed to darkness, instead of

granting itself to be the pestilence that it is, moves all a-
  bout as if to bewilder with the dismal
fallacy that insistence
  is the measure of achievement and that all
truth must be dark. Principally throat, sophistication is as it al-

ways has been at the antipodes from the init-
  ial great truths. "Part of it was crawling, part of it
was about to crawl, the rest
  was torpid in its lair." In the short legged, fit-
ful advance, the gurgling and all the minutiae -- we have the classic

multitude of feet. To what purpose! Truth is no Apollo
  Belvedere, no formal thing. The wave may go over it if it likes.
Know that it will be there when it says:
  "I shall be there when the wave has gone by."



Suficiente
1969

¿Soy yo una fanática? Lo opuesto.
¿Y dónde me gustaría estar?
Sentada bajo el olivo de Platón
o apoyada en su viejo tronco grueso,

lejos de la controversia
o de cualquier colérico.

Si quieres ver piedras bien puestas, no amenazadas
por la argamasa (los albañiles dicen "barro"),
cuadradas y lisas, levántalas como se debe,
dijo Ben Jonson, o lo aludió.

En "Descubrimientos" también dijo:
"Representa la verdad. Es suficiente."

"Hitherto Uncollected", Complete Poems, Macmillian 
Publishing Company/Penguin Books, Nueva York, 1994
Versión de J. Aulicino


Enough
1969

Am I fanatic? The opposite.
And where would I like to be?
Sitting under Plato’s olive tree
or propped against its thick old trunk,

away from controversy
or anyone choleric.

If you would see stones set right, unthreatened
by mortar (masons say “mud”),
squared and smooth, let hem rise as the should,
Ben Jonson said, or he implied.

In “Discoveries” he then said,
“Stand for truth. It’s enough.”




Una cosa encantada

El espíritu es una cosa encantadora

es una cosa encantada
al igual que el lustre en un
ala de chicharra
subdividida por el sol
hastas que las redes son legión.
Al igual que Gieseking tocando Scarlatti;
al igual que la lezna del ápterix
como un pico o el
chal para la lluvia de kiwi
con sus plumas peludas, el espíritu
avanza tanteando como un ciego,
sigue su marcha con los ojos fijos en el suelo.
Tiene el oído de la memoria
que puede escuchar sin
tener que escuchar.
Al igual que la caída del giróscopo,
realmente inequívoca
porque la certifica una certeza reinante,
es un poder de
enérgico hechizo. Es
como el cuello
de la paloma animado por
el sol; es el ojo de la memoria.
Es una concienzuda inconsistencia.
Arranca el velo; rasga
la tentación, la
bruma que lleva el corazón,
en sus ojos; siempre que el corazón
tenga cara; desarma
el abatimiento. Es fuego en el cuello irisdicente
de la paloma; en las
inconsecuencias
de Scarlatti.
La no-confusión pone
a prueba su confusión; no
es un juramento de Herodes que no se puede cambiar.

Poetas norteamericanos contemporáneos, traducción de E.L. Revol, Ediciones Librerías Fausto, Buenos Aires, 1976 (de Nevertheless, 1944) 



The Mind is an Enchanting Thing

is an enchanted thing
    like the glaze on a
katydid-wing
        subdivided by sun
        till the nettings are legion.
Like Gieseking playing Scarlatti;

like the apteryx-awl
    as a beak, or the
kiwi’s rain-shawl
        of haired feathers, the mind
        feeling its way as though blind,
walks along with its eyes on the ground.

It has memory’s ear
    that can hear without
having to hear.
        Like the gyroscope’s fall,
        truly unequivocal
because trued by regnant certainty,

it is a power of
    strong enchantment. It
is like the dove-
        neck animated by
        sun; it is memory’s eye;
it’s conscientious inconsistency.

It tears off the veil, tears
    the temptation, the
mist the heart wears,
        from its eyes—if the heart
        has a face; it takes apart
dejection. It’s fire in the dove-neck’s

iridescence; in the
    inconsistencies
of Scarlatti.
        Unconfusion submits
        its confusion to proof; it’s
not a Herod’s oath that cannot change.



¿Cuál es nuestra inocencia... ?

¿Qué son los años?

¿Cuál es nuestra inocencia,
cuál es nuestra culpa? Todos estamos
desnudos, nadie está seguro. Por lo tanto,
es coraje: la pregunta sin contestar,
la duda firme,-
llamando muda, escuchando sorda- ¿eso
en la desgracia, hasta la muerte,
dando coraje a otros,
y en su derrota, alentando

al alma a ser fuerte? Ve
profundo y es alegre quien
accede a la mortalidad
y en su prisión se levanta
a sí mismo como
al mar en un abismo, luchando por ser
libre aunque es incapaz,
en su entrega,
de encontrar su continuidad.

Entonces quien fuertemente siente,
se comporta. El pájaro mismo,
se ensancha; acerado
en su forma, se endereza. Aunque está cautivo,
sus poderosos cantos
dice, la satisfacción es una cosa
humilde, como pura una cosa es alegría.
Eso es mortalidad,
eso es eternidad.

Complete poems, Penguin Books, Nueva York, 1994
Versión: J. Aulicino



What Are Years?

What is our innocence,
what is our guilt? All are
naked, none is safe. And whence
is courage: the unanswered question,
the resolute doubt, —
dumbly calling, deafly listening—that
in misfortune, even death,
encourage others
and in its defeat, stirs
the soul to be strong? He
sees deep and is glad, who
accedes to mortality
and in his imprisonment rises
upon himself as
the sea in a chasm, struggling to be
free and unable to be,
in its surrendering
finds its continuing.
So he who strongly feels,
behaves. The very bird,
grown taller as he sings, steels
his form straight up. Though he is captive,
his mighty singing
says, satisfaction is a lowly
thing, how pure a thing is joy.
This is mortality,
this is eternity. 







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