domingo, 3 de octubre de 2010

1372.- ALBERTO VALDIVIA BASELLI


ALBERTO VALDIVIA BASELLI
(Lima, 1977)

Ha publicado los poemarios Patología (osis ed., 2000; y Ed. Nido de cuervos, 2004) y La región humana (BCR, 2000), y la plaqueta bilingüe Quartier ascendant 5 / Cuarto creciente 5 (Éditions Plaine Page, Marsella, 2006). Además, ha publicado, en tándem con Gonzalo Portals, «Sombras de vidrio: estudio y antología de la poesía escrita por mujeres 1989-2004» (en Ajos & Zafiros 6). Su poesía ha sido incluida en antologías nacionales (Poesía peruana siglo XX, Copé 1999) e internacionales como Aldea Poética (Madrid, 1997), International Library of Poetry (Maryland, Estados Unidos, 2002), Poesía viva del Perú. Antología de la poesía peruana contemporánea (Universidad de Guadalajara, Jalisco, México, 2005) o Ici nulle part ailleurs. Anthologie de la Biennale Internationale des Poètes 2005 (París, Francia, 2006). Poemas suyos han sido traducidos al inglés y francés, árabe y ruso. Asimismo, ha traducido poesía del francés y del inglés para varios medios literarios (fue, con Renato Sandoval, traductor del francés del poemario El retorno de Lilith [2004] parcialmente incluido en la antología Cuando me hice fruta [Caracas: Monte Ávila Editores, 2006] de la poeta libanesa Joumana Haddad). Ha publicado ensayos, cuentos y poemas en diferentes publicaciones especializadas del Perú, como Evohé, Hydra, Ajos & Zafiros, Fórnix, Flecha en el azul, Homúnculus, El Hablador, Martín, Arteidea, Hipocampo de oro (de Lima), Ángeles & Demonios. Artes y Letras (del Cuzco); y del extranjero, como la revista Tsé Tsé (Argentina), Cyber Humanitatis (Revista de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile), Luvina (Universidad de Guadalajara), La Jornada Semanal (Universidad Nacional Autónoma de México), JALLA 2006 (Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana – Bogotá), Pterodáctilo (Universidad de Texas en Austin), Galerna (Universidad de Columbia, Universidad de Montclair y el Instituto Cervantes de Nueva York) o Hofstra Hispanic Review (Universidad de Hofstra, Nueva York), entre otras. Ha ejercido el periodismo cultural en medios como El Peruano (Identidades), El Comercio, Debate o Ideele. Ha sido ponente en varios espacios académicos y universitarios (como JALLA-Bogotá 2006), invitado como expositor a la VIII Bienal de Poesía de París en Val-de-Marne (2005), al Festival de las Artes de Marsella (2006 y 2007), entre otros. Desde el 2002 ha sido director de la revista de literatura Ajos & Zafiros y en la actualidad es vicepresidente de Ajos & Zafiros Asociación Cultural y Educativa para el Desarrollo de las Literaturas Peruanas (http://ajosyzafiros.perucultural.org.pe). Asimismo, es director del portal especializado en la producción cultural peruana Páginas del Perú (www.paginasdelperu.com) y codirige la Asociación Peruana para el Desarrollo de la Lectura Leamos (www.leamos.org.pe). Es docente en diversos niveles educativos. Se licencia en Filología Hispánica en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España y es docente en esa misma casa de estudios, en el Centro UNED Asociado de Lima.





POEMAS:


Por las azoteas (el arribo del abajo) (1991-1994 / enero)

then must you speak
Of one, that lov’d not wisely, but too well

William Shakespeare

El sonido de dos pieles en movimiento súbito enlaza la vida y la muerte al aire.
La llave de ese sonido es el aire en movimiento súbito sobre mi glande.
La humedad de las manos que aprenden el amor está del otro lado de mí.
Y en los bordes de la mente esa piel contigua es la voz del latido posible.
El corazón tiende a rebelarse y dimitir frente a la nada que el silencio revela.
La luz de nuestra transparente oscuridad desde dentro acecha y duele al caer.
No está la muerte cerca ni lejos. No está la vida dentro ni fuera.
La piel es un estorbo para la comprensión existencial de un cuerpo que se ama.
Únicos, mente y mente, gotean los silencios sobre un callado tardío que duele.
Allá arriba golpetea la erótica tempestad y callan los silencios dentro, negros.
Allá afuera hay vida gimiendo presencia y pariendo biología de la muerte diaria.
Abajo no existe la muerte / en el territorio de la oscuridad lejana y fútil / abajo, yo.
Cuerpo bajo cuerpos en deleite de noche y en inexistencia de otros.
Golpeteo mi cuerpo, me zanjo, me atisbo, cierro los ojos, me leo, abro las manos.
El humor del miedo está en la vida durante unos segundos tras el orgasmo final.
¿Ante quién deberemos gritar el encono de nuestro castigo o piel detallada sola?
El envase de dios está lejos para este cuerpo bajo su mudez detallista.
El cuerpo de dios es una fábula para los dioses que se aproximan al cuerpo abajo.
No existir no es una opción posible para el hombre que abajo huele y se palpa.
No está la muerte cerca ni lejos. No está la vida dentro ni fuera.
El sonido sube y baja, pare y concibe, penetra y cobija, nos destituye.
¿Alguna vez he de subir a las azoteas a percibir esa muerte diferente y sonora?
¿Alguna vez habré de sentir en los oídos la estridencia del pálpito doloroso?
¿La humedad en las manos será en algún momento piel debajo de mi piel y sobre?
La soledad única será de mis pieles la piel que englobe el territorio de mi silencio.
Ese callar temprano avivará la sombra de mi rastro arriba, en el arriba sin abajo.
En ese arriba que sin abajo las azoteas sonoras erotizan marcando la noche.
Callaremos durante demasiado tiempo el hallazgo como tatuaje borrado a cicatriz.
La noche opaca está boca arriba y desde la azotea podemos usar la luna creciente
Para penetrarla hasta apagar los sonidos de su último gemido
Y en ese cuerpo dimitido de tiempo, perforado
Anularemos la muerte y el silencio
Con la pequeña voz
De mis dedos
Envejecidos
No está la muerte cerca ni lejos. No está la vida dentro ni fuera.
Aboliremos el abajo con su vértice.


Nadia/e ve detrás de las hojas (1986 / julio)

lo precioso es el instante

Manuel Machado


Detrás de las hojas el beso es el origen.
El primero de los planetas en desprenderse de la nada / la espora
inicial que enrumba el camino de regreso a sus adentros.
Detrás de las hojas el verde no es verde,
tibio y húmedo el beso resiste suave
como el avance de la oruga
sobre el filo ya comestible de la lanceolada,
sutil y repentino
como una gota súbita.

El beso ve detrás de mis ojos / me devuelve el pensamiento a la idea
el pálpito al pecho / el gesto al rostro
el sudor a las manos
y su mundo de explosión súbita
depende completamente de mi centro para girar.

Detrás de las hojas, nadie;
estamos solos /
el mundo se detiene ante el imperativo vegetal
o la sombra.
Un pie en medio de nuestro calor corporal amarga
los tres segundos finales en que el beso se alarga sin tiempo
y el hueco de ese tiempo en que el tiempo se detiene
dura lo que duramos los dos.

El mundo es ciego a las primeras manifestaciones. Nadie
ve al primer ninguno. No se descifra el comienzo la gestación
humana. Ninguna existencia colectiva
atestiguó mi ser primero. Tú
y yo estamos en el vacío
por este juntar las carnes con las carnes y leer
en su función otro signo humano / el beso simple y suave y primero
tú y yo entretanto somos / el mundo de espaldas /
ese beso
la oruga que come por primera vez desde la crisálida
la hoja que muere por primera vez a nuestro lado.

Nadie lo ve / nadie nos ve
no se percibe el detalle
estamos envueltos en el tiempo de lo primero
avanzando hacia la espesura de la luz / donde
todo comienza al empezar
y no hay testigos;
somos la luz, el tiempo y su espacio
hecho labios curvos
y nosotros iluminamos lo primero
invisible.

El mundo ve la hoja, la oruga es translúcida.
El mundo ve las hojas, el arbusto en medio del parque, el renacimiento
de los tallos en la profusa luz de la tarde temprana.
El mundo no ve la luz: ve el parque / los árboles / el borde de las hojas.
Nosotros estamos detrás.

En el revés de esa tarde dos niños se besan y son
el origen que comienza y muere en ese inicio
el sol entretanto se agrieta y decae
su sombra sobre el parque ha deshabitado la tarde gris.

(De Neomenia, inédito, 2001-2006)


Muerte literaria

Yo no existo en la página. La muerte es una mirada en blanco
las líneas recorren de polvo los dedos que leen / avanzan / despliegan / intuyen
mientras muere el día
la tinta que mancha la página no es sangre ni recado / osa
pensamientos en la posible existencia / la negada / la oculta en el folio
y discute de voces no pronunciadas un acento que el escriba somete
mi cuerpo inexistente en la tinta que evapora
desde mi cuerpo
ese hombre dista de noches y soplos en el recodo
en la esquina el hombre es una página detenida / la pausa
entre libros extranjeros mi lenguaje
el dedo que no asoma / su sombra de muerte bajo la uña / el portal
su falange es el detenimiento blanco / la debilidad errada / el índice
único
el libro que se cierra y se empequeñece
la línea que se tuerce en párrafo y el fonema que se deshace en murmullo
el ojo que renuncia a ver
y un párpado que se despliega noche.

Yo no existo en el contorno. Las voces emergen sólitas del posible viento
en medio las líneas se agolpan
y crecen / y murmuran / y esconden códigos alternos
sospechan de mí en su confabulación
narran las historias que me saben
y me cercan
solapa y pesada desnudez / texto en medio / órganos
de un cuerpo legado para mayores épicas / historia de los otros que visitan mi delirio
sugieren de mi caos permanencia
y vuelo literario en la carne sometida.

En el contorno mi piel es extranjera / en las páginas alineadas
yo no existo en el folio ni en el número
las hojas avanzan sin la presencia de mis ojos o el recorrido de mi mente
la entrelínea que mi gesto observa
es el poniente de una larga experiencia de pasos y prudencia / titubeo
en la lengua que la página codifica al describirme
no existo / en el contorno la huella es hueca / carece de imagen esta muerte súbita
en la página he muerto de vacío / de prosodia y de silencio
de palabras mudas y de gritos en blanco
detrás de mis cuencas se percibe el destino / el libro muere
las palabras huyen / el avance y las imágenes fluyen / el rostro se ve en el endecasílabo
y su cesura es el quiebre del unísono final.

No existo en las márgenes
Más allá del contorno mi existencia es fábula
y dentro / el hemistiquio de cada voz que dialoga / ningún non de página cerrada / fábula
de estridencia mínima / ningún par de mí
en el pequeño límite de sílaba o sonido
la cadencia del texto es una existencia aparte
en este paraíso nadie declina ni persuade / el espacio es el que ve
las miradas recorren desde dentro una blanca cinta de posibilidades
el libro devora entre sus páginas / separador
y la distancia de lo narrado / y el escrutinio del verso sutil
y mi huella humana es su desastre
el libro voltea sus ojos y mueve sus manos / la página
me reclama páginas de piel en la carne olvidada / el libro
ve en mí su extraña oscuridad y su desorden imposible / mira
de dos en dos el avance de mis retruécanos / se contrae ante mi asco de pausas
melodías y metalepsias
no hay distancia suficiente entre su reflejo y el mío / ambos
dependemos tanto de la letra
y nuestro punto y coma es parte de mi historia de borrones / de sílabas y sinécdoques
crecen mis huesos desde el suelo / la única página corregida
interpreta el pálpito de nuestra voz y la sombra
es menos densa en su lectura que en la mía.

El libro detenido es equivalente al hombre que mira / inexistente
en la siguiente página
o su borde blanco
El libro no duda en arrancar mis páginas y desordenarlas a buen criterio
en el torbellino de mis partes libres
no hay un solo ser que soporte la existencia literaria sin la muerte
y la vida / produce / mientras se muere / distintas formas de lectura en la piel
los números de su folio han desaparecido de sus palmas
el hombre inexistente no se lee en hojas libres / desparramadas de su duermevela
o en su vigilia de pasos de sonámbulo
el hombre que existente lee / es leído por nosotros
el libro
no
permite cerrarse / el hombre muerto
no es de papel legible / sus páginas arrojan avance y retroceso / duda
el libro miente al aire su lectura de hojas sueltas
siempre equívoco y dedo firme para dudar
el libro / el libro / el cuerpo dentro del libro
la carne traspapelada en los párrafos de una huella vacía
la voz enmudecida en el espacio donde ambos dejamos el libro a medias
una voz / esa sola
que me dicta / en el más largo periodo de la enunciación / páginas arrugadas
en el centro más inmóvil de la letra / yo
no existo en el último grafema
en el viraje más sutil del punto final
he dejado de mentar la muerte en capítulos
y la muerte / en mi cuerpo / ha cerrado con dejadez permanente /
en el estertor de mi aliento final /
su última imagen humana.


Muerte genética

a mi X

Tu nacimiento ha sentenciado de muerte a mi nacimiento.
Tu muerte ha sentenciado de muerte a mi existencia absoluta / humana
y germinal.
Tu cromosoma es la síntesis de mis mitades más dolorosas / y tu ausencia /
su vértice de apertura es el desgarro de carne en cada molécula
que la carne reproduce
que el cromosoma inserta en las pieles más interiores la punta de la griega
Y / ahí dentro /
germina nuestra tácita necesidad de ser uno en dos
muertes que se penetran y contaminan biología de postmuerte.

Esta X me pregunta por tu nombre: por tu vacío. Esta equis en el centro
de tu reposo y lejanía
señala nuestro camino y mi final: tu muerte es la muerte en que me niego
sombra y volumen / hombre y respiro en la línea de la mano
espacio mínimo de piel en que esa equis se retira.

Una lágrima es el signo equívoco de la mentida ausencia. Tú
descansas en cada división celular y función de mitocondrias / así
mentir muertes en nacimientos es sencilla alquimia,
a espaldas del antónimo un nuevo cromosoma ha renovado su paciencia
y biología
en la renovación semanal de mis huellas epiteliales.

El cromosoma 21 los datos de tu sentencia lejana
mi cuerpo es una pausa en los abismos de mi vejez genética
y mientras tú / en espacios pequeños / dictaminas biología cotidiana
mi cuerpo es difícilmente eugenésico / tiendo
cromosómicamente a la imperfección
tus cuerpos distantes me ahondan un cuerpo nuevo / de bases y ácidos
en avance y deterioro / mi nacimiento
muere en pausas de un cromosoma distante
atemporal y retráctil
muerto y vivo en la misma cadena molecular
cómo pesa el origen y la muerte en una millonésima de mi cuerpo
millones de veces muerte para completarme.

(de: Partothötröl, inédito, 2004-2006)

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