lunes, 16 de agosto de 2010

488.- CÉSAR FERNÁNDEZ MORENO


César Fernández Moreno (Buenos Aires, 1919 - París, 1985). Poeta y ensayista argentino, representante de la Generación del 40, pero que se identificó con las posteriores, no sólo a través de su obra creativa sino como antólogo y teórico de las nuevas corrientes. Fundó y dirigió la colección poética Fontefriada y las revistas literarias Contrapunto, Correspondencia y Zona; fue crítico de cine en la revista Nosotros, colaborador del diario La Nación y de la revista Sur. Cubrió la etapa poética de la Generación del 40 como cronista y escritor; como crítico, situó principalmente los núcleos generacionales de la poesía de vanguardia argentina, lo que se documenta en su obra La realidad y los papeles (1967). Su primer libro, Gallo ciego (1940), contó con un famoso prólogo en verso de su padre, B. Fernández Moreno. A esta época también corresponden Romance de Valle Verde (1941), La mano y el seno (1941), El alegre ciprés (1941), La palma de la mano (1941). Sin embargo, en 1953, con la publicación de Veinte años después, va a dar un giro sustancial, dirigido a un nuevo tipo de poesía, menos preocupada por el brillo formal y abierta a lo que en aquellos años se conoció como poesía conversacional, cuya máxima manifestación será la publicación de Argentino hasta la muerte, de 1963. En 1982, Fernández Moreno publicó Sentimientos completos, que reunía el conjunto de su obra poética hasta esa fecha.




La tierra se ha quedado negra y sola

La tierra se ha quedado negra y sola:
que el viento con gran aliento expire
y que la mar no mueva ni una ola.
Fernández Moreno, el Viejo
La Crucifixión
ah tú querías esta eternidad
pero querías más las niñas de tus ojos
reír y sonreír
los valses la mujer
vivir al descuido cada minuto
recordarlo después con rigor implacable
palpar la materia su vida febril oculta
afirmarte sobre la vereda
y fatigar la selva de baldosas
con un movimiento de conquista

pero ya tenías mucha soledad
de pronto se te puso perfecta
he aquí las cosas huérfanas como yo
tus hijas, mis hermanas
cómo escuchar una bocina
fiesta exclusiva para tus tímpanos
una cucharita me hace llorar
una tranquera me parte el alma
dios me libre de la calle Florida
cómo estrellas sin tu retina
dónde están tus sentidos
la célula central en que desembocan
el nervio que volvía derecho a la mano
la mano que escribía sobre cualquier mesa

yo no puedo aguantar que hayas estado vivo
el tiempo es demasiado tolerante
los padres no debieran adentrarse tanto en la edad de sus hijos
deberían morir al principio
o bien no morir nunca
por qué dividir así una vida
ser hijo durante tantos años
y de pronto no
proyectado de pronto hacia fuera
trastabillar enceguecido
irse de espaldas

yo no tengo la obligación de estar muerto
ya lo sé pero cómo pude
haber sido tan distinto
tu hijo y no tú mismo
qué lejos nos pusieron
yo debí haber nacido contigo y no de ti
haber llegado juntos a la adolescencia
hubiéramos vivido en aquel Chascomús
jóvenes médicos los dos
recorriendo de noche las huellas apartadas
rompiendo al caminar los opacos terrones
tras el alambrado de un hilo
la masticación musical de un caballo
el club social lejano insistía con sus luces

tu querías un hijo literal una astilla pura
un hijo como un órgano como un miembro
y yo hubiera querido
yo quiero ahora ser ese órgano y ese miembro
ahora que pasa esto
esta burda diferencia
yo vivo y tú no vives
explícame ahora perdóname ahora
estas imágenes que se me forman en los ojos
esta piel que se me besa con el mundo
esta respiración que se me mueve en el pecho
perdóname cada mañana por despertar
por beber
por mi garganta en el momento supremo
en que se cierra sobre cada sorbo
perdóname este discurso
tú querías que te cantara las canas
y ya ves te canto los huesos
de nuevo llego tarde

¿nunca te volverá a tomar el pulso
yo no detallarás mis hijas en sílabas contadas
nunca más jugaremos al póquer y pedirás tres
no caminaremos hasta Rivadavia bajo los plátanos
no competirás conmigo en estar enamorado
nunca te quedarás agarrotado de angustia
y yo me voy con Claudio a ver una película musical
nunca vendremos solos a Buenos Aires en verano
ni exploraremos las demoliciones
nunca me volverás a tomar el pulso
y resolverás que falte al colegio
no me regalarás aquel librito rojo
donde Robinson construye una chalupa
no deberé jugar despacio mientras duermes la siesta
ni me cortarás el pelo por primera vez
ya no me comprarás aquella cuna de mimbre
nunca me engendrarás?

esto es nacer ya soy un hombrecito
terminé de crecer estoy cabal
ya soy puro principio y fin
sin intermediario con lo anterior
sin mediador con lo siguiente
la vida tiene en mí su punto de partida
y la muerte su punto de llegada
ahora me toca a mí nadie se me adelante
en seguidita voy
la muerte no es tan práctica
no hay otra forma de achatar el tiempo

(Versión 1950)



LA HAMACA

estaba yo en la hamaca paraguaya
despierto en la siesta bajo la entramada

ella se acercó sonriendo
tomó la soga con una mano
y despacito comenzó a hamacarme

el techo de paja cambió de lugar
volaba la cerca de ligustro
superponíanse las diversas hojas
los trinos deliraban en los huecos

por momentos el vaivén creció sin tasa
peligrosamente inclinado hacia el infinito
después se limitó a ser eterno
luego cesaba poco a poco
con inexorable paciencia

por fin el mundo quedó inmóvil
aliviado de mí




YO QUERÍA BESARTE

Estábamos en una de las habitaciones favoritas
[de mi infancia
ésa de piso embaldosado
y ventanas profundamente excavadas en el muro

ésa con puerta de dos hojas
que se abre de golpe sobre el enorme jazminero

yo quería besarte
planeaba el camino mejor hasta tus labios
pero había comprendido que ya era imposible
cuando te vi de pronto muy cerca de mí
apoyados los hombros contra la pared
entonces dije no sé qué frase
y antes de terminarla ya estaba sobre tu boca
tú permaneciste quieta
sólo tus dientes resistían en semicírculo
pero mientras mi beso premioso se cumplía
tus ojos lloraban grandes lágrimas silenciosas
que invadían lentamente tus pómulos tus mejillas
iluminaban tu cara con cambiantes reflejos plateados
y se acercaban serpenteando a la linde de nuestros labios

el sueño continuaba después
con alternativas sin importancia.





DESCRIPCIÓN DE TU PECHO

vuelvo naturalmente
sobre esa delicada especialidad de tu ser
sobre ese empuje suave
ese avance blanco y suave
que de oscuros extremos ásperamente suaves se corona
esa única parte de tu cuerpo
que decidida amorosamente
viene de ti hacia mí

destaco otra vez el equilibrio
entre su ímpetu y su inercia
lo convexo y lo cóncavo
sus distintas maneras de empezar
y ese gracioso modo
de ceder a su peso sin olvidar su forma

si te acuestas boca arriba
qué difícil precisar sus límites
y si me abrazas en la noche
tus pechos nacen del mío
no son esa caricia inaudita que me viene de afuera
sino invertidos pechos que nacen de mí
como dulces surtidores
brotándome de dos puntos activos
abriéndose luego cálidamente
y perdiéndose en la plenitud de tu cuerpo






PRIMER POEMA AL MOSTRADOR

viejo si me vieras ahora
estoy parado contra el mostrador
mis pantorrillas tensas me soportan
un rato cada una

vos te hubieras sentado en una mesa
tus hombros los hubiera soportado un respaldo
hubieras perdido tu mirada en la vereda de enfrente
qué fabulosa lejanía

yo he venido a quedar un poco más arriba
veo un poco más cerca
alcanzo a leer las letras de la vidriera
al revés

pero es el mismo proceso
la misma breve lucha con el paquetito de azúcar
el mismo sabor aceitoso del café suburbano

cambio propina por comentario sobre lluvia inminente
saco mi libreta con disimulo
para escribir este primer poema sobre un mostrador

pero el patrón me enciende una luz
solícitamente
y lo escribimos a medias
entre mi mano y su mirada




CONCLUSIONES EN EL AIRE

ahora que va volando sobre Europa
el argentino puro va pensando en el aire
ya me sé todo el arte musitaba
escuchen yo les voy a contar y nadie más podrá engrupirlos
los griegos debutaron con la sonrisa arcaica
luego pasaron al cuerpo disimulado con rígidas túnicas
las túnicas fueron volviéndose cada vez más delgadas
al final las mojaron para que el cuerpo resplandeciera detrás
por fin cinco siglos antes de Jesucristo
se animaron a desnudar a la Venus del Esquilino
cinco siglos después lógicamente sobrevino Jesucristo
y entonces empezó de nuevo la misma historia
nada más que después de Jesucristo

sólo dos cosas fueron entonces esenciales
primo tapar con cualquier pretexto las partes pudendas
así como las tapan estas dos palabras
hojas de parra brazos en posiciones forzadas ramas
convenientemente torcidas velos muy caprichosos
el tapiz de la rema Matilde las borda enormes en los caballos
pero ni siquiera las insinúa en los guerreros tan amados
por esas mismas bordadoras
secundo que las mujeres muestren sus tetas
por lo menos una aunque sea bajo pretexto de lactancia
últimamente porque sí tetas contenidas tetas derramadas
tetas dobladas alzadas chupadas mordidas estiradas aplastadas
tetas picadas púr un áspid tetas apretadas entre el índice y el medio
y se mandan la vía láctea
las túnicas se entreabren a las camisas se les caen los breteles
si es preciso expertos sicarios cortan peplos de un solo tajo
no es por casualidad que Adán fue corrompido por una fruta esférica

saquen ustedes sus conclusiones queridos connacionales
si no está claro se dan otra vueltita por Viena y le preguntan a ño Sigmund
muy culpado se sentiría Masaccio por el melodrama sexual del paraíso
muy tentado estaría el Bosco para pintar así las tentaciones de San Antonio
muy sádicos serían los artesanos de las catedrales para
tallar así los martirios de los santos
Valdés muy Leal a la muerte
alabemos a dios enterremos al conde de Orgaz
nada de hacerse el vivo puras cosas de muertos
el Greco mira siempre hacia arriba hacia abajo
el cielo o la tumba nada al nivel del ojo
el sexo es el pasaje del animal al hombre
prohibido transitar por el incesto

con el renacimiento los muchachos fueron librándose de sus represiones
el arte se vuelve más espectacular a medida que se sirven de él los poderosos
la Santísima Trinidad se reparte entre los viejos dioses
dioses o héroes antiguos por qué no modernos
Luis XIV bien podía confundirse con Zeus
cualquier maja con Afrodita
diríjanse a Goya el más evidente monstruo hispánico
él empezó por pintarla vestida
pero reaccionó a tiempo y la desnudó
el arcángel San Miguel termina compartiendo su templo
de Lucca con Napoleón III y Garibaldi

después la campiña francesa inventa el impresionismo
quiero decir que el realismo aplicado al campo francés da el impresionismo
Degas y Renoir se ocupan del cuerpo femenino en sus detalles
y cuando el siglo XX prometía toda la verdad
¡zas! viene el arte no figurativo
la realidad se derrite como los pianos de Matisse
y todos se ponen a pintar el pintar como ya lo había
hecho el otro monstruo hispánico
si van a lo de Velázquez pregunten por las meninas

entonces el inflado problema de las tetas
pasa de las artes mayores al arte menor del Folies Bergére
donde las chicas exhiben sus pechos en alto como
trofeos ganados al enemigo
o bien si no les gusta esta metáfora donde las chicas navegan
con los pechos coronados de róseos periscopios por los
que te espían desde adentro de su cuerpo
o bien con otra imagen mecánica donde las chicas
te invitan a sintonizar la voz de sus pechos haciendo
girar sus pezoncitos
es que los argentinos somos tan machitos
hemos comprobado que las mujeres tienen tetas
cada una con su par y tan campante
en Europa vos no sabes con quiénes quedarte si con las
servias las croatas o las eslovenas
pero qué macana tenes que competir con los negros
ellos retribuyeron la esclavitud con música y enseñaron a
bailar a sus amos
ahora tienen a su disposición cuantas esclavas puedan desear
bien por ellos alguna vez tenían que desquitarse
las moscas africanas se afilan las patas igual que las de otros continentes
quizá mucho mejor
y eso es todo no hay más que decir sobre arte
ni sobre sexo que es más o menos lo mismo
así somos los argentinos rápidos para captar las cosas
por lo menos tan rápidos como para ser captados




LAS PALABRAS

tienen cuerpo las palabras tocan y son tocadas
son caramelos se las puede lamer chupar mamar
hierven como peces en un estanque tropical
tienen tantas formas como las valvas según las rocas a que se adhieran
pero importa mucho más lo que contiene su nacarado seno
la vida deliciosa frágil del ser que las habita
son transparentes para que resplandezca su contenido
son crisálidas clavos ardiendo
granadas que revientan en la mano si no se arrojan a tiempo
sólo viven para morir
son pilotos suicidas
perecen al tocar su objetivo
la poesía es uno de esos objetivos
uno de los nombres del hombre
su respuesta al canto del gallo
toda expresión equívoca que aclara las cosas
la parte en blanco de los formularios
el himno de libertad de un libre o de un esclavo
un balbuceo muy bien impostado
un abuso del lenguaje
cualquier cosa natural para decir después de hacer el amor
un lenguaje siempre tan intenso como una despedida
el halo que circunda ese lenguaje
cuando se llega al límite sólo hay un modo de hablar
la metáfora decir que una cosa es otra
en el límite todas las cosas son otras
todo es todo la verdad radica en soplos
la poesía la dice no hay otra ciencia exacta
la dice en cierto modo con ciertas palabras
confunde esas palabras las calienta para impedir que la vida
se entumezca en ellas
hace convergir la vida en las palabras
bosques vecinos uniendo sus incendios
el poeta nace se hace se deshace
se rehace renace
es el inspector más general
un contemplativo sin contemplaciones
todas las cosas le interesan por igual pero a algunas les presta
demasiada atención
a otras demasiado poca
es un científico cuya mente funciona sin datos
es un deslenguado
es una cruza de perro y dactilógrafo
para ser poeta basta con saber oler y escribir
su conducta nunca es absurda
nunca sabe en qué recodo encontrará las palabras
siempre está naufragando en la libertad
atravesando de piedra en palabra el río del tiempo
todo el tiempo siente cómo pasa el tiempo
cambia gente por soledad a través de angustia
las estrellas volatilizan a esa gente
pero ese hombre tiene que contarle cómo
son esas estrellas
está prisionero en una fortaleza no puede comunicarse
sino parabólicamente
por medio de obuses palomas mensajeras
silbatos supersónicos
es decir palabras
montado en ellas vuelve de su soledad a la gente
ustedes qué harían si vieran descender un plato volador
correrían a contárselo a todos
cualquier cosa que ve el poeta le parece un plato volador
todas lo son
ustedes escuchen o no pero él debe hablar
no le importa que a ustedes no les importe
mentiras le importa mucho y a ustedes también debería importarles
no piensen en él como poeta sino como hombre
de un tajo él se da cuenta cómo es alguna cosa
relaciones estrechísimas entre cosas al parecer remotísimas
él pone poética la realidad
la pone como es
o tal vez al contrario la realidad es la que se pone poética
las cosas se enternecen se desequilibran trascienden peligrosamente
sus límites
otra vez un bosque pero de otoño con todos sus árboles vibrantes de
balsámicas hojas
un movimiento se inicia alrededor del poeta lo arrastra a girar
para no caer debe aferrarse a las palabras
para flotar en ese vacío hace falta una balsa o un puente colgante
de palabras
o escala de seda o palabras por donde tal vez subir
la situación exige no perecer asumir una forma estable
no tiene otra salida que las palabras así como el atardecer no tiene
otra que las campanas
el poeta está obligado a descubrir y pronunciar esas palabras
una fisura se oscurece en la pulimentada superficie del mundo
donde él introduce la arista más delgada de su cuña verbal
a medida que los hechos pasan a palabras se va apaciguando
el vórtice de realidad
enardeciéndose el de palabras
hasta que el poeta entrega su confesión por escrito
la poesía es el arte de no escribir (1)
dígalo con palabras como si no lo dijera con palabras
cualquier cosa puede concentrarse en una palabra o extenderse
en mil
hay que encontrar la cantidad exacta que resulte poética
cada palabra tiene mil sentidos
dos juntas multiplican un millón
con el correr del tiempo las precisiones se van desgastando
como templos abandonados en la selva
el poeta quiso fabricar una llave pero le salió una ganzúa
ya no sabe qué puertas abrirá pero las abrirá
admiremos al noble ladrón que sólo roba puertas cerradas
ha aceptado ser un sicario pero de la poesía
ha decidido gastar su tiempo en eso
está dispuesto a consumir un año en una e
a escribir con su sangre letreros luminosos
a escribir con bordes de monedas con lapiceras explosivas
con guantes con la zurda
aunque los dedos se le agarroten o se le derritan
a la madrugada levantándose o acostándose
con el deseo con el hartazgo
él estaba escribiendo
se quedó ciego y siguió escribiendo
el poema es el arma perfecta
complejo aceitado compacto
todo poeta vive como un pistolero
con el corazón en la boca
las palabras le ordenan el mundo pero le desordenan la vida
él no compra un espejo para adornar el dormitorio de su amante
compra la palabra espejo para adornar el verso donde su amante
lo abandona
y se queda solo frente a ese espejo
las balas rebotan en la blindada imagen
el arma funciona contra su portador pero él no quiere soltarla
se agarra del mundo por donde puede
su hacer es lo único que puede oponer al tiempo
el tiempo procura absorberme
integrarme a sí desintegrarme a mí
imposible evitar la lucha entre él y yo
yo lo voy a llenar de mí mismo de cosas en que me transformo
escribir como amar son órganos por donde me vuelco
me lanzo a ser en el tiempo bajo una forma nueva
hasta que me vacíe del todo ya lo sé
pero el tiempo no puede quedar así
hay que ponerlo overo de palabras


[1] Esta definición sólo es válida para poetas.





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