Hatem Abdulwahid Saleh
IRAK
IRAK
Poeta, crítico, ensayista y periodista. Miembro de la Unión de Escritores Árabe y de la Unión General de Escritores Iraquíes. Ha publicado tres colecciones de poesía en lengua árabe: Exalted Be the Master Donor (Dirreción Iraquí de Relaciones Culturales, Bagdad, 1988), Poems for the Fao (Diwan of Poems, 1989), Poem to Baghdad (Diwan of Poems, 1989). También ha publicado varios ensayos, artículos y comentarios en periódicos, revistas iraquíes y de otros países.
GRACIAS
Gracias por tu distancia y por tu cercanía
Gracias por tu tortura y por ser querida
Gracias por las nubes de compasión que llegan con una lágrima
Gracias por la edad en que sembré una vela en tu umbral para que se secara,
Veinte años las aguas de mi alma se han escurrido de tu abandono, un año más,
Gorriona de mi alma, los árboles de placer son tu bata, capa y herramienta,
Yo, mis manos, un tesoro que para siempre seguirán siendo una línea en tu manual
Gracias por mi resurrección en el más allá que comienza en tu tierra querida mía
LA PESADILLA
No hay cara para ti
Para preguntarte
Ninguna sombra para mi sombra
Y el mapa de desgracias sobre mis paredes anidándose como arañas
Y el tiempo dos bastones hechos de los peores metales
Y cuando pusieron sus huevos
vi mi día tras las rejas de una ventana infantil
una luna paseándose tullida, paralizada y vestida con los espermas de una plaga
que se gelatiniza en un caballo
llamando
Mi padre cuelga sobre mis hombros los nudos de lamentos funerarios:
—Tu casa ahora no es la mía, es lúgubre y sin pasador
Ahora tu tierra es un vaso
Tu agua de regar es salvado ¡ay!
Salte de ti mismo, que he llegado
Y detrás de aquella procesión salvaje dos bastones
que a veces se reducen hasta formar tijeras
a veces una cruz
pero cuando a lo lejos se mueven
forman
un sarcófago
Una pesadilla que pasea arrancando
rosas del despojador de nuestros deseos
Y los violines del campo
de donde comenzaré este ruido
para llenar el hueco entre una margarita y su orilla
El llanto de una alondra sobre las espigas de trigo
Los mármoles que se erigieron allí fueron mentira
Mientras yo miraba la pared
vislumbrando dedos sangrientos vestidos con prendas del vacío
pregunté —¿Qué es eso?
Llegó la respuesta, ponte sobre aviso y voltea la espalda
porque no podemos verte si no tienes la espalda girada
SIN TÍTULO
Mis naves perdieron su camino, ahórrame el infierno de preguntarte
Dejé para mañana mi tiempo, mi mañana dejó mi tiempo hasta la nada
Miles de promesas, una para mí, así que déjame las mejores
se acostumbran a cosechar
Precisar para siempre una mano que me deje ser espiga de trigo o tocarme
Como una nube dejar que la hierba en mi palma seca crezca
Aún así tu amor en mi corazón latiendo fluyendo nunca cambió
Mirándote una gota pericardia en ella la cual como cortina sauciendo sobre ella
Llámalo como quieras: ansiedad, perversión, complicarse
Dios ha abierto en mi corazón un paraíso pero tus puertas siguen aprensivas aún
Innecesario buscarte un significado que mataría si fuera descifrado lo que significa
Soy el hijo de este momento; no me tomes nunca por un astrolabio que cuenta
Mis ojos siguen sedientos, pero allí siguen nubes pesadas atajadas de llover
SÓLO PARA TI
1
Para mi paloma cestos, huevos y plumas del mármol del cementerio.
Oh, espíritus como burbujas perplejas, cuyas piedras de fuego arden,
Mas crecen las fuerzas del estallido,
2
Estiro la mano a los paseantes
“Denme algo blanco” paseantes benevolentes
una caridad con qué cubrir
la mancha de la sensatez
Con la mora madura de la piedad
Mi voz un lobo
Mi carne un adiós
Oh ustedes mercenarios...
3
Oh, mi patria rota con política y colmillos de imanes
¿Cómo fue que Dios se volvió
una espinilla
una bomba
una basura con turbante encima?
¿Cómo fue que Dios se volvió
un policía,
un pervertido homosexual
que limpia el esperma podrido
entre sus piernas
con el mapa del Día de Juicio Final?
Cómo Dios se metamorfoseó en una mina dentro de las cabezas y los
corazones
Sin remordimiento
Sin arrepentimiento...
Oh, Dios se ha muerto entre tus manos Oh mi patria
alimentándose de la carne de su gente
para poder seguir salvo y sano
Tus dos doctrinas han matado a Dios
Tú, país mío, de huesos y desquicios
4
Sé ficción, sé sospechas
Sé locura, sé perdición
Oh estatura hasta su altura
Manantiales de luz se vuelven aguas de placer
Y el polvo de la tierra se convirtió en perlas tan luminosas
bajo tus pasos,
Bosque de hojas de menta
Llovías y jazmines
Oh, me he engañado o he visto la verdad
Así sea que te convertiste en huracán
engendrado por fuego lluvia
no por lodo
Oh, espíritu tan alto como Dios
Son cuatro
Las paredes del cuarto también son cuatro
Dos niños se durmieron temprano muriéndose de hambre al lado del
gemido de su madre
Su padre navegando más y más allá
para buscarles pan, para dejarlos desmayándose
Clavándole los ojos mientras él azota la puerta
En ausencia, no querían quedarse solos
Pero ya que volvió
les consigue el pan
amasado con luto.
Trad. del inglés de Tanya Huntington
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