Amy Lowell
Amy Lawrence Lowell (Boston, 9 de febrero de 1874 – 12 de mayo de 1925), poetisa estadounidense perteneciente a la estética del imagismo. Hermana del famoso astrónomo Percival Lowell, que predijo la existencia de Plutón, y de Abbott Lawrence Lowell, presidente de la Universidad de Harvard. En 1926 se le concedió el Premio Pulitzer de poesía a título póstumo.
Pertenecía a una honorable familia de Brookline, Massachusetts. No acudió nunca a la universidad, ya que su familia estimaba que eso no convenía a una señorita, pero ella compensó con creces esta laguna con una afición compulsiva por la lectura que le hizo acumular una biblioteca impresionante. Viajó mucho y en 1902 se volvió hacia la poesía tras haber escuchado a Eleonora Duse en Europa. Su primer escrito apareció en 1910 en el Atlantic Monthly y su primera colección de poemas, A Dome of Many-Coloured Glass, dos años más tarde. De orientación homosexual, ella mismo contó en 1912 que la actriz Ada Dwyer Russell y ella estaban enamoradas. Ada era el hombre de la pareja, y ella fue el tema de su obra más erótica. Ambas hicieron un viaje a Inglaterra, donde Amy encontró a Ezra Pound, quien ejerció una gran influencia sobre ella y devino uno de los principales críticos de su trabajo. También tuvo una relación romántica con la mujer de letras Mercedes de Acosta, pero la única prueba de que se conocieron es una breve correspondencia intercambiada sobre un memorial para Duse, que no tuvo más historia.
Amy Lowell era un personaje imponente que peinaba sus cabellos en chignon, llevaba un pince-nez (unos quevedos o gafas de pinza) y fumaba constantemente habanos haciendo notar que duraban más que los cigarrillos. Entre sus obras se encuentran también ensayos críticos sobre literatura francesa y una biografía de John Keats. Su fetichismo por Keats ha pasado a la posteridad; Pound, entre otros, no pensaba en ella como una poetisa imagista, sino como una patrona rica que era capaz de ayudar financieramente sus proyectos, debilitados tras su "exilio" vorticista. Lowell fue una de las primeras en adoptar el versolibrismo. Sus Obras completas (The Complete Poetical Works of Amy Lowell) fueron publicadas en 1955 con una introducción de Louis Untermeyer, a quien ella misma consideraba su amigo.
Murió de un derrame cerebral en 1925 a la edad de 51 años. Al año siguiente, se le concedió a título póstumo el premio Pulitzer de poesía por What's O'Clock. Permaneció olvidada durante unos años, pero se produjo una revisión de su obra debida en parte a la focalización motivada por los estudios culturales que sondearon en ella los temas del lesbianismo y su relación con Ada Dwyer Russell, así como por su personificación de objetos inanimados en obras como The Green Bowl, The Red Lacquer Music Stand y Patterns.
Obras
Amy Lowell: Complete Poetical Works and Selected Writings, edición de Naoki Ohnishi, Kyoto: Eureka Press. ISBN 978-4-902454-29-1
A Dome of Many-Coloured Glass. Houghton Mifflin company. 1912.
Sword Blades and Poppy Seed. The Macmillan Company. 1921.
Men, Women and Ghosts. The Macmillan company. 1916.
Can Grande's Castle. The Macmillan Company. 1919.
Pictures of the Floating World. The Macmillan company. 1919.
Legends. Houghton Mifflin company. 1921.
Fir-Flower Tablets. Houghton Mifflin Company. 1921.
A Critical Fable. READ BOOKS.
What's O'Clock. Houghton Mifflin Company. 1925.
East Wind. Houghton Mifflin company. 1926.
Ballads for Sale. Houghton Mifflin company. 1927.
The Complete Poetical Works of Amy Lowell. Houghton. 1925.
DESDE TUS HOJAS
Separo tus hojas,
una por una:
las rígidas, amplias hojas exteriores,
las más pequeñas,
agradables de tocar, regadas con púrpura;
Las hojas exteriores barnizadas,
una por una
Te separo desde tus hojas,
hasta que, como una flor blanca, te irgas
balanceándote ligeramente en el viento del atardecer.
Fogata de luz de luna
Cuando me alejo de ti
el mundo palpita en silencio,
cual relajado tambor
grito por ti contra las distinguidas estrellas
y grito en los caminos del viento.
Las calles apresuradas
se aparecen una tras la otra
y te alejan de mí
las luces de la ciudad aguijonean mis ojos
de tal modo que ya no puedo ver los tuyos
¿Por qué debo dejarte
y herirme a mí misma con los agudos ribetes de la noche?
PENUMBRA
Mientras estoy aquí sentada en la quieta noche de verano,
de pronto, en la lejana carretera, se oye
el rechinar y el acelerar de un tranvía eléctrico.
Y, más lejos todavía,
el fuerte resoplar de una máquina,
seguido del desagarrado arrastrar de un tren de carga cambiando de vía.
Estos son los ruidos que hacen los hombres
en el largo ajetreo de la vida.
Seguirán haciendo siempre estos ruidos,
aun después que yo haya muerto y ya no pueda oírlos.
Sentada aquí en la noche de verano,
estoy pensando en mi muerte.
¿Qué pasará contigo?
Verás mi silla
con su brillante cobertor de zaraza
iluminada por el sol de mediodía,
como ahora,
verás mi mesa angosta
donde he estado escribiendo tantas horas.
Mis perros meterán sus hocicos en tu mano,
preguntando -preguntando-
y pendientes de ti con ojos perplejos.
La vieja casa todavía está aquí,
la vieja casa que me ha conocido desde el principio.
Las paredes que me han visto jugar:
con soldados, canicas, muñecas de papel,
que me han protegido a mí y a mis libros.
La puerta de entrada estará mirando a los viejos árboles
donde, cuando era niña, jugaba con muertos y con incendios;
Mirará la ancha vereda de grava
donde yo rodaba mi aro,
y las matas de rododendro
donde cogía mariposas de pintas negras.
La vieja casa te guardará a ti,
como yo he hecho.
Sus paredes y sus cuartos te guardarán,
y yo susurraré mis pensamientos y fantasías
como siempre,
en las páginas de mis libros.
INTERMEDIO
Cuando haya horneado blancos pasteles
y rallado almendras verdes para cubrirlos;
cuando haya quitado los verdes rabitos de las fresas
y las haya apilado en una fuente azul y amarilla,
cuando haya alisado las arrugas de la mantelería
en la que he estado trabajando…
¿entonces, qué?
Mañana será lo mismo:
pasteles y fresas,
y agujas dentro y fuera de la tela.
Si el sol es hermoso sobre los azulejos y los estaños,
cuánto más hermosa es la luna,
reclinándose en las rizadas ramas del ciruelo;
la luna,
ondulando en un lecho de tulipanes;
la luna
inmóvil,
sobre tu rostro.
Tú brillas, Amada,
tú la luna.
¿Pero cuál es el reflejo?
El reloj está dando las once.
Pienso que cuando cerremos la puerta,
oscura será la noche
afuera.
ALBORADA
Tal como libero de su cáscara a la almendra
Así te despojaría de tus ropas, amada,
Y acariciando con mis dedos el suave y pulido fruto
Podría ver que en mis manos resplandece
Una gema de valor incalculable.
DÉCADA
Cuando viniste, tú eras semejante al vino tinto y a la miel
Y el gusto de ti encendió mi boca con su dulzura
Ahora eres como el pan de la mañana,
Suave y placentera,
Apenas te degusto, puesto que conozco tu sabor
Pero sin embargo estoy completamente saciada.
JARDÍN A LA LUZ DE LA LUNA
Jardín a la luz de la luna
Un gato negro entre las rosas
Flox, lila cobre entre la niebla bajo la luz de una Luna en su cuarto creciente
El dulce aroma del heliotropo y la misteriosa esencia de los troncos
El jardín está muy quieto
Está hipnotizado por la luz de la Luna
Colmado por las fragancias
Delirando el sueño de opio de sus cubiertas amapolas
Las luces de las luciérnagas se encienden y se esfuman
Altas como pimpollos de la dorada luz
Bajas como las dulces flores de alisón a mis pies
La Luna titila entre las hojas y la reja
La Luna cual dardo enciende los arbustos
Sólo los pequeños rostros de las orquídeas hechizadas están alerta y contemplando
Sólo el gato acechando entre las rosas
Sacude una rama y rompe este variado boceto
Tal como el agua se sacude por la caída de una hoja;
Entonces tú llegas,
Y eres silenciosa como el jardín,
Blanca como las flores de los alisones,
Y hermosa como el silencioso destello de las luciérnagas.
Oh amada, puedes ver las anaranjadas lilas,
Ellas conocieron a mi madre
Y ellas, que me pertenecen,
Sabrán cuándo me habré ido.
LA VELETA APUNTA AL SUR
Separo tus hojas,
Una por una:
Las rígidas, amplias hojas exteriores,
Las más pequeñas,
Agradables de tocar, regadas de color púrpura;
Las hojas exteriores barnizadas,
Una por una
Te separo desde tus hojas,
Hasta que, como una flor blanca, te enderezas
Balanceándote ligeramente en el viento del atardecer.
MADONNA DE LAS FLORES DEL CREPÚSCULO
He estado trabajando todo el día,
Ahora estoy cansada
Llamo: "¿Dónde estás tú?"
Pero sólo se escucha el murmullo de las hojas de un roble;
La casa está muy silenciosa,
El sol brilla sobre tus libros,
Sobre tus tijeras y el dedal
Pero tú no estás ahí,
De repente estoy sola.
Entonces te veo
Parada bajo una corona de consólidas reales
Con una canasta de rosas en tu brazo;
Tú eres fresca como la plata
Y me sonríes;
Entonces siento que las campanas de Canterbury están tañendo
Pequeñas melodías.
Tú me dices que las peonías necesitan agua,
Que las aguileñas pajarillas han traspasado sus límites,
Que la papónica debería ser recortada;
Tú me dices todas esas cosas
Y yo te miro, corazón de plata;
Flama blanca tu corazón de tersa plata
Encendiéndose debajo de las ramas azules de la consólida real
Deseo arrodillarme a tus pies
Al instante,
Mientras alrededor de nosotras repiquetean los suaves Te-Deums
De las campanas de Canterbury.
OTOÑO
Me trajeron una dalia amarilla
Opulenta y majestuosa
Oro rotundo
Proyectada de un tallo verde y pálido
Oro rotundo y acabado
Maduro
Meticulosamente suntuosas y ardientes
Un rayo de solemnidad
Fecundidad ataviada de sugestivo amarillo
Para que todo el mundo la vea
Me trajeron una dalia amarilla
A mí, que soy estéril e infecunda;
¿Te la enviaré a ti
-Tú, que te has llevado contigo
Todo lo que una vez poseí?
TAXI
Cuando me alejo de ti
El mundo palpita en silencio,
Cual relajado tambor
Grito por ti contra las distinguidas estrellas
Y grito en los caminos del viento.
Las calles apresuradas
Se aparecen una tras la otra
Y te alejan de mí
Las luces de la ciudad aguijonean mis ojos
De tal modo que ya no puedo ver los tuyos
¿Por qué debo dejarte
Y herirme a mí misma con los agudos ribetes de la noche?
UVAS BLANCAS
¿Debería darte uvas blancas?
Desconozco la razón pero de repente me encapricho con esa fruta.
Por ahora la idea alimenta mis sentidos
Y parecen más deseables que una perfecta esmeralda
Puesto que nada tengo; puesto que mis manos vacías están,
Yo debería haber elegido bellas gemas de la India
Pero elijo uvas blancas.
¿Es acaso porque el enojado viento está hiriendo las moradas?
Lo veo en tus ensortijados y cautivadores labios y en tus dientes
Desnudos, energía seductora.
Ven a merodear y mordisquear las raíces del azafrán;
Las llamaremos uvas blancas,
Puedes considerarlas como un símbolo,
Podrías encontrarlas ácidas o dulces o simplemente de agradable aspecto
No importa, mientras las aceptes, a ellas y a mí.
VENUS
Dime, ¿era acaso Venus
Más hermosa de lo que tú eres
Cuando emergió
Entre las ondulantes aguas
Dirigiéndose a la costa segura
Envuelta en su ajustada coraza?
¿Era acaso la visión de Botticelli,
Más bella que la mía?
¿Y eran acaso los delicados pimpollos
Que le pintó
Más valiosos
Que las palabras que yo vierto sobre ti
Para describir tu gran encanto
Como una seda
De indefinida plata?
Para mí
Estás de pie, sosegada,
Con un aire alegre y azul
Cercada por vientos brillantes
Opacando al sol
Y las olas que te preceden
Se agitan y remueven
Las olas a mis pies.
In Excelsis
Tú, tú
tu sombra es luz en una bandeja de plata;
tus pasos, el semillero de los lirios;
tus manos moviéndose, un tañido de campanas cruzando el aire calmo.
El movimiento de tus manos es el largo, dorado recorrido de la luz del sol naciente;
el aleteo de los pájaros en el sendero de un jardín.
Como perfume de narcisos, tú apareciste en la mañana.
Los potrillos no son más rápidos que tus pensamientos,
tus palabras son abejas alrededor de un peral,
tus fantasías son avispas doradas y negras zumbando entre manzanas rojas.
Bebo tus labios,
devoro la blancura de tus manos y pies.
Mi boca está abierta,
como una jarra nueva estoy vacía y abierta.
Como el agua blanca eres tú que llenas la copa de mi boca,
como un arroyo de agua lleno de lilas.
Estás inmóvil como las nubes,
lejano y dulce como las altas nubes.
Me atrevo a alcanzarte,
me atrevo a tocar el borde de tu brillo.
Me abalanzo más allá de los vientos,
yo exclamo y grito,
pues mi garganta corta como una espada
afilada con una piedra de marfil.
Mi garganta canta el regocijo de mis ojos,
la alegría impetuosa de mi amor.
¿Cómo cayó el arcoiris en mi corazón?
¿Cómo atrapé los mares para tenerlos entre mis dedos
y me atrapó el cielo para que sea un manto sobre mi cabeza? ¿Cómo es que llegaste a morar conmigo,
guiándome con los cuatro círculos de tu mística claridad,
para que yo diga ‘¡Gloria! ¡Gloria!’ y me incline ante ti
como frente a un altar?
¿Me engaño a mí misma con que la mañana es la mañana y un día después?
¿Creo que el aire es una condescendencia,
la tierra una gentileza,
el cielo una bendición a la que dar gracias?
Pues bien, tú —aire— tierra— cielo—
no te agradezco,
te tomo,
y vivo.
Y aquellas cosas que digo en consecuencia
son rubíes encastrados en una puerta de piedra.
Traducción de Silvia Camerotto
In Excelsis
You – you –
Your shadow is sunlight on a plate of silver;
Your footsteps, the seeding-place of lilies;
Your hands moving, a chime of bells across a windless air.
The movement of your hands is the long, golden running of light from a rising sun;
It is the hopping of birds upon a garden-path.
As the perfume of jonquils, you come forth in the morning.
Young horses are not more sudden than your thoughts,
Your words are bees about a pear-tree,
Your fancies are the gold-and-black striped wasps buzzing among red apples.
I drink your lips,
I eat the whiteness of your hands and feet.
My mouth is open,
As a new jar I am empty and open.
Like white water are you who fill the cup of my mouth,
Like a brook of water thronged with lilies.
You are frozen as the clouds,
You are far and sweet as the high clouds.
I dare to reach to you,
I dare to touch the rim of your brightness.
I leap beyond the winds,
I cry and shout,
For my throat is keen as is a sword
Sharpened on a hone of ivory.
My throat sings the joy of my eyes,
The rushing gladness of my love.
How has the rainbow fallen upon my heart?
How have I snared the seas to lie in my fingers
And caught the sky to be a cover for my head? How have you come to dwell with me,
Compassing me with the four circles of your mystic lightness,
So that I say "Glory! Glory!" and bow before you
As to a shrine?
Do I tease myself that morning is morning and a day after?
Do I think the air is a condescension,
The earth a politeness,
Heaven a boon deserving thanks?
So you – air – earth – heaven –
I do not thank you,
I take you,
I live.
And those things which I say in consequence
Are rubies mortised in a gate of stone.
En oscuridad
Debemos padecer todo lo que vale la pena, y las estrellas de la vida
más brillantes surgen de un mar turbulento
Deben pasar los años en triste incertidumbre
dejándonos en la duda de quiénes son los golpes de la victoria,
¿Somos nosotros los vencedores o es el Destino? El tiempo demuestra
que todos nuestros más íntimos propósitos serán revelados, pero
nunca sabremos el desenlace. El nuestro será
desperdiciado en nostalgias, destrozado en las agonías,
las agonías de espléndidos sueños, que el día
debilita de nuestra visión, pero que regresa cada noche;
luchamos para sostener su grandeza, y ensayamos
ser aquello que soñamos. De golpe carecemos
de la luz interior, la vida crece gris y sombría,
y las horas pasan, indiferentes, sin intensidad.
Deben pasar los años en triste incertidumbre. Nunca sabremos el resultado.
Traducción de Silvia Camerotto
In Darkness
Must all of worth be travailled for, and those
Life's brightest stars rise from a troubled sea
Must years go by in sad uncertainty
Leaving us doubting whose the conquering blows,
Are we or Fate the victors? Time which shows
All inner meanings will reveal, but we
Shall never know the upshot. Ours to be
Wasted with longing, shattered in the throes,
The agonies of splendid dreams, which day
Dims from our vision, but each night brings back;
We strive to hold their grandeur, and essay
To be the thing we dream. Sudden we lack
The flash of insight, life grows drear and gray,
And hour follows hour, nerveless, slack.
Must years go by in sad uncertainty. Shall never know the upshot.
*
Breve antología de poetas imaginistas
traducción de
Christian T. Arjona
Natalia Fernández
VIENTO Y PLATA
Con gran resplandor,
la luna de otoño flota en el cielo fino;
y los peces del estanque agitan sus lomos
y sus escamas de dragón centellean
mientras ella les pasa por encima.
EL ESTANQUE
Hojas frías, húmedas,
flotan en el agua teñida de musgo,
y el croar de las ranas –
campanadas rotas en el crepúsculo.
UN AMANTE
Si pudiera atrapar la linterna verde de la luciérnaga
vería lo suficiente para escribirte una carta.
PASA UN AÑO
Tras la valla de porcelana del jardín del placer,
oigo las ranas en los arrozales verdeazulados;
mas la luna en forma de espada
me ha cortado en dos el corazón.
WIND AND SILVER
Greatly shining,
The Autumn moon floats in the thin sky;
And the fish-ponds shake their back and
flash their dragon scales
As she passes over them.
THE POND
Cold, wet leaves
Floating on moss-coloured water
And the croaking of frogs—
Cracked bell-notes in the twilight.
A LOVER
If I could catch the green lantern of the firefly
I could see to write you a letter.
A YEAR PASSES
Beyond the porcelain fence of the pleasure garden,
I hear the frogs in the blue-green rice-fields;
But the sword-shaped moon
Has cut my heart in two.
Tú, tú
tu sombra es luz en una bandeja de plata;
tus pasos, el semillero de los lirios;
tus manos moviéndose, un tañido de campanas cruzando el aire calmo.
El movimiento de tus manos es el largo, dorado recorrido de la luz del sol naciente;
el aleteo de los pájaros en el sendero de un jardín.
Como perfume de narcisos, tú apareciste en la mañana.
Los potrillos no son más rápidos que tus pensamientos,
tus palabras son abejas alrededor de un peral,
tus fantasías son avispas doradas y negras zumbando entre manzanas rojas.
Bebo tus labios,
devoro la blancura de tus manos y pies.
Mi boca está abierta,
como una jarra nueva estoy vacía y abierta.
Como el agua blanca eres tú que llenas la copa de mi boca,
como un arroyo de agua lleno de lilas.
Estás inmóvil como las nubes,
lejano y dulce como las altas nubes.
Me atrevo a alcanzarte,
me atrevo a tocar el borde de tu brillo.
Me abalanzo más allá de los vientos,
yo exclamo y grito,
pues mi garganta corta como una espada
afilada con una piedra de marfil.
Mi garganta canta el regocijo de mis ojos,
la alegría impetuosa de mi amor.
¿Cómo cayó el arcoiris en mi corazón?
¿Cómo atrapé los mares para tenerlos entre mis dedos
y me atrapó el cielo para que sea un manto sobre mi cabeza? ¿Cómo es que llegaste a morar conmigo,
guiándome con los cuatro círculos de tu mística claridad,
para que yo diga ‘¡Gloria! ¡Gloria!’ y me incline ante ti
como frente a un altar?
¿Me engaño a mí misma con que la mañana es la mañana y un día después?
¿Creo que el aire es una condescendencia,
la tierra una gentileza,
el cielo una bendición a la que dar gracias?
Pues bien, tú —aire— tierra— cielo—
no te agradezco,
te tomo,
y vivo.
Y aquellas cosas que digo en consecuencia
son rubíes encastrados en una puerta de piedra.
Traducción de Silvia Camerotto
In Excelsis
You – you –
Your shadow is sunlight on a plate of silver;
Your footsteps, the seeding-place of lilies;
Your hands moving, a chime of bells across a windless air.
The movement of your hands is the long, golden running of light from a rising sun;
It is the hopping of birds upon a garden-path.
As the perfume of jonquils, you come forth in the morning.
Young horses are not more sudden than your thoughts,
Your words are bees about a pear-tree,
Your fancies are the gold-and-black striped wasps buzzing among red apples.
I drink your lips,
I eat the whiteness of your hands and feet.
My mouth is open,
As a new jar I am empty and open.
Like white water are you who fill the cup of my mouth,
Like a brook of water thronged with lilies.
You are frozen as the clouds,
You are far and sweet as the high clouds.
I dare to reach to you,
I dare to touch the rim of your brightness.
I leap beyond the winds,
I cry and shout,
For my throat is keen as is a sword
Sharpened on a hone of ivory.
My throat sings the joy of my eyes,
The rushing gladness of my love.
How has the rainbow fallen upon my heart?
How have I snared the seas to lie in my fingers
And caught the sky to be a cover for my head? How have you come to dwell with me,
Compassing me with the four circles of your mystic lightness,
So that I say "Glory! Glory!" and bow before you
As to a shrine?
Do I tease myself that morning is morning and a day after?
Do I think the air is a condescension,
The earth a politeness,
Heaven a boon deserving thanks?
So you – air – earth – heaven –
I do not thank you,
I take you,
I live.
And those things which I say in consequence
Are rubies mortised in a gate of stone.
En oscuridad
Debemos padecer todo lo que vale la pena, y las estrellas de la vida
más brillantes surgen de un mar turbulento
Deben pasar los años en triste incertidumbre
dejándonos en la duda de quiénes son los golpes de la victoria,
¿Somos nosotros los vencedores o es el Destino? El tiempo demuestra
que todos nuestros más íntimos propósitos serán revelados, pero
nunca sabremos el desenlace. El nuestro será
desperdiciado en nostalgias, destrozado en las agonías,
las agonías de espléndidos sueños, que el día
debilita de nuestra visión, pero que regresa cada noche;
luchamos para sostener su grandeza, y ensayamos
ser aquello que soñamos. De golpe carecemos
de la luz interior, la vida crece gris y sombría,
y las horas pasan, indiferentes, sin intensidad.
Deben pasar los años en triste incertidumbre. Nunca sabremos el resultado.
Traducción de Silvia Camerotto
In Darkness
Must all of worth be travailled for, and those
Life's brightest stars rise from a troubled sea
Must years go by in sad uncertainty
Leaving us doubting whose the conquering blows,
Are we or Fate the victors? Time which shows
All inner meanings will reveal, but we
Shall never know the upshot. Ours to be
Wasted with longing, shattered in the throes,
The agonies of splendid dreams, which day
Dims from our vision, but each night brings back;
We strive to hold their grandeur, and essay
To be the thing we dream. Sudden we lack
The flash of insight, life grows drear and gray,
And hour follows hour, nerveless, slack.
Must years go by in sad uncertainty. Shall never know the upshot.
*
Breve antología de poetas imaginistas
traducción de
Christian T. Arjona
Natalia Fernández
VIENTO Y PLATA
Con gran resplandor,
la luna de otoño flota en el cielo fino;
y los peces del estanque agitan sus lomos
y sus escamas de dragón centellean
mientras ella les pasa por encima.
EL ESTANQUE
Hojas frías, húmedas,
flotan en el agua teñida de musgo,
y el croar de las ranas –
campanadas rotas en el crepúsculo.
UN AMANTE
Si pudiera atrapar la linterna verde de la luciérnaga
vería lo suficiente para escribirte una carta.
PASA UN AÑO
Tras la valla de porcelana del jardín del placer,
oigo las ranas en los arrozales verdeazulados;
mas la luna en forma de espada
me ha cortado en dos el corazón.
WIND AND SILVER
Greatly shining,
The Autumn moon floats in the thin sky;
And the fish-ponds shake their back and
flash their dragon scales
As she passes over them.
THE POND
Cold, wet leaves
Floating on moss-coloured water
And the croaking of frogs—
Cracked bell-notes in the twilight.
A LOVER
If I could catch the green lantern of the firefly
I could see to write you a letter.
A YEAR PASSES
Beyond the porcelain fence of the pleasure garden,
I hear the frogs in the blue-green rice-fields;
But the sword-shaped moon
Has cut my heart in two.
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