GONZALO FRAGUI
Gonzalo Fragui, (Mucutuy, Mérida, Venezuela, 1960), poeta, periodista y editor. Co-fundador del grupo literario Mucuglifo. Magíster en Filosofía por la Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela. Ha publicado los poemarios: De otras advertencias, El poeta que escribía en menguante, De poetas y otras emergencias, La hora de Job, Viaje a Penélope, Dos minutos y medio y Obra poética (1989-2004), donde se recoge toda su poesía publicada. Igualmente ha publicado el libro de crónicas de humor político El humor en los tiempos del cólera. En 1990 obtuvo el premio de poesía de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad de Los Andes, y en 2001 el premio de Poesía de la III Bienal Nacional de Literatura Juan Beroes, San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela. Orden Tulio Febres Cordero en 2005. Actualmente cursa el Doctorado en Filosofía por la Universidad de Los Andes.
Salutación
Donde hay piernas
hay esperanza
Declaración
Amo a las cheerleaders
con el amor apasionado de los camellos
Las mujeres y el amor
a Max Resto
El amor
es una carrera indetenible
entre dos
(o más)
El primero en llegar
pierde.
Barra fija
Con la primera cerveza soy un desierto
con la segunda descubro zonas inexploradas de las muchachas
con la tercera soy un F-15
Primer viaje al baño
en el espejo un ser inocente sonríe
el animal acecha a punto de saltar
Con la próxima cerveza vibro al compás de la música
a la siguiente descubro que no hay lugar para lo prohibido
una más y agoto palabras de días posteriores
Segundo viaje al baño
el espejo vomita las carcajadas del ser
Con la siguiente compruebo
que todas las cervezas van a la mar
y la mar nunca se llena
Tercer viaje al baño
el espejo inocente reproduce varios seres que parecen sonreír
Con la próxima cerveza soy un encantador de serpientes
Con la última cerveza soy el rey de la selva
Ultimo viaje al baño
Nadie en el espejo.
Los puentes de Madison
La mirada de una mujer
es el único puente
que nos permite llegar
al otro lado del día.
Ritual
a Magally
Al atardecer
esta mujer viene a buscarme a la playa
Durante la noche
remueve algas
y cura las heridas
A la mañana siguiente
bien temprano
mi cuerpo volverá al encuentro de las olas.
Madrigal confuso
"Esta mujer acabará con mis nervios
ya ven
no sé lo que digo"
Luis Rogelio Nogueras
Hoy piensa llover todo el año
el cielo resiste
como si le fuera a caer la casa encima
Las golondrinas juegan a las cartas
y las hormigas se emborrachan con anís
El paraguas tiene tos
anda acatarrado desde la última lluvia
el psicoanalista le ha prohibido los helados
ahora debe andar escondido
en alguna ciudad de esta habitación
Hace frío
y tengo que salir
Amor
dile al elefante
que deje ya de cepillar sus colmillos.
Las mujeres y la guerra
Lo máximo que se puede pedir
a una mujer hermosa
es una mirada
Lo demás se toma por asalto.
Las mujeres y la filosofía
Siempre es igual
Uno propone un amor platónico
y ellas responden con un odio aristotélico.
Librería Kuai-Mare
a Hermes Vargas
(2:00 pm)
Poeta:
estamos en el bar de enfrente
(4:00 pm)
Poeta:
estamos en el bar de calle 23
(6:00 pm)
Poeta:
ya no sabemos dónde estamos.
Viaje a Penélope
"Cuando emprendas el viaje
ruega que sea largo el camino"
Cavafy
En territorio extranjero
Saca a relucir tus mejores armas
Actúa como si no tuvieras miedos
Puedes empezar por los dibujos egipcios de los ojos
o por el tejido extraviado de su pelo
Detente a contemplar las altas catedrales
de sus pechos
Recréate con los olores
el olor a naranjas de las manos
el pino de su cuerpo
el jengibre de su boca
el incienso de sus hendiduras
Que no haya prisa en llegar
Recorre palmo a palmo
las largas avenidas de sus piernas
No te detengas a pesar de algunas luces rojas
No temas a cíclopes, bacantes y cerberos
Si escuchas cantos
canta tú también
con la voz de Orfeo
No huyas de las tormentas
ni esperes vientos favorables
Recuerda que eres Ulises el sufridor
Al pasar por el mercado fenicio de los pies
compra todo tipo de mercaderías
no olvides enigmas, secretos y silencios
Al llegar
prueba los líquidos los frutos recién cortados
No importa si Argos ya no ladra
y apenas te conoce
Explóralo todo
como por primera vez
Que no se sienta que se trata
de un viaje de regreso.
Palabra prometida
I
Tener una muchacha
es igual que tener un avión
o una pistola
Inmediatamente nos provoca volar.
II
El poeta es un barco
que navega contra los acantilados
para romper la botella en que se encuentra
III
Quemar un libro de poemas
es como quemar un bosque de eucaliptos
IV
Los labios son para el amante
como el bastón verde para el ciego
V
Las mujeres se vuelven inéditas
con sólo parpadear
VI
En algunos de estos versos
falta un tren
Carta de Antonio Mora
"Me falta la ausencia"
Canción ecuatoriana
Por aquí,
salvo el amor,
la salud
y el dinero,
todo bien.
La luz
El primer día
Dios dijo:
"Hágase la luz"
y nació Armando Reverón.
Fábula
En un país lejano
un crítico decidió declarar a un amigo suyo
el poeta más importante de ese país
Pero otros poetas de ese país protestaron
Hubo entonces que declararlo
el poeta más importante de la ciudad
Pero otros poetas de esa ciudad protestaron
Fue declarado entonces
el poeta más importante del pueblito más lejano de ese país
Pero otros poetas de ese pueblito protestaron
Así se le declaró
el poeta más importante de aldea más lejana de ese pueblito
Pero otros poetas de esa aldea protestaron
Fue declarado finalmente
el poeta más importante de la cabaña de la colina más distante
de aquel cada vez más lejano país
Pero en esa cabaña
había un perro que le ladraba a la luna.
El hombre es una pasión inútil
a los poetas que me acompañan
Si se anda por ahí con tres heridas
Si una muchacha desnuda nada en el mar
y un hombre con barba camina sobre las aguas
Si la soledad es un juego de niños
Si el despecho es una tradición náhuatl
Si sólo venimos a soñar
Si el anochecer nos pone tristes
Si los fantasmas cobran el peaje en la autopista
Si el corazón es una pistola caliente
Si el amor es una forma de decir No
Si los mendigos son más felices que los millonarios
Si más vale morir por la mujer amada
que vivir con ella
Si unas piernas que caminan
son culpables de que el ojo se desvíe
Si la soledad es un erizo
queriendo saltar al mar como el corazón de Keats
Si la muerte es sólo un salto al vacío
Si sobreviviremos aunque nos cueste la vida
Si un hombre cambia una casa por un libro
Si el viento abandona las faldas de las muchachas
Si las mujeres de vuelven inéditas
con sólo parpadear
Si algo anda mal
Si todo anda mal
Si Dios está más confundido que nosotros
Si los relojes mienten
Si la vida es la distancia más corta
entre nacer y morir
Si podríamos entrar al libro Guinnes
por aquello de los abandonos
Si la felicidad es sólo una palabra de los diccionarios
Si después de todo es de noche para siempre
Si algo cruje detrás de las palabras
Si el azúcar pierde el sentido para las hormigas
Si el poeta es sólo una nómina de huesos
Si las cheerleaders no saben nada de camellos
Si la química es sólo una materia de la secundaria
Si camino de Guanajuato la vida no vale nada
Si el sismógrafo salta en pedazos
con la risa de las colegialas
Si el poeta es un fingidor
capaz de fingir su verdadero dolor
Si el poder es plural como los demonios
Si efectivamente somos nosotros los efímeros
Si hay un viernesanto más dulce que los besos
Si después de todo seguimos aquí
sin saber que seguimos aquí
Se impone entonces un ruego
una oración
un verso de Luis Rogelio Nogueras:
¡Baja al mástil, gaviota!
El club de los cuarenta
a Patricia Velázquez
"Darle amistad a alguien que necesita amor
es como darle pan a alguien que tiene sed".
Antonio Gala
Llego a los cuarenta
con los mismos miedos
de los diez:
temo a la oscuridad
a los espacios cerrados
y a los ojos negros
Soy sordo de los ojos
no sabría diferenciar
entre un gato que camina
y una manzana verde
Así ando últimamente
entre el ahogo y el vuelo
entre la piel y los olvidos
entre la incertidumbre y el miedo a la certeza
Cada vez deseo menos cosas
aunque las desee con más intensidad
Sólo quiero un templo
de largas columnas
y labios frescos
Amar en todos los idiomas
en todas las razas
en todas las épocas
en todas las geografías
Como verán
a estas alturas del partido
pido poco:
Amar
El poeta
a Miguel Mendoza Barreto
Si partimos
como se acepta
que el poetizar
es el más inocente de los oficios
y el enamorar
el más peligroso de los peligros
podemos concluir
que un poeta enamorado
es un niño que juega a los relámpagos
en el azul apacible
de los pechos vírgenes.
Los amores de Lancelot
a Gustavo Pereira
Hay quienes van al amor
como caballeros de la Edad Media
recubren sus cuerpos con sólidos metales
y enfilan sus aceros hacia la más cruenta de las batallas
Hay también
quienes vamos con el torso desnudo
sin más armadura
que las viejas heridas
En uno y otro caso
el amor es un alcázar
con pasadizos secretos
por donde suelen extraviarse nuestras almas.
Anti-epitalamio
"El amor tiene los pies desnudos"
Diótima
Toda la noche el mar estuvo rondando el lecho de los amantes
Después de mucho huir
los amantes se disponían despaciosamente al gozo
dejando atrás por un instante montañas y ciudades
Los amantes se miraban a los ojos y reían
ebrios de ansiedades y de miedos
Los brazos se desprendían de los amantes
como peces inéditos en un mar nunca antes visto
y los labios eran insistentes embarcaciones
que surcaban el horizonte de los cuerpos
hasta quedarse en las profundidades de los mares más obscuros
El cansancio permitía leves treguas a los amantes
Sólo se escuchaba el mar a lo lejos,
el zumbido del ventilador
y retazos de alguna película antigua
Toda la sed vino a concentrarse
en la media noche de los amantes
Sus almas atormentadas
anhelaban la brisa fresca de los almendros
pero el lecho ardía como un bosque de pinos
y los amantes corrían desesperados
como dos ciervos heridos
en busca del cortafuegos del día
Fue el posadero quien vino a salvarlos
Llamó a la puerta en la alta madrugada
mientras el mar empezaba a retirarse
y un barco pirata anunciaba su inminente partida
Ella musitó entredormida:
"Vamos, se hace tarde"
Él sólo alcanzó a decir:
"Quiero hundirme en tus labios
como en el río Leteo
y olvidarme para siempre"
De cómo los antiguos amores hacen planes para mudarse
a Miguel James
Quienes más sufren
cuando un nuevo amor nos abandona
son los antiguos amores
Ellas nos ven llegar desde lejos
después de una larga ausencia
nos miran sospechosamente
nos olfatean
Ellas dicen
¡Ay, poeta, de qué nueva batalla vendrás!
Yo sólo les muestro mi silencio como trofeo de guerra
A pesar de sus ironías
ellas entienden
Una me indica posiciones de taichi para el bazo
Otra me proporciona en la boca
pequeñas porciones de un té negro como de alacranes
Otra me aplica quemaduras en plexo solar y en las manos
con un extraño cigarro chino
Otra me acuesta en su sofá y me recorre con sus cristales
Otra me pide que respire profundo, hasta acá abajo, más abajo,
y nos faltará quien me ofrezca una oración
o una cerveza
Poco voy saliendo a flote
Entonces ellas
hacen planes para mudarse de habitación
de trabajo
de ciudad
de planeta
lo antes posible
No quisieran verme llegar de nuevo
como perro alcanzado.
Gracias hermano por incluirme en esta antología. Un abrazo fraterno. fragui
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