Dirceu Villa
(São Paulo, Brasil 1975)
MCMXCVIII. 1998-. Série Badaró, São Paulo.
Descort. 2003. Editorial Hedra, São Paulo.
Icterofagia. 2009.
BANSHEES
Descendimos del ómnibus
coches con altavoces de las campañas políticas
intentaban derrotar la reversión de los motores
de los aviones sobre nuestras cabezas;
taxis blancos se apiñan como palomas en el aeropuerto,
en un ajedrez con valijas negras;
delgadas azafatas
y Andrea me hablaba de los banshees,
espíritus familiares en Irlanda,
que gritan hasta que se abran las ventanas
para que vuelen las almas delgadas de los muertos.
LA OMELETE
Luz dorada en la cocina
y mi corazón rojo apoyado
en tu mano blanca
tu mano blanca
que sostiene un cuchillo.
SINOPSIS
qué sería de la vida humana sin los adjetivos.
rilke tiene una frase que tiene algo que ver con todo eso &
por plutón
yo no quiero acordarme.
inefable cansancio.
tengo 100 años & me quiero olvidar.
chasquear los dedos o fruncir la nariz mágicamente.
el truco de la desaparición.
telones y trampa.
BICICLETAS
Es comprensible que desconfíes de la simpleza
todo lo que tuviste siempre fue muy difícil
Pero propongo lo siguiente:
Dale una mirada a la persona que empieza
a andar en bicicleta y después dale una mirada
al chico que siempre anduvo en bicicleta.
NI PRINCIPIO NI FINAL
El final igual al principio:
Ahí nuestra visibilidad comienza
Murilo Mendes.
en pie ahora y después de cuánto tiempo,
delante del agua, la misma agua de siempre,
que nunca permite a estas rocas secarse;
y hay un silencio inhumano,
silencio de agua y de roca, y rincones distantes;
no voy a durar mucho, o vuelvo al inicio,
para pensar en vagar o tal vez
reconocer en esas ondulaciones el patrón del tiempo
que ha de apagar mi cuerpo, mi memoria, tan rápido
como las huellas secas que inmóvil imprimí en estas rocas.
**
Estos poemas pertenecen al libro Icterofagia, de Dirceu Villa (1975. Sao Paulo. Brasil), poeta, traductor, ensayista y profesor de literatura.
Publicó MCMXCVIII (Selo Badaró, 1998), Descort (Hedra, 2003), Icterofagia (Hedra, 2008).
Traducción: Alejandro Mendez.
Hola, yo soy Derrida,
derridiano,
derrisorio; más aún,
no soy el autor de esta afirmación,
no existe ningún autor positivo,
¿quién existió al fin y al cabo?
Y eso de existir,
¿qué es?
Lo que significa — significado,
no tiene sentido, ¿pero?
¿Quién somos nosotros, y,
a propósito,
qué es lo que está pasando?
desinfectología
viva. los automóviles los decoradores pésimas fiestas & esos motivos de sonrisa
amarilla
viva. la increíble deprimente hostess lounge girl el día cinco o diez del mes
en q
te pagan
una
miseria.
viva. los granos de azúcar rondando de la cuchara al café el zapping
compulsivo
fafnir el kurupyra (q no borra las huellas) dibujados casi vivos en las sábanas
es lo q te mereces por haber sido tan vago
es lo q te mereces
por haber sido tan vago
¿Dónde estará Moby Dick?
¿Dónde están los arpones,
dónde está el mástil, la popa,
la escotilla, la cubierta,
la proa al fin, el alto puesto,
de observar ballenas
que expulsan chorros de agua
por el cráneo?
Mi pierna, ¿estaría aquí?
—era parte de este cuerpo
que ya no es parte de sí mismo.
¿Pero dónde están mis hombres,
mi navío, dónde están mis botes,
mis barcos, dónde el oleaje,
dónde estará Moby Dick?
courage de luxe
el mismo dios que te dio tus leyes en conserva papá mamá
te dio los trolos los putos las tortas
te dio las computadoras y las plagas de egipto
te dio manos y pies y un cuerpo perfecto
o te dio una serie de defectos en la metafísica y el cuerpo
el mismo dios que te dará al polvo y que te dio
la bomba en sueños floridos del pecado de oppenheimer
y que dio la llave para las puertas y las metáforas
el dios que se dio el nombre acaso o que se dio
todas las imágenes o el total vacío en una explosión sin sonido
al centro del universo
el dios que te dio tu estupidez crasa que se arrastra
de tu mente como los brazos de un orangután
que te dio parís para que parieras un asno por las calles
un asno al que se le dio el gorro frigio y frigide barjot
ese mismo dios uno solo y muchos
de un solo nombre y muchos
que te dio la patria el ejército y hippies desertores
la bolsa de valores y los juguetes de la ciencia poetas y platón
él que se acordó de darte una religión para que jugaras a ser dios
te dio el agua pura y cristalina y la contaminación
dulce veleidad romántico-amorosa una verga un argolla
o te dio los dos y te dejó albino como un dios en un triclinio
el dios que dio el deseo y el desánimo el intelecto las manos juntas en una plegaria
la sublimación que dio al darte como opción el poder garchar o pensar
ese mismo que se dio un nombre de mujer primordial gaya la alegre
ese dios que dio el sexo de los ángeles como en un lance de dados
que jugaba y sigue jugando bien al dar la duda
el dios que recibió a empédocles en el agujero más caliente de la tierra
sumergido con el coraje de cogerse a las montañas y el dios
que dio el cristo de regalo para la cruz
que te dio su imagen y semejanza
es bueno que lo recuerdes: a dios le gusta dar.
De Bicho de siete cabezas: selección de poesía brasileña contemporánea (Detodoslosmares, 2014)
Traducción de Martín Palacio Gamboa
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