sábado, 7 de agosto de 2010

335.- MERTXE MANSO


Mertxe Manso (Baracaldo, 1978) reside en Córdoba desde su infancia. Jurista y poeta, actualmente profesora de Lengua y Literatura en secundaria.
Ha publicado el poemario Diario de los cuerpos (I Premio de Poesía La Manzana Poética, Ediciones Litopress(2004), las plaquetes: Tabla de mareas (müsu, 2004) y Reglas de Navegación (2006). Su último libro es Ferronerie y aparece en el año 2009 publicado en la colección de poesía Abezetario de la Institución Cultural “El Brocense” en Cáceres.


Antologada en Voces Nuevas (Torremozas,2002), Pólvora Blanca (Antología de poet@as por la paz y la palabra, 2003), en Pie de Paz (Plurabelle, 2003) y Periféricos 15 poetas (Universidad Popular José Hierro, Madrid, 2004). La Mujer Rota(Guadalajara, México, 2008).

En la faceta de poesía visual, ha participado entre otras colaboraciones en la “Muestra incompleta de poesía visual, experimental y m@il-art”. (2004) Ediciones Cer0 a la Izquierda. Y “Las Letras” muestra de poesía visual homenaje a Carmen Conde(Cartagena, 2006).




V

Llorarás tantas noches como golpes
necesites para forjar estrellas,
maldecirás el día
y llorarás la urgencia de lo nuevo.
Ya puedes forjar un cielo
o una casa nueva
y bailar tantas horas y noches
como carbón se derrita en las venas.
Que llorarás
y nadie habrá de ver lágrimas,
y la lluvia se beberá tus gotas,
tu sudor y tu cuerpo,
te beberá, amor
y nada habrá de quedar.
Ni siquiera el eco.

(De Diario de los Cuerpos)




XI

Anuncio un tiempo de tregua
y después, amor,
vendrá la noche
tu corazón sobre la mesa
buscando el abrigo de mis manos.
Así, casi en silencio
y con la boca abierta
nos secará el mar,
seré hogar
y nosotros un latido.

(De Ferronerie)



EL CIELO

De fondo,
sed adentro,
amanece y
cientos de hormigas
avanzan,
sin descanso,
en fila
recorren pelo y piel.
Cae la lluvia.
Miramos el cielo,
atentos,
a esa señal,
que rompa
las nubes.
Que gane
la batalla
al deseo.
A la impaciencia.

(De Diario de los cuerpos)



Ciudades

Era Noviembre,
goteaban encuentros
y decidieron atar el miedo.
Sin palabras,
se sucedieron
los días y las horas
y solo guardaron
para el mañana,
el olor a limpio de los cuerpos.
Derramaban tanta ternura
que de los grifos,
el agua se desbordaba
con sabores,
a fresa los lunes,
los miércoles a vainilla,
a chocolate los domingos.
Llegó el final de año
y enero les sorprendió.
De regalo en reyes,
una moto,
con la que cruzar febrero.
Un mes que heló y rompió los cuerpos.
Amanecía marzo cuando comenzó el silencio.

(De Diario de los cuerpos)




Sin Hogar

Mi cuerpo ya no te cobija,
te desprendes a tiras como cuero,
no te guardan los rincones,
ya no te ofrezco labios.
Este cuerpo es ausencia de tu cuerpo.

(De Diario de los cuerpos)




ANUNCIOS


OFERTAS

1. Se cede cuerpo a precio económico. Motivo se buscan nuevos horizontes más azules donde la piel no se agriete.
2. Se ofrece sastre para elaborar cualquier modelo de cuerpo. Repara las costuras. Precios a convenir.
3. Se ofrece especialista en moldes y yesos, capaz de esculpir a golpe de caricia cualquier desperfecto. Servicios gratuitos.


DEMANDAS

1. Se necesita cerrajero capaz de arreglar la cerradura del corazón ante la perdida de las llaves.
2. Se precisa fontanero para reparar las cañerías de un viejo cuerpo.

(De Diario de los cuerpos)



I

Al frente,
bajamar escorada
y descendiendo al límite,
esta lengua
que serpentea piel,
olas agitando
una marea
que se desboca
cuando rompe
el temporal.



IV(Rompeolas)

Frente al hormigón,
baten olas
y nadan peces
a contracorriente,
erosionando
centímetros de piel,
caballos galopando
en una ciudad sin mar.


Naumaquía Dos

Cruje la sangre y se desborda,
bocanadas de un mar ardiendo.
En bancos de hierro, náufragos
ofreciendo labios de esponja,
caricias a contracorriente.
Sal derramada en tierra firme,
en estos barcos que sucumben
amando piel de costa a costa.




X(Catabático)

Hurtando el viento frío,
acelerando pulsos
a través de las grietas.
Cuando llega la niebla
la memoria retiene
esta marea que ahoga.

(De Tabla de mareas)





NAUFRAGIOS

Porque es sábado
y en los sábados
todo está permitido.
Porque la noche
nos vuelve ciegos,
lobos buscando presas.
Porque hemos naufragado
tantas veces
que no sé si habrá rescate.
Porque la luna
es la señal de peligro
y el frío de las siete
hiela esta marea.
Porque los bares
ya duermen y este par
de náufragos debaten.
Porque el Atlántico
nos devora y aún
no hemos aparcado temores.
Porque después del sábado,
el domingo nos consume
y seguimos sin atracar en tierra firme.

(De Ferronerie)


VIGILIA(INOCENCIA)

Nunca será la noche
tan negra
como cuando amanece.
Ni sentiré tanto frío
como ahora.
El frío que me cubre,
ahora sé
que no es infinito.
Y tus palabras
ya no son palabras.
¿Cuántos días he perdido?
Ahora me atrevo
a entrar en ti,
y nada importa
si te rompo el cuerpo.
Se que soy bella.
Mira y siente, amor,
Esto es:
Sólo la ferocidad del día,
el frío de un desierto tras la noche.

(De Ferronerie)




TRANVÍAS 5

Quiébrame,
este latido no cesa.
Rómpeme,
te doy la libertad.
Quédate
porque así respiro.

Estoy desnuda
y el pájaro canta
al deseo, al sabor
amargo del paladar
húmedo, y soy
incertidumbre,
un latido sonando
a deshoras,
sin un presente.

(De Ferronerie)



TRANVÍAS 2

Aquí tienes
el último latido
rompe la niebla
y el silencio,
no importan los años
para forjar un cielo.
Míralo,
late como esta casa,
más que aquel noviembre,
más que aquel marzo
azul y frío,
más incluso de lo yo quisiera:
en las paredes
están mis huellas,
en el hueco del sofá vacío.

Si, amor, hoy más que ayer
soy dueña de este latido.

(De Ferronerie)




Reglas de Navegación

Fauna acuática

Sobre la arena, un exceso de cuerpos,
bañadores y bikinis en pugna,
en zona de baño restringida estamos
y en el fondo, él, camisa naranja,
ojos cubiertos con gafas negras,
cazador buscando presa entre las olas,
donde se congregan bancos de niños,
atrevidos con vocación surfista,
mujeres o quizás sirenas,
y él, vouyer a sueldo, siempre él,
incansable príncipe de las mareas,
socorrista de tantos sueños.


Maniobras de abordaje


Extendido sobre el cuerpo, escuadra y cartabón, divisamos un mapa de lunares, lleno de islas, un territorio salvaje dibujado a golpe de compás. Fijado el rumbo, al Norte, patente de corso en mano, invadimos las líneas en un abordaje con licencia a los huesos. Una aventura sin riesgos que ha dejado un botín con cadenas a tu cuerpo.


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